Por
desgracia, a pesar de todo lo que prometía el XB-70 sobre el papel, no estaba
destinado a ser.
No
todos los días un avión militar que ni siquiera pasa de la fase
experimental/prototipo asusta tanto a los dirigentes políticos y militares de
un adversario que el equipo de I+D de este último país no sólo diseña y pone en
marcha un caza-interceptor para hacer frente a dicho avión X, sino que además
crea el caza-interceptor más rápido del mundo.
Pues
bien, en los días embriagadores de la Guerra Fría, el bombardero supersónico
XB-70 Valkyrie de las Fuerzas Aéreas estadounidenses hizo precisamente eso, y
el fruto de esta particular manifestación de la Ley de las Consecuencias
Inesperadas fue el MiG-25 Foxbat. Dado que ya hemos publicado un artículo sobre
el Foxbat, sería justo y lógico hacerlo sobre el Valkyrie que asustó al avión
soviético.
El
avión X(B-70)
El
XB-70 Valkyrie realizó su vuelo inaugural el 21 de septiembre de 1964. Sólo se
construyeron dos fuselajes antes de que el proyecto experimental fuera retirado
el 4 de febrero de 1969. Los dos aspirantes a aviones de guerra fueron
fabricados por North American Aviation (NAA), más conocida por los emblemáticos
P-51D Mustang y B-25 Mitchell, así como por el no tan emblemático pero sí
históricamente significativo F-82 Twin Mustang. En cuanto al nombre, Ed Mack
Miller lo cuenta en un artículo del Air Force Times publicado el día de Año
Nuevo de 1960: “El nombre ‘Valkyrie’ fue seleccionado para el B-70 en un
concurso de nombres del Mando Aéreo Estratégico. Se presentaron más de 20.000
nombres. En la mitología nórdica, las valquirias eran doncellas de extrema
belleza que surcaban los cielos sobre sus corceles, eligiendo a los que iban a
morir en la batalla y llevando a los héroes caídos de vuelta al Valhalla”.
El
Valkyrie no fue el primer bombardero supersónico de los Estados Unidos; esa
distinción histórica corresponde al Convair B-58 Hustler, que realizó su propio
vuelo inaugural el 11 de noviembre de 1956 y, aunque nunca entró en combate,
alcanzó un breve momento de estrellato en Hollywood al representar al ficticio
bombardero “Vindicator” en la película de suspense sobre la guerra nuclear Fail
Safe, protagonizada por Henry Fonda y Walther Matthau.
En
cuanto al XB-70, tal y como señala la página informativa de la Federación de
Científicos Americanos (FAS) sobre el bombardero estrella: “Con estudios de
investigación y desarrollo que comenzaron en 1955, el XB-70 era un bombardero
estratégico de gran tamaño y largo alcance previsto para sustituir al B-52. Al
igual que en el programa B-58, las Fuerzas Aéreas querían nuevos avances
tecnológicos. Para ello, las Fuerzas Aéreas otorgaron al contratista principal
la responsabilidad total del sistema de armas. La competencia entre Boeing y
North American por el contrato se produjo durante la fase de diseño. En 1958,
se eligió el diseño de North American y se adjudicó un contrato de desarrollo.
La Fuerza Aérea requería un bombardero de Mach 3, de gran altitud y de largo alcance,
capaz de transportar armas nucleares y convencionales”.
El
efímero resultado final tenía una velocidad máxima de 2.056 mph (Mach 3.1/
3.310 kph/ 1.787 nudos) y una velocidad de crucero de 2.000 mph (Mach 3.0/
3.219 kph/ 1.738 nudos), propulsado por seis motores General Electric YJ-93
montados en alas delta, con 30.000 libras de empuje cada uno con
postcombustión, que podían llevar al avión a un alcance máximo de 4.288 millas
(6.900 kilómetros). La longitud del fuselaje era de 196 pies (59,74 metros), la
altura de la cola era de 31 pies (9,44 metros), la envergadura de las alas era
de 105 pies (32 metros), y el peso bruto máximo estimado era de 521.000 libras
(236.621 kilogramos).
El
Valkyrie tenía una tripulación de cuatro personas: piloto, copiloto, bombardero
y operador de sistemas defensivos.
El
viaje de las valquirias se interrumpió
Por
desgracia, a pesar de todo lo que prometía el XB-70 sobre el papel, no estaba
destinado a ser, ya que el avión se vio superado por los acontecimientos (OBE).
En primer lugar, hubo una aparición continua de los entonces nuevos SAM, que
también afectaron al B-58 y al B-47 Stratojet. Luego estaba el factor de los
dólares y el sentido común: en 1961, el recién estrenado presidente Kennedy
anunció que el programa del XB-70 se reduciría a la investigación únicamente,
alegando su elevado coste (más de 700 millones de dólares por prototipo) y su
vulnerabilidad; la administración JFK consideraba que los ICBM eran más
rentables porque eran menos vulnerables y resultaban más baratos desde el punto
de vista operativo.
Por
último, y lo más trágico, como se indica en la página de Boeing Historical
Snapshot “El 8 de junio de 1966, un accidente durante un vuelo fotográfico se
cobró la vida de dos pilotos y destruyó dos aviones: el XB-70A-2 y un F-104 que
había sido capturado por la estela del vórtice del Valkyrie”.
El
miedo fomenta el Foxbat
Ergo,
como se ha señalado anteriormente, el XB-70 restante fue retirado en 1969. Sin
embargo, aparentemente la V-PVO de la Unión Soviética (traducido literalmente
como “Tropas de Defensa Antiaérea”) no recibió los memorandos a tiempo, ya que
siguieron adelante y enviaron el MiG-25 Foxbat en su vuelo inaugural en 1964
-el mismo año que el vuelo inaugural del Valkyrie- y pusieron el Foxbat en
estado operativo en 1970, el año después de que se archivara oficialmente el
proyecto XB-70. El MiG-25 de Mach 3,2 (2.455 mph/3.951 kph), cuya producción
fue motivada por el miedo de los soviéticos, creó a su vez un aura de misterio
y temor por parte de la OTAN. Esa aura se rompería a su vez con la audaz
deserción del piloto del MiG-25, el teniente Viktor Belenko, en 1976.
¿Dónde
está ahora?
El
único XB-70 Valkyrie que se conserva está expuesto en la Galería de Investigación
y Desarrollo (I+D) del Museo Nacional de las Fuerzas Aéreas de los Estados
Unidos, en la base aérea de Wright-Patterson, cerca de Dayton (Ohio).
Fuente: https://israelnoticias.com