27 de marzo de 2019
MUJERES GENIALES - CHARITO GERMANÓ
Charito nació en Lyon, Francia, en 1937 con el
nombre de Marie Rosie Jeanfreu. Su padre era aviador y "sirviendo en la II
Guerra Mundial, cuidando el cielo francés, los nazis lo mataron y cayó al mar.
Cuando los nazis ocuparon Paris capturaron a mi madre y quedé solita a los 2
años", comienza el relato Charito, enfundada en un saco colorado que
combina tanto con el esmalte de sus uñas como con el color de sus labios
pintados, sentada en su silla de ruedas.
"Por efecto psicosomático, explica su actual
condición, se me paralizaron las piernas, después de la muerte de mi segundo
marido. Estaba duchándome, me caí y me fracturé. Estuve tres meses enyesada y
me acobardé, pero Estelita me hace masajes y me va a hacer caminar".
Viuda por partida doble, Charito vive en su casa de
Punta Mogotes, la misma que eligió con Julio, su segundo marido y también
aviador, en 1996 cuando decidieron radicarse en Mar del Plata.
Esta mujer rubia, menuda, de 73 años, habla
mientras enciende un cigarrillo, invita una bebida espirituosa porque "el “champucito”,
como decimos en la Fuerza Aérea, es un gusto mio", y sigue con su
apasionante historia de vida. Así fue que, en esa época de tempestades
políticas y sociales, quedó al cuidado de las "religiosas, que trajeron a
los huerfanitos ingleses y franceses por distintos países sudamericanos. A mí
por suerte me tocó la Argentina". Y fue creciendo, "estudiando
constantemente y con el pleno convencimiento que quería ser piloto",
relata mientras recuerda que "eran monjas francesas, muy liberales. No
sólo me dejaron hacer lo que quería, sino que me llevaron a aprender con el
mejor maestro que había: Santiago Germanó", quien luego se convirtió en su
primer marido.
A pesar de la diferencia de edad, se llevaban 37
años, con el paso del tiempo "nos fuimos enamorando, pero no fue a primera
vista, tardó mucho. Podemos decir que fue un amor que fue surgiendo a medida
que volábamos y mientras hacíamos cosas nos fuimos enamorando". "Todo
lo que se de acrobacia aérea me lo enseñó él, afirma, fue el mejor acróbata
aéreo del mundo. El maestro se enamora de la alumna y la alumna del maestro,
pero había pasado un montón de tiempo, ocho años, y nos casamos". Así, a
los 23 años continuó su vida en el aire, volando, cumpliendo con su sueño.
"Por eso no quise tener hijos, explica, porque no quería dejar de volar.
En ese entonces recorrimos el país y el mundo volando, con los concursos de
acrobacia. A veces iba sola a competir".
Mejor
Aunque recorrió el mundo para surcar cielos en su
avión, "un Focker Wolf, hecho en Córdoba", detalla, y competir en
diversos concursos, dice que recuerda especialmente una excursión a Inglaterra.
"El de Coventry fue el mejor, asegura. Llegué a Londres y los del hotel me
decían que tenía que ir en tren, yo me preguntaba por qué, me quería tomar un
coche. Entonces un guarda me viene a buscar y me lleva al primer vagón y cuando
llegué a destino me estaba esperando una alfombra roja y la banda de la
Reina".
Ella habla y se le acercan algunos de los animales
con los que comparte su estancia en la casa: cuatro perros y dos gatos, además claro,
de dos asistentes que la acompañan, la cuidan y la atienden. Después de
acariciar a una de sus gatas, vuelve al relato: "Pensé que me iban a tocar
la Marsellesa, pero ¡me tocaron la Marcha de San Lorenzo y me encantó! Porque
yo representaba a la Argentina". Así fue como aquel entonces, "No me
preguntes el año, soy muy mala con las fechas", solicita, compitió y ganó,
lo que la hizo acreedora de una invitación a tomar el té con la Reinas Isabel
II en el Palacio de Buckingham. Allí, esta francesa nacionalizada argentina
tuvo la oportunidad de "compartir con la Reina un rato y conocer a sus
hijos, que querían ser aviadores. Yo no sabía mucho inglés, pero ellos, muy
cultos, me hablaban en francés. Me llenaron a preguntas y nos entendimos
divinamente". Y la invitación a tomar el té, se extendió para "que
cuando vaya a Inglaterra los visite, pero no volví más", se ríe Charito,
mientras dice que no tiene palabras más que de agradecimiento para los
ingleses. Es que, a esa competencia, ella había llegado "con el avión
desarmado, un avión nacional, un Focker Wolf hecho en Córdoba. Y lo armaron los
ingleses divinamente, me lo entregaron para competir, un tesoro".
Recuerdos
Las paredes del living de su casa dan fe de aviones
propios y ajenos, tiene un recuerdo del Tango 01 regalada por el ex presidente
Carlos Menem, amores, premios y competencias, además de pergaminos que
acreditan su peregrinar mundial por distintos torneos de acrobacia aérea. Sobre
las mismas, dice que "ganabas un vagón de plata, pero yo competía por el
título, porque por suerte tenía lo mío y no dependía de eso".
Si bien nació en Francia, Charito se nacionalizó
argentina porque "le debo mucho a este país", al que representó en
cada una de las tantas competencias de las que participó. Aunque de joven
"veníamos a Mar del Plata siempre, me acuerdo que yo tenía un Volkswagen
Escarabajo, y cada vez que lo estacionaba en la banquina del Puerto cuando íbamos
a comer me lo halagaban", con su segundo marido decidieron instalarse
definitivamente en "La Feliz" en 1996. Así que una vez afincados,
recibió el agasajo del Aeroclub local. "En el Club me hicieron una fiesta
muy linda, recuerda, un homenaje precioso.
Decían que se radicaba una figura mundial".
Sobre la acrobacia aérea explica que "volás constantemente, la acrobacia
es divina. No sentí nunca nada de vértigo, disfrutas de cada minuto, no siento
adrenalina con eso. No soy tan valiente como para volar con miedo, porque hay
que ser valiente. Volar con miedo es horrible". Asimismo, sostiene que
"volé hasta hace poco" y recalca que esa actividad es "lo que
más me gusta, es mi pasión, mi vocación".
Charito es la única mujer en el país que compitió a
nivel mundial en acrobacia aérea, cosechando más de una centena de títulos.
Toda "una recordwoman", tal como ella misma se define. Con tantas
horas de vuelo, las anécdotas se suman. "Una vez estaba en Brasil y tenía
que conseguir mucha altura para poder cruzar los morros, pero en vez de eso
decidí cortar por un golfo y abajo me esperaban los tiburones. ¡Estaba lleno!",
relata. "Yo no sabía que había tiburones ahí, añade. Y empezó a fallar el
avión, tenía agua la nafta y empezó a hacer ratatata. Yo rezaba y el avión
arrancó y puede superar eso. Dejé a los tiburones con la boca abierta". Si
bien al llegar a tierra el susto había pasado, ella se había quedado muda y no
podía explicar lo que había pasado. "Me quedé muda, rememora, del susto no
podía hablar. Pero atrás venía un médico, el doctor Basile, que contó lo que me
pasó. Y así fue que los brasileros no me dejaron volver y me hicieron una
fiesta a la noche para celebrar que estaba viva".
Charito, en 2009, fue declarada por la
Municipalidad de General Pueyrredón "Ciudadana Ilustre", título al
que considera "un honor". Al ser consultada sobre si es una mujer
pasional o racional, piensa unos segundos y responde: "Las dos cosas. Para
volar hay que ser racional, pensás, hay un plan de vuelo y hay que seguirlo.
Pero con mis maridos fue muy pasional", y se ríe, con una gran carcajada.
Curriculum...
Marie Rosie Jeanfreu, más conocida como Charito
Germanó. Record woman de acrobacia aérea. Tiene más de cien títulos en la
actividad. En 2009 fue declarada "Ciudadana Ilustre".
Fuente: https://www.google.com.ar