9 de noviembre de 2018
EL CURIOSO ÉXITO DE LOS BUFFALOS FINLANDESES
Un Brewster Buffalo de la fuerza aérea finlandesa
en los primeros años de la segunda guerra mundial. La Fuerza Aérea Finlandesa
utilizó la esvástica azul desde su creación en 1918 durante la guerra civil
hasta 1945.
El avión que dejó tan mal recuerdo en la aviación
colonial británica y holandesa tiene un altar levantado en la memoria de la
aviación militar finlandesa (Ilmavoimat). Varios factores se unen para explicar
esta paradoja. Los pilotos finlandeses parece que eran excelentes, a pesar de
que andaban cortos de gasolina para los entrenamientos, y la unidad que recibió
la cincuentena de Buffalos estaba especialmente dotada y tenía de jefe a un
verdadero artista de la aviación militar, el mayor G. Magnusson, considerado el
“padre” de la aviación de caza finlandesa (1). Las tácticas utilizadas para el
combate aéreo también eran de calidad, incluso teniendo en cuenta que un
sistema centralizado de mando y control de los aviones, como el que hizo ganar
a los británicos la batalla de Inglaterra, era prácticamente inexistente en
Finlandia.
También es cierto que los finlandeses pensaban que
estaban defendiendo su país contra un enemigo muy poderoso, la Unión Soviética,
mientras que los militares coloniales del SE de Asia subestimaban a su
adversario, la aviación militar del Imperio japonés. El caso es que el buen
concepto que mereció el Buffalo en manos finlandesas llegó a tal punto que se
planteó la fabricación del avión en Finlandia, sustituyendo partes metálicas
por madera (2). Se construyeron algunos prototipos del que se llamó VL (Valtion
Lentokonetehdas, Fábrica de Aviones del Estado) Humu (algo así como
“Bullicioso, atrevido”). No había posibilidad de asistencia técnica del
constructor, de manera que se trató de otro caso de ingeniería inversa,
parecido al del Tu-4 soviético.
Los Buffalos no llegaron a tiempo de participar en
la guerra de invierno, pero si actuaron en la de Continuación. Las cifras de
derribos de aviones soviéticos y pérdidas propias son asombrosas, del orden de
20 a 1 a favor de Finlandia, muy distintas de las cifras equivalentes de
británicos, holandeses y norteamericanos contra la aviación japonesa en el SE
de Asia y Midway. Los pilotos japoneses y sus técnicas debían ser
excepcionalmente buenos y al mismo tiempo sus equivalentes soviéticos muy
deficientes para explicar esta gran disparidad, pero el desequilibrio solo
funcionó al principio de la guerra, y a medida que avanzaba los Aliados
recuperaron y sobrepasaron cualquier terreno que hubieran perdido en el aire.
(1)
Brewster 239 in Finnish service, by Jukka Raustia http://www.warbirdforum.com/faf.htm
(2)
William Green & Gordon Swanborough: The complete book of fighters –
Salamander Books (1994)
Fuente: https://aeropinakes.com