9 de noviembre de 2018
EL ESCUADRÓN 201: MÉXICO EN LA II GUERRA MUNDIAL
Los pilotos mexicanos del Escuadrón 201 lucharon al
lado de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. En el frente del Pacífico, 30
Águilas Aztecas lograron poner fuera de combate a 30000 japoneses.
El 13 de mayo de 1942, a las 23:55 horas, el mar
frente a las costas de Florida se estremeció cuando el torpedo de un submarino
alemán impactó en el buque petrolero mexicano “Potrero del Llano”. El gigante
de acero desapareció en las profundidades del Golfo de México, arrastrando
consigo a 13 miembros de la tripulación.
Este acontecimiento no solo removió las aguas
marinas, sino también las entrañas de la nación mexicana, que hasta aquel
momento había logrado mantener su neutralidad en la Segunda Guerra Mundial. La
prensa del país incluso publicó un corrido sobre esta provocación:
“Con el pecho conmovido
mi gran pueblo mexicano
vengo a cantar el corrido
de un atentado inhumano
lloro al “Potrero del Llano”
barcotanque nacional
al que un torpedo villano
hundió artero su puñal”.
Solo siete días más tarde, Neptuno volvía a exigir
un sacrificio: a su regreso de un viaje a Estados Unidos, el buque petrolero
“Faja de Oro” fue torpedeado y destruido por un submarino alemán. Esta vez,
nueve marineros perdieron la vida a manos de los nazis.
Pilotos del Escuadrón 201.
México entra en la guerra
Las agresiones en alta mar desataron un tsunami
político que obligó al gobierno de México a adoptar una postura frente al
conflicto bélico. El 28 de mayo de 1942, la seria y segura voz del presidente
Manuel Ávila Camacho resonaba en las radios a lo largo y ancho del país:
“Frente a esta reiterada agresión, …un pueblo libre y deseoso de mantener sin
mancha su ejecutoria cívica no tiene más que un recurso: el de aceptar
valientemente las realidades y declarar… que… existe un estado de guerra entre
nuestro país y Alemania, Italia y Japón”.
Para apoyar a las fuerzas aliadas, y evitar que los
mexicanos sirvieran de carne de cañón, se decidió crear una pequeña, pero
efectiva, unidad aérea de combate cuya misión consistiría en liberar a
Filipinas del asedio japonés. Así fue como nació la Fuerza Aérea Expedicionaria
Mexicana (FAEM), alias Escuadrón 201.
El logotipo de la Águilas Aztecas: "Pancho
Pistolas".
A México y Filipinas los unían fuertes lazos de
hermandad. Asimismo, el país latinoamericano contaba con una significante
población coreana resentida con la brutal lucha que el imperio nipón libraba en
territorio coreano. Por último, los japoneses también se convirtieron en el
blanco de la FAEM tras conocerse los planes de una conspiración frustrada con
el fin de desembarcar en Navojoa, en el estado de Sonora.
300 voluntarios se alistaron para defender a la
patria. El 21 de julio de 1944, el pueblo mexicano se congregó en la capital
del país para despedirse de sus valientes hijos, y Ávila Camacho ofreció
cumplirles una especie de último deseo. Las palabras del soldado Ángel Cabo
Bocanegra del Castillo trascendieron el tiempo: “Mi presidente, ...solicito que
una escuela sea construida en mi pueblo natal de Tepoztlán, Morelos, ya que me
da usted esta oportunidad de pagarla con mi sangre”.
Águilas Aztecas vs. Sol Naciente
Durante aproximadamente siete meses, la unidad
mexicana recibió entrenamiento en distintas bases militares en EEUU.
Curiosamente, los pilotos, que encabezaban el Escuadrón 201, fueron instruidos
por mujeres, lo que probablemente significó un reto inusual para hombres que
provenían de una sociedad preponderantemente machista. Finalmente, solo los 30
mejores pilotos fueron seleccionados para apoyar a EEUU. en la guerra aérea
en el frente del Pacífico, a donde partieron el 27 de marzo de 1945, acompañados
por 268 integrantes del personal de tierra.
Desfile de los victoriosos supervivientes del
Escuadrón 201.
Bajo su nombre de combate “Águilas Aztecas”, los
mexicanos no solo pelearon contra la legendaria fuerza del Sol Naciente, sino
que también se enfrentaron a los prejuicios racistas de muchos militares
norteamericanos, a quienes demostraron su destreza y valor.
El Escuadrón 201 voló 1966 horas en misión de
combate, sirviendo en observaciones, bombardeos y ametrallamientos de
posiciones japonesas en Filipinas y Formosa. Los pilotos mexicanos jugaron un
papel decisivo en la liberación de la Isla de Luzón. Si bien cinco de ellos
murieron en el frente, al final de la Segunda Guerra Mundial, las “Águilas
Aztecas” habían puesto fuera de combate a 30000 soldados japoneses, destruyendo
infraestructura, armas y convoyes de abastecimiento y refuerzo.
El 18 de noviembre de 1945, un México orgulloso
recibía con los brazos abiertos a los victoriosos supervivientes. Con máxima
eficacia, esta pequeña unidad de combate contribuyó significativamente a
combatir las potencias del Eje.
Fuente: https://www.dw.com