8 de septiembre de 2022

I-12, EL CAZA SOVIÉTICO EN LA QUE EL PILOTO DE PRUEBAS SE ARRIESGABA A CONVERTIRSE EN CARNE PICADA

 


 

El I-12 (ANT-23) tenía un aspecto extraño, con una hélice delantera y otra trasera que no debió dejar de dormir a los pilotos que lo volaron en la fase de prueba.

 

Uno de los primeros cazas diseñados específicamente para las motores de L. V. Kurchevski fue el I-12 (ANT-23). Su diseño comenzó el 1 de abril de 1929. Se decidió construir un caza monoplaza de dos vigas, totalmente metálico, con dos motores Júpiter refrigerados por aire de 420 (525) CV cada uno. En el interior de las vigas, torneadas a partir de tubos de acero de 170 mm de diámetro, se instalaron cañones Kurchevski.

 

Pareja de labradores observan de cerca un avión equipado con motor Júpiter

 

Según las especificaciones, el avión debía alcanzar una velocidad de 300 km/h a una altitud de 5.000 m. Los cálculos demostraron que el peso del avión era demasiado elevado. Pero los cálculos mostraron que con un peso de 2.405 kg, alcanzaría 318 km/h a 5 km de altura. Al mismo tiempo, el tiempo de ascenso a 5000 metros no será superior a 7,7 minutos, y el techo será de 9320 metros.

 

 

Inicialmente se consideró la opción de equiparlo con un único cañón de 102 mm, pero en la versión final se optó por dos cañones APK-4 de calibre 76,2 mm dinámicos, colocándolos en el brazo de cola, y una ametralladora PV-1.

 

No sólo los cañones fueron una característica de este caza, sino que también cambió la disposición de su fuselaje. La planta motriz, con hélice de arrastre, estaba situada en la parte delantera, la cabina de mando detrás, y la segunda planta motriz con hélice de empuje estaba en el extremo de este diseño.

 

 

Este esquema prometía una reducción de la resistencia del avión y, en consecuencia, un aumento de su velocidad máxima. Pero conseguir esto tenía un lado tremendamente negativo: en caso de emergencia, el piloto, tras abandonar el avión en paracaídas, caía casi con total seguridad en la hélice del motor trasero. Los diseñadores también se anticiparon a esto, planeando instalar un freno de hélice en la segunda variante del caza.

 

 

El caza, con motor Júpiter-IV fue construido en 1930. El 29 de agosto de 1931 I. F. Kozlov realizó su primer vuelo en el I-12. Durante las pruebas, el piloto tuvo su cuota de enervantes aventuras. Según podemos leer en Arsenal, el 12 de marzo de 1932, en un primer disparo del APK-4 el proyectil explotó en el cañón, cortando los cables de control de los alerones. Durante el aterrizaje, el brazo de cola se rompió, pero el experimentado piloto lo salvó.

 

 

Por esta hazaña, recuerda Airwar.ru el 20 de mayo de 1932, Kozlov fue condecorado con la Orden de la Estrella Roja, Nº 27. Se necesitaron otros seis meses para perfeccionar el aparato, pero nunca se alcanzaron las características de vuelo esperadas.

 

 

En total, hasta el último despegue que tuvo lugar el 28 de septiembre de 1932, el avión voló 21 veces. Entonces se decidió dejar las pruebas ya que el número de revisiones necesarias crecía como una bola de nieve y era imposible completarlas. Los pilotos se quejaban de la vibración del aparato en casi todos los modos de vuelo. Tampoco estaban satisfechos con el rendimiento, por lo que el I-12 alcanzó una velocidad máxima de solo 259 km/hora.

 

 

El 4 de junio se recibió la orden del jefe adjunto de TsAGI A. N. Túpolev de dejar de construir el I-12bis.

 

Fuente: https://es.rbth.com