28 de agosto de 2020
NADA NI NADIE ESTÁ OLVIDADO: EMOTIVAS HISTORIAS DE LOS MILITARES SOVIÉTICOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Por María Ivánnikova, María Krasnítskaya
Hace 80 años terminó la Guerra Civil española. El
sangriento conflicto se convirtió también en parte de la historia de Rusia,
porque la URSS envió a los campos de batalla a asesores militares y voluntarios
para luchar en el bando republicano, cientos de los cuales, fallecieron o
desaparecieron en territorio español.
Sputnik conversó con el embajador ruso en España,
Yuri Korchagin, sobre los trabajos de búsqueda, que realiza la Embajada, los
esperados descubrimientos, las emocionantes y trágicas batallas aéreas y la
memoria de la participación de los voluntarios soviéticos en la Guerra Civil,
que los españoles guardan con cuidado y respeto.
Aviadores soviéticos en un aeródromo republicano
cerca de Madrid
El principal monumento a nuestros compatriotas
fallecidos durante el conflicto se encuentra en el cementerio de Fuencarral en
Madrid, cuenta a la agencia el embajador. Tiene inscritos 182 nombres de
personas que no volvieron a sus casas, pero, aunque el monumento se encuentra
en el cementerio, no hay nadie enterrado ahí.
Monumento a los militares soviéticos fallecidos
durante la Guerra Civil en España
"Es simbólico, y su simbolismo se manifiesta
también en su arquitectura. Se trata de una obra que representa a los
combatientes que se sumergen en el mapa de España mientras los observa la Madre
Patria y delante de ellos está representada la mitad del Arco del Triunfo. ¿Por
qué la mitad? De esta manera los autores querían mostrar que en España no se
logró la victoria sobre el fascismo", señala Korchagin.
A mediados de marzo, los diplomáticos rusos
visitaron la ciudad Mora de Rubielos en
Aragón, donde están enterrados tres pilotos soviéticos que fallecieron en una
batalla aérea en 1938. La Asociación de Aviadores de la República (ADAR), que
hace una gran labor conmemorativa y ayuda a la Embajada rusa a buscar los
lugares de entierro de los militares de la URSS, identificó la ubicación exacta
de esta tumba y la restauró completamente.
Un vecino de la localidad, Domingo Fuentes, contó a
los diplomáticos que cuando tenía ocho años fue testigo de un combate aéreo
entre los soviéticos y los alemanes durante la batalla de Teruel.
"Los bombarderos de alta velocidad Tupolev
SB-2 iban acompañados de unos cazas. Pero los Messerschmitt alemanes, que
lucharon en el bando de Franco, distrajeron a los cazas soviéticos. En ese
momento, llegó otra escuadrilla alemana y se produjo una batalla desigual. Los
bombarderos fueron derribados y cayeron cerca de esta localidad. El enemigo
disparaba a los pilotos que descendían en paracaídas. Aquel niño, Domingo, lo
vio todo. Un piloto abrió el paracaídas demasiado pronto y rozó las llamas del
avión, el paracaídas se quemó y el piloto murió al caer sobre la casa de este
niño rompiendo el techo", cuenta emocionado Korchagin.
Otra historia emotiva tuvo lugar en el municipio de
Escalonilla en Toledo, donde también se produjo una batalla aérea hace 80 años
y se estrelló un aviador soviético.
"Los campesinos locales enterraron al piloto
en el campo sin que nada señalara el lugar. Pero guardaron la memoria de este
entierro durante 80 años: los tractores de los campesinos que cultivaron el
campo durante todo este tiempo cuidaron el contorno de un rectángulo en el
campo, donde se encontraba la tumba del piloto".
Más tarde, con el permiso de los locales y del
Ayuntamiento, el personal de la Embajada instaló un pequeño obelisco en el
lugar de la tumba.
El diplomático señala agradecido que los empleados
de los cementerios siempre mantienen limpios y en estado ideal todos los
monumentos a los militares soviéticos.
En Santa Cruz de la Zarza, cerca de Toledo, se
instaló otro monumento a los pilotos soviéticos hace 10 años. De acuerdo con el
embajador ruso, se dedicó mucho tiempo a determinar los nombres de los
aviadores soviéticos fallecidos durante los años de la guerra. En particular,
se conoció el nombre del Teniente Fiódor Dombrovski quien operaba en el
aeródromo del pueblo toledano.
"Ocurrió una historia muy conmovedora. La
nieta de Dombrovski encontró en la página web de la Embajada el nombre de su
abuelo. Su padre estuvo toda la vida buscando el lugar donde Dombrovski había
muerto en España. La nieta, Irina Fominá y su hija, la bisnieta, llegaron a
este lugar y pusieron flores en el monumento. Así, la nieta encontró la tumba
de su abuelo héroe".
El célebre escritor español, Arturo Pérez-Reverte,
con quien el embajador ruso compartió estas dos últimas historias escribió un
artículo inspirado en la conversación.
Espíritu indoblegable: niños españoles a los que la
URSS salvó de las garras de Franco
En un pueblo como Santa Cruz de la Zarza
"coexisten con naturalidad el memorial de los pilotos rusos, el de los
habitantes del pueblo que fueron asesinados por los franquistas y el de los que
lo fueron por los republicanos. Testimonios ecuánimes, en fin, del dolor y del
horror, muy adecuados para los desmemoriados tiempos que corren", escribió
Pérez-Reverte.
En una conversación con Sputnik, el embajador
observa que el tema de la Guerra Civil aún es bastante polémico en España,
"porque la guerra civil es una guerra fratricida. Y nuestro país lo
entiende como ningún otro".
El actual Gobierno declaró que el presente año 2019
conmemora el 80 aniversario del exilio republicano español. Terminada la
guerra, un gran número de antifascistas y republicanos emigraron de España para
salvarse de la represión. Varios países les dieron refugio: Francia, México y,
por supuesto, la URSS.
Un niño español antifranquista durante la Guerra
Civil en España
Aunque no hay cifras exactas, se calcula que cerca
de 3.000 niños fueron rescatados de los bombardeos, se educaron en la URSS y
luego muchos de ellos regresaron a España. Se salvaron muchos antifascistas.
Además, 800 españoles lucharon en los frentes de la Gran Guerra Patria —parte
de la II Guerra Mundial focalizada en el frente del este, que enfrentó a la
URSS y a la Alemania nazi entre 1941 y 1945— muchos fueron galardonados con
medallas y órdenes, hay héroes de la URSS, como Rubén Ibárruri, recuerda el
diplomático.
"Todavía el tiempo no ha curado todas las heridas.
Pero es necesario recordar la historia y no permitir distorsionarla. Cuando
recordamos la historia y transmitimos sus lecciones a nuestros hijos, es una
garantía de que los errores del pasado no se repetirán hoy ni en el
futuro", concluye Yuri Korchagin.
Fuente: https://mundo.sputniknews.com