4 de febrero de 2019

LOS MIG-23 CUBANOS EN ACCIÓN - MISIONES AIRE-AIRE SOBRE ANGOLA



Por Rubén URRIBARRES
               
El combate más famoso entre los MiG-23 y Mirage F1

Con la intensificación del conflicto a fines de 1987, comenzaron los combates aéreos con los Mirage F1 de la SAAF sudafricana. El 27 de setiembre de 1987, una pareja de MiG-23ML cubanos cuyo  líder era el Mayor Alberto Ley Rivas, y su numeral el Primer Teniente Juan Carlos Chávez Godoy, despegó para cubrir una misión de rescate de los helicópteros por la zona de Cuito Cuanavale, cuando recibieron el aviso del radar terrestre, de que dos cazas sudafricanos penetraban el espacio aéreo angolano con rumbo norte.

Eran dos Mirage F1CZ del 3° Escuadrón de la SAAF, piloteados por el Comandante Carlo Gaggiano y su numeral el Capitán Arthur Piercy. Los MiG-23ML seguían las indicaciones del radar para interceptar los Mirages, aproximándose de frente. El radar del MiG-23ML de Chávez captó y fijó al primer Mirage F1 a 12 km, pero no pudo disparar su misil R-24 de mediano alcance, pues ambas parejas de cazas giraron, y desde su posición el MiG-23ML de Rivas quedó delante, Rivas llevaba sólo misiles de corto alcance R-60MK, AA-8 Aphid.

El piloto Ley Rivas primero a la derecha, que derriba un Mirage F1 
El autor de la victoria Ley Rivas primero a la derecha y otros pilotos cubanos, junto a un MiG-23UB

Las dos parejas de cazas se cruzaron de frente, y giraron en la horizontal para colocarse en la cola del otro. Sin embargo, el MiG-23ML tenía clara superioridad de maniobra frente al inerte Mirage F1, y su radio de giro era menor. En pocos segundos Rivas logró colocarse en la cola del Mirage F1CZ SAAF-206 de Piercy, y disparó a 300 metros un R-60MK, que explotó en su cola. Chávez y el operador de tierra gritaron emocionados confirmando el impacto. Eran las 14:36 horas. El otro Mirage, al ver la suerte de su compañero, bruscamente picó a tierra, y salió del combate en vuelo rasante hacia a Namibia. Los MiG-23ML consideraron al primer Mirage derribado, e intentaron perseguir al segundo avión, pero estaban ya al límite de combustible, y regresaron. 

 
 El Mayor Alberto Ley Rivas, 32 años. En 1987 cumplía su tercera campaña en Angola. Jubiloso tras aterrizar y ser felicitado por la victoria 

 
El Capitán Arthur Piercy, 29 años. Para el momento del encuentro tenía 1455 horas de vuelo y 47 misiones de combate 

Piercy pudo salir del combate, pero averiado, picó a tierra para pasar inadvertido, y a toda velocidad se dirigió a su aeródromo de Rundu, en Namibia. El misil R-60MK explotó cerca de la tobera, dañando las alas y timones, el paracaídas se desprendió, pero lo peor era que el sistema hidráulico, que potencia los mandos, se dañó seriamente, y comenzó a fallar. Piercy controla a duras penas su Mirage F1CZ, y al intentar aterrizar se salió de la pista, se estrelló perdiendo el tren de aterrizaje. Del golpe la catapulta se disparó, el paracaídas de Piercy no tiene tiempo de abrirse, y chocó con la tierra. Como consecuencia Piercy se dañó seriamente la columna y quedó inválido. Su Mirage F1CZ 206 fue dado de baja y canibalizado para arreglar al Mirage F1 205, que también estaba de baja. Durante años Sudáfrica ocultó la pérdida por combate de este Mirage, calificándola de accidente, aunque hoy reconoce que la causa de ese supuesto accidente, fue el combate con Rivas.

 
El Mirage F1AZ SAAF-205 fue dado de baja, y desarmado para piezas

El agujero lo ocupaba el paracaídas, que se desprendió con la explosión

Algunos impactos de la metralla del misil R-60MK en la cola y alas

La nariz quedó destrozada, y el radar fue cogido para piezas

Otros combates aéreos

El 3 de abril de 1986 un MiG-23 cubano interceptó, de noche, a dos C-130 de la CIA que lanzaban armas a la UNITA cerca de la frontera con el Zaire. Uno de los Hércules fue derribado con misiles de mediano alcance, y el segundo logró huir con averías. El éxito de la acción fue significativo por la fortaleza de los Hércules, y el cese de los vuelos de la CIA en la zona.

El 25 de febrero de 1988 el solitario MiG-23ML del Primer Teniente Eladio Ávila terminaba una misión de cobertura a un MiG-21, cuando recibió la orden del operador de tierra de buscar un blanco aéreo aparecido en la zona. Ávila no lo encontró, y decidió regresar por estar escaso de combustible. Pero cuando se retiraba, se encontró con dos Mirage F1 sudafricanos que prefirieron retirarse a pesar de su ventaja numérica. Ávila los persiguió y casi los tenía al alcance de tiro efectivo de sus misiles, cuando se le encendió la luz de emergencia por falta de combustible. Ya no podía regresar a Menongue, y se vio obligado a aterrizar, casi vacío, en la pista de Cuito Cuanavale, que estaba bajo el fuego de los obuses sudafricanos de 155 mm G5 y G6. Ávila se repostó, y despegó milagrosamente a Menongue, a pesar del fuego artillero por el aeródromo.

Ese mismo día 25 de febrero el Capitán Orlando Carbó en su MiG-23ML realizaba una misión de reconocimiento al sur de Cuito, cuando el operador del radar, Primer Teniente Ricardo López Castillo, le advirtió de la aproximación de un Mirage F1. Orlando se preparó para el combate, y de repente Ricardo le advirtió que aparecieron en la zona otros dos Mirage F1. Era una emboscada, en la que el MiG-23ML se enfrascó contra tres Mirage F1. Orlando maniobraba enérgicamente, ayudado todo el tiempo por las indicaciones de Ricardo, que le decía la posición de los Mirages. Los sudafricanos le dispararon tres misiles aire-aire V-3 Kukri sin resultado, y se retiraron. Orlando regresó a casa también falto de combustible, apagándosele el motor en la pista de aterrizaje. Aquí fue decisiva la superior maniobrabilidad del MiG-23ML frente al Mirage F1, y la ayuda del operador del radar. 

Eladio Avila 
Eladio Avila tras un combate con dos Mirage F1 aterriza en Cuito Cuanavale bajo el fuego de los obuses G5

MiG-23 de Carbo en la mirilla de un Mirage F1
MiG-23 de Carbo en la mirilla de un Mirage F1

Operador aéreo
Operador aéreo.Los pilotos eran ayudados eficazmente por los operadores de tierra durante los combates 

Clavijo y Palacios en el MiG-23ML
Los capitanes Clavijo y Palacios participan en la campaña final, aquí junto a uno de aquellos MiG-23ML

Según los sudafricanos, el 10 de setiembre de 1987 dos Mirage F1CZ interceptaron 10 MiG-23ML, ocho en misión de bombardeo y dos de escolta. Los bombarderos interrumpieron su ataque, mientras los Mirages se enzarzaron con la escolta. La foto control del Capitán A. van Rensburg supuestamente muestra un misil Matra-550 explotando cerca de un MiG-23, pero no se adjudican victorias.

De los demás combates aéreos la información es muy vaga por ambos bandos. La victoria de Rivas fue la única victoria detallada abiertamente en fuentes cubanas, aunque el Jefe de la DAAFAR en 1987-1999, General de División Rubén Martínez Puentes declaró que las victorias fueron varias: "No fueron pocas las naves sudafricanas derribadas por nuestros pilotos". Por ejemplo, el piloto de MiG-23 Teniente Coronel Eduardo Gonzáles Sarría, reclamó un Mirage derribado.

Las fuentes rusas y polacas también hablaron de varias victorias de los MiG-23 cubanos. El conocido publicista ruso Vladimir Ilyn, especialista de aviación del TsAGI de Rusia, Instituto Central Aerohidrodinámico, al cual llegó la información sobre la explotación de los MiGs por todo el mundo por sus usuarios, adjudicó a los MiG-23 en Angola 3 victorias aéreas, 2 Mirage y 1 Impala y 1 Mirage que regresó averiado, pero se estrelló al aterrizar, posiblemente Piercy, en total 4 victorias en 1987-1988. Otras fuentes rumorearon sobre el posible derribo de un helicóptero, supuestamente Puma o Alouette-III, por MiG-23 con R-60 en la zona fronteriza de Namibia. Por su parte, las fuentes sudafricanas negaron estas posibles victorias cubanas en combates aéreos, aunque tampoco se adjudicaron MiG-23 derribados en tales combates. Fuentes rusas lo atribuyeron a que los sudafricanos camuflaban sus pérdidas de combate como accidentes. 

Cazas angolanos MiG-23ML
Pareja de cazas MiG-23ML FAPA C-454 y C-436

Caza MiG-23ML
Este MiG-23ML acaba de soltar su paracaídas al aterrizar

MiG-23ML con racimos de cohetes UB-32
MiG-23ML se reabastece de combustible. Bajo las alas racimos de cohetes UB-32

MiG-23ML cubano con misiles R-60 y R-24
MiG-23ML cubano, con dos misiles R-60M y dos R-24T. Angola, 1988

 La FAR gana la superioridad aérea

Al principio de la guerra en 1976 la FAR evaluó acciones contra la Fuerza Aérea del Zaire, pero ésta nunca llegó a intervenir. Sin embargo, la SAAF sudafricana sí intervino activamente en la guerra de Angola, al igual que en acciones en Namibia, Mozambique, Rhodesia y Zambia, como parte de los intentos de la minoría blanca sudafricana de frenar los movimientos revolucionarios de sus vecinos.

En Angola, desde 1975, actuaban sus helicópteros, aviones de exploración transporte, y desde 1978 los aviones de combate.

La profesionalidad de los pilotos de la SAAF era alta, superior a la de los pilotos angolanos, pero no al nivel de los cubanos. La SAAF estaba bien equipada, y tuvo durante toda la guerra superioridad numérica, aunque esta ventaja fue disminuyendo con el tiempo. Al final de la guerra, en 1988, las FAPA-FAR contaban con unos 160 aviones de combate, 55 MiG-23, 90 MiG-21, 14 Su-22, de ellos 80 MiGs de la FAR.

La SAAF tenía en ese momento el doble, unos 320 aviones de combate, 34 Mirage F1, 55 Mirage-III, 214 Impala, 8 Canberra, 6 Buccaneer, aunque de ambos bandos no todas estas fuerzas combatíeron en el frente. La mayor cantidad de aviones sudafricanos era compensada por los mejores performances de los MiG-23 sobre los Mirage F1, y mejores misiles R-24 y R-60 sobre los V3b Kukri y Matra-550.

Con el R-24 los MiG-23ML tenían capacidad de combate BVR, más allá del alcance visual, algo inexistente en la SAAF, que tuvo la suerte de no experimentarlo en carne propia, pero lo tuvo en cuenta en sus acciones. La geometría variable de los MiG-23 era también una ventaja, permitiendo combates maniobreros en posición de 45°, alta velocidad a 72° y cortos despegues en 16°.

Los sudafricanos se impresionaron tanto con la técnica rusa, que tan sólo acabada la guerra fría, le pidieron a Rusia la creación de un consorcio para modernizar sus Mirage F1 y Mirage-III con motores y misiles rusos. Tal empresa se formó en 1991, y creó la modificación "Súper Mirage F1", con un motor RD-33 de MiG-29 modificado, misiles R-73E, y la modernización y cambio de sus sistemas de a bordo, todo lo cual colocó al Súper Mirage F1 al nivel de los Mirage-2000. 

Gracias a los tecnicos no hubo MiG-23 de baja
El personal de tierra trabajó arduamente. Ningún MiG-23 estuvo de baja durante la campaña final de 1988

Tecnicos cubanos cargan misil R-24
La moral de los cubanos siempre fue alta. Técnicos colocan un misil R-24R al MiG-23ML 

MiG-23ML con misiles
MiG-23ML cubano en Angola, con dos misiles R-60M y dos R-24T. 1988 

Super Mirage F1
El Súper Mirage F1 de la SAAF en la exposición MAKS-2001 de Moscú. Con motor de MiG-29 y misiles R-73E

En occidente algunos creen el mito de que la SAAF tenía la superioridad aérea, al menos hasta 1987, pero en realidad en el sur de Angola actuaban regularmente la FAR-FAPA, mientras que la SAAF sólo efectuaba raíds esporádicos en la zona.

Para fines de 1987, y durante la campaña de Cuito Cuanavale, ambos bandos incrementaron sus acciones, pero los MiG-23ML cubanos conquistaron la superioridad aérea sobre el teatro de operaciones, y los Mirage F1 enemigos actuaban sólo con mucha cautela. La SAAF evitaba los combates con la FAR, y no interfería en sus acciones. Sólo se atrevía a enfrentarse a los MiGs cuando planificaba detalladamente alguna emboscada aérea, con superioridad numérica y táctica, o si los MiGs no le dejaban otra alternativa. En la campaña de fines de 1987 y 1988, la FAR y SAAF con frecuencia organizaban estas emboscadas aéreas con señuelos, pero ninguno de los dos bandos se dejó engañar.

Después de los combates de setiembre de 1987, cuando la SAAF perdió el Mirage F1 de Piercy, los sudafricanos se impresionaron y dejaron el aire a los MiGs, dedicándose a misiones de bombardeo. Si los MiG-23ML despegaban a interceptar los Mirage F1, éstos se retiraban inmediatamente, sin intentar a su vez interceptar a los MiGs cuando éstos machacaban al SADF. Los horarios de vuelos de los Mirage F1 cambiaban todo el tiempo, para llegar por sorpresa y no encontrarse con los MiGs.  

Mirage F1AZ de la SAAF   MiG-23ML
Mirage F1AZ de la SAAF pintado con uno de los esquemas de la guerra (Foto de Anton Dyason) y su contrincante MiG-23ML Flogger G. Los MiG-23ML eran aparatos superiores tanto en performances como en maniobrabilidad.



Ante tal impotencia, la SAAF con frecuencia interfería las comunicaciones radiales de los pilotos cubanos, dedicándose a gritar palabras obscenas en portugués y otros idiomas, lo cual era llamado guerra electrónica”. Para misiones de este tipo, en 1987 Pinochet envió a Namibia varios militares de la FACH chilena, que también trataron de reunir toda la información oída. Por ello el mando cubano limitaba las conversaciones por radio, y sus pilotos a veces se dedicaban a desinformar en el éter.

MiG-23UB FAPA I-21. Foto Vasco Henrique, Air International 
MiG-23UB FAPA I-21. Foto Vasco Henrique, Air International

Hoy los sudafricanos explican que los Mirage F1 tenían que volar más distancia que los MiG-23 y estar menos tiempo sobre el objetivo, lo cual no es exacto, pues la distancia cambiaba según el frente.

Los combates por Mavinga y Río Longa en 1987, muy propagandeados por Sudáfrica, se producían a unos 310 km de Menongue, base de MiG-23, mientras que los Mirage F1 de Rundu estaban más cerca, a 240 km. Durante los combates por Cuito Cuanavale, los MiG-23 de Menongue estaban más cerca. Pero al producirse la decisiva ofensiva de primavera de 1988 hacia Namibia, otra vez los Mirage F1 tenían ventaja: Rundu está en la misma frontera, Oshakati a 25 km, Ondangwa a 38 km y Grootfontein a 110 km. Mientras que los MiG-23 están en Lubango a 150 km, y Menongue a 285 km: el doble de distancia que la base más lejana de la SAAF.

 Mapa de Angola con bases aereas
Mapa de Angola con bases aéreas

Cierto es que los Mirage F1 de la SAAF tenían que usar tanques de combustible adicionales de 1200 litros, sin embargo, los MiG-23ML cubanos tenían gran déficit de tanques de combustible adicionales. Fidel Castro lo comenta: "Nuestros amigos de la URSS y otros países socialistas no nos quisieron suministrar los tanques auxiliares para los MiG-23. Hubo que construir en cuestión de semanas un aeropuerto militar cerca de la frontera de Namibia para aumentar el alcance de los aviones y hacernos dueños del aire, gracias a la pericia de nuestros pilotos que volaban a ras de tierra".

Para que los MiG-23ML cubrieran la ofensiva cubana hacia el sur, se construyó en 75 días el aeródromo de Cahama, con dos pistas asfaltadas de 2700 y 2500 m de largo y 30 m de ancho, a 60 km de la frontera. Desde aquí los aeródromos de la SAAF al norte de Namibia estaban al alcance de los MiG-23ML, elemento que sirvió de presión psicológica al final.

Aerodromo de Cahama para los MiG-23              
Aeródromo de Cahama para los MiG-23

El 5 de febrero de 1988 los sudafricanos comenzaron a establecer interferencias radáricas activas en la zona de Cuito, para cubrir los, cada vez mas escasos, vuelos de sus Mirage F1. La SAAF en esta campaña no hizo misiones de apoyo aéreo al SADF. Sólo trataba de asestar golpes a las Brigadas angolanas días antes de cada ataque terrestre, golpeando casi siempre terrenos vacíos por las nerviosas maniobras para evadir del fuego antiaéreo. Debido a los MiG-23ML, las fuertes defensas antiaéreas cubano-angolanas, las pérdidas aéreas y el embargo de armas decretado por la ONU a Sudáfrica, el mando de la SAAF se ve obligado a ahorrar sus medios aéreos, limitando las operaciones primero, y suspendiéndolas después, dejando en tierra a sus Mirage F1 desde el 23 de marzo, cuando hacen su último vuelo en la campaña, un reconocimiento tácito de la conquista definitiva de la superioridad aérea por los cubanos. 

Varios MiG-23ML y un MiG-23UB 
Varios MiG-23ML y un MiG-23UB FAPA veteranos de la guerra. La letra C indica "Caza", y la I "instrucción" 

Fuente: http://www.urrib2000.narod.ru