Por
Grulla
El Chengdu F-7MF, descartado a favor del más avanzado J-10A
En
las entregas anteriores cubrimos los intentos chinos por poner en servicio un
caza con un 100% de diseño autóctono durante la década de los 50 y entre los
años 60 y 80 del siglo pasado.
Durante todo este tiempo, siguieron produciendo localmente sus versiones mejoradas del MiG-19 y el MiG-21, conocidas localmente como J-6 y J-7.
Si
bien durante este periodo se desarrollaron y pusieron en servicio el caza
interceptor Shenyang J-8 (basado en el Mikoyan Gurevich Ye-152) y el
cazabombardero Xian JH-7 (que puede considerarse el primer diseño 100% chino),
ambos merecen ser tratados por separado en sendos artículos.
En
esta última entrega se presentarán algunas de las propuestas desarrolladas
tomando como punto de partida al popular Chengdu J-7, del cual los chinos
desarrollaron numerosas variantes, incluidas algunas dotadas de ala en doble
delta.
La prolífica familia del Chengdu J-7.
Chengdu
/ Grumman Súper 7
En
enero de 1987, China firmaba con la compañía estadounidense Grumman un contrato
por un valor de USD 550 millones para mejorar el caza J-7 en la modernización
denominada “Súper 7”. El J-7, basado en el caza soviético MiG-21, debía obtener
una nueva y moderna motorización, radar, aviónica y armamento mejorados. Para
los contratos individuales de los equipos compitieron principalmente empresas
estadounidenses y británicas. El principal cambio con respecto a su predecesor
debería haber sido el voluminoso radomo frontal con espacio suficiente para un
radar multimodo. Las tomas de aire del motor ubicadas a ambos lados del
fuselaje eran del tipo semi-circular con separadores de capa límite
convencionales. La parte trasera del caza se mantuvo con ligeras
modificaciones, solo las requeridas para la instalación del motor previsto,
General Electric F404 (otros competidores eran el Rolls Royce RB199 y el
P&W PW1216). La máquina resultante atrajo, denominada Sabre II, atrajo el
interés de la Fuerza Aérea de Pakistán, que buscaba un reemplazo para los obsoletos
F-6 y Mirage III.
A
comienzos de 1989 y 1990, el proyecto comenzó a tener importantes
complicaciones debido a un enfriamiento dramático de las relaciones políticas
entre los EEUU y China después de la masacre de estudiantes en la Plaza
Tiananmen (Plaza de la Paz), los cuales se manifestaban a favor de la libertad
y la justicia. Esto no fue – como se afirma a menudo – la única razón. A la
paralización definitiva del proyecto a principios de 1990 también contribuyó
significativamente el aumento de los costos de desarrollo. Grumman, parecía
estar tratando de reconstruir todo el MiG-21 a la imagen del caza americano
F-5. La aeronave había sido modificada incorporando un ala con una flecha de 40
grados, y bordes de ataque mecanizados.
El Chengdu / Grumman Súper 7, con ala modifica dotada de LERX.
Más
tarde se agregaron LERX (leading edge root extensions o extensiones de raíz del
borde de ataque) a las alas. Sin embargo, en China había una enorme flota aérea
de cazas J-7, que necesitaban urgente un reemplazo, por lo que se decidió
autorizar a la empresa estatal china Chengdu a continuar con el programa por su
cuenta. El proyecto pasó a denominarse públicamente FC-1 (Caza Chino 1) y fue
oficialmente introducido en 1995. En 1993, los Estados Unidos aplico un embargo
adicional sobre China y Pakistán, esta vez debido a la transferencia de
tecnología de misiles balísticos. Pakistán entró en una situación difícil a
causa de que sus fuerzas armadas tenían una considerable flota de aviones
norteamericanos, y esta situación se vio considerablemente agravada por su
acceso a las piezas de repuesto. Aunque estaba claro que a la larga gana
obtendría las piezas de repuesto de forma legal o ilegal, las autoridades
militares tomaron plena conciencia del riesgo de su dependencia de los
militares de los EEUU. Una vez más, por lo tanto, se volvieron hacia su aliado
chino para obtener información acerca de la aeronave FC-1, la cual unos años
después completaría su desarrollo y entraría en servicio como JF-17 Thunder en
la Fuerza Aérea de Paquistán.
La evolución del proyecto partiendo del Chengdu F-7M.
Maqueta del Súper 7.
Maqueta del Chengdu/Grumman Súper 7, antecesor del Chengdu/PAC JF-17 Thunder.
Chengdu F-7MF/J-7FS
Mientras
que en los países occidentales es casi inconcebible que una compañía haya
invertido en el desarrollo de dos aviones exactamente de la misma categoría
para exactamente el mismo cometido, en China es claramente posible. Al final
del milenio puso en vuelo una versión radicalmente modernizada del F-7MG,
denominada J-7FS. Esta aeronave debería representar la etapa de desarrollo
definitiva de la serie J-7 y se habían previsto grandes exportaciones a los
países más pobres. La compañía Chengdu creó un competidor directo de su propio
proyecto, el FC-1, con los mismos objetivos. El 8 de junio de 1998 vuela por
primera vez el demostrador de concepto J-7F, dotado de un potente radar en la
nariz cubierto por un radomo cónico, bajo el cual se ubicaba la toma de aire en
una configuración similar a la del Vought F-8 Crusader.
Originalmente, el demostrador F-7MF voló con la matricula numero 139 hasta su conversión, a partir de la cual le fue instalado una nueva ala con doble delta (o doble ángulo de flecha) como la del F-7MG. La nueva aeronave también fue pintada con un nuevo esquema estándar, compuesto de rayas en tonos de verde oliva y arena amarilla. En la parte superior del empenaje vertical se añadió una proyección angular.
El Chengdu J-7FS dotado del ala en doble delta del F-7MG
La
configuración final del F-7MF se exhibió en público por primera vez en la
exposición de ZHUHAI 2000. El F-7MF definitivo presentaba una toma de aire
ventral similar a la utilizada en el J-10 de la compañía. Incluso a los lados
de la cabina se añadieron pequeñas planos canard fijos. Debido a todo esto se
tuvo que rediseñar toda la pata del tren de aterrizaje delantero y su
alojamiento.
De su predecesor, el F-7MF conservaba el motor WP-13F, la parte trasera del ala y las superficies de cola. El equipamiento electrónico provenía de una variedad de fuentes, como ser Rusia, Israel, Europa y la propia China, conectados a través del MIL-STD-1553.
La
configuración final del Chengdu F-7MF presentada en ZHUHAI 2000.
La
configuración supero las pruebas en el túnel de viento y el vuelo del prototipo
estaba previsto para alrededor del 2002. El costo de producción fly-away fue
estimado en 7 a 8 millones de dólares en el nivel de precios del 2000. Pero
después de que Pakistán se comprometiera a pagar la mitad del costo de
desarrollo del FC-1 y con la introducción en servicio del más avanzado J-10A en
la Fuerza Aérea del EPL, disminuyeron las expectativas sobre el F-7MF y este
finalmente fue cancelado.
Vista
lateral de los dos demostradores de concepto J-7FS.
Tres vistas del Chengdu F-7MF.
Beijing
Súper Wing CY-1
Otra
adaptación interesante del J-7 fue el CY-1, diseñado por la compañía aérea
SuperWing Beijing Technology Research Institute Co., fundada en China en algún
momento en alrededor de 1997. A diferencia de los gigantes aeronáuticos de
propiedad estatal, como Chengdu, esta nueva compañía se especializa en
modificaciones a las estructuras heredadas de los cazas ligeros más antiguos,
utilizando ideas innovadoras para que puedan ser utilizados en el nuevo
milenio. El concepto principalmente estaba centrado en los países que
necesitaban nuevo caza y aviones de combate, pero no podían permitirse incluso
los cazas modernos más baratos, como el chino-pakistaní JF-17 Thunder. En la
mayoría de los casos, serían los operadores de los antiguos MiG-19 y MiG-21.
El
caza monoplaza multiuso CY-1 se basaba en el Chengdu J-7/MiG-21, pero con la
llamada “cola de pato”, planos canard y una inusual área dimensional longitudinal
en los lados del cuerpo (resaltada en azul en las fotos del modelo) que de
acuerdo a las declaraciones del fabricante les otorga una maniobrabilidad
similar a las aeronaves equipadas con un costoso sistema FBW avanzado. En
síntesis, el CY-1 era un MiG-21 preparado para la instalación de equipos
modernos y dotado de una mayor maniobrabilidad obtenida mediante la adición de
nuevas superficies de maniobra no estándares.
El
avión fue desarrollado en 1998 y la configuración general fue probado mediante
modelos radio-controlados. La compañía Beijing SuperWing tuvo que competir
económicamente y políticamente contra aeronaves más evolucionadas en su
desarrollo, tales como el FC-1 y F-7MF de la misma categoría, por lo que se
decidió participar en ZHUHAi Air Show 2002 y presentar esta propuesta al
público en un esfuerzo para encontrar a los patrocinadores adecuados. Aunque
con confianza altos cargos de la empresa proclamaron que las fuerzas armadas
chinas habían expresado un gran interés en el concepto, la realidad era mucho
menos poética. Muchos se preguntaron con razón si el avión realmente prescindía
de un sistema FBW. A pesar de ello, la empresa no se le puede negar que, a
pesar de sus cinco años de existencia, Beijing SuperWing competía con gigantes
estatales como Chengdu y Guizhou. Si se las hubieran arreglado para encontrar
un inversionista extranjero, sus ingenieros habrían adquirido una valiosa
experiencia útil para futuros proyectos.
El
CY-1 de serie debía tener una longitud de 14,08 metros, una envergadura de 8,32
metros, un peso de despegue de 8500 kg y una carga bélica de 3000 kg. Habría
alcanzado velocidades de hasta Mach 1,8. El motor previsto tenía un empuje de
unos 70 kN.
Beijing
Súper Wing FTC-16
Aunque
no se volvió a saber nada del CY-1 luego de su debut público, en el 2004, otra
vez en la exhibición aérea de ZHUHAI, la sorpresa llegó en la forma de su
sucesor, el caza ligero LFC-16 (Caza Ligero Chino 16). Desde la empresa Beijing
SuperWing fueron claros en que por sí solos no iban tener éxito, por lo que
necesitaban el apoyo estatal para levantar su fábrica en Guizhou.
El
avión parecía estar basado en el fuselaje del FTC-2000, pero con una sola
cabina y una variedad de superficies maniobrables heredadas del innovador CY-1.
Las metas y los objetivos fueron siempre los mismos: crear un sucesor barato
del MiG-21, centrándose principalmente en la exportación a los países más
pobres, de lo que sería una alternativa más barata que el caza FC-1/JF-17.
Una
vez más, desde Beijing SuperWing declararon que el proyecto contaba con el
apoyo de los altos funcionarios chinos y un prototipo podía ser completado en
uno o tres años, pero en realidad toda la iniciativa quedo en nada.
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