Por Agustina Rota
Historia
El Fokker
D.VII fue un caza alemán fabricado por la compañía Fokker, del cual se
construyeron alrededor de 3300 ejemplares.
Su diseñador, Reinhold Platz, había desarrollado un nuevo prototipo para competir en este nuevo espacio que había abierto el gobierno alemán, donde por primera vez los pilotos de primera línea participaban en la evaluación y selección de los nuevos integrantes. Fokker presentó el V 11 junto con varios otros prototipos y finalmente, dadas sus habilidades y prestaciones superadoras a las aeronaves del momento, el D. VII comenzó a ser producido en serie.
A los
tres meses de ganar el concurso, ya había entrado en servicio y sus
prestaciones sólo podían ser igualadas por el Sopwith Snipe británico y el SPAD
XIII francés. Cuando apareció en el frente de batalla, en el mes de abril, fue
subestimado por los pilotos aliados por su apariencia cuadrangular y
desgarbada, pero rápidamente su opinión cambió.
La
disponibilidad de este avión era limitada al principio, pero ya en el mes de
julio había 410 unidades en servicio. Para el mes de agosto habían logrado 565
victorias, incrementando cada vez más la demanda y llegando a 775 aviones para
el mes de noviembre.
Luego
de la firma del Armisticio, gran cantidad de ejemplares fueron entregados a los
Aliados y continuaron en servicio con muchos otros países en los años
posteriores a la guerra. Algunos de ellos fueron Argentina, Bélgica, Bulgaria,
Checoslovaquia, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Letonia, Países Bajos,
Polonia, Rumania y Suecia.
Características
El D.
VII fue un monoplaza con una longitud de 6,93 metros, una envergadura de 8,93
metros y una altura de 2,8 metros. Su motor Mercedes D. IIIa de 6 cilindros con
una potencia de 172 cv le permitía alcanzar una velocidad máxima de 187 km/h
con un régimen de ascenso de 240m/minuto. Esto último fue una de las
principales características que destacó a esta aeronave. Respecto al armamento
poseía 2 ametralladoras LMG 08/15 Spandau de 7,92 mm.
Como
mencionamos anteriormente, los D. VII de la aviación alemana fueron confiscados
para ser entregados a los Aliados pero Anthony Fokker logró obtener algunos
ejemplares y sus repuestos, permitiéndole continuar con su fabricación en los
años posteriores a la guerra.
Todavía quedan algunos ejemplares que pueden ser encontrados en Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania y Reino Unido.