Nació:
El 24 de diciembre de 1920 en Mitinki, Gobernación de Kaluga (Imperio Ruso)
Murió:
El 23 de noviembre de 1988 a los 67 años
Años de
servicio: 1941-1945
Alma
mater: Escuela de Aviación Militar de Engels
Lealtad:
Unión Soviética
Rama
militar: Fuerza Aérea Soviética
Unidades:
586º
Regimiento de Combate Aéreo (1941-1942)
437º
Regimiento de Combate Aéreo (1942-1943)
Condecoraciones:
Medalla
al Valor
Orden
de la Guerra Patria, 2do Grado
Conflictos:
Segunda
Guerra Mundialː
Batalla
de Stalingrado
Batalla
de Kursk
Ocupaciones: aviador
Klavdia
“Klava” Mijáilovna Kudlenko de soltera Blinova fue una piloto de caza soviética
que combatió en la Segunda Guerra Mundial, inicialmente con el 586º Regimiento
de Aviación de Cazas, pero luego fue transferida al 437º Regimiento de Aviación
de Cazas, junto con las ases Yekaterina Budánova, Lidia Litviak y otros
miembros de la unidad en septiembre de 1942. Posteriormente, pasó a volar en
varios regimientos predominantemente masculinos, en los que participó en
intensos combates aéreos durante la Batalla de Stalingrado. A pesar de haber
sido derribada y hecha prisionera por los nazis durante la Batalla de Kursk,
pronto escapó y volvió al combate.
Infancia
y juventud
Klavdia
Blinova nació en la pequeña localidad rural de Mitinki en la Gobernación de
Kaluga en el seno de una familia de campesinos rusos. Su familia se mudó a
Ochakovo en el óblast de Moscú en la década de 1930, donde asistió al club de
vuelo local de la asociación paramilitar Osoaviahim (Unión de Sociedades de
Asistencia para la Defensa, la Aviación y la Construcción Química de la URSS). Finalmente
se convirtió en instructora de vuelo.
Segunda
Guerra Mundial
En octubre de 1941, poco después de la invasión alemana de la Unión Soviética, Blinova se ofreció como voluntaria para el servicio de vuelo de primera línea y fue aceptada en el 122º Grupo de Aviación, una unidad especial formada íntegramente por mujeres, al mando de Marina Raskova. Comenzó a entrenar en la Escuela de Aviación Militar de Engels, allí fue asignada al 586º Regimiento de Aviación de Cazas, unidad donde solo eran aceptadas las mejores y más competitivas candidatas.
Marina Raskova la principal impulsora del 122º Grupo de Aviación formado íntegramente por mujeres
El 7 de
marzo de 1942, Raskova anunció al regimiento que habían sido destinadas a la
defensa aérea de Moscú. El regimiento, sin
embargo, no abandonó Engels hasta el 9 de abril de 1942, aunque en su camino
a Moscú tuvieron que hacer escala en el aeródromo
de Razbóishchina, para sustituir los esquíes
del tren de aterrizaje. Debido a la imposibilidad de hallar nuevas ruedas se
vieron atrapadas en el campo de aviación cuyas instalaciones dejaban mucho que
desear. La pista de aterrizaje era “un lago de aceite y combustible en cuya
orilla se oxidaban vehículos abandonados. Había mierda por todas partes, y del
techo del comedor caía directamente sobre los platos toda clase de sustancias
inefables”.
Después
de varias semanas de inactividad en tan deprimente lugar, las integrantes del
regimiento recibieron por fin la orden de ponerse en marcha, aunque en este
caso su destino no sería Moscú sino Sarátov, a pesar de que la ciudad contaba
con importante instalaciones militares e industriales lo cierto es que se
encontraba lejos del frente y hasta entonces no había sufrido ningún bombardero
por parte de la aviación alemana.
Partieron
hacia su nuevo destino el 14 de mayo. Allí permanecieron estacionadas en el aeropuerto
de Anísovka, durante este periodo surgió una gran antipatía hacia la comandante
del regimiento Tamara Kazárinova, de ella se quejaban, principalmente, que no
se ponía a los mandos de su avión y que las trataba con gran severidad. Muchas
achacaron su forzosa inactividad a los manejos de su comandante que consideraba
que todavía “no estaban listas”.
A
principios de septiembre de 1942, el 8º Ejército Aéreo, que combatía en la
batalla de Stalingrado, solo tenía, en condiciones de combate algo más de 97
aparatos, muchos de los cuales eran modelos I-15 o I-16 ya obsoletos, razón por
la cual su comandante, el Teniente General Timoféi Jriukin, solicitó que se le
asignaran todos los aviones Yakovlev Yak-1 que hubiera disponibles en ese
momento. Es por eso, que el 1er escuadrón del 586º Regimiento de Aviación de
Cazas, que tenía ocho nuevos cazas Jak-1, fue transferido al frente de Stalingrado.
Sus nuevas órdenes establecían que debían combatir a los aviones de
reconocimiento enemigos. Sin embargo, muchas pilotos consideraban que había
sido su comandante Kazárinova, la que había solicitado el traslado al General
Alexander Osipenko, para deshacerse de algunas de las pilotos más críticas con
ella.
El
escuadrón, formada por ocho pilotos y sus correspondientes dotaciones de tierra
(armeras y mecánicas), fue dividió en dos escuadrillas y enviadas a distintos
regimientos en Stalingrado, así una escuadrilla, al mando de Klavdia Necháieva
e integrada por Klavdia Blinova, Antonina Lébedeva y Olga Shájova, fue asignada
al 434º Regimiento, mientras que la segunda escuadrilla, al mando de Raisa
Beliáieva y formada por María Kuznetsova, Yekaterina Budánova y Lidia Litviak,
fue enviada al 437º Regimiento de Aviación de Cazas. De estas ocho aviadoras,
cinco morirían en combate y una sería capturada por los alemanes. El 10 de
septiembre, finalmente las aviadoras abandonaron la base aérea en Sarátov y se
dirigieron a Stalingrado.
La
escuadrilla de Beliáieva, aterrizó en un pequeño aeródromo en Ájtuba Superior
cerca de Stalingrado, aunque tuvieron que abandonarlo rápidamente ya que el
pueblo se encontraba bajo un nutrido fuego de artillería alemana con lo que
volvieron a despegar y se dirigieron a otro aeródromo situado a veinte
kilómetros de Stalingrado. Allí se unieron al 437º Regimiento de Aviación de
Cazas, donde fueron recibidos con incredulidad e incluso hostilidad por los
pilotos varones que formaban el regimiento. Su comandante, Maksim Jvóstikov,
aceptó de mejor talante la ayuda que le llegaba, su regimiento llevaba
combatiendo en Stalingrado desde 19 de agosto, para entonces había perdido la
mayor parte de sus aviadores y los refuerzos que le habían llegado tenían
muchas menos horas de vuelo que las pilotos femeninas de Beliáieva.
Al
llegar a los regimientos exclusivamente masculinos, las mujeres inicialmente se
encontraron con una más que evidente hostilidad y los hombres no estaban
dispuestos a volar con ellas, aunque finalmente sus actitudes cambiaron. A
Blinova, ansiosa por entrar en combate, se le ofreció la oportunidad de tomar
cursos de formación de pilotos de combate, pero declinó y decidió unirse al 653º
Regimiento de Aviación de Cazas para entrar en combate activo lo antes posible. Allí,
mientras la unidad estaba estacionada en el frente de Kalinin, realizó
37 salidas, 12 de ellas de combate, por las que recibió su primera medalla
militar, la Medalla al Valor.
Más tarde, en febrero de 1943, el regimiento se trasladó al Frente del Noroeste y el 18 de marzo pasó a llamarse 65º Regimiento de Aviación de Cazas de la Guardia. Pronto, la vieja amiga de Blinova del 586º Regimiento de Aviación de Caza, Antonina Lébedeva, se unió al regimiento mientras se entrenaba en la reserva hasta mayo de 1943. En julio, la unidad entró en combate durante la batalla de Kursk; en su primer día en la batalla, Blinova participó en un combate aéreo y, a finales de agosto, se había distinguido en combate, después de conseguir tres derribos compartidos en el transcurso de 48 vuelos, 23 de ellos en salidas de combate y 15 combates aéreos individuales.
A
principios de ese mismo mes, el 4 de agosto de 1943, fue derribada y obligada a
lanzarse en paracaídas sobre territorio enemigo. Intentó huir hacia las líneas
soviéticas, pero resultó herida después de recibir un disparo en la pierna de
una ametralladora alemana. Capturada y tomada como prisionera de guerra, la
golpearon violentamente durante los interrogatorios antes de que finalmente la
subieran a un tren con un grupo de prisioneros, pero ella y algunos prisioneros
lograron escapar gracias a que uno ellos fue capaz de esconder una navaja, que
usaron para hacer un agujero en el vagón del tren y salir de uno en uno.
Después
de alcanzar las líneas soviética, fue interrogada por el SMERSH y originalmente
se suponía que debía ser enviada a un campo NKVD para ex prisioneros de guerra,
pero Vasili Stalin (el hijo de la segunda esposa de Iósif Stalin) utilizó su
influencia para evitarlo y logró que volviera a su unidad. Después de un breve
entrenamiento en la Escuela de Oficiales Superiores de Combate Aéreo en
Lyubertsy, regresó a su regimiento, con el que luchó en el Tercer Frente
Báltico y el Tercer Frente Bielorruso.
La
piloto describía así uno de los combates aéreos en los que participó:
“El
bombardero revoloteó de una nube a otra, ¡yo lo seguí! La persecución frenética
se apoderó de mí: ¡no podía faltar! Cuando me di cuenta de que había entrado en
la nube con el giro a la derecha, giré mi avión para encontrarme con el
fascista bajo el borde de las nubes. Al cabo de un momento se asomó frente a
mí. Casi a quemarropa di un tiro largo. Los Junkers cayeron. Continúo mi
búsqueda…”
Posguerra
Tras el
fin de la guerra, se casó con su colega aviador Grigory Kudlenko, navegante del
65º Regimiento de Aviación de Cazas de la Guardia con el que sirvió durante la
guerra. Como civil, trabajó como asistente de vuelo y participó activamente en
el movimiento de veteranos antes de su muerte el 23 de noviembre de 1988.
Condecoraciones
- Orden de la Guerra Patria de 2º grado, dos veces.
- Medalla al Valor.
Fuente:
https://en.wikipedia.org