En una
época de cambios tecnológicos en la propulsión de aeronaves, la URSS probó la
combinación de varios tipos de motores en un mismo avión. Sin embargo, este
concepto murió casi al nacer.
A
mediados de los años 40, la Unión Soviética se había quedado muy atrás en el
campo de la aviación a reacción debido a la subestimación de sus perspectivas
por parte de los dirigentes del Estado.
Sin
embargo, la aparición del avión de reacción alemán Messerschmitt Me-262 cerca
del final de la Segunda Guerra Mundial incitó a la Unión Soviética a
desarrollar un caza lo suficientemente rápido para hacerle frente.
En febrero de 1944, el Comité de Defensa del Estado (GKO) adoptó una resolución sobre la creación de un instituto de investigación (NII-1) en el sistema del Comisariado del Pueblo de la Industria de la Aviación, que se convertiría en el principal centro de construcción de motores a reacción.
Como
explica Airwar.ru, a principios de 1944, Pavel Ósipovich Sujói desarrolló de
forma proactiva un diseño conceptual para un caza con una planta motriz
combinada que comprendía un motor de hélice de pistón M-105A y un motor
auxiliar de chorro compresor que actuaba como propulsor.
El primer vuelo del avión, denominado Su-5, fue realizado por el piloto de pruebas de la fábrica G.N. Komarov el 6 de abril de 1945. Se realizaron 42 vuelos en total con el aparato.
El
avión Su-5 es un monoplano monoplaza de construcción totalmente metálica con
una piel de duraluminio de 1 a 2 mm de espesor.
La primera etapa de las pruebas de vuelo en fábrica tuvo lugar entre abril y junio de 1945. Fueron dirigidos por el piloto de pruebas G. Komarov. Según los cálculos, la activación del motor a chorro aumentó la velocidad de la aeronave en 90 km/h a nivel del suelo y en 110 km/h en altura. Durante las pruebas, se alcanzó una velocidad de 793 km/h a una altitud de 4.350 m frente a la velocidad de diseño de 768 km/h. La velocidad máxima de diseño a una altitud de 7800 m con el motor a chorro activado era de 810 km/h.
Sin
embargo, noviembre de 1946, un decreto del gobierno marcó el fin de los
trabajos en una serie de aviones que habían “perdido relevancia”, siendo el
Su-5 uno de ellos.
Las pruebas se interrumpieron debido a un fallo del motor. No se llevaron a cabo más trabajos de desarrollo en el avión, ya que para entonces el concepto experimental de la combinación de ambos tipos de motores había quedado obsoleto.
Fuente:
https://es.rbth.com