Fecha
de creación: 1940
Dependencia
Operativa: Mando Aéreo de Combate (MACOM)
Dependencia
Orgánica: Mando Aéreo General (MAGEN)
Lema:
Vista, suerte y al toro
Aeronaves:
- Eurofighter Typhoon (C.16)
- Lockheed P.3 Orión (P.3)
En 1940 comenzaron las obras en el Aeródromo Militar Vázquez Sagastizábal, nombre original de la actual Base Aérea de Morón, constituyéndose al año siguiente la Escuela de Caza con material Fiat CR-32 Chirri.
Esta
escuela funcionó hasta 1956 cuando se creó el Ala de Bombardeo Ligero N° 7, con
los aviones Heinkel 111. Tres años más tarde sería sustituida por el Ala de
Caza N° 5, dotada con aviones F-86 Sabre.
Mientras
tanto, en 1953 se firman los acuerdos de cooperación entre los gobiernos
español y estadounidense, por los que se establecían diversas bases e
instalaciones militares americanas en España. Morón, junto a Zaragoza y
Torrejón, fue una de las principales instalaciones de la fuerza aérea
americana, cuya construcción comenzó aquel mismo año.
En
1965 se hizo pública la decisión de dotar con 70 aviones F-5 Northrop Freedom
Fighter al Ejército del Aire que, en base a los acuerdos con los Estados Unidos
de Norteamérica, serían construidos bajo licencia por la factoría CASA en
Getafe. El 22 de marzo de 1968 voló el primero de estos aparatos y ese mismo
año se decidió que la Base Aérea de Morón reciba una primera dotación de dos
escuadrones con la misión de ataque y reconocimiento.
El
7 de enero de 1970 llegaron a Morón los primeros 5 cazas F-5 para el recién
creado 202° Escuadrón. En septiembre se forma el 204° Escuadrón y en 1971 se
creó el Ala Táctica 21, con los escuadrones N° 211 y 212. En los años
siguientes la unidad será considerada por la prensa especializada como la “unidad
operativa más entrenada de Europa”, con una destacada labor en las operaciones
llevadas a cabo con motivo de la descolonización del Sáhara.
En
1976 se traslada el 212° Escuadrón a Gando, con sus F-5, y llegan a Morón los
Saeta del 203° Escuadrón de Villanubla, que se encuadraron en el recién creado
el 214° Escuadrón, con indicativo Tigre. A él se incorporan también los Súper
Saeta. Estos aviones convivirán en el Ala 21 con los F-5 hasta 1981, en que son
dados de baja, después de realizar cerca de 20000 horas de vuelo.
El
9 de octubre de 1992, una formación de 4 aviones realiza un vuelo de 70 minutos
para llevar los últimos F-5 del Ala 21 a la Base Aérea de Talavera, para formar
parte de los escuadrones de enseñanza N° 231 y 232 del Ala 23. El total de
horas de vuelo acumuladas por el F-5 en la base de Morón fue de 107.779,46.
Este
mismo año, y de forma provisional, llegan a Morón aviones C-101 procedentes de
la Academia General del Aire, para sustituir a los F-5 que acababan de ser
dados de baja en la unidad. Los pilotos del Ala 21 se adaptan a una fase que
saben será breve, a la espera de un nuevo avión de combate que, efectivamente,
llega en 1996, cuando ocho F-18 son desplegados en la unidad. Los “gallos” de
Morón, por entonces ya Grupo N° 21 del Ala 21, “afilan sus espolones” volviendo
a operar un caza de altas prestaciones.
También
en 1992 se reciben en Morón los aviones P.3 Orión, procedentes del Ala 22 de la
Base aérea de La Parra, en Jerez de la Frontera (Cádiz), que sería cerrada en
junio del año siguiente. Se incorporaron como Grupo 22 del Ala 21.
Esta
unidad de Patrulla Marítima nació en 1962 con el nombre de 601° Escuadrón de
Cooperación Aeronaval, nombre que conserva hasta el año 1972 en que pasa a ser
el Ala 22. Fue dotada con aviones AN-1 Grumman Albatros, con los que se
realizaron casi 28.000 horas de vuelo hasta su baja en 1978. El 25 de julio de
1973 se recibieron en Jerez los 3 primeros aviones P.3 Orión en su versión “Alfa”,
que fueron reforzados a partir de 1978 con otros 4, también del mismo modelo,
en régimen de alquiler a la Armada de los Estados Unidos. En 1988 se
adquirieron a la fuerza aérea noruega 5 aviones P.3 del modelo “Bravo” que
sustituyeron a los 4 “Alfa” de alquiler.
Pero
es en 1999 cuando se produjo el mayor cambio organizativo de la unidad. El 30
de julio de aquel año y, tras 55 de operación, se cierra definitivamente la
Base Aérea de Manises, en Valencia, unidad histórica del Ejército del Aire,
conocida por haber sido sede del Ala de Caza N° 1. Voló durante años el F-86
Sabre y posteriormente el reactor supersónico francés Mirage III, la muy querida
“plancheta”. El Ala 11, la primer Ala de Caza del Ejército del Aire, pasa a la
base de Morón, que hereda el nombre, el emblema y el espíritu de Manises, y que
los combina inmediatamente con las tradiciones del Ala 21 y del Ala 22. La
nueva unidad queda bajo la dependencia del Mando Aéreo del Estrecho, y se
organiza operativamente como Ala 11 con los grupos 11 (F-18) y Grupo 22 (P-3
Orión).
Y
la última gran transformación operativa del Ala 11 ocurrió en 2004, cuando el
27 de mayo llegaron, procedentes de las instalaciones de EADS-CASA en Getafe,
los 3 primeros aviones C.16 Eurofighter. Los primeros pilotos que formaron el
113° Escuadrón de Conversión Operativa y el personal de mantenimiento que había
realizado los correspondientes cursos de adaptación al nuevo material aéreo,
desarrollan un ingente trabajo para poner operativa esta plataforma en el Ala
11, y así, en 2008 la unidad se califica para realizar el servicio de alerta
(QRA).
El
bautismo del Grupo 11 en una misión real más allá de nuestras fronteras se
produjo durante los primeros cuatro meses de 2015, cuando la unidad participó
con el Destacamento Ámbar en la Operación Baltic Air Policing (BAP) de la OTAN,
desde la base aérea de Amari, en Estonia. El Ala 11 realizó allí 449 horas de
vuelo en 329 salidas, de las cuales 10 fueron para realizar interceptaciones
reales (alpha scramble) sobre aviones de la fuerza aérea rusa.
Poco
después, en octubre de 2015, la unidad supera una evaluación de capacidades
OTAN (CAPEVAL) al C.16. Fue la primera que se realizaba a este sistema de armas
en el Ejército del Aire y, aunque en la práctica la operatividad del C.16 y del
Grupo N° 11 estaba más que demostrada tras la misión en el Báltico, supuso la
confirmación definitiva y la certificación oficial de la capacidad de despliegue
para misiones reales. Un grupo de más de 120 evaluadores examinó a la unidad,
analizando detalladamente en tierra y en vuelo la preparación y el
entrenamiento del personal, las tácticas, técnicas y procedimientos aplicados,
y la operatividad y efectividad real, en un ambiente extremadamente exigente,
en el que se plantearon todo tipo de eventos simulando un escenario de combate
real.
En
2018 los Eurofighter del Ala 11 vuelven a los países bálticos para realizar de
nuevo una misión de policía aérea OTAN, esta vez en el denominado destacamento
Vilkas, que despliega durante cuatro meses en la base aérea de Siauliai
(Lituania). Realiza alrededor de 1000 horas de vuelo en más de 500 salidas,
entre misiones de entrenamiento en ejercicios OTAN y misiones de interceptación
reales sobre aviones de la fuerza aérea rusa.
El
Grupo 11 está formado en la actualidad por el 111° Escuadrón, con indicativo
radio “dólar”, que es el escuadrón operativo de la unidad, y el 113°, con
indicativo radio “gallo”, escuadrón de instrucción responsable de la formación
inicial en C.16 de todos los pilotos españoles de Eurofighter, y de numerosos
pilotos de otras naciones. La excelencia del centro de instrucción C.16, que
opera tres simuladores de última generación, combinada con la formación en
vuelo de alto nivel proporcionada por un selecto grupo de instructores de alta
experiencia, consigue que los pilotos de caza que reciben el “apto para el
combate” puedan incorporarse con todas las garantías a los escuadrones
operativos.
En
la actualidad 38 cazas C.16 constituyen la dotación del Ala 11, y han realizado
ya más de 50.000 horas de vuelo desde la Base Aérea de Morón, repartidas en más
de 33.000 salidas. Durante todos estos años se ha demostrado la alta capacidad
de la aeronave, que es la espina dorsal del poder aéreo español y un elemento
imprescindible para garantizar nuestra defensa aérea.
Por
su parte, la flota del Grupo N° 22 está compuesta por tres aviones P.3M,
modernizados por INDRA y EADS en 2007 y que, a pesar de su veteranía, dotan al
Ejército del Aire y a las Fuerzas Armadas Españolas de unas capacidades únicas,
imprescindibles en la guerra moderna, e irrenunciables para conseguir la tan
necesaria superioridad en cualquier enfrentamiento.
Combate
naval antisubmarino y antisuperficie, patrulla marítima, minado, búsqueda y
salvamento, mando y control aéreo, comunicaciones, inteligencia,
reconocimiento, despliegues paracaidistas tácticos, etc. son las capacidades
que el 221° Escuadrón pone al servicio de la defensa nacional y que entrena
mediante su presencia en ejercicios combinados y conjuntos, tanto de carácter
nacional e internacional como el Dynamic Manta, ejercicio antisubmarino más
importante de la OTAN en el Mediterráneo.
Los
P.3 del Grupo 22 han acumulado cerca de 110.000 horas de vuelo a lo largo de su
historia, y han hecho honor a su lema, “Qui imperat caelo, dominat mare”,
participando de manera continuada en misiones de vigilancia y control del
espacio marítimo español y europeo, detectando los movimientos de tráficos
ilícitos en el área de operaciones y contribuyendo de manera destacada en las
operaciones Sea Guardian de la OTAN, ÍNDALO de la agencia FRONTEX de la Unión
Europea, Marco del Mando de Operaciones, apoyando al Servicio de Vigilancia
Aduanera del Ministerio de Hacienda o realizando misiones de búsqueda y rescate
en colaboración con las unidades SAR del Ejercito del Aire.
El
Grupo N° 22 comenzó su participación en misiones de paz en 1993, en la
operación SHAP GUARD desde Sicilia, cuyo objetivo era cumplimentar el embargo
naval ordenado por la ONU en el Adriático, en el marco del conflicto de la
antigua Yugoslavia.
Hay
que resaltar también, a partir del año 2002 el trabajo realizado desde Yibuti,
en el cuerno de África, dentro de las distintas operaciones que se han
desarrollado en esta zona tan conflictiva del mundo a lo largo de estos años, y
donde se mantiene de manera permanente el Destacamento Orión como parte de la
Operación Atalanta de la Unión Europea. Se sobrevuelan los espacios marítimos
del mar Rojo, golfo de Adén y océano Índico en el empeño por proteger las rutas
marítimas, prestando apoyo al resto de misiones y operaciones que, tanto la
Unión Europea como otros organismos internacionales, tienen desplegados en esta
conflictiva región del mundo, y contribuyendo de manera destacada a la lucha
contra la piratería en la zona. También el Grupo N° 22 abrió el Destacamento
Grappa en Sigonella en 2015, dentro de la operación EUNAVFOR-MED Sophía, cuyo
objetivo era la lucha contra las mafias que se benefician de la inmigración
ilegal en las costas libias.
Actualidad
Actualmente
la triple tradición de la unidad, heredera de tantos aviadores que sirvieron en
Manises, Jerez y Morón a lo largo de muchos años de historia, se mantiene viva
en sus emblemas. La que fuera insignia de la escuadrilla de García Morato, con
el halcón, la avutarda y el mirlo junto al lema “Vista, suerte y al toro” es
hoy emblema y parche del Ala 11. El Grupo N° 11 mantiene el gallo del Ala 21 y
la cadena de seis eslabones que llevaban todas las unidades tácticas del
Ejército del Aire, mientras que el Grupo N° 22 luce con orgullo el emblema del
Ala 22, un ala de cisne estilizada con el extremo en forma de aguijón sobre la
silueta de un submarino, que representa la capacidad para operaciones contra
fuerzas marítimas, y también con la cadena de la aviación táctica. El parche
del 111° Escuadrón de Manises sigue siendo el del actual 111°, mientras que el
113° ha heredado el gallo de Morón de los escuadrones N° 211 y 212. El 221°
Escuadrón lleva en su parche los mismos elementos que los del escudo del Grupo N°
22.
Misión
La
Ley Orgánica de la Defensa Nacional 5/2005 define con precisión la misión de
las Fuerzas Armadas, de acuerdo con el artículo 8.1 de la Constitución, que se
concreta en garantizar la soberanía e independencia de España, defender su
integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Así,
las Fuerzas Armadas deben:
- Contribuir militarmente a la seguridad y defensa de España y de sus aliados, en el marco de las organizaciones internacionales de las que España forma parte, así como al mantenimiento de la paz, la estabilidad y la ayuda humanitaria.
- Preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas, conforme a lo establecido en la legislación vigente y junto con las Instituciones del Estado y las Administraciones Públicas.
- Llevar a cabo misiones de evacuación de los residentes españoles en el extranjero, cuando circunstancias de inestabilidad en un país pongan en grave riesgo su vida o sus intereses.
El
Ejercito del Aire contribuye al cumplimiento de la misión de las Fuerzas
Armadas con la realización diferentes tipos de operaciones, tanto en territorio
nacional como en el exterior, conducentes a la disuasión y prevención de
conflictos, al mantenimiento de la paz, a la intervención en situaciones de
crisis y, en su caso, a dar respuesta a una posible agresión.
En
particular, los medios y capacidades del Ejército del Aire le habilitan para
realizar operaciones permanentes de vigilancia, control y defensa del espacio
aéreo de soberanía nacional y para contribuir a la vigilancia de los espacios
marítimos; para participar en todo tipo de operaciones de mantenimiento de la
paz y estabilización internacional; para apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado y
para realizar tareas de rescate aéreo y de búsqueda y salvamento; y para
colaborar con las diferentes administraciones públicas en los supuestos de
grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades.
El
Ala 11 es un elemento fundamental en este esquema, por sus medios,
entrenamiento de su personal y operatividad. Las capacidades que aportan las
plataformas con que está dotada la unidad, C.16 y P.3M, hacen que desde la base
de Morón se participe de forma activa y de manera permanente en la defensa del
espacio aéreo de soberanía nacional, que se contribuya de manera destacada a la
acción conjunta de las Fuerzas Armadas y que se preste un significado apoyo,
desde el aire, en muchos otros campos de la acción del Estado al servicio de
los ciudadanos. El Ala 11 mantiene siempre dispuesta su capacidad
expedicionaria, para proyectar la fuerza y defender, donde sea necesario, los
intereses de España y los compromisos internacionales adquiridos solidariamente
con otros países aliados y amigos.
Todo
el personal de la unidad, estructurado en los grupos de fuerzas aéreas 11 y 22;
grupo de material, con los dos escuadrones de mantenimiento de C.16 y de P.3M;
grupo de apoyo, responsable de todos los servicios de la base; sección
económico administrativa N° 24, órgano de contratación y gestión presupuestaria
que además presta servicio a otras muchas unidades; y secretaría general, que
lleva a cabo la coordinación de todas las actividades de la base. Está
preparado, motivado y siempre dispuesto para afrontar todos los retos derivados
de las importantes tareas que el Ala 11 tiene encomendadas.
Méritos
El estandarte fue donado por la ciudad de Manises, donde se encontraba ubicada el Ala 11, el 7 de diciembre de 1984, en un acto presidido por el jefe del Mando Aéreo de Transporte y 3ª Región Aérea, Teniente General Tomás Juárez Redondo, junto con otras autoridades civiles y militares.
Una
vez montado en su asta, fue entregado por el alcalde de la ciudad de Manises,
Rafael Tos Viala, a la madrina, María Herptener Mújica, esposa del Teniente General
Miguel Guerrero García, que fue el primer Coronel jefe del Ala 11.
Seguidamente,
el entonces Coronel jefe del Ala 11, Enrique Ortiz de la Cruz, pronunció una
alocución dirigida a todo el personal de la unidad y al público presente. El
estandarte fue bendecido por el capellán mayor del Ala 11, José Martín Sanz.
Así,
el Ala 11 adoptó como propio el emblema del Ala de Caza N° 1, y su lema de
¡Vista, suerte y al toro!, que se mantiene hoy en la base de Morón.
Cruz
laureada de San Fernando y Medalla Militar Colectiva
La
Laureada de San Fernando fue concedida a nivel particular al Capitán Joaquín García
Morato y colectivamente se concedió la Medalla Militar a su Patrulla Azul, por
las acciones en combate realizadas desde su creación el 23 de diciembre de
1936, hasta el 23 de marzo de 1937.
En
1959 se declaró al Ala de Caza N° 1, ubicada en la base aérea de Manises
(Valencia), continuadora de la tradición del Grupo de Caza de García Morato y
heredera de su legado histórico, conservando, por tanto, la Medalla Militar.
Curiosidades
Lema
Ala 11: “Vista, suerte y al toro”.
El
lema es una expresión taurina con la que se da ánimos al torero para que se
enfrente al toro. Se cuenta que un piloto quería entrar en la Escuadrilla de García
Morato y éste le iba dando largas y excusas para no aceptarlo. Pero era tanta
la insistencia y el empeño del joven piloto, que García Morato le dijo que
hasta que no supiera el lema de la escuadrilla (que no existía) no le
aceptaría.
El
joven piloto no cejó en su empeño y a todos y cada uno de los componentes de la
unidad les preguntaba una y otra vez por el lema. Tanta era su insistencia, que
uno le dijo que era secreto y no debía revelárselo, “pero como insistes te lo
diré: Vista, suerte y al toro”.
Se
lo comunicó a García Morato, al que le pareció una excelente idea, y aceptó al
piloto e impuso el lema.
Estandarte histórico del Ala 11
Ubicada
actualmente en la Base Aérea de Morón, el Ala 11 ha recibido el estandarte y
emblema del Ala de Caza N° 1, como depositaria de la tradición de las unidades
de caza, representada por el Grupo García Morato: “Vista, suerte y al toro”.
El emblema con el halcón, la avutarda y el mirlo representaba las cualidades de los tres primeros pilotos que formaron la primera patrulla del Grupo de García Morato.
Distintivo
del 111° Escuadrón
Historia
adaptada de la narración del autor, Teniente General Ibarreta (XVII Promoción
AGA):
“Respecto
a la tradición oral del emblema de la hiena del Ala 11, su origen viene de
antes de los Mirage, pues la hiena original, la del morro largo puntiagudo, era
de los Sabre y ya tenía el pañuelo para que no se riese (…).
Esta
hiena se perdió temporalmente cuando sólo se empleaba el emblema del ala (los tres
pájaros de Vista, suerte y al toro). Posteriormente, se intentó recuperar el
emblema para el escuadrón, aparte del de los tres pájaros. Lo que yo hice fue
una versión más “humorística” de la hiena original. Este nuevo emblema se
eligió por votación de los pilotos de la unidad, incluso compitiendo con la
hiena original ya mencionada del morro largo puntiagudo. Aprovechando ese nuevo
emblema, se me ocurrió incluir el texto de la leyenda que iba de boca en boca,
pero no existía escrita. Gracias a la ayuda con el latín del páter Julián, “excrementa
edit., iacet semel pro anno et tamen irridet” fue el resultado y la incorporé
en el emblema.
Aunque
la carencia de horas de vuelo y demás penurias de los comienzos del Mirage III
en Manises justificasen la leyenda de la hiena, no fue esta la razón, pues ya
te digo que viene de mucho antes.
Posteriormente,
se hizo otro escudo para el 122° Escuadrón, que fue diseñado por Gómez Mira.
Era un murciélago con un misil en las patas, que relacionaba el murciélago del
escudo de Valencia con la capacidad del radar del avión y su capacidad de
interceptaciones nocturnas. La leyenda “que no valga” creo que fue originada,
involuntariamente, por el Kamoto. Ya muy posteriormente (yo ya no estaba en la
unidad) se recuperó el emblema original de la hiena de morro puntiagudo para el
112, pero sin perder el de la hiena nueva, que se mantuvo en el 111°
Escuadrón.”
Distintivo
del 113° Escuadrón
El
emblema del gallo se ha recuperado para el 113° Escuadrón como parte de la
historia de las unidades que han estado ubicadas en la Base Aérea de Morón y
orgullo de todos los pilotos que formaron parte de esas unidades.
La
leyenda del gallo
“Sin
plumas y cacareando” es la famosa leyenda del “gallo de Morón”, que no era
gallo ni tampoco de la ciudad moroniense.
Se
trata de una historia que parte del siglo XVI y de la que se cuentan dos
versiones. Por un lado, hay quienes dicen que el tan peculiar gallo era un
recaudador de impuestos que llegó a esta localidad procedente de Granada. El
recaudador no fue bien acogido en el pueblo, tanto por su difícil misión como
porque poseía un cierto aire de matón y unas maneras poco correctas. De ahí el
sobrenombre del “gallo de Morón”, según esta versión. Cuando los lugareños no
pudieron soportar más sus desplantes, le propinaron una somanta de palos y
acebuchazos como despedida. De esta leyenda queda la copla popular “Anda que te
vas quedando como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor
ocasión”.
La
otra variante de la historia es similar, aunque cuenta que el “gallo” era un
juez que llegó a Morón para poner paz entre los bandos que se crearon en el
pueblo cuando, a fines del siglo XVI, se constituyó el cabildo.
El
municipio cuenta con dos esculturas del gallo que recuerdan a sus ciudadanos y
visitantes la famosa Leyenda: una es la escultura del gallo situada en el Paseo
del Gallo, levantado a principios del siglo XX, a iniciativa de Jerónimo
Villalón-Daóiz y Pérez de Vera, que es de bronce y pesa 98 kilos. La otra
réplica del “gallo de Morón” está situada desde 1999 en el cruce de Cuatro
Caminos del Paseo de la Alameda, está hecha de acero inoxidable y su peso es de
una tonelada.
Distintivo
del 221° Escuadrón
“Qui
imperat caelo, dominat mare”. (Quien controla el cielo, domina el mar)
En
el siglo V a.c. el estratega ateniense Temístocles, vencedor de Salamina,
afirmó que “quien domina el mar, domina todo”, para subrayar la importancia que
tiene el poder naval sobre el terrestre en el desenlace de los conflictos
humanos. A lo largo de los años, las naciones costeras, entre las que se
encuentra España, han intentado dotarse de medios que garanticen el control de
los espacios marítimos que son de su responsabilidad, para proteger su
soberanía. El poder aeroespacial tiene la facultad de imponerse en tierra y en
mar gracias a su dominio de la tercera dimensión. Como parte del mismo, el
Grupo N° 22 aporta unas capacidades únicas a las operaciones aéreas que se
proyectan sobre el mar y desde el mar. Al adoptar este lema para su 221°
Escuadrón, el Grupo N° 22 adapta las palabras de Temístocles, dándoles la
impronta propia de una unidad del Ejército del Aire, pues si para dominarlo
todo hay que dominar el mar (libertad de acción), previamente es imperativo
conseguir el control del cielo (superioridad aérea).
Unidades
ubicadas en la Base Aérea de Morón
En
la Base Aérea de Morón, además del Ala 11, están ubicadas las siguientes
unidades:
- 2° Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (SEADA).
- Radar S3TSR (Spanish Space Surveillance and Tracking Surveillance Radar) del Centro de Observación y Vigilancia Espacial (COVE) español.
- II Batallón de Intervención en Emergencias de la UME.
- 496° Air Base Squadron de la fuerza aérea americana (USAF).
- Special Purpose Marine Air-Ground Task Force - Crisis Response - África de los Marines de los Estados Unidos (USMC).
1000
horas de vuelo en Eurofighter
El 30 de noviembre de 2012, una misión del plan de adiestramiento básico del 113° Escuadrón del Ala 11 se convirtió en un hito en la historia de la operación del C.16 y es que fue esta la primera ocasión en la que un piloto del Ejército del Aire superaba las 1000 horas de vuelo en este material. El piloto fue el Comandante Miguel Ángel Roque de Santiago, que había llegado destinado al Ala 11 en 2006.
Hermanamiento
de la Base Aérea de Morón con el pueblo de Dos Torres
A
mediados de 1982, el Comandante Valero y el Sargento Sanz, jefe y secretario
respectivamente del Escuadrón de Mantenimiento, se desplazaron a una orfebrería
de córdoba para tratar la adquisición de unas insignias de dicho escuadrón.
Viendo
los catálogos de muestras le sorprendió al Comandante ver un llavero con la
Virgen de Loreto y la inscripción de Dos Torres. Interesándose por el tema se
le informó de la existencia del pueblo de Dos Torres, en el Valle de los
Pedroches, que tenía a la virgen de Loreto como patrona, coincidiendo con el
Ejército del Aire. El Comandante comentó que le gustaría conocer ese pueblo, a
su gente y el origen de esa devoción.
Poco
tiempo después, el Comandante Valero desaparecía trágicamente en las Bardenas
Reales, realizando un ejercicio de tiro con su F-5. El Sargento Sanz comentó
días más tarde a sus superiores el deseo expresado por el Comandante Valero, y
como justo homenaje solicitó realizar la visita a Dos Torres.
Desde
entonces, cada primer domingo de mayo una comisión de personal de la base
dirigida por el jefe de la misma se desplaza a Dos Torres para compartir el día
de la Virgen de Loreto (que allí se celebra ese día) al tiempo que el alcalde,
miembros de la Hermandad y devotos de la Virgen también se desplazan a la Base
Aérea de Morón a celebrar aquí con nosotros el día 10 de diciembre.
Fuente:
https://ejercitodelaire.defensa.gob.es