8 de diciembre de 2023

LOS DIRIGIBLES DEL ZAR

 


 

Por Jaime Noguera

 

Durante el siglo XIX los rusos se mantuvieron ajenos a la fiebre experimentada en el resto de Europa por los globos aerostáticos. La opinión en Occidente a este respecto era que Rusia estaba atrasada. Sin embargo, el gobierno ruso prefería esperar e invertir los fondos públicos cuando esta tecnología estuviese lo suficientemente desarrollada.

 

Rusia había sido de las primeras naciones en explorar las posibilidades militares de los aerostatos. En 1812, Alexander I encargó al ingeniero alemán Franz Leppich, reclutado por el servicio secreto ruso, la creación de una aeronave con la idea de usarla para atacar a los ejércitos de Napoleón.

 


Primer dirigible ruso, diseño de Franz Leppich

 

Leppich diseñó, en un taller secreto y con la ayuda de 50 mecánicos germanoparlantes, un ingenio con forma de pez y propulsado por aletas.  Se llevó a cabo su construcción (finalizada justo después del incendio de Moscú) y el globo que debía sostenerlo llegó a inflarse, pero se rasgó o no pudo adquirir suficiente velocidad para volar en contra del viendo, haciendo imposible el despegue, por lo que se abandonó el proyecto.

 

En la novela “La Guerra y la Paz”, de Tolstói, el conde Pyótr Kiríllovich Bezúkhov viaja con la intención de ver este invento, aunque sin éxito. Tolstói incluía en la novela una misiva del zar Alejandro I al gobernador de Moscú, conde Rostopchin, interesándose por el dirigible.

 

En 1906, el Ingeniero Jefe de la Oficina de la Rusia Imperial se desplazó a Francia, junto a una numerosa delegación de ingenieros y otros profesionales, para interesarse por los avances en la construcción de aeronaves.

 

La geopolítica del momento, con Alemania como oponente de Rusia, hizo que se optase por Francia en detrimento del país germano, que había desarrollado con gran secretismo el dirigible más avanzado del momento: el Zeppelín.

 

Los rusos habían recibido noticias alarmantes. Esas misteriosas naves aéreas gigantescas podían “destruir de un plumazo un regimiento de cosacos o dañar seriamente el centro de San Petersburgo”.

 

Tan solo dos años después de este viaje los cielos de Rusia veían el perfil del nuevo señor de las nubes elevarse desde la tierra: el dirigible “Uchebniy”, con una longitud de 40 metros, un volumen de 2.000 metros cúbicos de hidrógeno y una velocidad máxima de 21 km/h. Este dirigible sería utilizado como plataforma de pruebas y experimentos, al igual que para el entrenamiento de futuras tripulaciones.

 

En 1909, Rusia adquirió un dirigible en Francia. Se le dio el nombre de “Lebed” y sus prestaciones superaban a las del “Uchebniy”. Medía 61 metros de largo, tenía 4.500 metros cúbicos de volumen y su velocidad punta era de 36 km/h. No obstante, los rusos dedujeron que dada la velocidad vertiginosa de los avances científicos de la época en cuestiones militares tales como defensa antiaérea, un dirigible así se convertiría  pronto en una simple diana para los disparos enemigos en el caso de un conflicto bélico. Los militares rusos solo veían posibilidades militares a este invento en el campo del reconocimiento fotográfico.

 

Los Imperios Centrales desplegaron algunos dirigibles en su frente oriental. Por ejemplo el SL2, una aeronave alemana transferida a las fuerzas austrohúngaras que realizaría seis misiones sobre territorio del Imperio ruso, entre ellas el bombardeo de Varsovia en 1914.

 

SL2 bombardeo de Varsovia

 

El SL 10, basado en Bulgaria, desapareció en vuelo durante una fuerte tormenta tras bombardear Sebastopol y los dirigibles SL9 y SL14 fueron utilizados ampliamente en el Báltico hasta 1917.

 

Los aeronautas militares rusos no sufrieron ningún accidente con pérdida de vidas a bordo de los dirigibles con los que contaban las fuerzas armadas imperiales en el momento del estallido de la I Guerra Mundial.

 

Durante el reinado de Nicolás II, Rusia construyó o adquirió los siguientes dirigibles.

 

Uchebniy (1908). Volumen: 2.000 metros cúbicos. Longitud: 40 m. Velocidad:21 km/h. 

 

Lebed (1909). Comprado a Francia. Volumen:  4.500 metros cúbicos. Longitud: 61 m. Velocidad: 36 km/h.

 

Chaika (1910). Comprado a Francia. Volumen: 2.140 metros cúbicos. Longitud: 47 m. Velocidad: 47 km/h

 

Krechet (1910).Volumen: 6.900 metros cúbicos. Longitud: 70 m. Velocidad: 43 km/h.

 

Berkut (1910). Comprado a Francia. Volumen: 3.500 metros cúbicos. Longitud: 56 m. Velocidad: 54km/h

 

Golub (1910). Volumen 2.270 metros cúbicos. Longitud 50 m, Velocidad: 50 km/h. - Durante la I Guerra Mundial el Golub realizó varias misiones de reconocimiento y espionaje, aunque nunca llegó a cruzar la línea del frente. En octubre de 1914 fue evacuado a Lida, donde se desmanteló. Se puso de nuevo en servicio en 1916, aunque permaneció simplemente aparcado hasta que se incendió tras ser impactado por un rayo durante una tormenta.

 

Yastreb (1910). Volumen:  2.800 metros cúbicos. Longitud: 50 m. Velocidad: 47 km/h.

 

Korshun (1910). Comprado a Francia.  Volumen:  2.140 metros cúbicos. Longitud: 47 m. Velocidad: 47 km/h.

 

Grif (1910). Comprado a la empresa alemana Luft-Fahrzeug-Gesellschaft. Volumen  7.600 m3. Longitud: 72 m. Velocidad: 59 km/h.

 

Sokol (1912). Construido en Rusia. Volumen: 2.500 metros cúbicos. Longitud: 50 m. Velocidad, 55 km/h. Dirigible "Sokol" ("Falcon").

 

Kobchik (1912). Volumen: 2.150 metros cúbicos. Longitud: 45 m. Velocidad: 50 km/h.

 

Albatross (1912). Volumen: 9.600 metros cúbicos. Longitud: 77 m. Velocidad. 68 km/h - Construido en la fábrica Izhorsky, era propulsado por cuatro motores Laviator y tenía en su morro un emplazamiento para ametralladora. Debido a problemas con la estructura, tuvo que ser desmantelado y reconstruido, tras lo que fue bautizado como “Albatross-II”.  Esta gran nave aérea batió el récord de velocidad mundial para dirigibles semirígidos y fue empleado en la I Guerra Mundial.

 

Kondor (1913).Comprado a Francia. Volumen: 9.600 metros cúbicos. Longitud: 88 m Velocidad: 55 km/h.

 

Pársifal II (1913). Comprado a Alemania. Volumen: 9.600 metros cúbicos. Longitud: 90 m. Velocidad:  67 km/h. - Este dirigible era el que poseía, hasta 1915, las mejores cualidades de vuelo de todos los empleados en Rusia.

 

Chernomor (1915). Cuatro unidades compradas a Gran Bretaña. Volumen: 4.500 metros cúbicos. Velocidad: 80km/h. - Eran aparatos denominados “costeros” que tenían como función el apoyo a las fuerzas navales. El Chernomor 1 y el 2 realizaron diversos vuelos. El Chernomor 3 sufrió un incendio y no pudo realizar ninguna misión, mientras el Chernomor 4 no llegaría a ser montado.

 

Gigant (1915). Fue construido  en los hangares del pueblo de Salizi, cerca de la entonces ciudad de Petrogrado (hoy San Petersburgo) y sería el mayor dirigible de la Rusia Imperial. - Resultó gravemente dañado en su primer vuelo de prueba, al partirse prácticamente por la mitad por un fallo estructural. ¿Una metáfora de lo que sucedería en Rusia tan solo dos años después?

 

¿En qué zeppelín te gustaría volar?

 

Fuente: https://es.rbth.com