- Hierro Cruz, Primera Clase (1914)
- Cruz de Hierro de Segunda Clase (1914)
- Medalla Conmemorativa (13 de marzo de 1938)
- Conmemorativa Medallas Rango 1 de octubre de 1938
- Gdansk Cruz, Segunda Clase (1939)
- Orden de la Corona de Italia V-Class
- Orden de la Rosa Blanca Finlandia
- Orden de la Cruz de la Libertad, Segunda Clase con Espadas Finlandia (1942)
- Orden de la Corona de Rumania (1942)
- Orden de la Corona de rey Zvonimir I Clase Croacia (1943)
11 de mayo de 2019
AVIADORES ALEMANES DE LA II GUERRA MUNDIAL - HANS BAUR - PILOTO PERSONAL DE HITLER
Nombre: Hans Johann Peter Baur
Nacimiento: El 19 de junio de 1897 en Villa de
Ampfing, Babiera. Alemania
Fallecimiento: El 17 de febrero de 1993 en Bavaria,
Munich, Alemania
Nacionalidad: Alemana
Ocupación: Observador artillero antiaéreo, Piloto
postal militar, Piloto de línea comercial, Piloto personal de Hitler.
Jerarquía: General de División
Cónyuge: Elfriede
Hijos: Ingeborg
Obras destacadas: Mit Mächtigen zwischen Himmel und
Erde que se traduce literalmente como "Fui el piloto de Hitler - El
destino del mundo en mis manos".
"Johann Peter Baur", conocido por Hans
Baur, fue un militar que sirvió en el Ejército Imperial Alemán, fue piloto de
aviación personal de Adolf Hitler durante todo el periodo de la Alemania nazi.
La familia Baur se mudó a Munich en 1899 donde Hans creció y cursó sus estudios
escolares. Sus estudios primarios los realizó en el Ludwigs-Realschule y los
secundarios en la Escuela Ludwig.
Al terminar la secundaria fue a trabajar como
aprendiz de vendedor en una compañía ferretera.
Poco después, cuando tenía 17 años de edad, estalló
la I Guerra Mundial y Hans se presentó como voluntario al servicio. Para su
consternación, fue rechazado por su baja estatura para los estándares de la
Infantería del ejército bávaro y sólo le recomendaron que esperara un año más,
cuando fuera más alto y tuviera más peso.
Hans vivía fascinado con el vuelo de dirigibles y
aviones que cruzaban la campiña bávara y por tanto ansiaba convertirse en
piloto, para ello la única forma de satisfacer ese anhelo era ingresando al
ejército.
Pasó meses realizando ejercicios físicos para
mejorar su peso e incrementar su fortaleza muscular. Un año después, en
septiembre de 1915, se presentó como voluntario en el Koeninglish Bayerischen
Fliegertruppen. Luego de una corta, pero ansiosa espera, recibió orden de
reportarse al servicio y después de meses de intenso entrenamiento fue enviado
al Frente del Oeste en Francia. Sin embargo, para su total decepción, fue
asignado a un escritorio haciendo labores de intendencia.
Hans Baur insistió y luego de meses de intentos
para ser llamado al servicio como piloto, fue incluido en la lista de elegidos
a recibir instrucción de vuelo en el campo aéreo Gersthofen-Gablingen en
Augsburg.
Finalizó su entrenamiento básico en tiempo récord,
demostrando tener cualidades innatas de aviador. Un mes después fue enviado a
entrenamiento en mecánica y luego como aspirante de piloto para instrucción en
aviones Albatros tipo B, un avión que fue retirado del servicio al surgir el
nuevo tipo C y convertido en avión de entrenamiento.
Una vez más, Hans completó la instrucción en tiempo
récord, recibiendo finalmente las ansiadas alas de piloto. Pero el drama para
Baur recién comenzaba pues sus deseos de ser piloto de caza se frustraron. Fue
asignado como observador de vuelo, luego asistente de bombardeo y artillero,
ostentando el rango de Cabo de Lanceros. Mientras tanto, hizo todo lo que pudo
para ser asignado como piloto de caza, cuando fue herido en combate y debió
permanecer un tiempo en un hospital.
Después de su recuperación fue finalmente asignado
piloto del observador de artillería Georg Ritter von Hengl ganándose ambos un
bien merecido prestigio por sus acciones en el Frente Occidental. Hasta 1918
realizó 160 misiones derribando seis aviones franceses, lo que fue muy
meritorio para un piloto que voló en un simple biplano. Por méritos en combate,
Hans Baur fue condecorado con la Cruz de Hierro de Segunda Clase en 1914 y la
Cruz de Hierro de Primera Clase en 1918.
Al finalizar la guerra permaneció en el ejército,
pero era poco lo que Baur podía esperar como piloto, pues las posibilidades
para continuar en la aviación eran mínimas. Fue piloto de correo militar en
Fürth y luego en la ruta Munich - Nuremberg – Würzburg - Weimar. Sin embargo,
la gran oportunidad le llegó en 1920 cuando contactó al director de la
Bayerischer Luft-Lloyd, flamante aerolínea recién establecida en Munich.
Poco después, en octubre de 1921 y gracias a su
meritoria hoja de servicios, recibió su licencia de piloto civil. Abandonó el
ejército en 1922 e inmediatamente comenzó a trabajar en la aerolínea cubriendo
la ruta Munich - Constance en la frontera con Suiza. La Luft-Lloyd fue
adquirida por la poderosa Junkers para incorporar sus aviones y rutas a su
aerolínea Junkers Luftverkehr. Baur continuó como piloto en la nueva empresa adquiriendo
una valiosa experiencia y gran cantidad de horas de vuelo. En 1926 se unió al
naciente Partido Nacionalsocialista participando activamente en los mítines de
sus camaradas. Mientras tanto, continuaba su carrera ascendente como piloto
civil y desde ya era uno de los seis pilotos de Lufthansa y primer piloto en
abrir la ruta Berlín - Roma y luego la de Munich – Milán - Roma.
En 1928 Baur había volado 500000 Km en rutas
comerciales. Como piloto civil Baur tuvo el honor de llevar como pasajeros a
connotadas personalidades mundiales como el Nuncio Apostólico Eugenio Pacelli
representante del Vaticano en Alemania y luego Papa Pío XII. También al que
sería Rey Boris de Bulgaria, a Arturo Toscanini y al explorador Fridtjof
Nansen, entre otros.
Inicia relaciones con Hitler
Baur le da la bienvenida a Hitler en uno de sus
tantos viajes.
En 1931 Baur realizó su vuelo número 100 cruzando los Alpes,
recibiendo en reconocimiento un águila de plata y en marzo de 1932 el Premio
Lewald por sus meritorios logros en la aviación. Ese mismo año, Hitler inició
su campaña política e inmediatamente pensó en el transporte aéreo para que lo
llevara de ciudad en ciudad y para el efecto necesitaba de un piloto
experimentado y de confianza. La elección no podía recaer en otro que no fuera
en el experimentado Hans Baur que ya contaba en su haber con más de un millón
de kilómetros de vuelo, convirtiéndose así en el piloto personal del Führer, el
primer Jefe de Estado en usar extensivamente el transporte aéreo.
El 3 de marzo de 1932, Hans Baur llevó a Adolf
Hitler, desde Munich a Dresden, en el vuelo que iniciaba su campaña política en
un avión Rohrbach Ro VIII Roland II de la compañía Lufthansa. Desde ese día
Hitler utilizó los servicios de Baur de manera exclusiva en todos sus vuelos,
la mayoría nocturnos, para llevarlo de ciudad en ciudad, mencionando
constantemente que Baur era su piloto particular.
Fueron muchos los viajes que realizó Hitler en
aviones comerciales, la mayoría de ellos Junkers 52 y después como Canciller en
el cuatrimotor Cóndor 200 llamado "Inmelman III", todos pilotados por
Baur. Oficialmente Baur ya era su piloto personal, haciendo viajes que siempre
terminaban con ambos cenando y conversando muy extensamente, generalmente sobre
temas políticos o relacionados con aspectos técnicos de la aviación. Como era
de esperarse, Baur contó con la presencia de Hitler como invitado de honor
cuando contrajo matrimonio con Elfriede en 1936, con quien tuvo una hija
bautizada con el nombre de Ingeborg. Para entonces, entre Hitler y Baur se
generó una estrecha amistad convirtiéndose Baur en uno de los más fieles
confidentes del Führer.
Baur se mudó a Berlín asumiendo la responsabilidad
de organizar todos los aspectos del transporte aéreo del gobierno del Reich y
de Hitler en particular. Inicialmente los aviones pertenecían a Lufthansa e
incluían pilotos seleccionados por Baur para el servicio exclusivo de la
Cancillería y de otras altas personalidades del gobierno. En este aspecto,
Hitler ordenó que sus más allegados colaboradores, Goebbels, Hess y Goering
volaran únicamente con Baur.
Desde 1939 el "Regierunsstaffel", “Escuadrón
del Gobierno” fue renombrado Escuadrón de Vuelo del Führer en el cual había
varios aviones Junkers Ju-52 y el Cóndor del Führer, que por orden de Baur
llevó siempre como identificación el número D-2600 para que fuera plenamente
identificado y recibiera prioridad en todos los aeropuertos alemanes.
Cuando comenzó la guerra, Baur tuvo que estar a
disposición de Hitler en todo momento, siempre listo para llevar a Hitler o a
quien él ordenara a cualquier parte de Europa. Durante los últimos meses de
guerra, cuando el Führer decidió permanecer en el búnker de la Cancillería,
Baur igualmente permaneció a su lado y fue entonces cuando elaboró un plan de
escape para sacar a Hitler de Berlín. El plan de Baur era sacar a Hitler y
otros de los más fieles colaboradores de Berlín entre el 28 y el 29 de abril de
1945 y llevarlos a un lugar del norte de Alemania y de ahí volar probablemente
a Groenlandia o desde Bulgaria a algún territorio ocupado por Japón en China o
las islas Sakhalin.
Alemania tenía varios aviones en servicio con
suficiente autonomía de vuelo para cumplir la misión. El hidroavión Bv222 con
seis motores de dos tiempos podía ser reabastecido desde un submarino y según
Albert Speer el Junkers Ju-390 había volado en ruta transpolar a Japón. Aunque
el plan era factible, Hitler lo desestimó inmediatamente, pues estaba decidido
a permanecer en el búnker hasta el final. En 1944 Baur era SS-Brigadeführer und
Generalmajor der Polizei y en enero de 1945 fue ascendido a SS-Gruppenführer
und Generalleutnant der Polizei.
Después de la II Guerra Mundial
El 1 de mayo de 1945, Baur recibió la orden de
Hitler de sacar a Martin Bormann del búnker y llevarlo a lugar seguro, pero en
el intento de llegar al aeropuerto Tempelhof perdió de vista a Bormann en
momentos que eran cercados por los rusos. Durante la balacera que ocurrió, Baur
fue gravemente herido en una pierna, la cual perdió más tarde debido a la
gangrena, la amputación de su pierna encima de la rodilla fue hecha con una
navaja por un auxiliar de un hospital ruso en las afueras de Poznan. Baur no lo
supo entonces, pero Bormann murió en el intento. Los rusos confinaron a Baur en
la prisión Butiershka de Moscú donde fue sometido a interminables
interrogatorios y torturas. Los rusos estaban convencidos que Baur había sacado
a Hitler de Berlín para llevarlo a algún lugar secreto. Hans Baur, fue recién
liberado después de 10 años de permanencia en un campo de concentración en
Siberia y se dedicó a escribir sus memorias, las cuales plasmó en el libro
"Hitler a mi lado".
Muerte
Hans Baur falleció en Herrsching, Bavaria, 17 de
febrero de 1993 por razones naturales debido a su avanzada edad. Sus restos se
encuentran enterrados en el Cementerio Westfriedhof en Munich.
Condecoraciones
Fuente: https://www.ecured.cu