El
Sviatogor fue diseñado por el diseñador Vasili Slésarev. El avión era un gran
biplano con dos motores en el fuselaje y con la transmisión desde ellos a dos
hélices muy grandes situadas entre las alas, detrás de su borde de fuga. El
tren de aterrizaje tenía cuatro ruedas. Era el mayor avión construido en Rusia
en aquella época, con una envergadura de 36 metros, siendo su superficie de 280
metros cuadrados, ya la longitud del avión, 21 metros. El peso de vuelo
estimado era de 6500 kg, con una carga de hasta el 50% del peso de vuelo, el
tiempo de vuelo debía ser de 30 horas, la velocidad - más de 100 km/h. Su techo
operacional estaba estimado en 2500 metros.
Slésarev
propuso instalar en la aeronave dos motores Mercedes de 300 CV cada uno y
diseñó para ellos grandes hélices de 6 metros de diámetro, que deberían hacer
300-400 rpm. Creía que el uso de hélices de gran diámetro a bajas velocidades
mejoraría la capacidad de despegue del avión.
Con el
mismo fin, las ruedas del tren de aterrizaje se fabricaron con un diámetro
inusualmente grande: 2,0 metros (trasero) y 1,5 metros (delantero). Los motores
estaban montados en el fuselaje con un paso entre ellos, delante de la caja del
ala, lo que permitía acceder a ellos en vuelo. Mucho más tarde, los alemanes
empezaron a trabajar intensamente en planes similares, creando sus propios
aviones gigantes de 1917 a 1928.
Delante
del “compartimento del motor” del avión Sviatogor estaban las cabinas del
piloto y del observador. Los tanques de gas se colocaron en el fuselaje, cerca
del centro de gravedad del avión. Se planeó la instalación de un cañón de alta
velocidad en el morro y otro armamento.
El
diseño de Sviatogor, según los comentarios de todos los que lo vieron, estaba
excepcionalmente bien pensado Se fabricaron, por ejemplo, neumáticos
especiales. De hecho, la forma de construcción de las ruedas las hacían
ligeras, a pesar de su gran tamaño.
Hubo
dificultades imprevistas durante la construcción en condiciones de guerra. No
se pudieron conseguir motores de 300 CV y V.A. Slésarev intentó utilizar
motores tomados de un zepelín alemán derribado, pero estaban tan dañados que
fue imposible repararlos. Debía llevar motores franceses Renault de 220 CV. En
enero de 1916 llegaron estos motores y se inició el montaje del grupo
propulsor. Sin embargo, no quedaba dinero para seguir avanzando en el
desarrollo del proyecto. Para decidir el destino de la aeronave era necesario
un peritaje altamente cualificado. El caso fue confiado a N. E. Zhukovski. Se
formó una comisión especial en la que, además de él, estaban V. P. Vetchinkin,
G. I. Lukianov y A. A. Acangelski.
Como
explica Airwar.ru, la comisión estuvo muy atenta a la evaluación del Sviatogor,
realizó un cálculo aerodinámico completo del avión (por primera vez en Rusia),
acompañado del soplado de las piezas del modelo, y llegó a la conclusión de que
el vuelo del avión a plena carga de 6,5 toneladas y a una velocidad de 114 km/h
era posible, y por lo tanto, la finalización de la construcción del aparato
resultaba deseable.
Mientras
tanto, la construcción de la aeronave continuó gracias a los esfuerzos y medios
de V. A. Slésarev, quien aparentemente logró conseguir un préstamo. A
principios de noviembre de 1916 se hizo un intento de despegue. El avión avanzo
bien por el suelo, pero no logró remontar el vuelo.
Una vez
más se nombró una comisión, que volvió a discutir el estado y las perspectivas
del Sviatogor, pero el interés por la aeronave disminuyó gradualmente y dejó de
resultar tan interesante como parecía. A principios de 1921, V. A. Slésarev fue
asesinado en una calle en Petrogrado. En 1923, el avión fue desmontado. El
trabajo de Slésarev acabo siendo un intento heroico pero casi desesperado de
resolver un problema técnico muy complejo.
Fuente:
https://es.rbth.com