10 de mayo de 2019
EL CASO GLENN MILLER: ¿ACCIDENTE AÉREO, CONSPIRACIÓN MILITAR O UNA NOCHE DE EXCESOS?
El 15 de diciembre de 1944, la leyenda del swing,
Glenn Miller, tomo un vuelo que nunca llegaría a su destino. Una muerte manchada
de misterio y conspiración, a la que muchos aún no encuentran explicación. Pero
la tiene…
Por Sergio Calle Llorens
En una tarde de diciembre de 1944, un pequeño
Norseman despegó del aeródromo de Twin Wood, en Bedforshire. El avión nunca
llegó a su destino parisino. Simplemente, desapareció en la tormenta. Desde
entonces, se especula con lo que le pudo pasar al piloto y a los dos ocupantes
norteamericanos en aquella aciaga jornada.
No en vano, en ese pequeño aparato volaba Glenn
Miller, autor de grandes composiciones como In The Mood, Pennsylvania 6500 y
Moonligh Serenade. El genio que fue capaz de ponerle la banda sonora a aquellos
turbulentos tiempos. Sin embargo, el misterio
de su extraña desaparición está a punto de ser desvelado.
La oferta
Glen Miller ganaba más de 25.000 dólares a la
semana. Estaba casado y tenía hijos. A pesar de su cómoda vida, no dudó ni un
instante cuando el General Eissenhower le ofreció unirse al esfuerzo bélico. La
idea era que la Big Band de Miller tocase para las fuerzas aliadas en Europa.
De esta forma, pensaba el Comandante en Jefe de las Fuerzas Aliadas, subiría la
moral de la tropa. La renuncia a su vida de confort por patriotismo le
terminaría costando la vida.
Fotografía de Glenn Miller tocando el trombón
Miller llegó a Gran Bretaña en junio de 1944, y,
desde el primer día, comenzó sus conciertos para el ejército. Siembre
acompañado, claro está, de su genial banda.
Hacia finales de año, las tropas aliadas han
liberado Paris y, a pesar de los múltiples obstáculos y peligros, los alemanes
continúan luchando con fiereza, el bueno de Glenn decide seguir adelante con el
concierto programado en Paris.
La orquesta arribó a la “Ville Lumiére” dos días antes
del último vuelo del compositor. Empero, cuando llegó el día, el músico parecía
haberse esfumado.
Sorprendentemente, la noticia de su desaparición
tardó mucho en hacerse pública. Ni siquiera la familia fue informada al
respecto. La explicación más lógica y racional es que el Norseman UC-64A tuvo
un accidente en el Canal de la Mancha. No obstante, sus fans se negaron a
aceptar la versión oficial, y comenzaron los rumores de una muerte mucho menos
gloriosa. Muerte que las autoridades no tuvieron más remedio que silenciar.
Glenn Miller vestido con el uniforme de la Armada
de los Estados Unidos
Supuesto complot
Desde el principio se barajaron tres posibles
escenarios que explicaban su muerte. El primero relataba como un avión de la
RAF había derribado el Norseman por error. El segundo era que Miller fue
asesinado en una operación para derrocar a Hitler. El tercero, que el músico
halló la muerte en un prostíbulo de la ciudad de las luces. Concretamente, en
la zona de Pigalle. Para este último, se llegó a afirmar que un doctor del
ejército americano había firmado su certificado de muerte. Sin embargo, las
fuerzas armadas, que se sentían en deuda con el artista, decidieron acallar los
rumores que hacían mucho daño a la familia y, muy especialmente, a su esposa.
El misterio Miller estaría, casi desde el
principio, envuelto en un sudario de silencio. Por ello, sus familiares
estuvieron muchos años buscando a Miller sin aceptar la verdad oficial. La
actitud de sus parientes puede ser explicada por la pena y la falta de
evidencias tangibles sobre su desaparición. Creo que ha llegado el momento de
arrojar luz a este enigmático enigma.
La desaparición
La tarde del 14 de diciembre, recibió una llamada
de su manager para comunicarle que al día siguiente volaría a Paris para el
concierto dedicado a las tropas que volvían de Normandía. El tiempo era todavía
malo. Miller se acercó a la pista donde estaba su avión. Habló con el piloto y,
con toda seguridad, protestó por volar bajo esas condiciones meteorológicas. Le
dijo al piloto John Morgan que, incluso hoy, los pájaros se quedarían en
tierra. A pesar de todo, montó en el avión con un tiempo terrible.
Glenn Miller y su orquesta dando un concierto para
las tropas americanas
Los tres hombres salieron en dirección al Canal de
la Mancha. Nadie volvió a verlos. Analizando la teoría del fuego amigo que
supuestamente le derribó, encuentro un problema esencial que la desautoriza.
Todo indica que un navegador de la RAF vio como un Norseman era alcanzado por
el fuego de sus aviones para luego precipitarse sobre las frías aguas del
canal. Sin embargo, algo no cuadra con las declaraciones de Fred Shaw, el
navegador de la RAF. Roy Nesvit, otro miembro de la RAF, recuerda que sus
superiores iniciaron una investigación alertados de la posibilidad de que ellos
hubiesen sido los autores de la muerte de Miller.
El avión, que supuestamente mató a Miller, era un
Lancaster que volvía de una misión fallida de bombardeo en Alemania. El mal
tiempo les hizo volver antes de lo previsto. Esa es la razón por la que
tuvieron que arrojar las bombas explosivas al canal ya que no podían aterrizar
con ellas. Una de esas bombas habría matado al artista.
Pero las horas no coinciden, porque los Lancaster
sobrevolaban la zona donde arrojaron las bombas a las 14:42 horas. El avión de
Miller salió del aeródromo a las 13:55 horas a una velocidad de 155 millas por
hora. Eso coloca a su avión en la zona cuando los Lancaster ya la estaban
abandonando. Además, resulta muy extraño que nadie reportara el incidente hasta
muchos años después.
Avión Norseman UC-64A, modelo en el que viajaba Glenn
MIller el día de su desaparición
Teniendo en cuenta el hecho de que solo había un
Norsemen en el aire en el sureste de Inglaterra aquel fatídico día, la
siguiente revelación se me antoja crucial. Un joven británico de 17 años
llamado Richard Anderton apuntaba todos los avistamientos de aviones mientras
trabajaba en un aeródromo en Woodley, Reading. El ahora difunto tenía dos
pequeños blocs de notas donde apuntó la localización, la altura estimada y el
tipo de avión. El 15 de diciembre de 1944 escribió también que un UC-64A volaba
en el horizonte al este, navegando bajo en la niebla en dirección sureste. Era,
sin duda, el avión de Miller. Lo que inhabilitaría la versión anterior y su
supuesto asesinato en un prostíbulo parisino.
Habiendo quedada clara su ruta, solo quedaría
establecer la causa de la muerte. Sin embargo, hay algunos enigmas que todavía
deben ser desvelados. En primer lugar, la causa por la que se tardó en dar la
noticia de la desaparición. En segundo lugar, las actividades del propio Miller
en Gran Bretaña, que han dado pie a las diferentes ideas conspirativas.
Richard Anderton junto a su sobrino mostrando los blocs
de notas con las anotaciones sobre el vuelo de Miller
Investigación definitiva
Comencé a seguir la cronología oficial de los
conciertos de Glenn Miller y su banda en tierras británicas. El seguimiento me
llevó a un sensacional descubrimiento: David Niven, el famoso actor inglés, que
se había unido al esfuerzo bélico de su país, era amigo de Miller y, de hecho,
aparece como el presentador del primer concierto del americano en Bedford.
Además, Niven fue miembro del grupo secreto The Phantom, un comando
especializado en operaciones secretas en la retaguardia de los países ocupados
por los nazis. Tras el desembarco de Normandía, al actor se le asignó la misión
de colaborar con los americanos, trabajando bajo las órdenes del General
Raymond Barker.
La pregunta es obligada: ¿estuvo Glenn Miller
involucrado en operaciones secretas como Niven? La respuesta podría ser
afirmativa, teniendo en cuenta el segundo descubrimiento: grabaciones hechas
por Miller, pero no para los aliados, sino para la Wehrmacht. Una es realmente
críptica e intrigante. En ella, después de saludar en alemán, dice en el mismo
idioma “dejemos que las flores hablen por sí solas”. Entonces, una mujer
replica “habrás querido decir, dejemos que la música hable por sí sola”.
Estas extrañas grabaciones solo vieron la luz en
1995, y solo nos llevan a especular si Miller, al igual que Josephine Baker en
el norte de África, había llevado comunicados secretos tras las líneas
enemigas.
Fotografía del actor británico David Niven
Niven era, en definitiva, el enlace entre la BBC,
la banda de Miller y los militares. Puede afirmarse que el actor era el jefe de
Miller. Incluso le salvó a él y a sus músicos de morir en un bombardeo a
Londres. Ocurrió a mediados de junio, cuando los V1 de Hitler comenzaron a caer
sobre la capital inglesa. Niven movió los hilos para sacarlos de allí.
La evacuación de la orquesta tuvo lugar un domingo.
La banda de Miller llegó a Bedford sin problema alguno. Al día siguiente, una
de esas bombas alcanzó el edificio donde Glenn y los suyos residían, matando a
veinticinco militares estadounidenses y a cincuenta civiles. Curiosamente David
Niven no menciona ni Bedford ni a Miller en su autobiografía lo que,
obviamente, deja muchas preguntas sin respuesta.
Es muy importante resaltar que Bedford se encuentra
a 72 Km al noroeste de Londres. En aquel bello lugar se hallaban los estudios
de la BBC y el centro de operaciones encubiertas de franceses, polacos,
americanos, británicos y americanos. Operaciones que incluían la preparación de
sabotajes, asesinatos y propaganda. El lugar tenía una pista de aterrizaje, a
pesar de que, a apenas 2 km, los aliados tenían un aeródromo.
Busto y placa conmemorativa en recuerdo de Glenn
Miller en el Bedford Corn Exchange
Abrazar la teoría que afirma que Miller realizó
operaciones encubiertas es fácil. Tal vez sea cierta. Sin embargo, los testigos
y la propia lógica apuntan claramente a que el artista halló la muerte en
aquella pequeña avioneta por un fallo en el carburador del avión. Algo que se
producía con demasiada frecuencia en esos aparatos. Especialmente, bajo
condiciones meteorológicas desfavorables. Los informes de la RAF no dejan lugar
a dudas. Un problema que los pilotos conocían por los informes de sus
superiores.
Entonces, por qué despegó el avión con ese terrible
tiempo. La respuesta se encuentra en los archivos de Glenn Miller. John Morgan,
piloto del avión, presentó su plan de vuelo por la mañana del 15 de diciembre
de 1944, pero fue rechazado por sus superiores en Paris a causa de la niebla
que cubría el canal de la Mancha. Empero, el Teniente Coronel Norman Baesell,
que necesitaba ir a Paris desesperadamente para continuar en el esfuerzo
bélico, le ordenó volar a Paris y el piloto no pudo desobedecer la orden.
Miller estaba aterrorizado, pero también requería
estar en Paris para preparar el concierto. La verdad es que siempre tuvo miedo
a volar. Es más, preguntó por los paracaídas nada más entrar a la avioneta, y
la respuesta que le da Norman Baesell debe pasar a la historia: “Miller: ¿no
querrás vivir siempre?”
La avioneta despegó, por última vez, ese 15 de
diciembre. Un vuelo que no fue autorizado y del que nadie, salvo los
tripulantes de ese Norseman UC-64A y los técnicos de pista, sabía nada. Solo
cuando su banda llegó a Paris el 18 de diciembre se pudo dar la alarma de su
ausencia.
Además, hay otra razón que explica el retraso en
dar la noticia de la desaparición de Glenn Miller. El 16 de diciembre de 1944,
un día después del accidente del artista, Hitler lanzó una ofensiva que a punto
estuvo de cambiar el curso de la guerra: la batalla de las Ardenas. Solo cuando
el tiempo mejoró, el 23 de diciembre, los aviones americanos pudieron lanzar
una contraofensiva aérea que destrozó a los alemanes. La guerra, obviamente,
era mucho más importante que el mismísimo Miller. Su búsqueda podía esperar.
Por eso nunca se encontraron los restos del avión.
Tanque M18 Hellcat del ejército americano tras un
ataque en las Ardenas
Conclusión
Glenn Miller pereció en un accidente de avión por
el mal funcionamiento del carburador de un aparato de fabricación canadiense.
El retraso en el anuncio de la desaparición se debe a aspectos que nada tienen
que ver con las conspiraciones.
Tal vez nunca sepamos si Miller realizó alguna
operación encubierta, más allá de la propaganda que tenían sus conciertos. Lo
que sí sabemos, una vez resuelto el enigma de su desaparición, es que la magia
de su swing sigue tan viva como en aquel lejano día de 1944 en la que su
avioneta volaba bajo unas nubes que, aunque pérfidas, no iban cargadas con las
aguas del olvido.
Fuente: https://www.cinconoticias.com