4 de enero de 2019
PERSONAJES DE LA AVIACIÓN MUNDIAL - CHARLES LINDBERGH
Charles Augustus Lindbergh, 4 de febrero de 1902 – +
26 de agosto de 1974, Aviador e ingeniero estadounidense
Descendiente de una familia de inmigrantes suecos,
Charles Augustus Lindbergh Jr. nació el 4 de febrero de 1902 en la industrial
ciudad de Detroit, la más grande del estado de Michigan. Su era madre profesora
de química y su padre, político, llegó a ser congresista por Minnesota,
mostrándose activamente contrario a la entrada de les Estados Unidos en la
Primera Guerra Mundial. Todos estos elementos marcarían su vida, dedicada a la
ingeniería y siendo partidario de la no intervención norteamericana en guerras
europeas.
Charles Jr. inició estudios de ingeniería mecánica,
abandonándolos entre 1920 y 1922 para unirse al programa de entrenamiento de la
escuela de vuelo y mecánica de la Nebraska Aircraft Corporation en Lincoln. En
1924 comenzó a entrenarse en el cuerpo aéreo del ejército de los Estados Unidos
y, tras finalizar los entrenamientos como el primero de su promoción, se
incorporó como piloto comercial a la ruta postal de Saint Louis.
El
Spirit of St. Louis
En 1927 saltaría a la fama mundial con su gran
hazaña aeronáutica. En 1919 el filántropo francés Raymond B. Orteig, afincado
en los Estados Unidos, había ofrecido la suma de 25.000 dólares al primer
piloto que realizase un vuelo trasatlántico, sin escalas, entre Nueva York y
París. Lindbergh aceptó el reto. Utilizando su monoplano Ryan M-2 modificado,
bautizado como Spirit of St. Louis, despegó del aeródromo Roosevelt, en Long Island,
el 20 de mayo de 1927, aterrizando con éxito en el aeropuerto de Le Bourget,
cercano a París, culminando un vuelo de 33 horas y 32 minutos.
Charles
Lindbergh y el Spirit of St. Louis
El "Piloto Loco", que había preferido un
monomotor para este peligroso viaje, a pesar del alto riesgo que ello implicaba
en caso de fallo mecánico, se convirtió en el primer hombre en cruzar el
Atlántico, sin escalas y en solitario. Fue aupado de repente en celebridad
global y en un símbolo de la modernidad. En el aeródromo de Le Bourget fue
recibido con todos los honores por el presidente de Francia, Gaston Doumergue y
el de Estados Unidos, Calvin Coolidge, siendo escoltado, como un héroe de
guerra, por barcos y aviones militares en su regreso a Washington.
Tras numerosos festejos y vuelos de exhibición en
los Estados Unidos, Centroamérica, Colombia, Venezuela y el Caribe, el Spirit
of St. Louis fue entregado al Instituto Smithsonian, para su conservación, el
30 de abril de 1928. Tras alcanzar la gloria Lindbergh se dedicó
profesionalmente a la exploración y a las aerolíneas comerciales, siendo
referencia técnica e industrial de los nuevos medios de transporte aéreos:
realizó el primer viaje sin escalas entre Washington y México (1927) y exploró
las rutas aéreas hacia Asia a través del Pacífico (1931-33). En los años
treinta se convirtió en directivo de la compañía aérea Panamerican y participó
en las investigaciones científicas del premio Nobel de Medicina Alexis Carrel.
El asesinato de su hijo
En 1932 tuvo lugar el momento más dramático de la
vida de Lindbergh, que tendría amplias repercusiones en su vida posterior: el
asesinato de su hijo de 19 meses. Este suceso atrajo el interés de la prensa
internacional, dada la relevancia global del personaje.
Lindbergh vivía con su esposa, Anne Spencer Morrow,
heredera de una importante fortuna e hija del abogado Dwight Morrow, socio de
J. P. Morgan & Co., embajador en México y senador por Nueva Jersey. La
feliz y próspera pareja, que tenía un bebé y estaban esperando su segundo hijo,
pasaba los fines de semana en su casa de Hopewell, Nueva Jersey. La noche del
martes 1 de marzo de 1932, hacia las 20:30 horas, un carpintero de origen
alemán, Bruno Hauptmann, utilizó una escalera para trepar a la ventana del
segundo piso donde dormía en su cuna Charles Lindbergh hijo. El secuestrador
dejó una nota y salió con el niño en brazos. Al bajar por la escalera, el
exceso de peso rompió un peldaño y Hauptmann perdió el equilibrio, el bebé se golpeó
la cabeza y se desnucó. Hauptmann intentó encubrir las pruebas, se fue en su
coche y enterró al niño en un bosque cercano al domicilio Lindbergh, regresando
a su casa en el Bronx.
El secuestro se descubrió hasta las 22:00 horas,
cuando Charles Lindbergh llamó a la policía. El suceso se convirtió en un
espectáculo mediático, con la intervención de toda la sociedad estadounidense,
indignada, incluido el gánster Al Capone que intercedió para encontrar al hijo
de los Lindbergh. El 12 de mayo la búsqueda terminó de forma dramática con la
noticia de que el niño ya estaba muerto: un camionero llamado William Allen
encontró el cadáver del pequeño.
Lindbergh declarando en el juicio por el asesinato
de su hijo
Hauptmann fue encontrado culpable en un juicio
estelar que desató un seguimiento mediático nunca antes conocido. Según las
pruebas del momento, el secuestrador fue condenado a muerte, aunque existen
abundantes dudas respecto a su culpabilidad. La presión mediática, desconocida
hasta entonces, provocó errores de procedimiento judicial, bajo la necesidad de
localizar rápidamente a un culpable para un crimen de tanta notoriedad. El
carácter de Lindbergh quedaría profundamente marcado por este dramático suceso.
La Segunda Guerra Mundial y el nazismo
Seguramente a causa de la presión mediática tras el
caso de su hijo, la familia se trasladó a Europa en 1935 donde Charles
Lindbergh pudo conocer la organización y funcionamiento de las incipientes
fuerzas aéreas de varios países. Quedó especialmente impresionado por la
organización de las fuerzas aéreas alemanas, y a su regreso a los Estados
Unidos, en 1939, recorrió el país dando conferencias en contra de la
participación americana en la guerra, declarándose partidario del
aislacionismo. Expresó en numerosas ocasiones que la Luftwaffe le parecía
invencible para cualquier otra fuerza aérea, contribuyendo notablemente a la
fama de la Fuerza Aérea alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Charles Lindbergh, 1927
Mostró su abierta admiración por el Tercer Reich y
Adolf Hitler, apoyando algunas de las medidas más polémicas del nazismo, como
la política de partos selectivos. La polémica desatada por sus opiniones,
marcadamente racistas, le obligaría a abandonar todos sus cargos públicos, aunque
su imagen quedó muy dañada. Para lavar su imagen, durante la Segunda Guerra
Mundial actuó como técnico civil en la fabricación de aviones, llevando a cabo
incluso algunas misiones de reconocimiento con las fuerzas aéreas
estadounidenses en el Pacífico y Europa.
Vida posterior
Tras la Segunda Guerra Mundial, mantuvo una vida
discreta en Darien, Connecticut, siendo consultor de la US Air Force y la Pan
American World Airways. Se mostró convencido de que sus teorías políticas eran
correctas al ver que media Europa caída bajo el control del comunismo en la
Guerra Fría, pasando de puntillas por su apoyo a los fascismos y,
particularmente, su concordancia ideológica con el nazismo. Especialmente
simbólico fue su silencio sobre el Holocausto.
Su relato autobiográfico, The Spirit of St. Louis
(1953), obtuvo el premio Pulitzer en 1954 y se convirtió en un best seller
adaptado por Hollywood en la homónima película de éxito, interpretada por James
Stewart en el papel del Charles Lindbergh y dirigida por Billy Wilder.
Eisenhower restauró el status de Lindbergh como Brigadier General del Ejército
de los Estados Unidos en 1954. Vivió sus últimos años en su retiro de Maui
(Hawaii), donde murió en 1974 y está actualmente enterrado.
Charles Lindbergh, 1925
Fuente: https://www.lasegundaguerra.com