8 de septiembre de 2022

NIEUPORT IVM: LOS PRIMEROS AEROPLANOS MILITARES ARGENTINOS

 

 

Por Carlos Ay

 

Visitantes franceses

 

El Teniente Pedro Zanni, Alejo Tinao Planes y el Teniente Alberto González Albarracín (primero, tercero y quinto desde la derecha) recibiendo a dos visitantes de la “Chez Nieuport” (vía Fernando Benedetto, circa 1913).

 

Concebidos por los hermanos Edouard (1875-1911) y Charles Nieuport (1878-1913), los monoplanos Nieuport nacieron en Francia a principios de la década de 1910 y tuvieron bastante éxito en el incipiente mercado aeronáutico mundial gracias a la simplicidad de su construcción y la elegancia de sus formas.

 

Piloteados por aviadores europeos o norteamericanos, sus distintas variantes tuvieron una participación destacada en la Gran Semana de la Aviación de Champagne (07/1910), las copas Gordon Bennet y Michelin (1911) y la competencia militar de Reims-Bétheny (09/1911).

 

Desarrollado en ocho versiones terrestres y acuáticas de uno a tres asientos y equipadas con motores de diferentes marcas y potencias (entre 30 a 100 caballos de fuerza), sus distintas configuraciones podían alcanzar velocidades de entre 120 y 140 km/h.

 

Alfredo Salvador Agneta, Teniente primero del arma de ingenieros y precursor de la aviación militar argentina, posando frente al Nieuport IVM “Argentina” que tenía a su cargo (vía Fernando Benedetto, circa 1913).

 

Si bien inicialmente se trataba de un aeroplano deportivo y de entrenamiento, el diseño fue agrandado y potenciado para prestar servicio como aeronave de observación militar en la que se conocería como el modelo IVM.

 

El Nieuport IVM era así un monoplano, monomotor biplaza construido en madera con revestimientos de tela y apoyos de cables metálicos con tren de aterrizaje metálico de dos ruedas “Super Balloon” y patín central de frenado en el aterrizaje.

 

La planta alar era de forma trapezoidal con perfil del tipo semi espeso biconvexo, con gruesos largueros fuertemente arriostrados al fuselaje por medio de cables de acero semirrígidos.

 

La planta de poder estaba integrada por un motor rotativo, radial refrigerado por aire, Gnome Double-Omega de 14 cilindros en estrella y 100 HP de potencia que accionaba una sola hélice tractora bipala.

 

Con una envergadura de 12,25 m, longitud de 8,15 m, altura de 2,85 m y superficie alar de 23 m2, el IVM tenía un peso total de 705 kg (compuesto por 100 kg del motor, 380 kg del planeador, 75 kg de combustibles y 180 kg de equipaje) y un peso máximo de despegue de 795 kg; lo que determinaba una carga alar de 30,65 kg/m2 y una relación carga/potencia de 7,05 kg/HP.

 

Con un peso de despegue de 705 kg, el modelo podía alcanzar una velocidad máxima de 117 km/h y entraba en pérdida a los 80 km/h, registraba un régimen de trepada inicial de 100 m/min, un techo de servicio de 3.500 m y una autonomía de dos horas de vuelo.

 

Incorporación a la flamante aviación militar argentina

 

Dos máquinas de este tipo fueron donadas en 1912 por empresas o particulares que colaboraron en la colecta de material y fondos pro-flotilla aérea militar organizada por las autoridades del Aero Club Argentino, entidad que presidía el Ingeniero Jorge Alejandro Newbery.

 

La primera de ellas, bautizada “Argentina”, fue donada en 1912 por la empresa tabacalera Piccardo y Compañía a través del Aero Club Argentino tras un proceso de selección conducido por una comisión especial formada por miembros del aeroclub y el Ministerio de Guerra.

 

La segunda, bautizada “Eduardo Castex” en honor al agrimensor, empresario de seguros y político padre del donante, fue aportada por Alberto E. Castex, fundador de la colonia que hoy lleva el nombre de su padre en la Provincia de La Pampa.

 

Pedro Leandro Zanni, Teniente del arma de ingenieros y precursor de la aviación militar argentina, en la cabina del Nieuport IVM “Eduardo Castex” (vía Fernando Benedetto, circa 06/1915).

 

Recibidos en 1913, fueron armados sin conocer su centraje en los talleres de la Escuela Militar de Aviación (EMA), asentada en aquel entonces en el Aeródromo Militar de El Palomar (Buenos Aires).

 

Dado que no estaban bien calibradas, ambas máquinas fueron depositadas en el Hangar Nº 4, de donde eran retiradas circunstancialmente para hacer funcionar sus motores o para realizar ocasionales carreteos a cargo del Teniente Primero Alfredo Salvador Agneta o del Teniente Pedro Leandro Zanni.

 

Hacia setiembre de ese año llegó a El Palomar Alejo Simón Tinao Planes, aviador civil argentino que había recibido instrucción de vuelo en Francia y se había desempeñado como armador y piloto de pruebas de la firma Nieuport en su planta de Issy-les-Moulineaux.

 

Integrantes del primer curso de aviadores reservistas posando delante del “Eduardo Castex” (de izquierda a derecha): Martín Pico, Enrique Molina, Enrique A. Torres, Edmundo Lucius y Alfredo Sosa (vía Fernando Benedetto, circa 08/2015).

 

Tinao Planes se ofreció voluntariamente ante la dirección de la EMA para colaborar en la puesta en servicio de ambos ejemplares y la preparación de sus tripulaciones de vuelo y, con la asistencia de mecánicos de la institución, realizó el centrado de ambos aviones y realizó el primer vuelo de verificación en uno de ellos el 13/10.

 

Luego de varios vuelos de prueba las máquinas estuvieron listas y fueron entregadas en estado operativo a sus pilotos en 01/1914: Tras completar en ellos sus correspondientes primeros vuelos, el designado “Argentina” quedó a cargo de Agneta y el “Eduardo Castex” de Zanni.

 

El primero de los Nieuport IVM participando estáticamente en un homenaje a Jorge Newbery (vía Fernando Benedetto, 04/03/1914).

 

La entrega de “Argentina” y “Eduardo Castex” no podría haber sido más oportuna ya que, por órdenes recibidas a mediados del verano, se iniciaron las actividades de preparación de dos escuadrillas de aeronaves de la Escuela Militar de Aviación (EMA) para ser empleadas durante las maniobras generales que el Ejército Nacional efectuaría en 04/1914.

 

Ejercitaciones en Entre Ríos

 

El 14/04 los dos Nieuport IVM, junto con pilotos, observadores, mecánicos y equipos de asistencia técnica, fueron embarcados en un convoy ferroviario con destino a la localidad de Villaguay (Entre Ríos), desde donde operarían “combatiendo” a favor del “bando azul”, uno de los dos contendientes a enfrentarse en las primeras maniobras militares argentinas que contaron con participación de aeronaves.

 

Pedro Zanni posa frente al “Eduardo Castex” en ocasión del raid entre El Palomar, Villa Mercedes, Pehuajó y El Palomar que le permitió batir el récord sudamericano de velocidad (Revista Mundo Argentino, 07/1914).

 

La escuadrilla de Nieuports estaba comandada por el Teniente 1º Agneta y tenía como pilotos a él mismo y al Teniente Zanni y como observadores a los Tenientes Campos (que voló con Zanni) y Benavente (que lo hizo con Agneta).

 

Tras el arribo a Villaguay, los Nieuport fueron desplegados en un aeródromo de campaña que se conformó en una quinta cercana, cedida a tal fin por un vecino de la localidad.

 

A pesar de las lluvias que se sucedían día a día, los aeroplanos operaron durante casi todas las maniobras realizando vuelos de observación en apoyo de las fuerzas terrestres entre el 17 y el 25/04, completando 26 misiones y 16:21 horas de vuelo efectivo.

 

El Nieuport IV de Agneta sufrió diversos percances entre los que resaltan un aterrizaje “largo”, en el cual el avión concluyó su carrera volteando varios árboles de un pequeño bosque vecino al aeródromo de campaña de Villaguay.

 

Por otro lado, el 24/04, por una falla de motor, debió aterrizar en emergencia cerca de Clara (Entre Ríos) dañándose sus planos, dejando su máquina fuera de servicio hasta el final de las maniobras y cayendo la tripulación prisionera del “bando rojo”.

 

La máquina de Zanni, por su parte, sufría una notable tendencia a caer sobre el ala izquierda, falencia que los mecánicos no podían resolver pese a las sucesivas revisiones que hicieron a un avión que parecía estar en buen estado.

 

La causa fue descubierta una mañana por el Jefe de Talleres de la EMA, Ambrosio Taravella, quien observando a trasluz el ala notó que su interior estaba lleno de agua. Perforando el borde de fuga con clavos pequeños se logró drenar el semiplano de líquido y el avión volvió a comportarse correctamente.

 

El primero de los Nieuport IVM participando estáticamente en un homenaje a Jorge Newbery (vía Fernando Benedetto, 04/03/1914).

  

Récord sudamericano, visitas ilustres… y un trágico final

 

En su breve paso por la aviación militar argentina (1913-1915), los Nieuport IVM fueron protagonistas de varios vuelos destacados para la época y tomaron parte en no pocos eventos de gran exposición ante el público general.

 

La máquina piloteada por Zanni también logró un récord sudamericano de velocidad y distancia al realizar un raid entre El Palomar, Villa Mercedes (San Luis), Pehuajó (Buenos Aires) y El Palomar entre el 18 y 23/07/1914.

 

Alfredo Salvador Agneta, Teniente primero del arma de ingenieros y precursor de la aviación militar argentina, posando frente al Nieuport IVM “Argentina” que tenía a su cargo (vía Fernando Benedetto, circa 1913).

 

El 12/11/1913, piloteado por Tinao Planes, el “Eduardo Castex” participó en un desfile aéreo en honor del presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, quien se encontraba en el país en visita oficial.

 

El 31/03/1914, a su vez, ambos Nieuport fueron parte de una escuadrilla de cinco aviones de la EMA que volaron al encuentro del tren que trasladaba a los príncipes de Prusia, Enrique e Irene, y los escoltaron hasta la localidad de Pilar demostrando las capacidades desarrolladas por la incipiente arma aérea militar argentina en sus primeros dos años de vida.

 

A principios de 10/1914, finalmente, el Teniente 1º Agneta volaría 40 minutos en el “Argentina” con el agregado militar brasileño, Teniente Vasconcelos, como pasajero invitado.

 

Ambos aparatos tomaron parte de homenajes realizados tras la muerte de Newbery: “Eduardo Castex” desfiló por las calles de Buenos Aires el 04/03/1914 y ambos fueron parte del dispositivo aéreo que sobrevoló el estadio de la Sociedad Sportiva de Palermo el 05/04/1914.

 

Los dos Nieuport IVM también fueron parte del desfile aéreo con el que el 12/08/1914 se celebró el segundo aniversario de la creación de la EMA, sobrevolando no sólo El Palomar sino también Morón, Caseros, Hurlingham y Bella Vista.

 

Pero el 28/10/1914, la desgracia se ensañó con el elegante monoplano francés y uno de sus tripulantes: Mientras decolaba de El Palomar a bordo del “Argentina”, con el Dr. Felipe Madariaga como pasajero invitado, el Teniente 1º Agneta se encontró de frente con un Farman 50 HP que en ese momento era tripulado por el Teniente García Fernández.

 

Agneta evadió al biplano de García Fernández y, tras pasar unos 10 m bajo aquel, entró en pérdida sobre el ala izquierda y cayó a tierra desde unos 60 m de altura causando la muerte instantánea de Agneta y provocando heridas graves a Madariaga, quien moriría mientras lo asistía el periodista y aviador civil, Gervasio Videla Dorna.

 

El “Eduardo Castex” continuó operando bajo el comando de Zanni al menos hasta 06/1915 y permaneció en el inventario de la EAM hasta el segundo semestre de ese año, cuando su desafectación definitiva concluyó la efímera historia del primer modelo de aplicación específica de nuestra aviación militar.

 

El segundo Nieuport IVM en El Palomar, fotografiado tras el trágico accidente que cobró las vidas del Teniente 1º Agneta y el Dr. Madariaga (vía Fernando Benedetto, circa 28/10/1915).

 

Fuente: https://www.gacetaeronautica.com