Durante
la Conferencia de Casablanca, en el mes de enero de 1943, los Aliados llegaron
a un acuerdo formal para realizar la ofensiva mediante bombardeos combinados. Los
altos mandos militares de la RAF y de la 8ª Fuerza Aérea de los EEUU,
confeccionaron una lista de blancos en el siguiente orden de importancia:
- Astilleros de submarinos
- Fábricas de aviones
- Transporte terrestre
- Instalaciones petroleras
- Otros centros industriales
Dejaron
establecidas también las diferencias entre los dos conceptos de bombardeo estratégico
aliado. El General Ira C. Eaker
comandante en Jefe de la 8ª Fuerza Aérea, no concordó con la idea británica del
bombardeo de área. En contraparte propuso el bombardeo de precisión, ataques
aéreos diurnos sobre "cuellos de botella" identificados en la
economía de guerra alemana que podrían recibir un fuerte impacto para producir
el máximo de efecto.
El
primero de esos cuellos de botella fueron las fábricas de cojinetes de bolas
ubicadas en Schweinfurt, una ciudad de 50 mil habitantes en Bavaria donde se
fabricaban la mitad de esas partes vitales en todo tipo de maquinaria. Los
cojinetes de bolas son esenciales en las cajas de cambios de los motores, desde
submarinos hasta tanques y todos los vehículos de transporte los usan y se
fabricaban en 5 instalaciones industriales establecidas en el lado oeste de la
ciudad.
Hasta
el día 16 de agosto, la 8ª Fuerza Aérea había realizado 83 misiones de
bombardeo diurno de variable importancia sobre zonas ocupadas de Europa y
África con la pérdida total de 411 bombarderos pesados y ese día cumplían un
año de operaciones. Al día siguiente, el
17 de agosto de 1943, la 8ª Fuerza Aérea realizó la primera misión del plan
aliado esbozado en Casablanca.
La
misión Nº 84, tenía como blanco principal las fábricas de Hochgebäude de la
Kugelfischer-Georg-Schäfer (la más grande de todas, actualmente llamada
INA/FAG), la Fichtel & Sachs (actualmente llamada Sachs Motor, fabricante
de motores de dos tiempos) y la fábrica Vereinigte Kugellagerfabriken (VKF)
(actualmente llamada Vereinigte Kugellagerfabriken AG/SKF Kugellagerfabriken
GmbH).
Para
cumplir con ese objetivo, los mandos aéreos estadounidenses confiaban en la
precisión de la secreta mira de bombardeo Norden, que les permitiría hacer
blanco de manera precisa en esas instalaciones industriales. Tal era su
confianza, que olvidaron un pequeño detalle: la Luftwaffe.
Durante
la primera de las 40 misiones sobre las fábricas de cojinetes de bolas, más de
300 cazas alemanes levantaron vuelo apenas sonaron las alarmas y la misión de
la 8ª Fuerza Aérea terminó en un completo fracaso. Los bombardeos tenían que
volar a través de Francia y media Alemania, en pleno día, sin protección de
cazas y al ser interceptados por los aviones alemanes el resultado fue un
rotundo éxito para la Luftwaffe.
De un
total de 376 aviones de bombardeo B-17, 315 alcanzaron el blanco lanzando 374
toneladas de bombas. La 1ª y 2ª divisiones recibieron como asignación las
fábricas en Schweinfurt. La 3ª División tenía como blanco las fábricas de
aviones Messerschmitt en Regensburg-Prüfening, desde donde debían continuar
vuelo hacia el sur a través de Alemania para aterrizar en África. El día fue perfecto para volar y perfecto
para que la caza alemana le asestara un duro golpe a los B-17. Oleadas de escuadrillas de cazas en formación
en jabalina, atacaron una y otra vez sin descanso con cohetes disparados
simultáneamente por todos los cazas de cada formación. Una hora y media después de comenzados los
ataques todavía había aviones alemanes a la caza de los rezagados.
En
Schweinfurt fueron derribadas 36 Fortalezas, lo que constituía una pérdida del
16% de la flota. Eso era tres veces más
que las pérdidas estimadas como aceptables por los mandos aéreos de los EEUU. Apenas
llegaron al blanco 184 bombarderos, pero no sólo era eso, sino que en el ataque
al blanco secundario en Regensburg fueron derribados 24 aviones B-17 y más de
otros 100 aviones resultaron con daños serios, incluso un enorme porcentaje de
ellos irreparables.
Los informes
de las tripulaciones fueron impresionantes. Manifestaron haber derribado 288
cazas, cifra que se sabe es falsa porque todos los artilleros de muchos
bombarderos disparaban simultáneamente a un mismo caza y cada uno de ellos
podía asegurar que fueron quien dio en el blanco. Pero aun cortando la cifra en dos, resulta un
número impresionante de derribamientos.
Más de 600 tripulantes de los B-17 perdieron la vida y el número de
pilotos alemanes que cayeron en la acción no se puede precisar.
Para
completar el trágico saldo de la misión, los vuelos de reconocimiento hechos
los días siguientes, mostraron que los daños en causados en Schweinfurt fueron
insignificantes, aunque la fábrica de Messerschmitt en Regensburg fue en gran
parte destruida.
Para minimizar los efectos en la moral aliada, la prensa de Londres publicó el día 23 de agosto el remitido del mando Aliado sobre otras misiones, sin mencionar la catástrofe del día 17:
"AP - 23
de agosto de 1943
B-17
comienzan bombardeos diurnos sobre Francia
"Fortalezas
Volantes cargadas de bombas asestaron un duro golpe a las fuerzas alemanas de
ocupación en Francia mediante vuelos diurnos de gran altura destrozando la
estación de trenes de Rouen el martes, atacando una fábrica alemana de aviones
de caza en Abbeville el miércoles y un patio de trenes junto con otros blancos
en Amiens el jueves.
Todos
los aviones regresaron a sus bases y la única baja fue la de un operador de
radio que resultó con una herida en un pie. Los bombardeos probaron que la
eficiencia de la mira de bombardeo secreta no es un mito.
Veinticuatro
Fortalezas tomaron parte en el bombardeo sobre Abbeville, pero sólo una tuvo
problemas mecánicos con la compuerta de bombas y tuvo que lanzar sus bombas en
las aguas del Canal Inglés al regresar a su base.
Acompañaron
a los B-17 un grupo de caza con 500 aviones Spitfire el número más grande
reunido hasta ahora. No se encontraron aviones enemigos.
El
Comandante de Ala Kinross que dirigió la escolta de caza dijo después de la
misión sobre Abbeville: "Los muchachos de los bombarderos son geniales. Ellos
no malgastaron ninguna bomba. "Doce
bombarderos participaron en el primer bombardeo exclusivo de los
estadounidenses en el continente".
Después
de reconstruir la flota de bombardeo, la 8ª Fuerza Aérea planificó un nuevo
ataque para el 14 de octubre de 1943. Se aprestaron 291 bombarderos B-17 los
cuales despegaron de sus bases en Inglaterra. No todos los aviones B-17 pudieron
llegar al blanco y de los que llegaron fueron derribados 60. Las pérdidas
humanas fueron enormes: 639 tripulantes. Los resultados mostrados en las
fotografías de los días posteriores muestran daños mínimos, aunque fueron
mejores que la primera vez.
A la 8ª
Fuerza Aérea no le quedó otra alternativa que suspender las misiones de larga
distancia sin escolta de cazas, hasta que los aviones de escolta pudieran
acompañar a los bombarderos en las misiones de largo alcance, al menos durante
la mayor parte del trayecto.
Los
bombardeos a Schweinfurt se suspendieron hasta febrero de 1944, para cuando ya
la 8ª Fuerza Aérea contaba con escolta de cazas de largo alcance. Los
bombarderos a Schweinfurt se realizaron 22 veces durante la guerra y
participaron 2285 aviones tanto de la 8ª como de la 15ª Fuerzas Aéreas de los EE.UU
en vuelos diurnos y de la RAF en vuelos nocturnos. El último bombardeo se llevó
a cabo el día 10 de abril de 1945, cuando era totalmente innecesario, pero la
12ª Fuerza Aérea realizó una última misión sobre Schweinfurt antes de que las
fuerzas terrestres llegaran a la ciudad.
Se
lanzaron sobre la ciudad 592.598 bombas, de ellas sólo el 65% cayó sobre las
fábricas. El resto, más de 200.000 bombas cayeron sobre la población civil y
las fuerzas de defensa alemanas. De hecho, para entonces, las fábricas de
cojinetes de bolas estaban esparcidas en toda Alemania por orden emitida desde
el año 1943 y por tanto no era posible destruir esa importante industria
concentrando los ataques en la ciudad de Schweinfurt.
Las
investigaciones aliadas de la posguerra mostraron que aunque la producción
alemana bajó a la mitad a comienzos de 1944, se recuperó nuevamente hasta
alcanzar el 85% a mediados de ese mismo año, mediante la producción desde
varias instalaciones en otras partes fuera de la ciudad.
Por
tanto, la maquinaria de guerra alemana, nunca sufrió demasiado por falta de los
cojinetes de bolas, pues sus problemas estaban más relacionados con la falta de
combustible para los aviones, la falta de trasporte por la misma causa y la
carencia de algunas materias primas, pero la ciudad de Schweinfurt quedó en
ruinas. La mitad de las casas fueron
destruidas, así como el alumbrado, distribución de electricidad y 4 de cada 5
edificios comerciales quedaron inservibles, además de la pérdida de 1.079 vidas
de civiles causadas por los bombardeos, antes de que el 50% de la población
civil se refugiara en zonas más seguras.
Para
sorpresa de las fuerzas de ocupación estadounidenses, los edificios de las
fábricas más importantes de Schweinfurt, fueron camuflados, pintando sus techos
y fachadas con "obras de arte" que simulaban estar destruidos por las
bombas. Las fábricas continuaron
funcionando y tal como se demuestra con fotografías de la época, los mismos
edificios fueron rehabilitados después de la guerra y siguen funcionando en la
actualidad.
Fuente:
https://www.exordio.com