Por Carlos
Ay
Visitantes
franceses
El Teniente Pedro Zanni, Alejo Tinao Planes y el Teniente Alberto González Albarracín (primero, tercero y quinto desde la derecha) recibiendo a dos visitantes de la “Chez Nieuport” (vía Fernando Benedetto, circa 1913).
Concebidos
por los hermanos Edouard (1875-1911) y Charles Nieuport (1878-1913), los
monoplanos Nieuport nacieron en Francia a principios de la década de 1910 y
tuvieron bastante éxito en el incipiente mercado aeronáutico mundial gracias a
la simplicidad de su construcción y la elegancia de sus formas.
Piloteados
por aviadores europeos o norteamericanos, sus distintas variantes tuvieron una
participación destacada en la Gran Semana de la Aviación de Champagne
(07/1910), las copas Gordon Bennet y Michelin (1911) y la competencia militar
de Reims-Bétheny (09/1911).
Desarrollado
en ocho versiones terrestres y acuáticas de uno a tres asientos y equipadas con
motores de diferentes marcas y potencias (entre 30 a 100 caballos de fuerza), sus
distintas configuraciones podían alcanzar velocidades de entre 120 y 140 km/h.
Si bien
inicialmente se trataba de un aeroplano deportivo y de entrenamiento, el diseño
fue agrandado y potenciado para prestar servicio como aeronave de observación
militar en la que se conocería como el modelo IVM.
El
Nieuport IVM era así un monoplano, monomotor biplaza construido en madera con
revestimientos de tela y apoyos de cables metálicos con tren de aterrizaje
metálico de dos ruedas “Super Balloon” y patín central de frenado en el
aterrizaje.
La planta
alar era de forma trapezoidal con perfil del tipo semi espeso biconvexo, con
gruesos largueros fuertemente arriostrados al fuselaje por medio de cables de
acero semirrígidos.
La
planta de poder estaba integrada por un motor rotativo, radial refrigerado por
aire, Gnome Double-Omega de 14 cilindros en estrella y 100 HP de potencia que
accionaba una sola hélice tractora bipala.
Con una
envergadura de 12,25 m, longitud de 8,15 m, altura de 2,85 m y superficie alar
de 23 m2, el IVM tenía un peso total de 705 kg (compuesto por 100 kg del motor,
380 kg del planeador, 75 kg de combustibles y 180 kg de equipaje) y un peso
máximo de despegue de 795 kg; lo que determinaba una carga alar de 30,65 kg/m2
y una relación carga/potencia de 7,05 kg/HP.
Con un
peso de despegue de 705 kg, el modelo podía alcanzar una velocidad máxima de
117 km/h y entraba en pérdida a los 80 km/h, registraba un régimen de trepada
inicial de 100 m/min, un techo de servicio de 3.500 m y una autonomía de dos
horas de vuelo.
Incorporación
a la flamante aviación militar argentina
Dos
máquinas de este tipo fueron donadas en 1912 por empresas o particulares que
colaboraron en la colecta de material y fondos pro-flotilla aérea militar
organizada por las autoridades del Aero Club Argentino, entidad que presidía el
Ingeniero Jorge Alejandro Newbery.
La
primera de ellas, bautizada “Argentina”, fue donada en 1912 por la empresa
tabacalera Piccardo y Compañía a través del Aero Club Argentino tras un proceso
de selección conducido por una comisión especial formada por miembros del
aeroclub y el Ministerio de Guerra.
La
segunda, bautizada “Eduardo Castex” en honor al agrimensor, empresario de
seguros y político padre del donante, fue aportada por Alberto E. Castex,
fundador de la colonia que hoy lleva el nombre de su padre en la Provincia de
La Pampa.
Pedro Leandro Zanni, Teniente del arma de ingenieros y precursor de la aviación militar argentina, en la cabina del Nieuport IVM “Eduardo Castex” (vía Fernando Benedetto, circa 06/1915).
Recibidos
en 1913, fueron armados sin conocer su centraje en los talleres de la Escuela
Militar de Aviación (EMA), asentada en aquel entonces en el Aeródromo Militar
de El Palomar (Buenos Aires).
Dado
que no estaban bien calibradas, ambas máquinas fueron depositadas en el Hangar
Nº 4, de donde eran retiradas circunstancialmente para hacer funcionar sus
motores o para realizar ocasionales carreteos a cargo del Teniente Primero
Alfredo Salvador Agneta o del Teniente Pedro Leandro Zanni.
Hacia
setiembre de ese año llegó a El Palomar Alejo Simón Tinao Planes, aviador civil
argentino que había recibido instrucción de vuelo en Francia y se había
desempeñado como armador y piloto de pruebas de la firma Nieuport en su planta
de Issy-les-Moulineaux.
Integrantes del primer curso de aviadores reservistas posando delante del “Eduardo Castex” (de izquierda a derecha): Martín Pico, Enrique Molina, Enrique A. Torres, Edmundo Lucius y Alfredo Sosa (vía Fernando Benedetto, circa 08/2015).
Tinao
Planes se ofreció voluntariamente ante la dirección de la EMA para colaborar en
la puesta en servicio de ambos ejemplares y la preparación de sus tripulaciones
de vuelo y, con la asistencia de mecánicos de la institución, realizó el
centrado de ambos aviones y realizó el primer vuelo de verificación en uno de
ellos el 13/10.
Luego
de varios vuelos de prueba las máquinas estuvieron listas y fueron entregadas
en estado operativo a sus pilotos en 01/1914: Tras completar en ellos sus
correspondientes primeros vuelos, el designado “Argentina” quedó a cargo de
Agneta y el “Eduardo Castex” de Zanni.
La
entrega de “Argentina” y “Eduardo Castex” no podría haber sido más oportuna ya
que, por órdenes recibidas a mediados del verano, se iniciaron las actividades
de preparación de dos escuadrillas de aeronaves de la Escuela Militar de
Aviación (EMA) para ser empleadas durante las maniobras generales que el
Ejército Nacional efectuaría en 04/1914.
Ejercitaciones
en Entre Ríos
El
14/04 los dos Nieuport IVM, junto con pilotos, observadores, mecánicos y equipos
de asistencia técnica, fueron embarcados en un convoy ferroviario con destino a
la localidad de Villaguay (Entre Ríos), desde donde operarían “combatiendo” a
favor del “bando azul”, uno de los dos contendientes a enfrentarse en las
primeras maniobras militares argentinas que contaron con participación de
aeronaves.
La
escuadrilla de Nieuports estaba comandada por el Teniente 1º Agneta y tenía
como pilotos a él mismo y al Teniente Zanni y como observadores a los Tenientes
Campos (que voló con Zanni) y Benavente (que lo hizo con Agneta).
Tras el
arribo a Villaguay, los Nieuport fueron desplegados en un aeródromo de campaña
que se conformó en una quinta cercana, cedida a tal fin por un vecino de la
localidad.
A pesar
de las lluvias que se sucedían día a día, los aeroplanos operaron durante casi
todas las maniobras realizando vuelos de observación en apoyo de las fuerzas
terrestres entre el 17 y el 25/04, completando 26 misiones y 16:21 horas de
vuelo efectivo.
El
Nieuport IV de Agneta sufrió diversos percances entre los que resaltan un
aterrizaje “largo”, en el cual el avión concluyó su carrera volteando varios
árboles de un pequeño bosque vecino al aeródromo de campaña de Villaguay.
Por
otro lado, el 24/04, por una falla de motor, debió aterrizar en emergencia
cerca de Clara (Entre Ríos) dañándose sus planos, dejando su máquina fuera de
servicio hasta el final de las maniobras y cayendo la tripulación prisionera
del “bando rojo”.
La
máquina de Zanni, por su parte, sufría una notable tendencia a caer sobre el
ala izquierda, falencia que los mecánicos no podían resolver pese a las
sucesivas revisiones que hicieron a un avión que parecía estar en buen estado.
La
causa fue descubierta una mañana por el Jefe de Talleres de la EMA, Ambrosio
Taravella, quien observando a trasluz el ala notó que su interior estaba lleno
de agua. Perforando el borde de fuga con clavos pequeños se logró drenar el
semiplano de líquido y el avión volvió a comportarse correctamente.
Récord
sudamericano, visitas ilustres… y un trágico final
En su
breve paso por la aviación militar argentina (1913-1915), los Nieuport IVM
fueron protagonistas de varios vuelos destacados para la época y tomaron parte
en no pocos eventos de gran exposición ante el público general.
La
máquina piloteada por Zanni también logró un récord sudamericano de velocidad y
distancia al realizar un raid entre El Palomar, Villa Mercedes (San Luis),
Pehuajó (Buenos Aires) y El Palomar entre el 18 y 23/07/1914.
El
12/11/1913, piloteado por Tinao Planes, el “Eduardo Castex” participó en un desfile
aéreo en honor del presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, quien
se encontraba en el país en visita oficial.
El
31/03/1914, a su vez, ambos Nieuport fueron parte de una escuadrilla de cinco
aviones de la EMA que volaron al encuentro del tren que trasladaba a los
príncipes de Prusia, Enrique e Irene, y los escoltaron hasta la localidad de
Pilar demostrando las capacidades desarrolladas por la incipiente arma aérea
militar argentina en sus primeros dos años de vida.
A
principios de 10/1914, finalmente, el Teniente 1º Agneta volaría 40 minutos en
el “Argentina” con el agregado militar brasileño, Teniente Vasconcelos, como
pasajero invitado.
Ambos
aparatos tomaron parte de homenajes realizados tras la muerte de Newbery:
“Eduardo Castex” desfiló por las calles de Buenos Aires el 04/03/1914 y ambos
fueron parte del dispositivo aéreo que sobrevoló el estadio de la Sociedad
Sportiva de Palermo el 05/04/1914.
Los dos
Nieuport IVM también fueron parte del desfile aéreo con el que el 12/08/1914 se
celebró el segundo aniversario de la creación de la EMA, sobrevolando no sólo
El Palomar sino también Morón, Caseros, Hurlingham y Bella Vista.
Pero el
28/10/1914, la desgracia se ensañó con el elegante monoplano francés y uno de
sus tripulantes: Mientras decolaba de El Palomar a bordo del “Argentina”, con
el Dr. Felipe Madariaga como pasajero invitado, el Teniente 1º Agneta se
encontró de frente con un Farman 50 HP que en ese momento era tripulado por el Teniente
García Fernández.
Agneta
evadió al biplano de García Fernández y, tras pasar unos 10 m bajo aquel, entró
en pérdida sobre el ala izquierda y cayó a tierra desde unos 60 m de altura
causando la muerte instantánea de Agneta y provocando heridas graves a
Madariaga, quien moriría mientras lo asistía el periodista y aviador civil,
Gervasio Videla Dorna.
El
“Eduardo Castex” continuó operando bajo el comando de Zanni al menos hasta 06/1915
y permaneció en el inventario de la EAM hasta el segundo semestre de ese año,
cuando su desafectación definitiva concluyó la efímera historia del primer
modelo de aplicación específica de nuestra aviación militar.
Fuente:
https://www.gacetaeronautica.com