10 de mayo de 2019

EL DÍA QUE CHURCHILL SABÍA QUE MATARÍAN A LESLIE HOWARD...Y NO HIZO NADA POR IMPEDIRLO


 

Martes 1 de junio de 1943. Aeropuerto de Lisboa, un auténtico nido de espías de los países beligerantes en la II Guerra Mundial y de otros que no, como España. El DC-3 bautizado “Ibis” destinado para el vuelo 777 de la BOAC (British Overseas Air Corporation) despega a las 09:35, hora local, con destino a Londres. A bordo viajan 13 pasajeros y 4 tripulantes.

Pocos minutos antes de partir, otros tres pasajeros habían abandonado de manera inesperada el avión. Un sacerdote católico, tras recibir una misteriosa llamada que le pedía volver urgentemente a Lisboa, y el hijo de un diplomático y su niñera, que habían sido desembarcados para dejar su sitio a dos importantes personalidades británicas: el actor y director Leslie Howard, el popular Ashley Wilkes de “Lo que el viento se llevó” y su apoderado y representante, Alfred Tregear Chenhalls, al que popularmente se conoce en el Reino Unido como "el hombre que se parece a Churchill".

  

Junto a ellos viajan también otros seis hombres muy vinculados al esfuerzo de guerra aliado. De hecho, Howard vuelve de una agotadora gira de un mes por España y Portugal, en la que ha realizado labores de inteligencia aprovechando sus contactos y popularidad, pero que ha reportado escasos frutos. El actor, una importante figura de la propaganda anti-nazi, había accedido a tan ardua tarea tras las insistentes peticiones del propio Chenhalls y del Secretario de Asuntos Exteriores, Anthony Eden...

A las 12:45, a la altura del Golfo de Vizcaya, el vuelo 777 de la BOAC, un avión civil desarmado, es interceptado por ocho cazas pesados Ju-88 C-6, bimotores cada uno equipado con tres ametralladoras y 3 cañones de 20 mm en el morro. El indefenso “Ibis” está condenado y, agujereado como un queso suizo, se estrella en el mar tras caer en llamas mientras su operador de radio lanza una inútil y desesperada llamada de auxilio...No llegará ningún socorro por parte de los aliados...aunque sus autoridades militares, con Winston Churchill a la cabeza, sabían de antemano que el ataque iba a tener lugar...No hay supervivientes. ¿Qué fue lo que motivó que se dejase morir de esta manera a uno de los actores más importantes y conocidos del mundo, profundamente implicado en la propaganda aliada de guerra, sabiendo que se podía haber evitado?


Todavía hoy, cuando está próximo a cumplirse el 65 aniversario de la muerte del actor, se defienden dos hipótesis, aunque está demostrado que, gracias al desciframiento por la inteligencia británica de los códigos secretos empelados por los alemanes en sus máquinas Enigma, sabían que el vuelo 777 de Lisboa iba a ser atacado. Churchill conocía el dato...días antes, pero ordenó no hacer nada para que los nazis no sospecharan que se les habían descifrado sus códigos secretos. Los espías alemanes de Lisboa llevaban tiempo esperando una ocasión así, con la intención de derribar el avión del premier británico en alguna de sus “escapadas” secretas para reunirse con el presidente Rooselvet, en las que cruzaba el Atlántico a bordo de aviones civiles... Cuando les llegaron informaciones de que “un pez gordo”, obviamente era Leslie Howard, volarían en el “Ibis”, avisaron a Berlín de que podía tratarse del mismísimo Churchill, y el parecido de Chenhalls con éste pudo confundir definitivamente a los espías. De hecho, era muy inusual que los aviones alemanes, y más en tan gran número, atacasen aviones civiles, e incluso en Berlín se convencieron durante unos días de que habían acabado con su gran enemigo inglés...sin atreverse a lanzar la noticia hasta confirmarlo....

Independientemente de la causa, la muerte de Leslie Howard, a quien tanto odiaba Joseph Goebbels, fue un duro golpe para el pueblo británico. El apuesto “Romeo”, el héroe justiciero de “La pimpinela Escarlata”, el atormentado protagonista de “Intermezzo” o “Lo que el viento se llevó”, el estricto profesor Higgins de “Pygmalion”,... galvanizaba a sus ciudadanos con representaciones patrióticas, discursos en la radio e incluso en películas bélicas como la última que rodó, y también dirigió, “Spitfire” en los USA, en la que, junto al gran David Niven, interpretaba a R. J. Mitchell, el diseñador del famoso caza Spitfire que tanto hizo por salvaguardar los cielos ingleses de los bombardeos alemanes.

Aunque este hecho luctuoso ya era conocido desde hace unas cuantas décadas, tras levantarse el secreto oficial, no deja de sorprenderme las terribles decisiones de todo tipo que hubo de adoptar Churchill, y el resto de mandos aliados, que han costado millones de vidas inocentes y han pasado como si tal cosa por el juicio de la Historia, a ellos que tanto les gustaban los tribunales de Crímenes de Guerra. Sin duda, Sir Winston sopesó mucho su decisión de dejar morir a Howard en tan dramáticas circunstancias, pero eligió lo que el consideró un bien superior para su país. Margareth Thatcher tuvo un buen maestro en el que fijarse. Maquiavelo le habría dado un “cum laude” de haberle sido posible...

Lista de los fallecidos en el vuelo 777:

Tripulantes 
Quirinus Tepas: Piloto
D. de Koning: Segundo oficial
Cornelis van Brugge: Operador de radio
Engbertus Rosevink: Ingeniero de vuelo

Pasajeros
Leslie Howard
Alfred Tregear Chenhalls
Francis German Cowlrick, Ingeniero al servicio del Departamento Británico de Comercio Exterior
Wilfrid Jacob Berthold Israel, Agente secreto británico de origen judío
Gordon Thompson Maclean: Funcionario de Asuntos Exteriores)
Ivan James Sharp, Ingeniero de minas especialista en tungsteno/wolframio, material estratégico para proyectiles anticarro del que España era el gran suministrador a Alemania
Tyrell Milmay Shervington:  Responsable en Lisboa de Shell-Mex Corporation
Kenneth Stonehouse:  Corresponsal de Reuters en Washington
Evelyn Stonehouse: Mujer del anterior
Cecilia Amelia Falla Paton: Secretaria de un consulado en Inglaterra, ¿posible espía?
Rotha Violet Lettie Hutcheon y sus hijas Petra Hutcheon (11 años) y Carola Hutcheon (2 años)

Fuente: http://horapensar.blogspot.com