Operación Tidal Wave
La operación Tidal Wave, Maremoto, fue un ataque
aéreo a nueve refinerías de petróleo alrededor de Ploiesti, Rumania, llevada a
cabo por los bombarderos B-24 de las fuerzas aéreas del ejército de los Estados
Unidos con sede en Libia, el 1 de agosto de 1943, durante la II Guerra Mundial.
Esta fue una misión de bombardeo estratégico, y
parte de la “campaña del petróleo”, para cortar el suministro de combustible al
Eje. La misión dio como resultado “el recorte de la producción total”, por lo
que se consideró un éxito.
Esta misión fue una de las más costosas para la
USAAF en el teatro europeo, con 53 aviones y 660 tripulantes perdidos. Fue la
peor derrota jamás sufrida por la USAAF en una sola misión, y su fecha se
refiere más adelante como “Domingo Negro”.
Cinco Medallas de Honor y numerosos cruces de
servicio distinguido fueron concedidas a los miembros de las tripulaciones que
tomaron parte en la operación Tidal Wave.
Ploiesti se encuentra en el territorio de Rumanía,
al norte de la capital, Bucarest, a aproximadamente 50 kilómetros de esta.
Rumanía había sido desde 1800 un gran participante en la industria petrolera.
Fue uno de los productores más grandes de Europa y Ploiesti fue una parte
importante de esa producción. En 1943, el petróleo crudo y refinado de los
campos petroleros constituía alrededor del 35% de todos los suministros de
petróleo del Eje.
Vagones de la refinería en el sur de Ploiesti
probablemente se dirige al oeste, 1940
Revisaremos someramente cada refinería, para darnos
cuenta de su importancia y tipo de producción:
- Astra Romana, era la más grande situada al sur de Ploiesti,
construida con capital, británico y holandés, de la Shell, era capaz de
producir combustible de aviación de alto octanaje.
- Concordia Vega, construida con capital francés y holandés,
está situada al norte de Ploiesti, entre varios productos destaca su capacidad
de producción de aceites lubricantes de alta calidad.
- Romano Americana, situada al este de Ploiesti, fue
construida con capital norteamericano, y era en ese momento la más moderna de
Europa, tenía dos plantas de bombeo y una generadora que alimentaba toda la red
del entorno del complejo.
- Unirea Sperantza, construida con capital británico,
tenía importantes centros de refinamiento.
- Petrol Estándar Oil o Petrol Block, construida con
capitales americanos, tenía modernas instalaciones de refinamiento y de aceites
de gran calidad, compartía patio de ferrocarriles con la Unirea Sperantza.
- Columbia Aquila, construida por americanos y
británicos, antes de la guerra era operada por subsidiarias francesas, se
especializaba en gasolinas.
- Steaua Rumana, importante centro de refinamiento y
especializada en la producción de parafinas.
- Unirea Orion, especializada en aceites lubricantes,
construida con capitales británicos, de pequeño tamaño, pero muy moderna, está
situada al sur de Ploiesti y de la Astra Romana.
- Creditul Minier, junto con Redeventa y Xenia fueron
financiadas, construidas y controladas por capitales rumanos, Creditul Minier,
era la única refinería en Rumanía, en producir combustible de aviación de 100
octanos.
Esta imagen nos da una idea de la ubicación de las
refinerías principales en Ploiesti, Brazi se encontraba a 5 kilómetros al sur y
Campina a 30 kilómetros al noroeste
Todas estas rodeaban a la ciudad de Ploiesti como
un anillo de 10 Km de diámetro, la enorme extensión presentaba
particularidades, uno de estos era su particular sistema de seguridad, formado
por una cañería maestra de gran tamaño que unía todas las instalaciones. Los
tubos corrían por la superficie, para facilitar su reparación y dividida en sectores
que permitían aislar las diferentes áreas y evitar la propagación de incendios.
En la conferencia de Casablanca se decidió que un
ataque a gran escala podría acortar la guerra en 6 meses, esta misión le fue
encomendada a la novena fuerza aérea al mando del General Lewis H. Brereton,
pero el plan presentaba algunos problemas como:
- La enorme distancia desde las bases en Libia hasta
Rumanía, 4200 Km de ida y vuelta.
- El blanco eran cinco refinerías separadas en un
radio de 10 Km, con la consiguiente dispersión de la fuerza de ataque.
- Para lograr la mayor destrucción posible, la
sorpresa debía ser total.
- Este no fue el primer ataque aéreo a Ploesti, en
julio de 1941 la RAF bombardeó las refinerías, y un año después de la invasión
alemana a la Unión Soviética en septiembre de 1942, estos intentaron un ataque
a las refinerías, aunque hay pocos datos del ataque, se cree que se emplearon 6
Pe-2 o Pe-8, del 40º Regimiento Aéreo de la flota del mar Negro, de los cuales
se perdieron 4 aparatos, que causaron daños importantes a la refinerías Astro
Romana y Orión con la pérdida de 9000 toneladas de combustible refinado y la
destrucción de varios tanques de almacenamiento.
En junio de 1942, 13 B-24 Liberator de un total de
24, del “proyecto Halverson” (HALPRO) al mando del Coronel Harry H. Halverson,
atacaron Ploiesti. Aunque el daño fue mínimo, Alemania respondió aumentando sus
defensas antiaéreas alrededor de Ploiesti. El General Alfred Gerstenberg de la
Luftwaffe construyó una de las redes más fuertes y mejor integradas de defensa
aérea en Europa.
Bernhard Woldenga, jefe de los pilotos de combate
alemanes
Estas defensas incluyeron numerosos cañones de
grueso calibre, los famosos 88 mm y lo no menos efectivos de 105 mm, y muchas
más armas de pequeño calibre. Estos últimos se ocultaban en numerosos parajes y
edificios simulados. Y al menos un tren blindado con artillería antiaérea
circulaba por las vías férreas dentro del área de Ploiesti.
Ploiesti fue defendida por general alemán Alfred
Gerstenberg (a la izquierda con gafas).
La Luftwaffe contaba con tres grupos de combate
dentro del radio de vuelo de Ploiesti, 52 Bf -109 y 17 cazas nocturnos Bf -110
y algunos cazas IAR-80 rumanos. Gerstenberg también contó con las advertencias
de la estación de intercepción en Grecia de la Luftwaffe, que vigilaban los
preparativos aliados hasta tan lejanos como el norte de África.
Caza rumano de fabricación nacional IAR-80
Otra de las defensas recaía en los medios pasivos,
como la barrera de globos cautivos con explosivos, en la imagen uno de ellos y
al fondo se observan las chimeneas de las refinerías
Los alemanes estarían dispuestos a proteger sus
refinerías de petróleo a toda costa de las fuerzas de B-24 americanos.
La misión fue encomendada a la Novena Fuerza Aérea,
98º “The Piramyders” y 376º “The Liberandos”, siendo responsable de la
conducción general de la incursión, y la Octava Fuerza Aérea parcialmente
formada proporcionó tres grupos de bombarderos adicionales, 44º “The Eight
Balls”, 93º “The Circus” y 389º “The Sky Scorpions”. Todos los aviones
empleados fueron B- 24.
General Lewis Brereton, jefe de la Novena fuerza
aérea
El Coronel Jacob E. Smart coordino la operación, y
el Coronel Timberlake realizó la planificación final sobre la base de las
experiencias de la misión HALPRO, que había encontrado defensas aéreas mínimas
en su ataque.
Los planificadores decidieron que, para lograr
mayor destrucción, Tidal Wave – Maremoto, sería ejecutado de día, y que los
bombarderos atacantes se acercarían a baja altura para evitar la detección por
radar. El plan implicaba acercarse desde el norte, la ruta menos esperada, ya
que la aproximación desde el sur era la más custodiada, esta ruta además
contaba con la ventaja que los aviones se podrían guiar por la línea férrea que
va desde Floresti a Ploiesti. Una vez en Floresti descenderían y atacarían en
vuelo rasante las refinerías.
Coronel
Edward Timberlake
Coronel
Jacob Smart
La capacitación incluyó una amplia revisión de
modelos a escala de las refinerías y sus alrededores, prácticas en el desierto
de Libia y ejercicios prácticos sobre una serie de objetivos secundarios a baja
altura en julio, para demostrar la viabilidad de un ataque de bajo nivel. Los
bombarderos que se utilizaron fueron re-equipados con tanques de combustible
extras en los compartimentos de bombas para aumentar su capacidad de
combustible.
La operación iba a consistir en 178 bombarderos con
un total de 1751 tripulantes, uno de los mayores compromisos de los bombarderos
pesados americanos y tripulantes hasta ese momento. Los aviones volarían desde
aeropuertos cerca de Benghazi, Libia. Estos tenían que cruzar el Mediterráneo y
el Mar Adriático, pasar cerca de la isla de Corfú, cruzar las montañas de Pindo
en Albania, atravesar el sur de Yugoslavia, introducirse al suroeste de
Rumanía, y girar al este hacia Ploiesti, llegando desde el norte para localizar
los puntos de control predeterminados, acercarse a sus objetivos, y golpearlos
todos al mismo tiempo.
Maniobras en el desierto a baja altura
Por razones políticas, los planificadores aliados
decidieron evitar la ciudad de Ploiesti, de modo que no sería bombardeada por
accidente.
Se establecieron diferentes blancos para cada grupo
de bombardeo, quedando de la siguiente forma:
- Blanco 1 (White I) refinería Romano-Americana,
grupo 376º
- Blanco 2 (White II) refinería Concordia Vega, parte
del grupo 93º
- Blanco 3 (White III) refinería Petrol Block y
Unirea Sperantza, resto del 93º
- Blanco 4 (White IV) refinería Astro Romana, grupo
98º
- Blanco 5 (White V) refinería Columbia Aquila, parte
del 44º
- Objetivo Azul (Blue), refinería Brazi (Creditul
Minier), resto del 44º
- Objetivo Rojo (Red), refinería Campina (Steaua
Rumana) grupo 389º
Los distintos blancos en torno a Ploiesti, con su
denominación y el grupo asignado
Smart y Timberlake también calcularon la cantidad
de aviones que serían necesarios para anular cada objetivo, todos estos serían
atacados a baja altura, entre 100 y 300 metros de altura, usando bombas con
espoletas de retardo de entre 15 minutos a 6 horas.
- White
I: 30 aviones
- White
II: 20 aviones
- White
III: 18 aviones
- White
IV: 50 aviones
- White V: 20 aviones
- Blue: 18 aviones
- Red: 40 aviones
Un total de 196 aparatos serían necesarios para
tamaña misión, no existen datos, pero es posible que se deba a la falta de
repuestos, tripulaciones y la distancia de las bases en Libia, la cosa es que
solo se dispusieron 178 aviones, 18 menos que los proyectados.
En rojo la ruta que tomo la formación ida y vuelta,
atravesando el Mediterráneo hasta la isla de Corfú, para después tomar la ruta
por Albania, la antigua Yugoslavia, Bulgaria y el oeste de Rumanía. En verde
las diversas rutas de escape de los B-24
En esta imagen se muestra la ruta de aproximación,
con las ciudades de Targoviste donde se separaría el 389º para bombardear
Campina y Floresti donde el resto de la formación giraría hacia Ploiesti
Como dato que abunde la historia, muchas cosas
fueron diferentes en esta misión, por ejemplo, se retiraron las miras Norden de
bombardeo de altura y se instalaron unas especiales denominadas M-7, huelga
decir que los grupos no tenían experiencia con esta.
En cuanto a la carga de combate, se equiparon con
bombas de 250 y 500 kilos, con espoletas de retardo, así como bombas
incendiarias británicas y bombas de racimo americanas, todas estas con
diferentes espoletas de tiempo para que ningún bombardero estuviera llegando a
su objetivo cuando estas explosionaran.
La distribución de cargas aseguraba la máxima
destrucción posible al blanco, y se equipó a la mitad de los bombarderos con
bombas de 500 kilos y 2 contenedores de bombas incendiarias, la otra mitad
llevaba 6 bombas de 250 kilos y dos contenedores de bombas incendiarias.
El 31 de julio en Benghazi el General Brereton
dedicó unas palabras a sus hombres “El rugido de vuestros motores en el corazón
del territorio enemigo continuará resonando en los oídos de los rumanos y
ciertamente, de todo el mundo, mucho después que el estampido de las bombas y
el crepitar de los incendios se haya extinguido”
En la madrugada del 1 de agosto de 1943, los cinco
grupos que comprendían la fuerza de ataque, comenzaron el despegue desde sus
aeródromos alrededor de Benghazi, con sus motores tensos ya que iban
sobrecargados de bombas y combustible adicional. Grandes cantidades de polvo
fue levantado por los motores en marcha, limitando la visibilidad. Estas
condiciones contribuyeron a la pérdida de un avión durante el despegue, de los
178 B-24 previstos, 177 salieron con seguridad.
El avión guía de la formación, el Wongo-Wongo
Antes del despegue de los bombarderos, desde
Washington llegó un comunicado urgente, prohibiendo a Brereton, así también a
los Coroneles Smart y Timberlake participar de la misión, su conocimiento sobre
secretos militares hacía demasiado peligroso que cayeran en manos enemigas de
ser derribados y capturados, entonces la misión quedó en manos del General Ent.
General Uzal Girard Ent, tomó el mando de la
formación cuando Washington, prohibió a Brereton encabezar el ataque
La formación alcanzó el Mar Adriático sin más
incidentes, pero poco antes de llegar a la isla de Corfú, el avión guía “Wongo”
perteneciente al 376º Grupo de Bombardeo, el grupo de cabeza, con alrededor de
40 B -24, y pilotado por el Teniente Brian Flavelle comenzó a volar
erráticamente antes de sumergirse en el mar debido a causas desconocidas. El Teniente
Guy Iovine, amigo personal de Flavelle y piloto del “Desert Lilly”, se destacó
de la formación con el fin de buscar sobrevivientes, sin embargo, no encontró
nada, y debido al peso adicional del combustible, Iovine fue incapaz de
recuperar altura para reunirse con la formación y continuar rumbo a Ploiesti.
La misión de guiar paso al “Brewery Wagon” pilotado por el Teniente John Palm.
La confusión resultante se vio agravada por la
imposibilidad de recuperar la cohesión, debido a un estricto silencio de radio.
Otras diez tripulaciones optaron por regresar a sus bases aéreas después del
incidente, en este punto los aviones que quedaban eran 165.
La imagen muestra el fallo de navegación del grupo
encabezado por el Coronel Compton (376º) que confundió la línea férrea de
Targoviste con la de Floresti, colocando a su grupo y al 93º en ruta a Bucarest
Los restantes aviones se mantuvieron alrededor de
los 2700 m y comenzaron la carrera para subir las montañas Pindo, que se
encontraban cubiertas por las nubes. El manual de la fuerza aérea decía que en
estas situaciones se debía iniciar una penetración frontal, esto es, con el
jefe de la formación al frente, comenzar a describir círculos ante las nubes y
una vez que todo el grupo estaba en el círculo comenzar a pasar el obstáculo en
formación de tres aviones, cuando se ha pasado se reinicia el vuelo en círculo
esperando el resto de la formación.
El Coronel Compton se dio cuenta que esto
consumiría mucho tiempo y combustible, así que haciendo señales a sus aviones
entró en las nubes con su escuadrón, el escuadrón del Coronel Baker al ver esto
le siguió sin vacilación. Las escuadras de retaguardia al mando del Coronel
Kane decidieron enfrentar el obstáculo según el manual, por lo que hicieron la
penetración frontal.
A pesar de que los cinco grupos hicieron la subida
alrededor de los 3400 m, los grupos de cabeza 376º y 93º, empezaron a
distanciarse de los demás, provocando variaciones en la velocidad y el tiempo
que interrumpieron la sincronización cuidadosa del grupo de ataque considerada
tan importante por Smart. La posible amenaza a la ejecución exitosa se
consideró de importancia secundaria para la seguridad operacional de la misión
por la alta dirección.
El General Ent (izquierda) y el Coronel Compton
(derecha) en Libia poco antes del inicio de la operación
Los mandos estadounidenses no sabían que mientras
que sus intenciones no se conocían con precisión, su presencia ya había sido
informada a los alemanes. A pesar de que la necesidad de reconstruir sus
formaciones era de vital importancia, se optó por no romper el silencio de
radio, decisión que a la postre sería muy costosa.
Una vez pasada la cadena montañosa del Pindo, a los
escuadrones de Compton, les faltaban 240 Km hasta Floresti, antes de girar al
sur y dirigirse a Ploiesti, un viento de cola alejó aún más a estos de los que
lo seguían, en este punto los bombarderos comenzaron a descender para recorrer
el último tramo a pocos metros del suelo, hasta su objetivo, desapareciendo del
radar alemán, provocando la alarma de estos quienes ordenaron a todos los cazas
de defensa que despegaran en busca de los atacantes, con destino a Ploiesti.
Aunque ahora se acercaba a Pitesti, los cinco
grupos harían el punto de control de navegación a 105 km de Ploiesti. En este
punto el 389º se separó de la formación, como estaba previsto para su ataque a
Campina, pero sincronizado con el objetivo de la misión. Continuando en el
camino a Pitesti, el resto de los bombarderos. En Targoviste, a mitad de la
ruta del siguiente punto de control en Floresti, el General Ent cometió un
fallo de navegación, el Coronel Compton en el “Teggie Ann” siguió la línea de
ferrocarril incorrecto para su giro hacia Ploiesti, colocando a su grupo y el
93º Grupo de Bombardeo del Teniente Coronel Addison Baker, rumbo a Bucarest. En
el proceso, Ent y Compton iban en contra de los consejos del navegador de su
avión y del Capitán Harold Wicklund veterano del Proyecto Halverson (HALPRO).
Ahora, de cara a un inminente desastre, muchos equipos optaron por romper el
silencio de radio y llamar la atención sobre el error de navegación.
Mientras tanto, los dos grupos de cabeza volaban ya
en las extensas defensas antiaéreas de Gerstenberger, alrededor de la zona de
Bucarest, los alemanes creyeron que se trataba de un ataque de distracción,
aunque solo fue un error de navegación.
Baker con su 93º grupo que seguía al grupo de
Compton, advertido del error rectifico su rumbo, esto sin embargo no impidió
que fueran duramente castigados por las defensas antiaéreas, los 32 aviones del
93º enfilaron a baja altura y en formación cerrada hacia las refinerías, el
“Euroclyden” fue el primero en caer ardiendo, el “Hell's Wench” de Baker
recibió un impacto directo de 88, varios más hicieron blanco uno de ellos en la
cabina, faltando solo tres millas para el blanco, Baker mantuvo valientemente
los mandos del avión guiando la formación, aunque llegando al objetivo recibió
otro impacto que resultó ser definitivo, estrellándose en el campo al atravesar
unas chimeneas.
Teniente
Coronel Addison Baker
Mayor John L. Jerstad
Arriba él y abajo el Mayor John L. Jerstad, guiaron
valientemente a su grupo a través del fuego enemigo, cayendo derribados por las
defensas antiaéreas, los dos fueron galardonados con la Medalla de Honor a título
póstumo.
El Mayor Ramsay D. Potts volando en el “The
Duchess” y el Mayor George S. Brown a bordo de “Queenie”, se encontraron con
una densa nube de humo sobre Columbia Aquila, a pesar de esto colocaron con
éxito sus cargas sobre las refinerías Astra Romana, Unirea Orion, y Columbia
Aquila. En total, el 93º perdió 11 aviones por encima de sus objetivos en
Ploiesti. Uno de los bombarderos, el “José Carioca”, fue derribado por un IAR
80 rumano, que atacó al B-24 desde abajo, rastrillando su vientre con las
balas. El bombardero se estrelló en la Prisión de Mujeres de Ploesti. El
edificio de tres pisos estalló en llamas, y sólo 40 mujeres sobrevivieron a la
catástrofe. No hubo sobrevivientes de la tripulación del “José Carioca”.
Columbia Aquila (White V) en llamas por los ataques
del 44º
Con Baker fuera de combate el mando recayó en el
Coronel Brown, quien guío la formación para el bombardeo previsto, al salir del
infierno, solo 15 pasaron y de estos, 5 tenían daños menores y averías leves,
el resto con motores parados y en llamas, con tripulantes muertos y malheridos
se alejaban de Ploesti, pero más allá eran esperados por los cazas, y más
aviones fueron abatidos.
Imagen tomada por el artillero de cola de uno de
los B-24 atacantes
Imagen tomada por el artillero de cola de uno de
los B-24 atacantes
Imagen tomada por el artillero de cola de uno de
los B-24 atacantes
Imagen tomada por el artillero de cola de uno de
los B-24 atacantes
Estas cuatro imágenes debes ser leídas en orden
cronológico, fueron tomadas por el artillero de cola de uno de los B-24
atacantes
Mientras tanto el Coronel Compton se dio cuenta de
su error cuando divisó los campanarios de las iglesias en lugar de las
chimeneas de las refinerías, virando hacia el norte se encontró con intenso fuego
antiaéreo, en la confusión los bombarderos atacaron a su libre albedrío, el
Coronel Appold con seis aviones, atravesó una pared de fuego y atacó la
refinería Concordia Vega, el resto de la unidad bombardeo depósitos y almacenes
en vuelo rasante alejándose a toda velocidad.
Los bombarderos de Appold, se encontraron con los
restos de los aparatos de Baker, mientras que el 98º grupo pasaba por encima,
desconcertando a los artilleros alemanes al ver volar sobre sus cabezas
bombarderos en tres direcciones. Muchos de los artilleros comentaron después la
precisión y profesionalismo de los pilotos americanos, al volar a distintas
alturas, pensando que estaba planeado de esa forma, sin saber que todo era
fruto de un lamentable error de navegación.
La refinería después del bombardeo
El 98º y el 44º de Kane y Johnson respectivamente,
llegaron a sus objetivos siguiendo la ruta prevista, en dirección paralela a la
línea del ferrocarril, pero se toparon justo con uno de los trenes blindados de
Gerstenberger, que custodiaba la zona, siendo duramente castigados al volar muy
bajo, 15 metros sobre el suelo, en su aproximación, a pesar de todo los
artilleros de los B-24 lograron acertar en la locomotora y en varios vagones
eliminando a algunos equipos antiaéreos, el 44º impacta en su blanco, la
refinería Columbia Aquila, pero pierde 9 de sus 16 B-24 en la acción, los daños
a esta paralizan su producción por los siguientes 11 meses.
Coronel León W. Johnson, galardonado con la Medalla
de Honor del Congreso por la acción de Ploiesti, comandante del 44º grupo
Suzy Q en su aproximación a White V, el avión de
Johnson, arte de Iain Wyllie
Los restantes 21 bombarderos del 44º, atacaron
Creditul Minier, en Brazi, en esta acción fue alcanzado el “V for victory” del Comandante
Posey, perdiendo parte de la cola, aun así, consiguió colocarse a 70 metros de
altura y lanzar su carga explosiva. Otros lugares como depósitos de
almacenamiento y la estación eléctrica, fueron alcanzados por la tercera y
cuarta oleada, con sus bombas con espoleta retardadas.
Creditul Minier (Objetivo azul), en Brazi atacado
por parte del 44º
El grupo de Posey no perdió ni un solo avión en el
ataque, pero en su huida fueron alcanzados por los cazas alemanes que
derribaron dos aparatos, los daños causados a la refinería la dejó fuera de
servicio por el resto de la guerra.
El 98º grupo de Kane mientras tanto atacaba la
refinería Astro Romana, perdiendo 22 de sus 46 bombarderos, reduciendo la
producción de esta a la mitad.
El 389º del Coronel Woods atacó la refinería Steaua
Romana en Campina, destruyendo el blanco, pero perdió 6 de 29 B-24.
Una de las más famosas fotos de la guerra, el
Sandman pilotado por Robert Sternfelds, en su ataque a Astra Romana
En su camino de regreso a través de Bulgaria, los
B-24 fueron interceptados por tres grupos de combate, 10 Me-109 de Karlovo,
cuatro Avia B-534 de Bozhurishte y 10 Avia B-534 de Vrashdebna, Sofia. Los
pilotos Sub-teniente Peter Bochev, cinco victorias, el Capitán Tschudomir
Toplodolski, cuatro victorias, el Teniente Stoyan Stoyanov, cinco victorias y
el Subteniente Hristo Krastev, una victoria, obtuvieron sus primeros derribos
de la Fuerza Aérea búlgara en la guerra. Los nuevos ases de combate fueron
condecorados personalmente por el zar Boris III de Bulgaria con la Orden de
Valor, la primera vez en 25 años. Cruces de Hierro fueron entregadas un mes
después en la embajada alemana.
Imagen de los incendios provocados por el 389º en
la refinería Steaua Romana en Campina
Imagen de los incendios provocados por el 389º en
la refinería Steaua Romana en Campina
Dos imágenes de los incendios provocados por el
389º en la refinería Steaua Romana en Campina
El ataque duró 27 minutos, de los 165 bombarderos
que iniciaron el recorrido, 41 fueron derribados sobre el objetivo, 88
consiguieron llegar a Libia y de estos 55 estaban gravemente dañados, 32
aterrizaron en Chipre y 8 no tuvieron otra opción que llegar a Turquía, donde
tripulaciones y aviones fueron internados.
310 tripulantes murieron, 108 fueron capturados por
el Eje, y 78 fueron internados en Turquía. Tres de las cinco medallas de honor,
la mayor para cualquier acción aérea en la historia, se concedieron a título
póstumo. La evaluación del ataque estimó una pérdida del 40% de la capacidad de
refinación de petróleo de Ploiesti, aunque algunas refinerías quedaron en gran
parte intactas. La mayor parte del daño fue reparado en cuestión de semanas,
después de lo cual la producción total de combustible fue mayor que antes del
bombardeo. Hacia septiembre, el Comité de evaluación de daño del bombardeo de
Ploiesti indicó “no hay reducción de la producción total del producto”, porque
muchas de las refinerías habían estado operando por debajo de su capacidad
máxima.
Después de los informes sobre la producción de
petróleo de Ploiesti, sonaron bastante irónicas las declaraciones antes del
raid del General Brereton “Esperamos unas pérdidas del 50%, pero incluso si
perdemos todo lo que hemos enviado, si damos en el blanco, habrá valido la
pena”, declaraciones que no habrían caído nada bien en las tripulaciones que
deberían ser sacrificadas para lograr tal objetivo.
Otro de los informes a los cuales tuvieron acceso
los estudios americanos sobre el bombardeo decía;
“...Uno de los más fiables de estos... fue el
presentado por el ministro turco en Bucarest ante el Ministro de Asuntos
Exteriores turco y transmitido al embajador de Estados Unidos en Turquía en la
más estricta confianza...
...Según el informe, los funcionarios gubernamentales
y la refinería estaban “estupefactos” por la precisión del ataque que fue
descrito como “excelente”, sobre todo por haber tocado apenas la ciudad de
Ploiesti. Un alto funcionario rumano citado señalo que “los norteamericanos
arrojaron sus bombas en las refinerías de la manera más precisa como un cartero
entrega sus cartas y la precisión fue increíble.”
Extracto del estudio militar desclasificado de la
operación Tidal Wave
EEUU.
Air Force Historical Study No. 103
Cinco Medallas de Honor fueron entregadas por esta
acción, tres de ellas a título póstumo, para el Teniente Coronel Addison Baker,
el Mayor John L. Jerstad y el Segundo Teniente Lloyd H. Hughes, además de los
Coroneles Johnson y Kane.
Debido a las graves pérdidas de aparatos y tripulaciones
y al poco o limitado daño causado en las instalaciones, hoy en día el bombardeo
de Ploiesti es considerado un fracaso estratégico aliado y especialmente
americano. Solo el ataque a Schweinfurt-Regensburg, tuvo pérdidas mayores con
60 bombarderos B-17 derribados en acción.
Columbia Aquila después del bombardeo vista desde
la altura
Vista a vuelo de pájaro de Romana Americana
Daños causados a Concordia Vega
Refinería Astra Romana
Tanques de combustible de ferrocarril destruidos en
Astra Romana
Daños causados por las bombas arrojadas en Creditul
Minier
Fuente: https://www.lasegundaguerra.com