Oficialmente
se llamaba Loreto Aniceto Gurruchaga Duo y nació en el Barrio de Kareaga de la
localidad de Basauri a las 23:00 horas del 10 de diciembre de 1896, siendo sus
padres D. Ignacio Gurruchaga Letamendia (natural de Gaztelu-Gipuzkoa, pequeña
localidad situada a 7 Km. de Tolosa) y Dña. Fidela Duo Gaztañaga (natural de
Barrika-Bizkaia).
Aniceto
era de profesión mecánico y a los 19 años se embarcó en la aventura de volar
desplazándose a la Dehesa de Santa Quiteria en Getafe (Madrid) con la ilusión
de obtener el “brevet” o título de piloto-aviador en la Escuela de Aviación
Civil de Getafe del Ministerio de Fomento, establecida allí en noviembre de
1911 por el Capitán de Caballería D. José González Camó. Escuela Nacional que
bajo la dirección de D. Alfredo Kindelán se integró el 4 de mayo de 1917 en el
Ministerio de la Guerra, siendo Getafe el campo del Real Aero Club de España.
No
sabemos cómo el Sr. Gurruchaga financió su enseñanza en Getafe, pero lo cierto
es que compartió clases teóricas y prácticas con miembros de la aristocracia
europea, y tras realizar satisfactoriamente las reglamentarias pruebas de “los
cinco ochos” y del “vuelo planeado”, el 25 de abril de 1917 y con 20 años,
obtuvo su licencia de piloto-aviador con el N° 129 del RAC de España. El mismo
día que obtuvo su “brevet” el Barón Henri von Heintze Welssenrode, piloto
alemán que al día siguiente y probando un Bleriot en Santa Quiteria, sufrió en
el aire la rotura de un cable de mando del alabeo del ala y capotó quedando
colgado de los cables de una línea telefónica, afortunadamente sin
consecuencias, con la imagen gráfica que recogen los noticieros de la época.
Tengamos
en cuenta que estamos hablando de los orígenes de la aeronáutica española y
aquellas inestables máquinas de volar surcaban los cielos de la Península
Ibérica en competencia con los globos-dirigibles, tales como el “Torres
Quevedo”, el “España” y el “Astra-Torres”. Siendo muy elevada su
siniestralidad.
Aniceto fue el octavo español que obtuvo su título de piloto-aviador civil en Getafe y su amigo Heintze, el tercer alemán. Siendo así que, en fecha de 20 de octubre de 1918 la lista de pilotos aviadores españoles era de tan solo 151, de los que 35 eran civiles y 116 militares. De estos 35 pilotos civiles tan sólo 6 volaban en octubre de 1918, dedicándose el resto a actividades que nada o poco tenían que ver con la aviación. Así, Benito Loygorri, que voló sobre la playa de “La Concha” en 1910 y gastó en su formación cerca de veinte mil duros, vende en esa época automóviles en La Habana; Manuel Zubiaga vende autos y motos en Bilbao; Aniceto Gurruchaga es relojero en Basauri, etc.
El
Sr. Gurruchaga murió a los 40 años de edad, el 15 de junio de 1937, en la boca
del túnel de Basauri a la Peña del FFCC de Santander por el impacto directo de
un obús de artillería, era soltero y vivía cerca de donde falleció, en la Calle
Basconia N° 12, hoy N° 16.
Fuente: http://www.basauri.net