Por Jakob
Oréjov
Una de
las primeras aeronaves a reacción creadas en la URSS, su peligroso combustible
selló su destino.
Todo
avión tiene un corazón, que es su motor. Era bastante difícil copiar el potente
y perfeccionado motor de cohete líquido alemán Walther, porque funcionaba con
componentes de combustible específicos, para cuya producción no existía ninguna
base industrial en la URSS. No obstante, los ingenieros rusos pudieron superar
el reto.
El 4302
comenzó a hacerse realidad cuando por resolución Nº 5201 del GOKO emitida el 18
de febrero de 1944 el Instituto de Técnica Reactiva (NII-1), transferido al
NKAP, recibió la tarea de dedicarse al desarrollo de motores a reacción. Allí
se decidió construir un avión experimental a partir de un proyecto desarrollado
por Boljovitinov y Iliá Floréntievich Flórov (este último llevaba ya un tiempo
desarrollando motores a reacción). Esta tarea fue aprobada por la 18 dirección
Principal del NKAP, responsable de la técnica reactiva.
Iliá Floréntievich Flórov
Según el proyecto el 4302 debía tener un peso de vuelo de 2320 kg. La velocidad máxima a nivel del mar debía alcanzar los 1010 km/h, 1015 km/h a 5000 metros y 1050 km/h a 15.000 metros. El tiempo de ascenso a 15.000 metros se calculó en 2 minutos 22 segundos y el techo práctico de 18.850 metros. El tiempo esperado de vuelo era de 46 minutos.
El
avión fue concebido para probar la planta motriz en sí, así como las
características aerodinámicas del vuelo a grande velocidades. Como otro
objetivo primordial se planteó el estudio de las leyes de distribución de la
presión por el perfil alar y el cálculo de las sobrecargas en el vuelo, sobre
todo en las zonas de generación de turbulencias.
Se
planificó construir un total de seis ejemplares de los que los dos primeros
serían usados para la preparación del personal de vuelo y el resto para el
desarrollo de los experimentos.
Los
planos de trabajo estuvieron listos para el 1 de enero de 1946 y una vez
entregados a la fábrica se comenzó la producción. Las primeras dos células
estuvieron listas para su entrega en l mes de marzo.
Para el
otoño de 1946 un ejemplar en configuración de planeador (una de las células
producidas sin motor) se hallaba listo para las pruebas y fue enviado al LII.
Otro ejemplar con motor de Isáiev se encontraba en fase de terminación. Bajo la
presión de los militares el MAP se vio obligado a continuar la construcción de
este ejemplar para entregarlo al LII. Con tanta presión los trabajos en el
“4302” no pudieron realizarse en todas la magnitud prevista. Se plantea que
fueron completados tres ejemplares.
Los
vuelos fueron comenzados en 1947. En total se ejecutaron 20 vuelos, de los que
19 se realizaron en versión sin motor. El vuelo con el motor reactivo de Isáiev
fue encendido por el piloto probador A. K. Pajómov en el mes de agosto. Este
vuelo comenzó sin inconvenientes, pero hacia el final del mismo, se produjo una
avería en el motor y los vapores del ácido nítrico llenaron la cabina.
Con
grandes dificultadas, Pajómov logró aterrizar el avión. Luego de este vuelo el
programa de desarrollo de aviones con motores reactivos fue cancelado. Ya para
ese momento se habían logrado avances significativos en el desarrollo de
motores turborreactores capaces de lograr un gran empuje.
Después
de esto Iliá Flórov pasó a dedicarse a la actividad científica, defendió la
tesis de candidatura y más tarde el doctorado, pasando a dirigir un colectivo
científico. Nunca más diseñaría aviones.
Fuente:
https://es.rbth.com