5 de noviembre de 2018
AVG - TIGRES VOLADORES
Cuando se habla de Los Tigres Voladores, quienes
han oído hablar del tema, inmediatamente piensan en "Pappy"
Boyington, el caza P-40B con su cara de tigre enfrentándose al Cero japonés y
algunos, tal vez, en el general Claire Chennault y en el AVG (American
Volunteers Group) o Grupo de Voluntarios Estadounidenses.
El Capitán Claire Chennault
En 1937, Claire Chennault, era un capitán del
Cuerpo Aéreo del Ejército de EEUU, que pasaba a retiro y aceptó la oferta de
Soong Mei Ling, esposa de Chiang Kai-Shek, para realizar un misión de
evaluación de la aviación militar en China, que para entonces estaba a punto de
entrar en guerra con el Japón.
Chennault fue un asesor civil de la Comisión de
Asuntos Aéreos dirigido por la Sra. Chiang Kai-Shek. Hasta 4 meses después de Pearl Harbor,
Chennault, cuyo pasaporte lo definía como granjero, era sólo un capitán retirado
sin rango militar en las fuerzas armadas chinas y oficialmente Asesor del Banco
Central de China.
A mediados de 1938, Chennault fue enviado a
Kunming, capital de la provincia de Yunnan para formar una aviación militar
china bajo normas estadounidenses. Luego de relacionarse convenientemente con
personalidades de ese país, se dedicó a su principal objetivo que fue
establecer campos aéreos en lugares estratégicos y formar un sistema de alarma
temprana contra ataques aéreos.
Chennault construyó pistas de aterrizaje de 3000
metros de longitud y formó una red de vigilancia interconectada por radio,
teléfono y telégrafo usando los miles de campesinos dispersos en todas las
áreas susceptibles a ser atacadas por la aviación japonesa. Paralelamente y cuando ya Japón invadió
China, Chennault formó una red de rescate de pilotos derribados y organizó la
recuperación de los restos de los aviones japoneses estrellados para obtener
información sobre los mismos. Pero como
los chinos no tenían aviones modernos y estaban por tanto a merced de los
bombarderos japoneses, en 1940 Chiang Kai-Shek envió a Chennault a Estados
Unidos con el propósito de comprar aviones de combate.
Curtiss P-40 "Tomahawk" del AVG
Fue entonces que a Chenault se le ocurrió la idea
de formar un grupo de voluntarios estadounidenses para volar y combatir a los
japoneses con los aviones que iba a comprar.
China tenía algunos aviones viejos
Curtiss-Wright. En esos meses, los
ingleses habían desechado la idea de comprar los aviones Curtiss P-40B
Tomahawk, por no cumplir el estándar ingles.
La Curtiss le ofreció los aviones a Chennault, a lo que los británicos
no se opusieron pues estaban más interesados en adquirir aviones que pudieran
hacerle frente a los Messerchmitt Me 109 alemanes, cosa imposible, ni siquiera
imaginar, que un P-40B podría resistir.
Los P-40B carecían hasta de una mira óptica,
tampoco tenían soportes para bombas o para tanques auxiliares de combustible. Los
voluntarios del AVG, más bien mercenarios, tuvieron que ingeniárselas para
hacer una especie de mira artesanal hecha con material de desperdicios con la
que pudieran apuntar las armas del Curtiss.
Los mandos militares se opusieron a que mercenarios
estadounidenses fueran a combatir en China, pero Roosevelt firmó la orden el 15
de abril de 1941, autorizando a reservistas del Cuerpo Aéreo del Ejército a
hacer contratos de servicios que les garantizaban de $ 250 a $ 750 mensuales,
gastos de viaje, alojamiento, y $ 30 adicionales para alimentos. Las reglas de disciplina eran estrictas,
serían despedidos por insubordinación, uso habitual de drogas o alcohol,
enfermedad no contraída en servicio, fingir enfermedad o revelar información
confidencial. Las faltas menores eran castigadas con multas. El contrato no mencionaba los $ 500 ofrecidos
por el gobierno chino por cada avión japonés derribado. Ese bono era sólo para aviones derribados en combate,
pero luego fue extendido a aviones destruidos en tierra y confirmados. Era pues
una gran oportunidad para cualquier piloto de caza.
Greg
Boyington
Primer
contingente
El 10 de julio de 1941, cinco meses antes de Pearl
Harbor, salió el primer contingente de voluntarios rumbo a China a bordo del
barco holandés Jaegersfontaine. Poco
antes de salir, Roosevelt aprobó la partida de un nuevo contingente de 100
pilotos y 181 artilleros y operadores de radio para viajar en noviembre y otro
grupo igual en enero de 1942.
Llegados a China fueron entrenados en el idioma
chino, la geografía, las costumbres, el funcionamiento de la red de alerta y
todos los demás pormenores de la operación, incluyendo el conocimiento de
manuales de vuelo obtenidos de los aviones japoneses estrellados y que fueron
traducidos al inglés.
A6m Cero
El Cero vs el Tomahawk
Chennault sabía que los aviones Cero eran muy
superiores a los P-40B, pero estos los aventajaban en velocidad en picada y
vuelo horizontal. Por tanto, su doctrina
se basó en atacar por sorpresa desde arriba, disparar y huir. No hacerlo así significaba la muerte segura,
pues los P-40B no tenían posibilidades de enfrentar de igual a igual a los
cazas de la Marina Imperial, aunque otra cosa era con los bombarderos bimotores
y cazas del Ejército Imperial que eran menos ágiles que el Cero.
Primer combate
El 12 de diciembre el Tercer Escuadrón del AVG fue
enviado a Rangún para unirse a los británicos en la defensa de Birmania. El Grupo de Voluntarios sólo entró en combate
con los japoneses 13 días después del ataque a Pearl Harbor y no antes como
mucha gente cree y el máximo número de aviones que pudieron reunir fue de 55
P-40B en situación de operatividad. El
primer combate se llevó a cabo el 20 de diciembre de 1941 en Kunming, donde
derribaron a 6 aviones sin pérdidas propias.
Tres días después los P-40B, junto a cazas de la RAF enfrentaron a
aviones de bombardero japoneses en Rangún.
Los Tigres Voladores
Cuando los Tigres Voladores, llamados así por las
fauces de tigre pintados en su proa, terminaron las operaciones en julio de
1942, habían derribado 286 aviones japoneses con la perdida en combate de 9
pilotos y otros 4 perdidos en acción.
Otros dos pilotos murieron por la explosión de bombas japonesas y nueve
más en misiones de instrucción o de transporte.
Bob Scott
Bob Scott, se convirtió en comandante del AVG
cuando los pilotos dejaron su condición de mercenarios para formar parte del
Cuerpo Aéreo de Estados Unidos. Bob
Scott escribió el libro "Dios es mi copiloto".
Los Ases del AVG
Entre los ases del Grupo de Voluntarios se
encuentran Bob Reale que derribó dieciséis aviones. Lo sigue David "Tex" Hill, con doce. Luego Bill Reed, con once. George Burgard,
Bill McGarry, Ken Jernstedt, John Newkirk, Bob Little y Charles Older con diez
derribos cada uno, además de otros derribos compartidos con compañeros. Muchos más, como Greg Boyington, alcanzaron
primacía con la destrucción de cinco o más aviones enemigos, según la AVG con
dos derribos, más 3.75 destruidos en tierra.
Segundo combate del AVG
Pero, hay que aclarar que los Tigres Voladores no
enfrentaron a muchos cazas Cero de la Marina Imperial, sino que la mayoría de
los encuentros en Indochina y Birmania, fueron contra bombarderos bimotores y
cazas Hayabusa "Oscar" o Mitsubishi A5M2 "Claude" del ejército. El segundo combate se llevó a cabo el 23 de
diciembre de 1941, con 14 cazas P-40B y 16 Brewster Buffalos de la RAF en
Rangún. Los informes son
contradictorios; fuentes de EEUU dicen que 6 bombarderos y cuatro cazas
japoneses fueron derribados por los Tigres Voladores y 4 por los británicos,
los Tigres Voladores perdieron 4 aviones y dos pilotos y los británicos
sufrieron el derribo de 5 cazas. Los
informes británicos dicen que cuatro P-40 cayeron en llamas y cinco Buffalos se
estrellaron al aterrizar, dejando un saldo de 7 pilotos aliados muertos.
75 derribos en 11 días
Según las memorias del General Claire Chennault, el
25 de diciembre, dos oleadas de 80 bombarderos japoneses y 48 cazas atacaron
Rangún. Los AVG derribaron 23 de ellos con probablemente 6 más derribados en el
Golfo de Martaban. Ningún P-40B fue
derribado. El día 28 un nuevo ataque de
20 bombarderos y 25 cazas fueron interceptados por el AVG que derribó a 10 de
ellos sin perdidas propias. El día 28
los P-40B derribaron 10 aviones japoneses de una fuerza de 40 bombarderos y 20
cazas. El 31 de diciembre un nuevo
ataque de 80 aviones japoneses sufrió la pérdida de 15 aparatos sin derribar
ningún avión aliado. En 11 días de lucha los Tigres habían derribado 75 aviones
japoneses, sufriendo la pérdida de 6 P-40B y dos pilotos.
El enemigo
En todas esas acciones los aliados se enfrentaron a
aviones caza "Claude" Tipo 96 de la Armada, con tren de aterrizaje
fijo, y los "Nates" Tipo 97 del Ejército, también con tren fijo. No se conocen los informes japoneses
oficiales de las bajas sufridas por su aviación durante esos días en Indochina
y Birmania, ni se sabe cuántos aviones japoneses fueron derribados por la
artillería antiaérea británica.
Enero de 1942
Los primeros días de enero, los AVG recibieron en
Birmania el refuerzo de 8 aviones del Primer Escuadrón AVG procedentes de
China. Comenzaron entonces una serie de
misiones de ataque a los campos aéreos japoneses en Tailandia destruyendo 12
aparatos en tierra. El 13 de enero se incorporaron los restantes aparatos del
1º Escuadrón AVG. El 23 de enero 72
aviones japoneses atacaron Rangún siendo derribados 21 de ellos con la pérdida
de un P-40B.
A fines de enero las fuerzas terrestres japonesas
comenzaron la ofensiva contra Rangún que terminó a finales de febrero. En ese período los Tigres Voladores atacaron
nuevamente las bases japonesas en Tailandia destruyendo 60 aparatos. El avance de las fuerzas japonesas obligó al
AVG a trasladarse a Magwe y finalmente replegarse al interior de China, donde
cumplieron misiones de apoyo a las fuerzas terrestres chinas.
De izquierda a derecha: John Allison, Dave
"Text" Hill, Albert "Ajax" Baumler y Mack Mitchel.
Cualidades del P-40B
La velocidad de picada, la fortaleza del avión, su
blindaje y la sorpresa, eran los factores determinantes para el éxito de los
Tigres Voladores. Los cazas japoneses
no tenían blindajes en el espaldar del asiento del piloto, aunque eso
significaba menos peso y más agilidad, volaban mejor a mayor altura que el P-40B,
tenían mayor radio de acción, subían más rápido y tenían más poder de
fuego. Por ello, la táctica de Chennault
dio tan buenos resultados: picar, disparar y huir.
Fin del AVG
Sin embargo, el avance demoledor de las fuerzas
japonesas en mar y tierra causaron que los éxitos de los Tigres Voladores
fueran minimizados. Simplemente no
tenían futuro en esa guerra y a la medianoche del 4 de julio de 1942 la unidad
fue disuelta para ser reemplazada por la Fuerza de Operaciones en China, una
organización que, para el momento de formada, no tenía certeza de cuánto podía
durar pues contaba con sólo siete bombarderos B-25 y 30 cazas P-40B
operativos. Chennault protestó por el
desmantelamiento y el General Stilwell lo destituyó nombrando como comandante a
Bob Scott. Los problemas de Chennault
eran de larga data: los altos mandos militares no lo soportaban porque siempre
se dirigía directamente a Chiang Kai-shek y al Presidente Roosevelt, ignorando
la autoridad de sus superiores. Es decir,
Chenault se sentía que comandaba su propia "fuerza aérea" bajo las
órdenes solamente de los jefes de Estado de los dos países.
Retiro del General Chennault
A comienzos de marzo de 1943, el para entonces
General Chennault, tomó el mando de la naciente 14ª Fuerza Aérea reemplazando a
la Fuerza de Operaciones de China.
Chennault se mantuvo en el comando hasta fines de julio de 1945, pasando
por segunda vez al retiro en octubre de 1945.
Balance final
Los Tigres Voladores, después de siete meses de
combates contra fuerzas muy superiores tuvieron sólo 30 bajas. El balance
disciplinario de los Tigres Voladores fue que, al menos un piloto, fue
despedido por cada una de las faltas enumeradas en el contrato, pero ninguno
por haber incurrido en indiscreciones respecto a informes confidenciales.
Muchos piensan que los éxitos fueron
convenientemente inflados para elevar la moral de los estadounidenses, pero a
falta de más pruebas, no hay otra alternativa que aceptar las estadísticas
aliadas. Pero, números más o números
menos, lo cierto es que un pequeño grupo de mercenarios se enfrentó con éxito a
fuerzas, en su mayoría inferiores en equipo, gracias al empleo de tácticas
adecuadas a las circunstancias. Sin
embargo, los éxitos de los Tigres Voladores no tuvieron ninguna relevancia en
el transcurso de la guerra, pues de manera alguna podrían haber detenido el
avance de las fuerzas japonesas en Asia.
Fuente: www.exordio.com