Nació:
El 2 de febrero de 1904 en Vasiliovo, Imperio Ruso
Murió:
El 15 de diciembre de 1938 a los 34 años en Moscú, Unión Soviética
Años
de servicio: 1921-1938
Estudios en: Borisoglebsk
Higher Aviators School
Lealtad:
Unión Soviética
Ocupaciones:
Aviador
Piloto
de pruebas
Político
Rama
militar: Fuerza Aérea Soviética
Unidad : Fuerza Aérea Soviética
Condecoraciones:
Orden de la Bandera Roja
Partido
político: Partido Comunista de la Unión Soviética
Valeri
Pávlovich Chkálov fue un piloto de pruebas ruso, Héroe de la Unión Soviética
(1936).
Primeros
años
Chkálov
nació en Vasiliovo, un pueblo ubicado cerca de Nizhny Nóvgorod. Su padre era
calderero y su madre falleció cuando Chkálov tenía seis años de edad. Estudió
durante un tiempo en la escuela técnica de Cherepovéts, pero poco tiempo
después regresó al hogar paterno para desempeñarse como aprendiz y para
trabajar como encargado de abastecimiento de combustible en barcos fluviales. Posteriormente
decidió unirse a la Fuerza Aérea Soviética y en 1924, se graduó como piloto y
se unió a un escuadrón de combate. En 1927, Chkálov contrajo matrimonio con
Olga Oréjova, una maestra de escuela de Leningrado. A principios de la década
de 1930 comenzó a desempeñarse como piloto de pruebas.
Logros
Chkálov
obtuvo numerosos logros en la aviación. Entre 1936 y 1937 participó en varios
vuelos de larga distancia, incluyendo uno de 63 horas entre Moscú y Vancouver,
Washington, Estados Unidos (vía Polo Norte) en un avión Tupolev ANT-25 (18-20
de junio de 1937), cubriendo una distancia de 8811 kilómetros. El vuelo fue el
primero que realizó la ruta aérea polar sin escalas entre Europa y la costa del
Pacífico estadounidense.
Importancia
para la Unión Soviética
Monumento a Valeri Chkálov en Oremburgo.
La
carrera profesional de Chkálov como piloto coincidió con un período de la
historia soviética donde la aviación era el segundo símbolo cultural más
importante del país, solo por detrás de la figura de Iósif Stalin. Durante esta época,
el gobierno de la Unión Soviética trataba a los
pilotos como celebridades e incluso como deidades. Esta glorificación
aplicaba a los pilotos en general, pero se intensificaba aún
más en los casos de aquellos que se destacaban por algún
logro poco común. Stalin, un hombre célebre por su paranoia hacia cualquier
cosa que podría convertirse en su rival, decidió que fomentar la
popularidad de los pilotos entre la población no ponía
en riesgo político a él ni a su gobierno.
Lejos de crear individuos poderosos y potenciales políticos con la capacidad de
atraer la lealtad de los ciudadanos descontentos con el régimen estalinista, la
motivación para incentivar la popularidad de los pilotos soviéticos tenía dos
razones: elevar la moral del pueblo y fortalecer la legitimidad y el poder del
gobierno.
La
aviación, en particular, fue utilizada para elevar el espíritu de la población
por varios motivos: en primer lugar, la Rusia zarista no poseía una fuerza
aérea importante, por lo que cualquier tipo de éxito en la aviación podría
atribuirse por completo "a las virtudes del bolchevismo". Además,
los éxitos de los pilotos soviéticos (publicados por
todos los periódicos de la época) ofrecían
al público una sensación de superioridad tecnológica
sobre el mundo que los rodeaba y sobre la naturaleza misma.
Stalin
creía que exaltar a ciertos pilotos no era peligroso para sus intereses
políticos; aunque la prensa resaltaba la habilidad, la fortaleza y la destreza
de los aviadores, Stalin era considerado el "verdadero responsable"
de las hazañas. Los medios de
comunicación hacían hincapié
en la relación paternal entre Stalin y sus pilotos. Por ejemplo, Chkálov
publicó un artículo titulado
"Nuestro padre" poco después de convertirse en
la primera persona en volar desde Moscú hasta los Estados Unidos atravesando el
Polo Norte. En su artículo, dejaba claro de manera explícita que "él (por
Stalin) es nuestro padre".
El
rol de Stalin como figura paternal (y la naturaleza implícita
de los pilotos como sus “hijos espirituales”) reforzaba la idea de que la
responsabilidad de los logros en aviación era de Stalin. Este punto se veía
reforzado por "relatos que le daban crédito a Stalin por la mayoría de las
iniciativas y la planificación de vuelos importantes, incluyendo su disposición
para escuchar las ideas de los aviadores soviéticos, su demarcación las rutas
de los pilotos, su determinación de quiénes volarían y su autorización
final".
Los
pilotos soviéticos más importantes (que se
convertían en figuras de culto) gozaban además de un gran éxito
personal, lo que incluía una compensación monetaria y otros beneficios dentro
de la estructura de la Unión Soviética; por lo tanto, tenían un fuerte
incentivo para mantenerse fieles al régimen.
Stalin
deseaba utilizar este sistema de glorificación de los pilotos como un medio
para promocionar un tipo de modelo a seguir para el pueblo soviético. Las
identidades públicas de los héroes aviadores de la URSS representarían la
concepción estalinista del "nuevo hombre soviético": alguien que se
encontraba más allá de los entramados mundanos de la política y que era, más
bien, amo de la naturaleza
y un héroe "individual y por siempre joven".
El
papel que representaban los pilotos soviéticos en la sociedad de su país no
solo era constructivo: también servía como distracción. Algunos de los vuelos
más promocionados coincidían con las purgas. Las alabanzas a los victoriosos
aviadores (y, por lo tanto, a Stalin) se intensificaban en los momentos en que
más atención del público y revisión de sus acusaciones necesitaban las víctimas
de las purgas. La distracción constituía
un ataque directo hacia las víctimas más
reconocidas de las purgas, que eran comparadas de manera desfavorable con los
pilotos.
Chkálov,
por su parte, tuvo el honor de ser considerado "el piloto más famoso de la
Unión Soviética". Su historia de vida (tal como la narraba el gobierno)
refleja los atributos del "nuevo hombre soviético" de Stalin:
apolítico,
por siempre joven (falleció en un accidente a los 34 años), amo de la
naturaleza y tan preocupado por el bien mayor (la integridad de su aeronave
experimental) como por su propia vida. El gobierno, de manera atípica,
destacó la iniciativa personal de Chkálov,
es decir, su juvenil desprecio por la autoridad, lo que denota un tipo especial
de dualidad en una sociedad donde el bien colectivo debía ser recompensado por
encima de la iniciativa personal. En palabras de John McCannon, “Chkálov era un
aviador instintivo brillante, que prefería apoyarse en corazonadas y en sus
reflejos antes que en la metodología estándar o los instrumentos de vuelo.
También era un temerario que despreciaba la autoridad". El enfoque
pretendido, entonces, no era la desobediencia juvenil (por lo cual fue
castigado y tuvo que disculparse), sino el uso de su instinto. Chkálov,
como un súper hombre, tenía una gran intuición
que utilizaba con eficiencia, algo valorado en el nuevo hombre soviético.
Sin embargo, este instinto estaba incompleto sin un sentido de "madurez y
autodisciplina". Una historia que
circulaba en la época aseguraba que Chkálov, al ver a un niño
peleando con una niña, le había dicho que dejase de
pelear y que enfocase su energía en sus estudios. El
niño había aceptado el consejo
y se había convertido en un hombre exitoso gracias a él. El punto de la
historia era mostrar que aunque Chkálov era un temerario,
"al convertirse en héroe, había obtenido no solo
sabiduría, sino también la capacidad de
transmitir esa sabiduría a terceros". Esta mezcla de valentía y madurez era el
modelo que Stalin quería transmitir como ideal: su concepción del nuevo hombre
soviético.
Fallecimiento
Chkálov en un encuentro con Iósif Stalin.
Chkálov
falleció el 15 de diciembre de 1938, mientras pilotaba un prototipo del avión
de combate Polikárpov I-180 que se estrelló durante un vuelo de prueba. La
serie de eventos que condujeron al accidente no es clara. Ni Nikolái Polikárpov
ni Dmitri Tomashévich habían aprobado el vuelo, y ninguno de los dos había
firmado la orden de que el prototipo saliese de fábrica. Sin embargo, Chkálov
despegó y realizó un circuito a baja altura alrededor del campo aéreo. Para el
segundo circuito, Chkálov voló un poco más lejos, y se elevó a más de dos mil
metros de altura, aunque el plan de vuelo prohibía exceder los seiscientos
metros. En apariencia, Chkálov calculó de forma errónea su aterrizaje, y cuando
intentó corregir la orientación de la aeronave, el motor falló. El piloto logró
evitar la colisión con varios edificios, pero se estrelló contra unos cables de
red y salió despedido de la cabina de mando con numerosas heridas graves.
Falleció dos horas después. Sus cenizas están sepultadas en el Kremlin de
Moscú.
La
investigación oficial del gobierno llegó a la conclusión de que el motor falló
porque se enfrió demasiado por la falta de cowl flaps. Otros hipotetizaron que
Chkálov había accionado la palanca demasiado rápido, ahogando el motor. Como
resultado del accidente, Tomashévich y otros oficiales, incluyendo al director
del Departamento de Industria de la Armada, S. Belyakin, quien habría
adelantado el primer vuelo, fueron arrestados. Años más tarde, el piloto de
pruebas Mijaíl Grómov culpó a los diseñadores por la falla del motor y al mismo
fallecido por desviarse del plan de vuelo. El hijo de Chkálov declaró que en
los meses anteriores al deceso de su padre había existido un plan para
asesinarlo, pero las circunstancias del vuelo hacen poco probable un atentado. Pese
a las opiniones de algunos, después de la muerte de Chkálov la reputación de
Polikárpov con Stalin se mantuvo intacta, y el primero siguió trabajando como
diseñador de aeronaves.
Legado
- Se le rindió un funeral de Estado con honores de Héroe, y sus restos fueron sepultados en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin de Moscú.
- Vasiliovo, el pueblo donde nació Chkálov, actualmente se llama Chkálovsk en su honor (óblast de Nizhni Nóvgorod).
- La ciudad de Oremburgo llevó el nombre Chkálov entre 1938 y 1957.
- En Moscú hubo durante un tiempo una calle Chkálov, luego renombrada como Zemlyanoy Val; en otras partes del país siguen existiendo calles con el nombre del piloto.
- Una de las escaleras que conducen al río Volga en Nizhny Nóvgorod fue nombrada en honor a Chkálov y alberga también una estatua del aviador en su parte superior.
- Desde la década de 1970, una calle en Vancouver, Washington fue renombrada para honorar al piloto.
- En los subterráneos de Moscú, San Petersburgo, Ekaterimburgo y Nizhny Nóvgorod existen estaciones llamadas Chkálovskaya.
Fuente:
https://es.wikipedia.org