Por
Ryan Browne
(CNN)
– Dos aviones de casi 50 años de antigüedad han sido recuperados para luchar
contra ISIS.
Los
aviones turbohélice de la era de Vietnam, OV-10 Bronco, son parte de un
experimento para determinar si los “aviones ligeros de turbohélice” son más
eficaces en la realización de las operaciones de contrainsurgencia, le dijo a
CNN un representante militar de los Estados Unidos esta semana.
Durante
su despliegue, los aviones volaron 120 misiones de combate contra objetivos de
ISIS como parte de la coalición anti ISIS, dijo el portavoz del Capitán Bryant
Davis, del Comando Central de los Estados Unidos, quien supervisa las
operaciones militares en el Medio Oriente.
The
Daily Beast inicialmente reportó las pruebas de las aeronaves.
Los
aviones OV-10 fueron operados por un equipo de dos personas que consistía en un
aviador naval y un oficial de vuelo de la Marina, de acuerdo con los militares.
El
experimento tiene como objetivo determinar si los aviones más lentos como el
Bronco pueden apoyar mejor a las tropas en tierra que luchan contra insurgentes
que sus homólogos más tecnológicamente avanzados y costosos, como los aviones
de combate F-15 Eagle y el F-35 Joint Strike Fighter.
La
idea es que los aviones más antiguos pueden volar de forma más rentable para
llevar a cabo misiones de apoyo aéreo a fin de ayudar a las tropas terrestres y
a que los pilotos vean mejor y ataquen a los insurgentes de baja tecnología.
El
Comandante aviador naval jubilado, Chris Harmer, elogió la reactivación de las
aeronaves, al decirle a CNN que era “una excelente idea”.
Harmer,
ahora analista naval principal del Instituto para el Estudio de la Guerra, se
refirió al OV-10 como “un gran avión para volar” y dijo que era probable que
los pilotos estadounidenses lucharon en relación a quién tendría la oportunidad
de volar en combate.
Harmer
le dijo a CNN que los aviones eran una alternativa mucho más rentable que los
aviones como el F-15 y F-35, el último de los cuales tiene un costo aproximado
de 150 millones de dólares cada uno.
Usar
un F-35 como parte del apoyo aéreo cercano y volarlo contra la insurgencia
sería similar a “comprar un nuevo Rolls Royce para llevar la basura al
vertedero”, dijo Harmer.
Harmer
estimó el costo de volar los aviones más modernos en 45.000 dólares por hora de
vuelo, mientras que el avión más antiguo, Bronco, podría costar menos de 5.000
dólares por vuelo.
El
F-15 Eagle tiene una velocidad de crucero de casi 920 kph, mientras que el
OV-10 tiene una velocidad de crucero de 360 kph, de acuerdo con una hoja
informativa de la Fuerza Aérea.
Aunque
reconoció que los aviones más lentos eran vulnerables a otros aviones modernos
enemigos y misiles antiaéreos, él dijo que los aviones serían “muy efectivos”
en ambientes como Iraq y Afganistán, donde los terroristas tienen armas
antiaéreas muy limitadas.
Más
tiempo para deambular, mejor visibilidad
Paul
Scharre, exranger del ejército que sirvió varias veces en Iraq y Afganistán,
dijo que estos aviones de turbohélice fueron el punto medio perfecto entre
aviones no tripulados y aviones más avanzados tecnológicamente.
Scharre
dijo que al igual que aviones no tripulados, el OV-10 puede deambular durante
horas por el campo de batalla, pero a diferencia de los drones, el piloto tiene
una mayor visibilidad del campo de batalla y puede ver la situación de las
fuerzas enemigas, así como atacar directamente con ametralladoras y más bombas
y misiles que un drone.
Los
aviones más modernos viajan demasiado rápido para ver acontecimientos sobre el
terreno y llegan a depender excesivamente de la tecnología para apuntar a
combatientes enemigos, dijo. Además, estos aviones consumen combustible a un
ritmo mucho más rápido, lo que significa que no pueden volar sobre el campo de
batalla durante el tiempo que pueden hacerlo sus homólogos propulsados por
hélice.
Scharre,
un alto miembro del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, le dijo a
CNN que 15 años de misiones de contrainsurgencia habían hecho mella en la flota
de aviones de combate tecnológicamente avanzados y costosos de los Estados
Unidos y dijo que un avión “solo puede tener muchas horas de vuelo antes de desgastarse”.
Tanto
Scharre como Harmer dicen que estos aviones de ataque ligeros tendrían una gran
demanda por parte de las fuerzas de Operaciones Especiales de los Estados
Unidos debido a su capacidad para proporcionar una constante vigilancia y apoyo
aéreo cercano, así como apuntar a los enemigos muy de cerca sin correr el
riesgo de ser víctimas de fuego amigo, porque los pilotos están volando lo
suficientemente lento para distinguir visualmente entre el enemigo y las
fuerzas amigas.
Sin
embargo, Harmer y Scharre creen que la resistencia por parte de los altos
mandos del ejército obstaculizará la iniciativa de recuperar estos aviones
retro y que la Fuerza Aérea está demasiado enfocada en el avión más costoso
F-35 como para considerar adoptar una tecnología de 50 años de antigüedad.
El
representante del Comando Central le dijo a CNN que los resultados del
experimento inicial han sido transmitidos al Joint Requirements Oversight
Council de la oficina de la secretaria de Defensa y que la información ayudará
a los legisladores del Pentágono “a determinar si se trata de un concepto
válido que sea eficaz en el campo de batalla actual”.
Y
añadió: “dado que el informe aún es un proyecto, sería inapropiado y prematuro
proporcionar detalles con respecto a alguna conclusión o posibles
recomendaciones”.
“La
manera estadounidense de luchar desde la II Guerra Mundial ha sido contar con
una tecnología superior. Ha habido un constante enfoque en los más importantes
avances tecnológicos que se encuentra a la vanguardia”, dijo Harmer.
Sin
embargo, Scharre es optimista de que estos aviones efectivos encontrarán un
nicho dentro del ejército, posiblemente las Operaciones Especiales de las
Fuerzas Aéreas adquirirán algunos aviones para apoyar a las fuerzas de
operaciones especiales.
La
necesidad de un apoyo aéreo cercano en la lucha contra ISIS también ayudó a
convencer a la Fuerza Aérea a reconsiderar sus planes de retirar al A-10
Warthog, un avión de ataque a tierra de la era de 1970.
Scharre
también cree que estos aviones de turbohélice resultarán ideales para equipar y
armar a socios de los Estados Unidos que están luchando contra insurgencias y
terroristas.
En
enero, los Estados Unidos también proporcionaron a Afganistán cuatro aviones
turbohélice A-29 Súper Tucano, el primer avión de combate de ala fija de las
fuerzas aéreas afganas.
Fuente:
https://cnnespanol.cnn.com