Hoy en
día, los pasajeros de un avión que miran las nubes por la ventanilla, tomándose
un gin tonic y unos cacahuetes y sin reparar en que vuelan al borde de la
estratosfera probablemente no piensen que hace 60 años, alcanzar esas alturas
(más de 10 kilómetros) se consideraba algo heroico. Sólo los pilotos
especialmente entrenados podían realizar vuelos a gran altura, y una máscara de
oxígeno les ayudaba a combatir el aire enrarecido.
Un
traje espacial o una cabina presurizada podrían proteger a una persona de la
baja presión atmosférica y del frío y, sobre todo, mantener el rendimiento en
alta atmósfera. Este problema fue resuelto por la Oficina de Diseños
Especiales, o BOK, creada en enero de 1931. La nueva unidad se organizó en el
TsAGI, el Instituto Central de Aerohidrodinámica. Fue dirigido por un graduado
de la Academia Militar del Aire de Zhukovski e ingeniero de diseño de TsAGI,
Vladímir Antonovich Chizhevski.
Vladímir Antonovich Chizhevski
La creación de aviones con cabinas selladas se convirtió en el principal objetivo de la Oficina de Diseños Especiales. Todas las máquinas creadas bajo la dirección de V.A. Chizhevski recibieron la denominación “BOK”, y probablemente por eso la gente sabe menos de él que de diseñadores de aviones cuyos nombres se utilizan para aviones y helicópteros, como MiG o Sujói.
El
primogénito de la marca BOK fue la góndola sellada del globo “URSS”. En 1933,
este realizó un brillante vuelo récord en la estratosfera. Dejando muy atrás el
logro mundial del físico suizo Auguste Piccard (16.370 metros), la máquina
voladora soviética, como puede leerse en la web especializada Airwar.ru llegó a
los 19 kilómetros de altura. La tripulación realizó experimentos únicos y
reunió material que aclaró la estructura de la atmósfera y sus parámetros a
gran altura. Este vuelo allanó el camino para el desarrollo de los primeros
aviones domésticos con cabinas presurizadas.
Globo soviético URSS-1 antes de ascender hasta los 19.000 metros. Rusia 1933.
La idea de la creación de un avión estratosférico se formó en BOK mientras se trabajaba en la góndola del globo “URSS”. En abril de 1934, Chizhevski intervino en la Conferencia de la Unión sobre Estudios de la Estratosfera. En su informe, formuló los requisitos básicos de un avión de gran altitud con cabina presurizada e inmediatamente después propuso el diseño del primer avión estratosférico de la URSS BOK-1. Esta máquina debía utilizarse para realizar estudios aerodinámicos a gran altura, para probar la cabina presurizada y los controles exteriores, y para probar las capacidades del motor.
El BOK-7, fue diseñado principalmente para alcanzar altitudes récord, ya contaba con una cabina presurizada ventilada. El BOK-7 era casi una copia del BOK-1, pero la cabina presurizada estaba incorporada, es decir, era inseparable del fuselaje; sus paredes eran las del fuselaje. Encima de la cabina había dos cúpulas convexas sobre los asientos del piloto y del observador, cada una con varios ojos de buey. El motor era un M-34FRN.
El avión fue probado en 1938 y mostró los mismos datos que el BOK-1. Fue probado (al igual que el BOK-1) por los pilotos I. F. Petrov y P. M. Stefanovski. Se realizaron interesantes experimentos con este avión y el siguiente Bok-11 en tierra. Varias tripulaciones que se preparaban para vuelos de larga distancia a gran altitud (Gromov, Yumashev, Danilin, Spirin, Baidukov, Beliakov y otros) pasaron varios días cada una en una cabina presurizada del avión, probando todo el ciclo de vida en ellos mismos. Así se entrenó a los pilotos para futuros vuelos de larga distancia a gran altura en el nuevo avión BOK-15.
Fuente: https://es.rbth.com