Aguirregoicoa Benito, Ignacio. Placencia (Euskadi) 1923 - Letonia 9/III/1943
El 14
de junio de 1937, formó parte del grupo de unos 500 niños que partieron desde
Bilbao hacia Leningrado (URSS) para huir de la guerra y con la idea de que
retornasen cuando esta terminara. Cuestión que no sucedió. Se les denominó
"niños de la Guerra".
Cuando
comenzó la invasión alemana sobre la URSS, la casa de acogida de Kiev fue
evacuada y de los niños de la guerra que allí se alojaban, 8 lograron ingresar
en un aeroclub de Moscú en otoño de 1940; Ignacio Aguirregoicoa, Ramón Cianca,
José Luis Larrañaga, Luis Lavin, Antonio Lecumberri, Antonio Uribe.
Tras
vencer muchas dificultades provocadas por su condición de extranjeros, el 22
abril de 1941,ingresaron en la Academia Superior de Aviación Chkalov, en la
ciudad de Borisoglebsk, provincia de Voronez.
Ignacio,
tras pasar por la academia de aviación, en julio de 1943 fue asignado al frente
Báltico a las órdenes del as Pokrishev, con 23 victorias en su haber. Con el nombre de guerra de Benito Aguirre, al
confundir el segundo apellido con el nombre y acortar el impronunciable
Aguirregoicoa, combatió 8 meses, superando el promedio de supervivencia de un
piloto novato Ruso.
El 9 de
marzo de 1944 despegó del aeródromo de Gdov, una base avanzada junto al lago
Peipus, escoltando a unos bombarderos que iban a atacar Tallin. Fue derribado y sobrevivió, pero una vez en
tierra viéndose perseguido por la policía letona, colaboradora de los nazis, se
disparó en la sien con su pistola reglamentaria. Su cuerpo fue enterrado en
Mustvee una población a la orilla del lago Peipus, en la actual Estonia.
En 1965
dieron su nombre a una calle de esta ciudad a instancia de las Juventudes
Comunistas. Sin embargo en 2002 el nombre de la calle fue adaptado a
"Benito Aguirre" equivocando el segundo apellido como si fuera el
nombre y resumiendo el primer apellido, desde 2002.
Arias Arias, Antonio. Madrid, 29/IV/1915 – Madrid, IV/1995
Nació
en Madrid en el seno de una familia humilde. Trabajó como obrero tipógrafo del
periódico ABC y participó activamente en las manifestaciones que se produjeron
en la capital en relación con la Revolución de Octubre de 1934. Fue detenido y
encarcelado, pero salió de la cárcel gracias a la amnistía general que concedió
el gobierno del Frente Popular a los presos políticos tras las elecciones de
febrero de 1936.
Al
producirse la sublevación militar de julio se unió a las milicias que
contribuyeron a sofocar el levantamiento militar en Madrid, participando
después en los combates de la Sierra, donde fue herido. Estando convaleciente, superó las pruebas
exigidas en la convocatoria para convertirse en alumno-piloto, viajando a la
URSS como miembro de la Primera Promoción.
En
junio de 1937 regresó a España con el grado de Sargento (D.O. Nº 187 del
30.07.1937) y después de un breve periodo de reentrenamiento en El Carmolí
(Murcia) pasó destinado en agosto a la 1ª Escuadrilla de Manuel Aguirre López.
En noviembre de 1937, Manuel Zarauza lo reclamó para que se incorpore como su
subalterno al mando de la 4ª Escuadrilla, en la que ascendió a Teniente en
abril (D.O. Nº 87 del 12.04.1938). En el mes de julio, iniciada la batalla del
Ebro, Arias asumió el liderazgo de la 4ª Escuadrilla con la que tuvo un muy
destacado papel al equiparse con motores sobrealimentados e instalación de
oxígeno. En septiembre ascendió a Capitán (D.O. Nº 295 del 11.11.1938) y siguió
combatiendo hasta el fin de la campaña de Cataluña.
En
febrero de 1939 atravesó los Pirineos y fue internado junto al resto de los
aviadores en los campos de concentración de Argelés-sur-Mer y Gurs. Gracias a
la mediación del Socorro Rojo Internacional, salió del campo en agosto y emigró
a la URSS.
Se asentó
en Járkov (Ucrania) trabajando como mecánico en una fábrica de tractores. Al
producirse la invasión alemana en junio de 1941 se encontraba en Moscú donde
estaba estudiando desde el mes de febrero con Domingo Bonilla y Juan Lario.
Después de pasar por varios destinos, Arias se incorporó a las VVS junto con
otro grupo de españoles.
El
aviador madrileño voló en la 1ª Escuadrilla de la 1ª Aviabrigada, la 2ª
Escuadrilla de la 283ª IAP en la defensa de Moscú.
En la
primavera de 1942, pasó a la 740ª IAP de la 130ª División de Caza en Vologdá y
en enero de 1943, ya como jefe de la segunda escuadrilla se trasladó al frente
del Voljov para romper el cerco alemán de Leningrado.
Posteriormente
fue enviado a la 964ª IAP de la 147ª IAD con la que intervino en la
"operación Bagration" y, finalmente, en los combates de Prusia
Oriental a la 439ª IAP de la 144ª IAD en la que desempeñaría el puesto de Jefe
de Observadores con el empleo de Mayor (Comandante) hasta el fin de la
contienda.
Participó
en 154 duelos aéreos sin que fuese derribado un sola vez, cosa excepcional por
aquel entonces. Anotó 16 derribos y pilotó aparatos tales como el I-16, MiG-3,
P-40, P-39 o Hurricane Mk.II.
En 1948 fue licenciado de las VVS y volvió a trabajar como impresor en la tipografía de Baránovichi. Posteriormente se estableció con su familia en Minsk (Bielorrusia), regresando a Madrid en 1990 donde fijó su residencia hasta su fallecimiento.
Beltrán
Rodrigo, Vicente. Sagunto, 1918 – Valencia, 12/X/1981.
En su
adolescencia trabajó en los altos hornos de Sagunto y cuando alcanzó la mayoría
de edad se inscribió en las convocatorias de pilotos. Fue miembro de la Segunda
Promoción de alumnos-pilotos formados en la URSS. Carlos Javier Sánchez afirma
que después de obtener el título de Sargento Piloto (D.O. Nº 5 del 06.01.1938)
entró a prestar sus servicios en la 1ª Mosca.
El
Sargento Beltrán se incorporó a la 3ª Escuadrilla del Grupo 21 en abril de
1938, siendo derribado en un combate en el Ebro del que salió con graves
quemaduras en la cara.
Obtuvo
el ascenso al empleo de Teniente en el mes de septiembre (D.O. Nº 268
(15.10.1938).
Después
de la guerra pasó a los campos de internamiento franceses y luego se exilió a
la URSS en donde, al empezar la invasión alemana será, junto con Antonio Arias
Arias, uno de los primeros españoles en combatir en la VVS a bordo de un MiG-3
durante la defensa de Moscú.
Bravo Fernández-Fermosa, José María. (Madrid 8/4/1917 - Madrid 26/12/2009)
Desde pequeño recibió una formación muy completa que le permitió realizar intercambios estudiantiles en Alemania. Estudiante de ingeniería en Madrid, el estallido de la Guerra Civil le sorprendió en Santander, presentándose como voluntario en el campo de aviación de La Albericia, donde realiza sus primeros vuelos.
El 6 de
noviembre partió en barco hacia Francia y regresó a España por Barcelona, donde
se presentó a la convocatoria de pilotos que por esas fechas se estaba realizando,
renunciando a una plaza en el primer curso de observadores.
En
diciembre de 1936 partió hacia Kirovad, Rusia, bajo el mando de Manuel Cascón.
Seleccionado como piloto de caza, regresó a España en junio de 1937, habiendo
sido nombrado Cabo el 31 de marzo y Sargento el 30 de abril.
Fue
destinado a la 1ª Escuadrilla de Chato haciendo algunos servicios en la batalla
de Brunete. Poco después pasó a la 1ª Escuadrilla de Mosca que se estaba
reorganizando en Los Llanos. Combatió en Belchite y pronto fue nombrado jefe de
patrulla. En diciembre de 1937 Claudín pasó a mandar la 1ª Escuadrilla y Bravo
pasó a ser el segundo jefe de la Escuadrilla.
En
abril de 1938 le nombraron jefe de la 3ª Escuadrilla, siendo promovido a
Capitán en mayo. La 3ª escuadrilla actuó desde Sagunto toda la campaña de
Castellón, en El Vendrell cuando el ataque a la cabeza de puente de Balaguer, y
basado en Camporrobles en los días del ataque final a Valencia antes había
estado algún tiempo en Alicante, como defensora del puerto. En las primeras
semanas de la batalla del Ebro operó desde Pla de Cabra, tras una breve
estancia en Vendrell. El 27 de agosto le nombran segundo jefe del Grupo 21.
Pasó la
frontera a primeros de febrero y después de pasar por los campos de Argeles y
Gurs aceptó la oferta de ir a la URSS en julio de 1939.
Estudió
en la Escuela de Ingenieros de Jarkov pero al comenzar la invasión alemana de
Rusia en junio de 1941 ingresó en una unidad de guerrilleros hasta su pase a la
aviación a mediados de 1942. Los españoles reagrupados en la VPO pasaron a
defender las estratégicas reservas petrolíferas soviéticas de Bakú.
El 25
de noviembre de 1943, siendo Capitán de escuadrilla del 9º Cuerpo de Ejército
de Aviación de Caza, fue llamado por el Jefe de Regimiento, el Coronel Evdokimenko,
que estaba acompañado por el Jefe del Estado Mayor del Aire, recibió la orden
de escoltar un avión tipo LAV-2 (equivalente soviético al Douglas) relevando a
otras escuadrillas de escolta, con la misión de derribar a cualquier aparato
que se colocase sobre el LAV-2, incluso si fuese de su propia escuadrilla. En
ese avión iba el dictador soviético Josef Stalin hasta Bakú para trasladarse por
tren a Teherán (Iraq) para reunirse con el primer ministro británico, Winston
Churchil y con el presidente de los EEUU Franklin D. Roosvelt; la conferencia
de Teherán.
Sería
obligado a licenciarse con el grado de Teniente Coronel del Ejército del Aire
Soviético en 1948, siendo los españoles desmovilizados con la excusa de la
deserción de un español a Turquía en un Yak 10.
Regresó
a España en 1960 para cuidar a sus padres, donde no se le permitió volar más ni
ejercer la docencia. Hasta su fallecimiento, el 26 de diciembre de 2009, con 12
derribos confirmados y 11 probables.
Hay un
libro sobre su vida titulado "El seis doble".
CURIOSIDADES
El
avión Polikarpov I-16, de la Fundación de Infante de Orleans (sede en Madrid)
está pintado y cuenta con las insignias del aparto que pilotó Bravo durante la
guerra civil. También hay otro aparato pintado igual en el museo del ejército
del aire de Cuatro Vientos (Madrid).
Bonilla, Domingo. ¿?
Cianca,
Ramón.
En 1937
fue evacuado de Bilbao con destino a Leningrado.
Cuando
comenzó la invasión alemana sobre la URSS, la casa de acogida de Kiev fue
evacuada y de los niños que allí se alojaban cuatro lograron ingresar en un
aeroclub de Moscú en otoño de 1940. Tras vencer muchas dificultades provocadas
por su condición de extranjeros, en abril de 1941, fueron admitidos en una
Escuela Militar de Pilotos de Combate. José Luis Larrañaga, Antonio Lecumberri,
Ramón Cianca e Ignacio Aguirregoicoa.
Díaz de
Santos, Joaquín. Getafe 09/10/1916 –
Saratov (Rusia) 15/03/2000
Procedente
de una familia humilde, inició a los 15 años los estudios de comercio que tuvo
que interrumpir dos años después por falta de recursos económicos. Ante la
falta de trabajo ingresó voluntario en Aviación en febrero de 1934 en el
cuartel de Getafe (Escuadra 1). Antes de producirse la sublevación militar se
encontraba de permiso, pero se reincorporó días antes del golpe, colaborando en
la defensa del aeródromo getafense y en la toma del cercano cuartel de
Artillería.
Ingresó
en el Partido Comunista de España (PCE) y luego acudió al llamamiento
gubernamental de pilotos, siendo destinado a un curso que tenía lugar en
Francia, donde obtuvo el título de Piloto elemental.
Al
regresar a España en febrero de 1937 se trasladó a San Javier (Murcia) para realizar
la formación militar aeronáutica culminándola en mayo de 1937 con el empleo de
Sargento (Gaceta de la República del 18.05.1937). Entre mayo y junio de ese año
realizó servicios de protección de la zona de Murcia hasta que pasó a la
Escuela de Alta Velocidad de El Carmolí para hacer el curso de vuelo en
Polikarpov I-16.
En
septiembre se unió a la 1ª Escuadrilla de Moscas que se encontraba en Castejón
del Puente, formando parte de la patrulla de Jacobo Fernández Alberdi. En mayo
de 1938 se le concedió un descanso enviándole a la fábrica de aviones de
Alicante como piloto probador, regresando al frente cinco meses después para
encuadrarse en la 3ª Mosca como jefe de patrulla, unidad en la que combatió
hasta que finalizó la campaña de Cataluña en el aeródromo de Vilajuiga.
El
Sargento Díez atravesó la frontera pirenaica a pie y fue internado en Argeles y
Gurs, de donde salió por mediación de la Internacional Comunista para asilarse
en la URSS.
Domiciliado
en Járkov, fue obrero de una fábrica de tractores y fundó una familia. Al
producirse la invasión alemana en junio de 1941 fue evacuado a Stalingrado,
entrando a trabajar en octubre en la sección de motores de una fábrica de
carros de combate, pero se separó de su familia. Díaz consiguió incorporarse a
un destacamento de voluntarios formado en Moscú a las órdenes del español
Domingo Ungría Navarro, encuadrado en las unidades de Ingenieros de Y. G.
Stárinov. Cuando se permitió a los españoles ingresar en la Aviación soviética
(VVS) Joaquín Díaz fue enviado junto con José María Bravo al aeródromo de
Shijikai, cerca de Bakú (Azerbaiyán), base del 481º IAP Regimiento de Caza del
9º Cuerpo de Ejército asignándole el empleo de Teniente. Díaz tuvo el penoso
deber de asistir a las honras fúnebres de su compañero Manuel Zarauza Claver,
fallecido en accidente de aviación el 7 de octubre de 1942.
Después
de la Segunda Guerra Mundial se estableció en Saratov hasta su muerte.
Fierro
Marín, Andrés. París (Francia), 19.04.1918. - Madrid ¿?.
En
julio de 1936, Fierro era estudiante en la Escuela de Peritos Industriales y
trabajaba en la empresa aeronáutica “Talleres de Precisión de A. Díaz”. Fierro
ingresó en la columna del Sindicato del Metal para combatir en la Sierra de
Madrid bajo el mando del Teniente Arturo González Gil que dirigía a los obreros
civiles de Aviación.
En la
primavera de 1937 se inscribió en la convocatoria gubernamental de pilotos de
aviación y, tras aprobar los exámenes selectivos, ingresó en el aeródromo de La
Ribera.
En mayo
viajó a la URSS como miembro de la Segunda Expedición de alumnos-pilotos,
regresando en noviembre a España como Sargento Piloto (D.O. Nº 5 del
06.01.1938).
Después
de realizar el proceso de reentrenamiento en El Carmolí, el 1 de febrero de
1938 viajó a Liria con otros pilotos para sustituir a aviadores rusos de la 5ª
Mosca.
En
abril de 1938 fue destinado a El Prat (Barcelona) formando parte de la patrulla
de protección de este campo y luego se integró en la 3ª Mosca que dirigía J. M.
Bravo como punto de la patrulla de F. Tarazona en la que combatió en la campaña
de Levante.
El 31
de mayo de 1938 su Mosca resultó impactado cuando va a tomar tierra en Sagunto.
Fierro resulta herido y fue trasladado al hospital valenciano de El Vedat,
reponiéndose de sus heridas en la casa-sanatorio de San Juan de Alicante.
Fue
dado de alta en agosto de 1938 y, tras un breve permiso familiar volvió a ser
destinado a la 3ª Mosca. Se entrevista con Bravo y le muestra su disgusto por
el hecho de que no le hubiera incluido en la propuesta de ascenso a Teniente,
por lo que rechazó la incorporación a la unidad y solicitó un nuevo destino.
A
mediados de septiembre de 1938 fue destinado en Reus a la 1ª Mosca bajo el
mando del Teniente José Redondo. Voló el día 13 en sustitución de Ramón Biedma
en el CM-192 y salió en una misión de protección de Tupolev SB-2; debido a
problemas en el motor del Mosca se vio obligado a aterrizar en el aeródromo de
Almenar, siendo hecho prisionero.
Es
canjeado el 31 de diciembre de 1938 en la frontera franco-española y permaneció
en la Plana Mayor del Grupo 21 hasta la retirada de las tropas republicanas
hacia los Pirineos.
Fue
internado en Argelés-sur-mer y gracias a la ayuda de su familia materna Fierro
consigue abandonar Francia y trasladarse a la URSS, donde empezó a estudiar la
carrera de Ingeniero Industrial en una localidad cercana a Járkov (Ucrania).
Al
producirse la invasión alemana de la URSS, ingresó en una Brigada de
guerrilleros que actuaba tras las líneas alemanas.
En 1942
ingresó en las Ejército del Aire Soviético (VVS) en el 439º IAP (Defensa
Antiaérea) de la 147ª IAD (División de Caza) donde abatió un Junkers 88 con la
técnica del tarán, mientras que el otro lo es por aplastamiento contra el
suelo, siendo Fierro derribado a su vez, por lo que aterriza de emergencia
sufriendo lesiones en la columna.
En
noviembre de 1943 estaba destinado a la una nueva 147ª División Aérea,
compuesta por 3 regimientos de caza distribuidos por Yaroslav, Cherepoviest y
Vólogda. Fierro formaba parte de la 2ª Escuedrilla del 439º Regimiento de
Yaroslav junto a José Ruiz Gómez, Fernando Buenaño Aguilera y Rogelio Trillo
Díaz.
En otra
escuadrilla del Regimiento de Vólogda también había españoles: Julián Díaz
Izquierdo, Francisco Gómez Juán y el ya afamado Antonio Arias Arias (Jefe de la
Escuadrilla). Gisbert se sumó a la Escuadrilla de Arias mientras Cirujeda optó
por la Escuadrilla de Yaroslav.
La 2ª
escuadrilla 439 estaba al mando Andrés Fierro y la denominaban la
"Escuadrilla de Españoles", aunque aparte de 5 españoles, también había
un Georgiano, un Azerbaijano, un Ruso y dos Ucranianos a la 2ª Escuadrilla de 439 la llamaban
"Escuadrilla de Españoles".
Andrés
Fierro es conocido como uno de los ases extranjeros que combatieron para la
URSS en la Segunda Guerra Mundial además de por sus arriesgadas maniobras en el
combate aéreo (La maniobra de Taran, fue utilizada por Andrés Fierro en 2
ocasiones, saliendo sin un rasguño en ambos casos mientras los aparatos
alemanes fueron derribados).
La
Escuadrilla al mando de Andrés Fierro se estrenó en combate tras su nueva
incorporación española a una formación alemana que atacó Yuroslav, siendo
derribados 2 aviones alemanes. Más tarde, la Escuadrilla marcharía al Frente de
Bielorrusia, teniendo su aeródromo en la ciudad de Obruch, y la misión de
defensa de esta ciudad y la cercana de Korostién. Curiosamente, al tomar tierra
en su aeródromo por primera vez, los zapadores soviéticos corrieron gritando
hacia ellos. Habían aterrizado en un área minada. La fortuna estaba con ellos.
Ningún aparato ni piloto tuvo ningún problema más allá del susto.
En los
meses siguientes, la Escuadrilla de Andrés Fierro quedó como Unidad
Independiente de Combate con base en el aeródromo táctico de Maleika. Tenían la
misión de evitar que la aviación germana interrumpiera o entorpeciese los
trabajos de reconstrucción de la vía férrea y de los puentes sobre los ríos
Dnieper y Berzina. También formaron parte de la defensa antiaérea de
poblaciones como Gomel, Obruch, Chernigov, Korostién, Bobruisk, Baránovich,
Brest, Grodno, Minsk y otras.
Meses
después Andrés Fierro fue sustituido en el mando por Antonio Arias. Y
curiosamente, en ese entonces la segunda escuadrilla formada por Manuel
Gisbert, Julián Díaz y José Gómez fue trasladad a la misma ciudad. Se
encargaban de defender el nudo ferroviario de Baránovichi de los ataques alemanes.
Ambas
escuadrillas, integradas en el 939º Regimiento, fueron reforzadas por pilotos
españoles que estaban en la reserva, como Ceferino Muñoz, Leoncio Velasco,
Basilio Mesa, Carlos Aguirre, José Rodríguez, Jacinto Gutiérrez, Francisco
García, Antonio Peinado, José Crespillo y Francisco Gaspar. Tras esto, el ya
denominado el 939º "Regimiento Español", participó activamente y de
forma definitiva en la toma de la ciudad de Chernovitsi, ciudad de la que
tomaría el nombre. Se había formado la Unidad Aérea Independiente de Combate
Chernovitsi.
Fue
condecorado con la Orden de la Bandera Roja, Orden de la Estrella Roja, Orden
de la Gran Guerra Patria de 1º grado (oro) y la medalla al Mérito Militar.
Desmovilizado en 1948, ingresó en el Instituto de Idiomas de Moscú para enseñar
español hasta que en 1951 solicitó ser repatriado a España, fijando su
residencia en Madrid.
García Cano, Antonio.
García Martínez, Alfonso. "Guerasimov".
Alfonso
García Martínez, alias “Guerásimov” durante la lucha contra los nazis, nació en
Madrid, y era conocido por sus compañeros de armas como el “madrileño”.
Durante
la Guerra Civil Española pilotaba un Tupolev SB-2 “Katiuska”, atacado en una
misión por unos Me 109 de la Legión Cóndor, su radio fue destruida y su
navegante herido. En el momento en que el enemigo se preparaba para dar el
golpe de gracia al bimotor, un caza Polikarpov I-16 “Mosca” vino en su ayuda.
Se trataba de un piloto voluntario soviético llamado “Alexander Ivanovich
Guerásimov”, que abatió un caza alemán y daño otro, permitiendo que García
pudiese volver a su base. A la llegada, le informaron de que Guerasimov había
sido abatido y muerto. Aquí Alfonso supo que había salvado la vida gracias al
piloto voluntario soviético.
Alfonso
García se vio envuelto en otra acción contra el enemigo que junto a la anterior
resaltan la figura de este aviador, durante una misión de reconocimiento en
tierras catalanas, fue derribado por un caza alemán, pudiendo saltar en
paracaídas.
Fue
enviado de nuevo a la URSS, en agosto de 1938. Su grupo, en el que se
encontraban los Tenientes Sepúlveda, Orozco, Díaz, Llorente, Rómulo Negrín y el
Capitán Morquilla, estaba terminando el curso en la Escuela Superior de
Oficiales de Aviación cuando llegó la terrible noticia: del final de la guerra.
Salvo Negrín que marchó a México, los demás pilotos decidieron quedarse en la
Unión Soviética. Alfonso solicito la nacionalidad soviética y el nombre de
familia de su valeroso salvador “Alexander Guerásimov”, incorporándose a la
aviación civil como instructor y profesor de vuelo.
En
febrero de 1942 volvía a estrenarse en el frente de Vorónezh, pilotando un
IL-2. Un día, con el avión en llamas,
aterrizó a tres kilómetros de la línea de fuego, en territorio enemigo.
Después
de actuar en el frente central, participaría en las batallas de Stalingrado y
de Oriol-Kursk, donde tuvo lugar una de las mayores batallas de blindados de
las guerras modernas. Posteriormente participaría en las batallas de Kiev,
Lvov, Budapest y Cracovia. Efectuó su último combate en Praga.
Cumplió
105 misiones en España, más 115 en la URSS y alcanzó el grado de Teniente Coronel.
Recibió siete altas condecoraciones, entre ellas la Orden de Alexander Nievski
y la Orden de la Guerra Patria de primer y segundo grado.
Con
motivo de su actuación en la Guerra Patriótica en varias ocasiones fue motivo
de protagonismo en los periódicos rusos, como el caso del periódico moscovita
“Zashitnik Otechestva” (El Defensor de la Patria), en el que el día 18 de enero
de 1943 se podía leer esto:
"Pongamos
en tensión todas nuestras fuerzas, utilicemos nuestra gran experiencia de
combate y derrotemos por doquier al enemigo como lo hacen los pilotos de asalto
del capitán Alexander Guerásimov”.
No fue
esta la primera vez ni tampoco la última en que los periódicos del frente y la
prensa de Moscú citasen, para elogio y ejemplo, el nombre del capitán aviador
Alexander Seráfimov.
Según
informó Clara Rosen (interprete rusa para los pilotos españoles y esposa del
también piloto de IL-2, Celestino Martínez) Alfonso Martínez “Guerásimov” fue
una persona más bien introvertida en su carácter, hecho que contrasta
enormemente con su actividad en combate, siendo capaz de obtener la Orden de
Alexander Nievski (la cual sólo se concedía a los Jefes en el frente) y en muy
contadas ocasiones.
Alfonso
después de la guerra trabajó en un Koljoz (granja colectiva) en Tula al sur de
Moscú y allí se casó con una campesina, teniendo 7 hijos. Hecho también
curioso, teniendo en cuenta que por su posición militar podría haber optado por
un puesto de instructor en una Academia Militar.
En 1963
en Moscú en un acto de encuentro de pilotos combatientes se encontró con otros
pilotos y con Clara Rosen.
Posteriormente
falleció. Nunca regresó a España.
Gisbert Talens, Manuel. Valencia 12/02/1919 - Valencia 25/06/2004
Con sus
17 años era el piloto más joven de la República a los mandos del “Natacha
R-Z”. Dos veces cayó abatido; en la
ofensiva de Brunete y en el frente de Teruel.
El 5 de
Febrero de 1939, desde Vilajuiga, cerca de Figueres, partió para Francia.
Después
de pasar una breve estancia en un campo de concentración francés llegó hasta la
extinta Unión Soviética. En Ucrania realizó dos cursos de ingeniería para, posteriormente,
presentarse voluntario a unas pruebas de pilotaje.
Había
comenzado la II Guerra Mundial y los soviéticos se mostraban recelosos de los
pilotos españoles pero finalmente fueron aceptados. Empezó a surcar los cielos
con el “hermano mayor” del “Chato”, “caza” del que disponía el ejército
republicano en España. Sin embargo, se trataba de un avión anticuado. Luego
probó el “Lagg-3” y realizó misiones de defensa antiaérea con el “Yak”.
Tuvo
ocasión de volar en el frente de Finlandia, en el Cáucaso y en el Báltico.
En el
periódico “Komsomolskaya Pravda de 23/02/1945 , el artículo “¡Adelante, hacia
Berlín!” menciona que “…el Teniente Manuel Gisbert, acaba de derribar tres aviones del enemigo y
otros dos durante el combate en grupo”.
Fue
condecorado con la Orden de La Gran Guerra Patria de Primer Grado.
En 1941
se casó con Nina Remenko. Fruto de su matrimonio fueron dos hijas. Terminada la
Guerra residió en Moscú junto con su familia. Trabajó en el Instituto Estatal
de Lenguas Extranjeras de Moscú, era catedrático, Jefe de la Cátedra de
Traducción. Era autor del “Diccionario Manual Español-Ruso”. Fue un traductor
muy conocido. Hizo muchísimas traducciones técnicas, entre otras: varios tomos
de “Física Teórica. Estadística Cuántica y Crética Física” de los autores
Levich, Vdovin y Miamlin´; “Principios de Cristalografía” de Prof. E. Flint;
“Curso de Física General” de S. Frish y A. Timofeeva; “Curso de Prospección
Gravimétrica” de V. S. Mironov; “Curso de Física General” de L. Landau;
“Problemas de Física General” de V. Volkenshtein, “Diccionario Filosófico” de
M. M. Rosental, etc. También hizo varias
traducciones de las obras literarias de Tolstoy, Chejov, Kuprin, Saltykov
Schedrin, etc.
Regresó
a España en diciembre de 1973. Continuó trabajando de traductor colaborando con
las editoriales REVERTE y CUPSA. Vivió siempre en Valencia. En 1974 ingresó en
ADAR donde trabajó activamente. Los últimos años de su vida padeció una grave
enfermedad de la que murió en el Instituto Valenciano de Oncología.
Gómez Martín, Juan Francisco. Alicante ¿?- Alicante 22/01/2011
Juan
Francisco Gómez Martínez pertenecía al Arma de Aviación antes de la sublevación
militar de julio de 1936, siendo ametrallador bombardero de los Breguet XIX del
Grupo de Getafe.
Al
iniciarse la contienda participa activamente en la defensa de Madrid y, se
incorpora a una unidad de combate en la que permaneció hasta mediados de la
guerra. Se incorporó a una escuadrilla de SB-2 en la que sirvió hasta octubre
de 1938, mes en el que se le concede la oportunidad de viajar a la URSS como
oficial acompañante de un grupo de alumnos-pilotos de la última promoción de
Kirovabad que iban a hacer el curso de piloto.
Las
Fuerzas Aéreas gratificaba a Gómez por sus servicios de guerra concediéndole la
posibilidad de hacer ese curso, pero el fin de la guerra de España interrumpe
su formación, por lo que decide quedarse a trabajar en una fábrica de Járkov
(Ucrania).
La
invasión alemana moviliza a todos los españoles residentes en la URSS y
solicita su ingreso en la Aviación soviética, pero Moscú decide que los aviadores
republicanos se integren en una unidad de ingenieros que actúa en la dura lucha
contra la retaguardia alemana y, posteriormente, en la defensa de Leningrado.
Finalmente, Moscú permitió a los españoles integrarse en Aviación; Gómez es
enviado a la Defensa Aérea (964º Regimiento, 130ª División de Caza) donde vuela
aviones soviéticos, Spitfire y Airacobra.
Gracias
a la intervención del Presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, puede
regresar a su Alicante natal con su familia. A partir de ese momento, Juan
Francisco obtiene su reconocimiento como oficial del Ejército del Aire, es
condecorado en 2004 por el gobierno ruso por su participación en la defensa de
Leningrado.
Falleció
el 22/01/2011
Lario Sánchez, Juan. 8/9/1918 Madrid - 24/VI/2000 Alcalá de Henares.
Juan Lario Sánchez nació en Madrid en 1918, hijo de un maestro de obras del popular barrio de Ventas. Tenía 13 años cuando se proclamó la República española en abril de 1931. Estaba inmerso en su formación como Ingeniero Técnico de Caminos cuando el levantamiento del 18 de julio de 1936. Como la mayoría de operarios y estudiantes de su barrio, se encuadró en las milicias populares del 4ª Batallón de Juventudes de Las Ventas. Participó en los combates defensivos de la capital contra las tropas franquistas, en la Sierra y la carretera de Burgos, alternando las trincheras con la vida de la retaguardia en la capital. Admiraba los combates aéreos sobre el cielo de Madrid, envidiando a esos pilotos que manejaban con pericia los Chatos, Moscas, Pavas o Fiat.
A principios de 1937 participó en los combates de Aravaca y Pozuelo, donde fue herido en un pie y una mano; trasladado convaleciente a Valencia, regresó en marzo a su unidad ya ascendido a Sargento.
En abril del mismo año el bando republicano convocó plazas para la aviación. Juan Lario no dudó en presentarse, superando las pruebas de acceso. Inició las clases y la instrucción en el Monasterio de los Jerónimos y en Murcia, pasando el 22 de mayo a Barcelona, donde los miembros de la Segunda Promoción, de la que forma parte, fueron embarcados hacia Marsella, Odesa y finalmente en ferrocarril a Moscú. La Unión Soviética tenía preparado un programa específico para los aviadores de la República en la base aérea de Kirovabad, y a la Segunda Promoción los prepararon para volar en el Polikarpov I-15 "Chato". Tras unos meses de entrenamiento, y un periplo de regreso a través del continente europeo, volvió a Madrid el 31 de diciembre, demasiado tarde para asistir al sepelio de su padre, muerto el día 12.
Su
primer destino le llevó a formar parte de la 4ª Escuadrilla de Chatos (con
apenas 4 aviones), en Sabadell, bajo el mando del veterano piloto Ladislao
Duarte. Para la batalla de Teruel se unieron en El Toro y Barracas cuatro
escuadrillas de Chatos, y sobre los cielos turolenses llegaron los primeros
enfrentamientos con los aviones alemanes y sus tácticas de vuelo. A lo largo de
los meses de abril y mayo, esas escuadrillas de Chatos y Moscas se fueron
retirando de Aragón a Cataluña, estacionándose finalmente en El Vendrell. En
los días de mayo Juan Lario sufrió un accidente y fue hospitalizado en
Barcelona.
Ya
repuesto, el 25 de ese mes fue destinado al nuevo Grupo 28 en el aeródromo de
Celrá. La escuadrilla estaba al mando del Comandante Lacalle, formado con
aviones Grumman F-2, un biplano biplaza armado con dos ametralladoras de 7,7 mm
y capacidad para 6 bombas de 50 kilos. Tras los entrenamientos, Lario, dando
prueba de su valía, fue ascendido rápidamente a Teniente.
El
Grumman F-2 "Delfín" era considerado un buen avión de asalto,
equipado con aparato de radio. En mayo y junio Lario participó en misiones de
bombardeo, reconocimiento y ametrallamiento en distintos frentes, vigilando la
costa de Valencia y Cartagena contra las incursiones de bombarderos fascistas
provenientes de Mallorca; pero el "Delfín" no estaba adaptado como
caza interceptador, con su punto débil en el techo de operatividad. Los
alemanes e italianos podían bombardear Valencia sin apenas sufrir bajas.
A lo largo del otoño de 1938 las escuadrillas se fueron retirando sobre Cataluña, hasta que cayó Barcelona en manos de los nacionales, el 26 de enero de 1939. Las Fuerzas Aéreas Republicanas disponían aún de 50 aparatos y algunos aeródromos, pero la desorganización y el desánimo eran enormes. Finalmente, en febrero desde el último aeródromo de Villajuiga la escuadrilla de Lario emprendió la retirada final hacia Francia. Recluido en el campo de concentración de Argelés, Juan Lario protagonizó al menos dos evasiones con sus correspondientes regresos. Trasladado con un grupo de 50 aviadores al campo de Gurs (Dep. Pirineos Occidentales), consiguen de las autoridades francesas documentación y pasaporte para emigrar a la URSS. El 29 de mayo embarcaron en Le Havre hacia la Unión Soviética.
En su
libro "Habla un aviador de la República" (1973), que cuenta su
experiencia bélica durante la contienda española.
Juan Lario y sus compañeros desembarcaron en Leningrado el 7 de junio de 1939. Las autoridades soviéticas les dieron la bienvenida y Lario fue destinado a Járkov, donde tras un descanso consiguió un trabajo de delineante (su titulación civil) en una fábrica de maquinaria agrícola. A principios de 1941 solicitó traslado a Moscú, realizando estudios de sociología. Allí le sorprendió la invasión de Alemania a Rusia, en junio de 1941. Tras la sorpresa inicial, los españoles republicanos enseguida solicitaron integrarse en el Ejército Rojo, argumentando su experiencia militar en la Guerra Civil y sus conocimientos militares en la lucha contra los fascistas. En Moscú fueron reclutados y uniformados 150 españoles. Todos partieron a sus destinos de combate, excepto 3 pilotos, Domingo Bonilla, Antonio Arias y Juan Lario, que fueron encargados por las autoridades a la confección de un informe sobre los veteranos españoles de las Fuerzas Aéreas Republicanas que pudiesen estar en territorio soviético. Al cabo de quince días comienzaron a llegar los colegas incluidos en la relación del informe, afincados en Moscú y otros puntos de la URSS. Se formó el núcleo original "de los Diecinueve", compuesto por 15 pilotos, un observador, un ametrallador-bombardero y 2 mecánicos.
Lario con miembros de su escuadrilla de Grumman F-2
El
grupo realizó vuelos de entrenamiento con los entonces modernos cazas Yak-1 y
Yak-7 en el aeródromo de Chékalov, cerca de Moscú. A finales de agosto los
trasladaron a la ciudad de Sverdlovsk, en plenos Montes Urales, para llevar un
novedoso y sin precedente programa de "guerrilla aérea", cuyo objetivo
era engañar a los alemanes usando sus propios aviones para volar sobre su
retaguardia y aeródromos sin levantar sospechas hasta el último momento, y
también cooperar con los partisanos desde el aire. Se entrenaron con varios
tipos de aviones alemanes: Ju-88, Do-217, Me-109 y Me-110 (conseguidos antes de
la invasión nazi o traídos con sigilo desde el conflicto civil español),
intentando aplicar las tácticas de la Luftwaffe. Juan Lario pilotó un Me-109,
que le valió de valiosa experiencia para el futuro.
La
táctica de la guerrilla aérea, probada en unas cuantas ocasiones, no resultó
positiva. Algunos accidentes causaron heridos graves, entre ellos el oficial
soviético responsable del programa. Por ello y por la creciente amenaza alemana
sobre la capital, en noviembre se dio carpetazo al programa de guerrilla aérea
y los aviadores españoles fueron destinados al aeródromo de Bíkovo, a 30 km de
Moscú. Los "Diecinueve" se encuadraron en la Iª Brigada Aérea
Especial de Guardafronteras, dependiente del NKVD. Pilotando cazas rusos MIG-1
y Mig-3 participaron en la defensa del área moscovita hasta mayo de 1942. En
junio se incorporaron a diversas unidades de cazas y de cazabombarderos,
probando los nuevos MIG que podían llevar bajo las alas cohetes R-S Reaktiuni Snariad,
capaces de reventar un panzer. A lo largo del verano se fueron incorporando más
aviadores españoles al grupo: miembros de la Academia de Aviación que ya
estaban en la URSS desde 1938, chicos muy jóvenes de la Cuarta Promoción de
Kirovabad (de los niños refugiados de la Guerra Civil) y fugados o rescatados
de las zonas ocupadas por los alemanes desde junio de 1941.
Juán
Lario, junto con otros dos pilotos de caza Francisco Paredes e Isidro Nájera
fueron enviados a Grozny, para unirse a la 105ª División Aérea Táctica, bajo el
mando de aviadores rusos que habían combatido en España. Lario operó con un
Yak-3 que le parece de similares características que los MIG, pero más ligero,
con mayor maniobrabilidad y notable potencia de fuego. Su misión era ayudar en
la defensa de la zona petrolífera del Cáucaso y Azerbaidjan.
Pero
los acontecimientos bélicos se precipitan y nuestro protagonista es de nuevo
reclamado en el Estado Mayor de la Aviación de Caza en Moscú. Se le encomienda
el mando de una escuadrilla con la que de inmediato parte al frente Noroeste,
donde arranca la ofensiva soviética de octubre de 1942. Pero la crítica
situación en Stalingrado paraliza dicho ataque, y nuevamente Juan Lario es
trasladado, pasando a formar parte de la 105ª División Aérea, en las
proximidades de la urbe del Volga. Su unidad participa en el cierre del cerco
al 6º Ejército de Von Paulus, entre duros combates en los que dos compañeros
españoles mueren derribados en acción.
Al
aviador español de nuevo le dotaron con un nuevo avión, un Yak-9, máquina
potente, dotada con dos ametralladoras de 13 mm y bien equipada para el frío de
los cielos rusos. Aparte de algunas misiones especiales, la función de su
regimiento era colaborar con las unidades de tierra, defenderlas de la aviación
enemiga y apoyar desde el aire las acciones de la infantería y los grupos
blindados. La Luftwaffe era un enemigo temible, pero cada vez le iban quedando
menos aeronaves, sin apenas relevos, escaso combustible y con su personal de
tierra mal preparado para el invierno de la estepa.
Entonces
el mando aéreo ruso de la zona quiso recuperar la vieja idea de la "guerrilla
aérea", requiriendo a Lario por su experiencia en el asunto. Utilizando
aviones alemanes capturados, se formó una unidad para actuar de forma engañosa
contra las formaciones enemigas y sus aeródromos. Incluso, aprovechando la cruz
gamada en las alas, se llevaron a cabo espectaculares misiones de robo de
aviones alemanes en sus propias narices. La unidad guerrillera también
efectuaba vuelos de reconocimiento sobre zona alemana sin levantar sospechas.
Bien es cierto que también daba lugar a situaciones de alto riesgo frente a los
aviones soviéticos, y en más de una ocasión sus propios camaradas estuvieron a
punto de derribarlos. Otra táctica de guerrilla era colocarse en formación de
escolta tras los JU-52 que se arriesgaban de noche para abastecer a los
sitiados en Stalingrado, y aprovechar para ametrallarlos; un buen número de
transportes alemanes fueron derribados de esa manera.
A
finales de diciembre de 1942 se ordenó poner punto final a la experiencia; ya
no era necesaria, el colapso alemán era total, y ya solo era cuestión de días
la rendición del 6º Ejército.
Durante
el imparable avance soviético hacia el oeste, Juan Lario tuvo la ocasión de
probar los diferentes aviones aliados que iban llegando a las Fuerzas Aéreas
Soviéticas gracias al programa de Préstamo y Arriendo. Se entrenó con los
americanos Douglas A-20 Boston, Curtiss P-40 Kitty Hawk y los P-39 Aircobra,
también con los Hurricane y Spitfire Mk-IX ingleses.
Fue en
los combates sobre Járkov donde comenzó a volar con el Spitfire, reconociendo
más tarde haber sido el avión más maniobrable y noble que había pilotado, con
una implacable potencia de fuego (2 cañones y 4 ametralladoras), aunque con un
defecto que era un tren de aterrizaje demasiado estrecho. Sobre los aviones
alemanes, Lario opinaba que el Focke Wolf 90 era el más temible.
Desde
julio de 1943 la sucesión de frentes de guerra llevan a la participación de
Juan Lario en varios campos de batalla, actuando en el gran choque de blindados
del saliente de Kursk. Luego irá progresando a lo largo de Ucrania,
reconquistando Kiev. Desde 1944 avanza a través de Polonia, Lvov, Cracovia,
Katowitz.
Ya en
Alemania en 1945, se detiene en Breslau, antes de alcanzar Berlín. Aunque los
pilotos alemanes lucharon bien hasta el final con los escasos aviones que les
quedaban, poco podían hacer ante oleadas de 2.000 aeronaves con tripulaciones
motivadas y con sed de victoria. El último combate de guerra de Juan Lario tuvo
lugar el 30 de abril de 1945, sobre el cielo de Berlín a bordo de su Spirfire
Mk-IX.
Terminadas las hostilidades, su regimiento fue estacionado en la localidad fronteriza de Gliwice, curiosamente donde Alemania prendió la mecha de la II Guerra Mundial, atacando Polonia el 1 de septiembre de 1939.
El
apabullante historial de vuelo de Juan Lario es propio de un as de la aviación,
teniendo en cuenta que las unidades en las que sirvió no eran propias de caza y
derribo, sino de acompañamiento y escolta, apoyo a tierra, reconocimientos y
tareas de retaguardia.
Desde
junio de 1941 hasta abril de 1945 su libro de servicios tiene anotados 2.660
vuelos, con 886 acciones de guerra y 97 combates aéreos, con 27 derribos
certificados. El propio Lario reivindica 7 victorias más durante la Guerra
Civil española.
Reconoce
que la fortuna volaba con él, ya que nunca fue derribado. Su situación más
dramática ocurrió en Rusia cuando tuvo que efectuar un aterrizaje forzoso con
su caza yendo a parar en medio de un campo de minas.
Como
otros pilotos españoles que combatieron por la Unión Soviética, recibió
numerosas condecoraciones: una Orden de la Bandera Roja, 2 de la Estrella Roja,
2 de la Gran Guerra Patria y varias de campaña.
Permaneció
en las filas de las Fuerzas Aéreas Rojas hasta 1948, cuando pasó a la vida
civil. Dos años antes contrajo matrimonio con María Laurentivna. Desarrolló su
actividad civil en Moscú, trabajando y estudiando en la Universidad, en la cual
se especializó como traductor técnico y cursó estudios de Ciencias Políticas y
Económicas.
En 1957
decidió regresar a España con su mujer y dos hijas. El régimen franquista no puso
ningún obstáculo al respecto.
Sus
conocimientos le permitieron trabajar en la fábrica ENASA de camiones “Pegaso”
en Madrid, donde llegó al puesto de especialista en el Departamento de
Relaciones Industriales. Paralelamente durante sus últimos 20 años realizó
varios trabajos literarios, crónicas, artículos y libros sobre aviación y los
dos conflictos en los que participó.
Ya en
la época de la transición democrática, a mediados de los 70, el gobierno
español le concedió el grado de Coronel Retirado del Ejército del Aire, con
permiso para vestir el uniforme. También participó en congresos del Comité de
Veteranos de Guerra en Rusia.
Juan
Lario Sánchez falleció en Alcalá de Henares el 24 de junio de 2000, a los 82
años de edad; admirado por amigos veteranos de muchos años, fue un hombre
íntegro que mantuvo sus ideales con honor, reconocido por historiadores y
militares como un valeroso aviador de la familia aeronáutica española.
Está
enterrado en el cementerio Civil de Madrid.
Larrañaga, José Luis. Eibar (Euskadi)
En 1937
fue evacuado de Bilbao con destino a Leningrado.
Cuando
comenzó la invasión alemana sobre la URSS, la casa de acogida de Kiev fue
evacuada y de los niños que allí se alojaban cuatro lograron ingresar en un
aeroclub de Moscú en otoño de 1940. Tras vencer muchas dificultades provocadas
por su condición de extranjeros, en abril de 1941, fueron admitidos en una
Escuela Militar de Pilotos de Combate. José Luis Larrañaga, Antonio Lecumberri,
Ramón Cianca e Ignacio Aguirregoicoa.
Larrañaga
obtuvo cinco victorias fue el único as entre los "niños de la
guerra".
Lavin Lavin, Luis. Alde Zaharra (Bilbao) 9/III/1925 - Nules (Castellón) XII/2012
Hijo de
un conocido militante comunista que presidía la Asociación de Amigos de la
Unión Soviética y trabajaba en el consulado de la URSS, su madre era amiga de
Dolores Ibarruri, “La Pasionaria”.
En
1937, él con 12 años y su hermana Aurora de 10 partieron de Santurce en el
trasatlántico “Habana” y luego continuamos en el “Sontay”, hacia Leningrado en
octubre, los niños son enviados a Moscú para iniciar sus estudios. Los
siguientes años los pasan entre lecciones y entrenamientos militares.
Entretanto, la República se desmorona.
La
Segunda Guerra Mundial acecha. Unos 40 'niños' vascos -algunos tienen ya 20
años- se presentan como voluntarios para ingresar en el Ejército del Aire. Los
estudios de aviación empezaron en octubre en el Instituto Proletario de
Aviación de Moscú. Los nueve eran: Ignacio Aguirregoicoa, Isaías Albístegui,
Ramón Cianca, Antonio Lecumberri, José Luis Larrañaga, Eugenio Prieto, Tomás
Suárez, Antonio Uribe y Lavin. Seis procedíamos de la Casa de Jóvenes de
Kiev". Lavín tuvo que falsificar sus documentos y añade dos años a su
edad.
El 22
de abril de 1941, con sólo 16 años, comienza su preparación en la Academia
Superior de Aviación Chkalov, en la ciudad de Borisoglebsk, provincia de
Voronez. Comenzando a volar en el I-16, y al poco tiempo estalló la guerra.
En 1942
fueron enviados al campo Ural 5 para aprender a manejar los nuevos modelos de
aviones y formar a nuevos pilotos en condiciones pésimas, en un campo de
hierba, con temperaturas polares y viviendo en tiendas de campaña, en medio de
la nieve y el viento, estudiando los manuales de los nuevos aviones y luego
aprendiendo a manejarlos.
En
julio de 1942 su unidad, el 826º Regimiento, estaba en Povorino, cerca de
Stalingrado. Formaban parte de la 36ª División Aérea de Caza.
El
primer combate de Lavín no va a ser aéreo, sino cuerpo a cuerpo. Lavin y
Aguirregoicoa participan en una emboscada contra una columna de blindados
germanos, siendo herido por la metralla de una granada en un hombro derecho.
En
verano del1943 participó en la batalla de Kursk. En noviembre, en la liberación
de Kiev; luego en la batalla de Kobel, en el Dniester, en la primavera del
1944. Lublín y Lotz en Polonia y ya, al final de la guerra, en Alemania, en
combates en Polonia.
Tenían
prohibido volar más allá del río Oder para evitar combatir por equivocación con
aviones ingleses o norteamericanos porque en una pasada uno de nuestros pilotos
derribó a tres americanos.
En
1944, Lavin volaba en un La-7, con el morro pintado de blanco, guardaespaldas
del jefe de la escuadrilla, un tártaro. Había otros dos españoles: Lekumberri y
Sevilla Santos. Formaban parte de una sección de cuatro aviones, cada aparato
con un mecánico de aviación y otro de motor. Defendían a las misiones de
aviones de ataque y bombarderos.
En
varias ocasiones le ametrallaron, pero nunca lograron derribarlo. Sin embargo,
la muerte le sobrevoló por dos veces, en sendos aterrizajes espantosos. En uno
de ellos casi se abrasó, le cayó parte del combustible en el rostro y el
cuerpo.
En
1945, al término de la Segunda Guerra Mundial, el piloto del Ejército Rojo
recibió varias condecoraciones por sus heroicas acciones en el transcurso de la
contienda.
Del
grupo que empezaron en el aeroclub de Moscú, al final de la guerra ya había
tres muertos: José Luis Larrañaga, Antonio Uribe e Ignacio Aguirregoicoa.
José
Luis Larrañaga fue derribado por la artillería alemana en 1943, en un combate
donde lucharon varios cientos de cazas rusos y alemanes en las orillas del río
Kuban.
En
noviembre de 1943, tras la batalla de Kursk, cerca de Kiev, la misma andanada
derribó a Antonio Uribe (falleciendo en el acto) y a Eugenio Prieto que pudo
planear hasta el suelo y tras ser apresado por los alemanes escapó.
Ignacio
Aguirregoicoa fue derribado el 9 de marzo de 1944, aterrizó en un lago helado
al sur de Leningrado y se suicidó.
Lavín
fue el último superviviente de los ocho vascos que combatieron en la aviación
soviética.
Tras la
guerra, en 1948 los españoles fueron expulsados del arma de aviación al haber
desertado el español Burgueño en su aparato a Turquía, y las autoridades soviéticas
temer que dicho acto pudiera repetirse.
Se
asentó en Saratov, una ciudad industrial situada 600 kilómetros al norte de
Stalingrado (actualmente Volgogrado). Trabajó para una fábrica de aviación como
jefe del montaje de los aviones. En 1950 voló como probador un avión a
reacción, el Mig-15, que fabricaban.
Más
tarde se incorporó a otra fábrica de maquinaria en la que ejerció de jefe del
control.
En 1959
Lavín regresó a España por primera vez. En 1993 regresó de Rusia
definitivamente y actualmente vive en Nules (Castellón), junto a su mujer
Svetlana, también veterana de la batalla de Stalingrado.
Lecumberri, Antonio.
En 1937
fue evacuado de Bilbao con destino a Leningrado.
Cuando comenzó la invasión alemana sobre la URSS, la casa de acogida de Kiev fue evacuada y de los niños que allí se alojaban cuatro lograron ingresar en un aeroclub de Moscú en otoño de 1940. Tras vencer muchas dificultades provocadas por su condición de extranjeros, en abril de 1941, fueron admitidos en una Escuela Militar de Pilotos de Combate. José Luis Larrañaga, Antonio Lecumberri, Ramón Cianca e Ignacio Aguirregoicoa.
Martínez
Fierrro, Celestino. 21/12/1914 Ballota (Asturias)- 9/3/1945 inmediaciones del
lago Balaton (Hungría).
Cuando
su la familia se trasladó a Valdemorillo (Madrid), trabajó en una fábrica de
cerámica. Al empezar la guerra civil española solicitó el ingreso en Aviación y
fue enviado a la escuela de Kirovabad (Azerbaiyán).
En
septiembre de 1938 terminó el curso de pilotos de Tupolev SB-2 Katiuska pero el
fin de la contienda impidió su regreso a España, por lo que se quedó a trabajar
en la Unión Soviética en una fábrica de automóviles de Moscú.
En la
URSS, el joven asturiano se casó con Clara Rosen, traductora de la Escuela de
Kirovabad.
Cuando
los nazis invadieron la Unión Soviética en el verano de 1941 se incorporó, como
la mayoría de los españoles que vivían en Rusia, a las filas del ejército
soviético. En 1942 pasó a Aviación volando primero en los Polikarpov U-2 y
luego a los bombarderos de ataque a tierra Ilyushin IL-2.
El 9 de marzo de 1945 Celestino Martínez pereció al ser derribado su aparato en las inmediaciones del lago Balaton (Hungría).
Meroño
Pellicer, Francisco. 17/6/1917, Mula- 17/7/1995, Moscú.
Nació
el 17 de Junio de 1917, en el pueblo de Mula, provincia de Murcia. Muy pronto
se quedó huérfano por parte de madre el día 26 de agosto de 1931. Ingresó de
soldado en el Arma de Aviación.
El 18
de julio de 1936, comenzaba la guerra civil y se hace voluntario en las filas
del Ejército Republicano. Al poco tiempo marchó a Madrid a prestar servicios en
el aeródromo de “Cuatro Vientos” de la capital, y a finales de 1936 marchó al
aeródromo de Los Alcázares (Murcia) para formarse como piloto. Finalmente,
viajó a la ciudad de Kirovabad, URSS, como miembro de la Primera Promoción de
alumnos entre enero y abril de 1937 y regresó a España en el verano de 1937 con
el empleo de Sargento Piloto (D.O. Nº 190 del 09.08.1937).
Se
integró inicialmente en una escuadrilla de I-16 hispano-soviética hasta que en
octubre de 1937 fue destinado a la 1ª Mosca con base en el aeródromo zaragozano
de Caspe. Meroño combatió en esta unidad en las batallas de Belchite y Teruel.
En
marzo de 1938 pasó a la 4ª Mosca (siendo ascendido en marzo de 1938 al empleo
de Teniente, D.O. Nº 131 del 31.05.1938) escuadrilla en la que combate en
Levante y participa en los combates aéreos de Caspe, hasta la primera fase de
la batalla del Ebro.
En
enero de 1939 recibió el mando de la 6ª Escuadrilla de Moscas, unidad que
lideró durante el resto de la campaña del Ebro, siéndole concedido en
septiembre el empleo de Capitán (D.O. Nº 295 del 11.11.1938).
Finalizada
la batalla de Cataluña cruzó los Pirineos con sus pilotos, siendo recluido en
los campos de concentración franceses.
El
gobierno de La Unión Soviética gestionó con Francia el traslado de muchos
republicanos a la URSS, donde trabajó en una fábrica de automóviles “Stalin” de Moscú junto a otros aviadores
exiliados españoles hasta la invasión alemana de la URSS. Conoció a su futura
esposa.
En la
invasión alemana de la URSS se alistó voluntariamente a las filas del Ejército
Rojo, junto con otros 18 aviadores españoles en la fuerza aérea y fue adscrito
a la 1ª Brigada de Guarda Frontera y luego pasó destinado a Tula con el 960º
IAP de la 125ª IAD.
Durante
los tres primeros meses de las operaciones en curso, pilotaba los aviones de
caza tipo YAK-7 y YAK-I (soviéticos).
Cuando
Moscú se encuentra asediado (Noviembre de 1941 - Abril de 1942), participa en
la defensa aérea hasta finales de marzo de 1942, pilotando un caza soviético
MIG-3. A continuación es destacado en compañía de Fernando Blanco de la Carrera
y Vicente Beltrán Rodrigo (componentes del grupo de los 19) al sector de Tula
del Frente Central. Voló en muchos tipos de cazas soviéticos, defendió el cielo
de Moscú, Tula, y Stalingrado.
En esos
casi dos años de “trabajo” en el cielo soviético, derribó siete aviones alemanes.
Posteriormente, en el verano de 1943, lucharían en la batalla por el Arco de
Kursk.
En los
primeros días de combate, fue derribado por fuego amigo y fue gravemente herido
en la pierna izquierda y en el pecho. Cayó en un frente ruso. Por su uniforme
extranjero, lo confunden con un piloto alemán o italiano; los soldados lo
reaniman para interrogarlo una vez recuperado, al entender lo que hablaban
entre sí los soldados, los reprimió con una andanada de tacos en ruso, que sólo
utilizaban gente de muy baja cultura, prácticamente un argot, que se hablaba
solamente en los suburbios de la ciudad, que supuestamente ningún extranjero
podría conocer…Y fue eso, precisamente, lo que le salvó la vida.
Al
término de seis meses de recuperación, sensiblemente disminuidas sus facultades
aviadoras, es destinado como instructor a una escuela de vuelo, en cuyas tareas
le sorprende el final de la guerra.
En
junio de 1948, fue desmovilizado de las Fuerzas Aéreas y pasó a ocupar un
puesto de dirección en una fábrica de aviación civil de Moscú, tareas que
abandonó en 1964 para viajar a Cuba, donde desempeñó funciones de misión
internacionalista como asesor técnico en la Empresa de cooperación comercial
(cubano-soviética) “AVIAEXPORT”, ubicada en La Habana. Allí permaneció junto a
su mujer y su hija durante seis años, y al término de ese trabajo, regresó a
Moscú con su familia para incorporarse a una vida civil tranquila, en compañía
de su hijo mayor.
Desde
entonces reside en esa ciudad, donde encuentra tiempo para escribir sus
memorias. En 1970 fue jubilado a causa de diferentes enfermedades.
En 1975
publica un libro titulado “En el Cielo de España”, y en 1985 lanza otro, con el
título de “Aviadores Españoles en la Gran Guerra Patria”, ambos publicados en
ruso y español por la Editorial Progreso de Moscú.
Dejó en
manuscrito dos obras sin publicar: “Así como fue”, un verdadero retrato de la
vida de un emigrante en el exilio durante los años de guerra y posguerra, y
“Los “Gabrosos” Españoles”, que es una serie de relatos sobre la vida de
jóvenes huérfanos españoles.
A
finales de los años 80, el Gobierno Español lo ascendió al grado de Coronel
quedando reconocido, oficialmente, como retirado, con el empleo de Coronel del
Arma de Aviación de las Fuerzas Armadas Españolas.
Falleció
el 17 de Julio de 1995 en Moscú (Rusia), a causa de un infarto del miocardio.
Negrín Mijailov, Rómulo. ¿? -Ciudad de Guadalajara (México), 30/VII/2004
Hijo del del Dr. Negrín, antiguo Presidente del Consejo de Ministros de la 2ª República. Estudió el bachillerato en el Instituto Escuela (IE), renovadora institución docente española dependiente del Ministerio de Instrucción Pública a través de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE), y cuyos procedimientos pedagógicos estaban inspirados en la Institución Libre de Enseñanza. El IE impartía una enseñanza integral (además de las materias oficiales, ofertaba música, trabajos manuales, deportes, colonias de vacaciones, viajes e intercambios en el extranjero, etc.); laica (la religión era asignatura optativa) y librepensadora (fomentaba el debate, las excursiones y visitas formativas, la lectura, la convivencia, la curiosidad y el esfuerzo motivado). Tanto el profesorado como los alumnos del Instituto Escuela debían de superar un riguroso proceso de selección. Así, Rómulo estudió su enseñanza preparatoria entre los 8 y 10 años, y ya en el curso 1928-29 inicia el bachillerato en el primer centro propio del Instituto Escuela (IE) situado en las proximidades del Retiro, en el cerro de San Blas, próximo al observatorio astronómico, en Atocha.
En el
curso 1935/36 accedió a la Universidad en la Escuela de Ingenieros Agrónomos de
la, entonces todavía en construcción, Ciudad Universitaria de Madrid, estudios
que interrumpió el inicio de la Guerra Civil, y que ya no retomaría.
Al
estallar la Guerra Civil, con apenas 19 años se integró, al lado de su hermano
mayor Juan, en las filas de la columna miliciana socialista dirigida por el Capitán
de Intendencia retirado Fernando Sabio Dutoit, combatiendo en el frente de la
Sierra de Guadarrama, sector de Peguerinos (Ávila) e inmediaciones del Alto del
León (Segovia). Durante estas primeras semanas de la guerra, su padre el Dr.
Juan Negrín realizará labores de enlace entre esta columna del Capitán Sabio
(ascendido a Comandante de milicias en agosto de 1936) y el Ministerio de la
Guerra.
Desde
finales de octubre, disueltas las columnas milicianas, y creado el Ejército
Popular, ambos hermanos se incorporaron a él como miembros del Cuerpo de
Carabineros, dependiente del Ministerio de Hacienda, que estaba siendo
reconvertido en un potente cuerpo de estructura militar por órdenes de su
padre, el Dr. Negrín, nombrado Ministro de Hacienda en septiembre de 1936.
A
finales de la primavera de 1937 combatieron en la zona de Somosierra (Sierra
Norte de Madrid). Poco después, Rómulo decidió ingresar en el arma de Aviación,
también llamada Aviación de la Republica. Una vez superadas unas pruebas en
España partió a la URSS, junto a un grupo de camaradas de armas, para la
realización de un curso de aprendizaje. Tras una rápida capacitación como
piloto de caza regresó a España a finales de 1937 o principios de 1938,
habiendo siendo ascendido a Sargento en noviembre de 1937.
Es
destinado a una escuadrilla de cazas I-15 “Polikarpov”, participando durante
los meses siguientes en diversas acciones de combate.
En
junio de 1938 fue derribado en uno de estos enfrentamientos aéreos.
Poco
después, ya con la graduación de Teniente, vuelve a la URSS con otros
destacados pilotos de la República para ampliar realizando un curso de
especialización como piloto de caza, por lo que ya no pudo regresar a España.
Pasados
unos meses, y tras mucho insistir, consiguió junto a otros militares de la
República los permisos necesarios para viajar a México. Sin embargo, otro grupo
de españoles en su misma situación no tuvo tanta suerte, ya que las autoridades
soviéticas no les permitieron abandonar finalmente la URSS. Salida que, por
razones de seguridad, se hizo en pequeños grupos. Primero en ferrocarril a
Moscú y a Leningrado, y desde allí en barco, aunque no se conoce si con alguna
escala o cambio de navío, hasta el puerto mexicano de Veracruz. En el caso de
Rómulo Negrín comenzaba un exilio de 65 años, que duraría el resto de su vida.
Una vez
en México, Rómulo viajará a Nueva York para reunirse con su madre y hermanos.
En Nueva York continuaría sus estudios universitarios en la “New York
University” (NYU) estudiará Ingeniería Aeronáutica, en concreto en la “Daniel
Guggenheim School of Aeronautics” del “University Heights Campus”, en el Bronx,
graduándose en 1944.
Durante
su etapa universitaria conoció a la estadounidense Jeanne Francis Fetter,
pintora y licenciada en inglés, con la que contrajo matrimonio en febrero de
1944 y con quién tiene dos hijos: Juan y Carmen.
El 12
de noviembre de 1956, falleció su padre en Paris y Rómulo se hizo cargo del
entierro en el parisino cementerio del “Père Lachaise”, al que sólo asistieron,
además de él, dos amigos del Dr. Negrín, Jules Moch y Mariano Ansó. El propio
Dr. Negrín, al sentirse muy enfermo, había dado instrucciones a su familia para
que esperara 48 horas antes de comunicar su fallecimiento a fin de ser
enterrado en la intimidad y dispuso que sobre su tumba se inscribieran
únicamente sus iniciales: "J.N.L.".
Rómulo cumplió
la última voluntad de su padre: la entregó a los representantes en Francia del
Estado Español de un extenso dossier sobre uno de los asuntos de la historia de
la Guerra Civil que más polémica ha generado, el conocido como “oro de Moscú”,
que hizo el 18 de diciembre ante Enrique Pérez-Hernández y Moreno, cónsul
adjunto de España en París quién levantará Acta Notarial de la entrega al
abogado del Estado D. Antonio Melchor De Las Heras, asesor jurídico del
Ministerio de Asuntos Exteriores, de toda la documentación que su padre, el Dr.
Negrín, guardaba sobre el destino de las reservas de metales preciosos (sobre
todo oro) del Banco de España que el Gobierno de la República Española había
depositado en la Unión Soviética al inicio de la Guerra Civil, siendo el Dr.
Juan Negrín López Ministro de Hacienda. Esta documentación, en la actualidad,
se conserva íntegra en el Archivo Histórico del Banco de España y demuestra que
fueron empleadas en su totalidad para financiar la compra de armas y otros
pertrechos a fin de afrontar la guerra.
A
principios de 1957 regresó a México.
A
principios de los años 70, y tras haber fallecido su esposa en 1969 contraería
segundas nupcias con Hilda Ponce, ciudadana mexicana con la que tendrá una
hija, llamada Hilda, y un hijo, de nombre Rómulo. Con el tiempo, el durísimo y
amargo exilio se estaba convirtiendo en algo mucho menos penoso. En México
había conseguido rehacer su vida como otros miles de compatriotas y formar una
nueva familia, pero aun así no podía olvidar su deseo más profundo: volver a
España.
Durante
su largo exilio visitó España en tres ocasiones: Madrid, Barcelona y por último
Las Palmas de Gran Canaria. En uno de esos viajes, a finales de los años 70,
Rómulo fue a Barcelona a ver a un amigo español que le prometió que cuando
quisiera le daría trabajo en España pues, muerto Franco, estaba considerando
seriamente la posibilidad de regresar a su patria. Una vez en Barcelona, su
amigo había fallecido y lo recibió un hijo suyo con una frase lapidaria:
"mi padre no era franquista, pero yo sí". Y claro, sin el trabajo
prometido tuvo que retornar a México. Como escribió Antonio Machado:
“Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de
helarte el corazón”.
Con la
restauración de la Democracia en España se produjo el regreso de un gran número
de exilados republicanos, sin embargo sólo unos pocos artistas, intelectuales y
políticos disfrutaron de un cálido homenaje público. El resto de los
repatriados, la inmensa mayoría, no tuvo esa misma bienvenida y no se sintieron
bien aceptados, al ser tratados con frialdad y falta de afecto. El franquismo
procuró durante cerca de 40 años silenciar e incluso denigrar a estos españoles
del exilio y lo había logrado en parte: eran unos perfectos desconocidos para
sus compatriotas. Algunos de ellos, ante tan ingrato recibimiento en su propio
país, y ya sin familia ni amigos en España, optarían por retornar a los países
de acogida.
Aunque
por su apellido y su excelente formación universitaria en los Estados Unidos, a
Rómulo Negrín le habría sido relativamente fácil triunfar en los negocios y
acumular un gran patrimonio, sobre todo en un país como México poco dado a la
transparencia, su carácter honesto, honrado e integro, incluso bondadoso,
consustancial por otra parte a la mayoría de los españoles en el exilio, se lo
impidió. Por ello, su situación económica durante todos estos años, sin llegar
a ser difícil, tampoco fue especialmente desahogada. Además trató de ser digno
de su apellido, evitando cualquier tipo de privilegio frente al resto de sus
compatriotas en el exilio. De hecho, no le fue fácil ser el hijo de una
personalidad tan conocida, brillante y polémica como su padre, el Dr. Juan
Negrín, al que por otro lado admiraba, respetaba y quería profundamente.
En 1995
se firmó un acuerdo entre el Estado español y los hermanos Negrín en calidad de
herederos, para compensar una parte del valor real de los bienes que
injustamente le habían sido incautados tras finalizar la Guerra Civil a su
abuelo paterno D. Juan Negrín Cabrera en Gran Canaria, a instancias de una
denuncia presentada por un médico falangista. Con este convenio se cerraba un
largo litigio iniciado en 1968 desde los Estados Unidos por su hermano mayor
Juan.
Esta
herencia de su abuelo paterno, conseguida después de cerca de tres décadas de
pleitos y reclamaciones, lo mismo que el reconocimiento de una pensión como Coronel
retirado del Ejército del Aire español, le proporcionaría una buena posición
económica en la última etapa de su vida. Sin embargo, los años no transcurren
en vano y la oportunidad de vivir en España había pasado de largo. Después de
una existencia sobrellevada en el exilio, y próximo a los 80 años, el propio
Rómulo Negrín ya no veía ningún futuro en su tierra natal. Además su estado de
salud, y en especial el de su segunda esposa, Hilda Ponce, comenzó a ir a peor.
Las fuerzas no le acompañaban y el tan anhelado regreso a España se había
vuelto al fin imposible.
Murió
el día 30 de julio de 2004 en la ciudad de Guadalajara (México) a los 87 años
de edad.
Pascual
Santamaria, José “Popeye”. Madrid, 1916 - Stalingrado (Rusia) 27/08/1943.
Obtuvo
el título de Sargento Piloto en enero de 1938 (D.O. Nº 58 del 09.03.1938)
destinado a la 1ª Mosca antes de la campaña de Levante, e intervino activamente
en ese frente y en la batalla del Ebro y Extremadura (en este último volando el
Mosca CM-270).
El 27
de noviembre se tuvo que retirar malherido de un combate, pero pudo llegar a su
aeródromo de partida. Siguió combatiendo en la campaña de Cataluña hasta que,
en febrero de 1939, cruzó la frontera pirenaica, siendo confinado en los campos
de Argelés y Gurs. Había obtenido ocho victorias aéreas.
En el
verano de 1939, el piloto madrileño aceptó la oferta de exiliarse en la URSS,
poniéndose a trabajar en la sección de motores de la fábrica de automóviles “Stalin”
de Moscú.
En el
verano de 1941 la invasión alemana de la URSS le incita a ingresar en el
Ejército Soviético y, junto a otros exiliados españoles, solicitó pasar a
Aviación. Pascual Santamaría se entrenó en un aeródromo cercano a Moscú
entrenándose en la 2ª Escuadrilla de la 1ª Aviabrigada, pero en los primeros
días de agosto es enviado con un pequeño grupo de aviadores españoles a la
ciudad siberiana de Sverdlovsk. Allí reciben entrenamiento de vuelo en aviones
alemanes capturados para realizar acciones de sabotaje tras las líneas
enemigas, pero luego regresan a Moscú para, con la graduación de Teniente,
formar parte de la Defensa de Moscú en la 1ª Escuadrilla del 283 IAP en la que
volaba cazas MiG-3.
En 1942
es destinado al 788 IAP correspondiente al PVO (Protivo-Vozdushnaya Oborona,
Defensa Antiaérea) de la 102 IAD en la defensa de Stalingrado con cazas
Yakovlev Yak-1. Fue
"bautizado" en su Regimiento con el nombre de Víctor Serov, en
recuerdo de un aviador soviético que participó en la defensa de Madrid en 1936.
En la
defensa de Moscú y Stalingrado, agregó cinco victorias.
El día
27 de agosto de 1943 el Teniente Pascual realizó su último vuelo de combate. En
formación con su compatriota Domingo Bonilla, veterano de la Guerra Civil
española y los pilotos rusos Viktor Kozlov, Kpt Bashir y Por. Fjodorov. Todos
ellos volaron Yak-1 hacia el Volga a una altitud de 2.000 m. Su tarea era
proteger a sus propias posiciones de artillería que estaban bajo ataque de los
cazas bombarderos alemanes Ju-87. Después de llegar al campo de batalla, el
Capitán Vyacheslav Filippovich Bashkirov, jefe de patrulla y comisario político
del 788 IAP, ordenó un giro de 180°, y a pesar de las nubes negras de la
explosión de metralla alrededor, buscó al enemigo. Después de un tiempo, el Capitán
cambió el rumbo por 10 grados hacia el norte, cuando la voz de Fodor se escuchó
en sus auriculares: "Desde el oeste, en nuestra altura, aviones enemigos.
Tres escuadrones de Junkers 87, un poco más alto Messerschmitt''. "Ataca a
los bombarderos y cuida a los Messers", respondió Kpt. Bashir.
Mientras
Bonilla y Fedorov hicieron frente a los cazas alemanes Bf 109, y Pascual y
Kozlov se dirigieron a hostigar a los Stuka alemanes. Bonilla con Fedorov no
pudieron mantener la superioridad Bf 109 por mucho tiempo, durante el cual habían
derribado un Junkers, el Capitán Bashkirov fue tocado e inmediatamente saltó en
paracaídas de su avión en llamas. En su descenso observó a Pascual hacer frente
a cinco Bf 109 derribando a uno de los Messerschmitt con dos ráfagas de balas,
pero luego los cuatro restantes se concentraron en él. Pascual supo aprovechar
sus habilidades y maniobras para escapar del enemigo que se concentraron en él.
Parecía
que Pascual se escapaba y en una maniobra cerrada pudo derribar al tercer caza
Bf 109 de esa mañana con la munición que le quedaba y se zafó momentáneamente
de los restantes enemigos. No obstante, un caza le interceptó y lo derribó sin
que llegara a saltar de su aparato y su avión chocó contra el suelo.
José
Pascual Santamaría fue uno de los pocos ases de combate españoles que en
defensa de la Unión Soviética que pagaron el precio más alto, por lo que
también por su heroísmo póstumamente recibió uno de los más altos honores - la
Orden de Lenin y su nombre figura en el monumento del Mamayev Kurgan de
Stalingrado, donde aparecen los 35.000 caídos soviéticos de la batalla.
Prieto Arana, Eugenio. Eibar 1922- Eibar 1987
Eugenio
Prieto fue uno de los 60 niños de Eibar que marcharon a la URSS durante la
guerra civil.
El 13
de junio de 1937, el “Habana” zarpó desde Santurce para dirigirse a Francia.
Allí los niños tomaron un segundo barco, el "Sontay", que los llevó a
Leningrado (actual san Petersburgo). A diferencia de otros países, en la URSS
no fueron acogidos por familias, sino que permanecieron en las “casas
infantiles” de Odessa, Jersón, Kiev, Stalingrado, Pravda, Obninskoye, etc.
En un
principio se preveía que los niños estarían en el extranjero por un tiempo muy
limitado. Sin embargo, algunos retornos se demoraron mucho o no se produjeron
jamás. El caso de la URSS es paradigmático, ya que los que deseaban volver
tuvieron que esperar 20 años. La primera posibilidad de regresar se presentó a
finales de 1956. Para entonces, los niños se habían convertido ya en adultos,
habían concluido sus estudios, se habían casado y habían tenido hijos.
En
1941, Eugenio con 19 años entró en las fuerzas aéreas.
En
noviembre de 1943, tras la batalla de Kursk, cerca de Kiev, la misma andanada
derribó a Eugenio Prieto y a Antonio Uribe. Antonio tuvo la mala suerte de que
explotó el depósito de gasolina bajo el asiento y desapareció en el aire. Pero
el avión de Prieto estaba tocado en el motor y lo llevó planeando, queriendo
cruzar el Dnieper. El lado este estaba en manos de los rusos y la orilla oeste,
en manos alemanas. Con la mala suerte de que se quedó enganchado en un árbol
del lado alemán del río. Con el golpe perdió el sentido y lo despertaron a patadas.
Los alemanes le habían quitado la pistola, las botas y la chaqueta de cuero y
se lo llevaron preso. Pero Eugenio era un artista. Les dijo que no era ruso,
que era un piloto español y eso los desorientó, así que lo detuvieron en una
casa particular en la aldea de Putoviti. Fingiendo tener colitis, comenzó a ir
al servicio de la casa, una caseta que estaba fuera. El alemán que le vigilaba,
cansado de tantas vueltas, acabó por no acompañarle y le vigilaba a distancia.
Y Eugenio en cada viaje iba rompiendo una tabla de la caseta. Cuando las hubo
roto, escapó corriendo y se escondió al final del pueblo. Pidió ayuda a un
abuelo, que al oír su acento le tomó por un alemán y le dijo que no. Con la
suerte de que entonces llegó el nieto que sabía que se había fugado el preso.
El abuelo lo llevó a un almacén donde, debajo de un montón del estiércol, había
un búnker con dos pilotos más.
La
unidad alemana se marchó y fue reemplazada por otra. Los dos pilotos rusos se
fueron con la guerrilla pero Eugenio prefirió quedarse, porque con su forma de
hablar ruso era sospechoso. El alcalde del pueblo, que era el jefe de la
Resistencia, lo hizo pasar por el marido mudo de su nieta. Le dio un
certificado donde ponía que era mudo y sordo.
A los
días el Ejército ruso cruza el río y reconquista la zona. Cuando Eugenio se les
presentó diciendo que era un piloto derribado no le creyeron. Pese a todas sus
explicaciones, lo tomaron por alemán y no pudo convencerlos porque los rusos
son muy difíciles de convencer, por sistema no se creen nada. Unos soldados lo
sacaron del pueblo para darle el paseo. Y en eso cruzaba una columna de tanques
y oye: “¿Senia, dónde vas?”. ¡Resultó que en una torreta pasaba un conocido de
la época de Moscú, con el que iba a los bailes al salir del Aeroclub! Los
soldados se disculpaban diciendo que no lo iban a matar, que era para darle un
susto y que confesase. El del tanque llamó al aeródromo y mandaron un avión
para rescatar a Eugenio. Se reincorporó a la Aviación pero en 1945 lo
expulsaron del Ejército por haber sido hecho prisionero.
Piloto
del 235 IAP. Cuatro derribos. Orden de la Bandera Roja.
Sánchez Montes, José. ¿?
Sevilla
Santos, ¿?
Uribe,
Antonio.
Antonio
Uribe, había combatido en España y era hermano del ministro comunista Vicente
Uribe.
En
noviembre de 1943, tras la batalla de Kursk, cerca de Kiev, la misma andanada
derribó a Eugenio Prieto y a Antonio Uribe. Antonio tuvo la mala suerte de que
explotó el depósito de gasolina bajo el asiento y desapareció en el aire.
Prieto sobrevivió a este derribo.
Zarauza
Clavero, Manuel. 3/XI/1917, Santoña -
12/X/942, Bakú, URSS.
Ingresó en la aviación republicana en noviembre de 1936 como soldado voluntario, capacitándose como piloto de caza en la Escuela de Pilotos de Santiago de la Ribera (Murcia) a cuyo término fue ascendido a Sargento y asignado a una escuadrilla de biplanos I-15 "Chato", la que había sido la Escuadrilla "Palancar" y después la Escuadrilla "Lacalle", mandada en aquella época por Manuel Aguirre, y el 24 de mayo de 1937 fue enviado a la Zona Norte, junto a otros pilotos que más tarde se convertirían en ases de la especialidad y jefes de unidades.
Zarauza
tripulaba uno de los "Chato", pero un fallo del motor producido poco
después de despegar, le obligó a regresar al aeródromo de partida. A
continuación pasó a la Escuela de Alta Velocidad de El Carmolí, donde recibió
doble mando en el UTI-4 ("Mosca" biplaza), siendo destinado después a
la 3ª Escuadrilla de "Moscas".
En
noviembre de 1937, cuando se hallaba integrado en la 4ª Escuadrilla de Moscas,
Zarauza fue ascendido a Teniente y se le confió el mando de la unidad, en
sustitución del soviético Shimelkov. El 15 de diciembre la 4ª de Moscas
intervino por primera vez en la batalla de Teruel, durante la cual se pusieron
de manifiesto las dotes de mando de su nuevo jefe. Más tarde, la unidad fue
destinada a contener el avance nacionalista sobre Levante, y operaba desde
Reus, Sarrión, Liria, Valls, Vendrell y otras localidades, enlazando, combate
tras combate, con la reñida batalla del Ebro.
En el
transcurso de ésta, el 5 de julio de 1938, Eduardo Claudín, jefe del Grupo 21
de Moscas, fue abatido por la artillería antiaérea de los rebeldes en la
vertical de Puebla de Valverde. Zarauza, que el 11 de marzo de 1938 había
recibido su despacho de Capitán (según el Diario Oficial N° 60), fue puesto al
mando del Grupo 21, mientras Antonio Arias Arias le sustituyó al frente de la
4ª Escuadrilla. Zarauza, que se había ganado el apelativo de "el piloto
fantasma" debido a que su corta estatura hacía que apenas se le viese
cuando se sentaba a los mandos de su avión, intervino al frente de su unidad en
los combates en defensa de Cataluña y fue ascendido al empleo de Comandante por
méritos de guerra. Cuando el frente de Cataluña se hundía irremediablemente,
Zarauza decidió refugiarse en Francia con su avión para impedir que ambos
cayeran en manos del enemigo donde fue internado en el campo de
Argelés-Sur-Mer.
Algún
tiempo después, pudo trasladarse a la Unión Soviética fijando su residencia, en
Jarkov, donde trabajó en la misma fábrica que Antonio Arias y después de la
entrada en la guerra como voluntario en la defensa de Moscú derribando 7
aviones enemigos. Posteriormente derribó 13 aparatos más.
Mas
tarde, gracias a sus habilidades fue destinado como instructor en una escuela
piloto en Bakú, con el grado de Coronel. Era conocido por sus habilidades
acrobáticas arriesgándose a vuelos rasantes a una altura de menos de 10 m del
suelo.
Pereció
el 12 de octubre de 1942, en Bakú cuando realizaba un simulacro de combate con
un piloto ruso inexperto, Sergei Rjapishev, ambos con I-16.
Zarauza
tenía en su haber más de 30 victorias aéreas, 10 de ellas en España.
Fuente: https://www.mve2gm.es