25 de julio de 2022

EMMA LILIAN TODD – LA PRIMERA MUJER INGENIERO AERONÁUTICO DEL MUNDO

 

E. Lilian Todd sentada a los mandos de su biplano de 1910.

 

“No permitas que nadie te diga "No",

sigue persiguiendo tus sueños.

Vuela alto con tu corazón,

Con tu mente, con tus manos.”

 

Con estas liricas finaliza un inspirador corto de 13 minutos llamado ‘Miss Todd’, creado por la joven cineasta Kristina Yee como un proyecto para el National Film and Television School en el Reino Unido, que relata, de una manera muy poética, la historia de quien se considera la primera mujer Ingeniero Aeronáutico del mundo.

 

"Miss Todd", corto animado mediante "stop motion", realizado por Kristina Yee

 

Conocí la historia de la Señorita Todd de una manera muy particular, pues lo que en realidad estaba investigando eran temas de aviónica. Entre los enlaces relacionados se encontraba uno muy reciente sobre los “10 Momentos Históricos de la Mujer en la Aviación”. Siendo admirador de mujeres como Madame Therese Peltier, Amelia Earhart, y Florence ‘Pancho’ Barnes por nombrar algunas, al ingresar al enlace para mi sorpresa la lista estaba liderada por un nombre desconocido para mí: E. Lillian Todd

 

E. Lilian Todd

 

Mayor aún fue la sorpresa al ver no se trataba de la primera mujer en volar, ni la primero piloto. Nada de eso: La Señorita Todd tuvo la distinción de ser la primera mujer en el mundo que construyó un aeroplano de su propio diseño, labor que inició en 1906 (o incluso antes) y culminó con un vuelo exitoso en Noviembre de 1910.

 

Emma Lilian Todd nació en Washington D.C., E.U.A. en 1865, y fue una inventora autodidacta que creció con un amor por los aparatos mecánicos, bajo la influencia de su abuelo, de quien heredó su talento mecánico e inventiva. Se enseñó a sí misma a escribir a máquina, como modo de ganarse la vida.

 

De niña, la Señorita Todd experimentó con cada instrumento y juguete disponible, desde tijeras a veletas meteorológicas hasta muñecas que caminaban y telescopios. Aprendió lecciones valiosas sobre equilibrio con estos experimentos. Cerca de su adolescencia su atención cambió hacia máquinas de escribir, relojes de Sol y relojes mecánicos. Mientras ocupaba su tiempo de juego de este modo, adquirió una buena educación, y también leía muchos libros científicos, los cuales le aportaron el conocimiento general de la invención. Obtuvo su primera patente con un soporte de originales para máquinas de escribir, estas últimas de vital interés para ella, pues si una requería ser desarmada, significaba para ella el placer de armarla de nuevo. Sus amigos le guardaban todos los relojes y juguetes gastados para sus experimentos, sabiendo que hasta un trozo de alambre era un tesoro para sus ojos.

 

Su primer trabajo fue en una oficina de patentes, luego trabajó para el gobernador de Pensilvania, regresando luego a Nueva York para seguir trabajando en patentes y comenzar a estudiar leyes.

 

Luego, hacia 1903, sus experimentos incluían juguetes mecánicos y aeronáuticos, entre ellos muchos modelos de aeronaves que surcaban el aire impulsados por ligas o un resorte. Luego de presenciar dirigibles en Londres y en una exposición en St. Louis en 1904, captaron su atención los globos, y pronto, muchos modelos de dirigibles, provistos de motor, formaron parte de los enseres de su cuarto. También influyó en ella un bosquejo de un aeroplano en un periódico parisino de 1906. A finales de ese mismo año, la Señorita Todd atrajo la atención nacional cuando exhibió su primer modelo en el show del Aero Club de América, en Nueva York el cual atrajo mayor atención que cualquier otro de los 55 modelos exhibidos.

 

La Señorita Todd con su modelo de aeroplano. Show del Aero Club de America, Central Palace, Nueva York. Diciembre de 1906.

 

El Aero Club Junior de los Estados Unidos

 

Fue en aquel cuarto donde a partir de los primeros días de Febrero de 1908 se sostuvieron regularmente las reuniones del “Aero Club Junior de los Estados Unidos”, el primer club de aeromodelismo de América, que fue organizado y conducido por la inventora para los chicos interesados en la aeronáutica, con el fin de “incrementar el interés en las materias aéreas en el país, y porque conozco personalmente a varios chicos brillantes que han mostrado una habilidad remarcable en el diseño de aeroplanos; y segundo, dado el éxito de los recientes concursos en Francia, … no hay razón que pruebas similares no puedan hacerse acá”. La nueva organización “sería de carácter nacional, y la meta es que sus promotores establezcan ramas en tantas ciudades principales a través del país como sea posible”. Efectivamente, muchos de sus miembros no residían en Nueva York.

 

La Señorita Todd les enseñaba muchas cosas prácticas y útiles que ella había leído y aprendido en sus años de experimentación. Les instruía y los animaba en cómo hacer Vagones de Viento más ingeniosos (Wind Wagons, propulsados a hélice. Existen igualmente los de velas, conocidos también como Sail Wagons), planeadores, hélices, modelos de aeroplanos, y globos gigantes. La expectativa era que de entre esa fila de chicos indudablemente surgiesen muchos de los inventores y aviadores expertos del futuro, como efectivamente sucedió con Cecil Peoli, del  “New York Model Aero Club”, club surgido tras la inspiración del Aero Club Junior.

 

Lilian Todd en su estudio de diseño

 

Se formó un comité de asesoría con miembros del Aeroclub de América. Entre ellos resaltan para mí el Cap. Thomas S. Baldwin, tutor del joven piloto Cecil Peoli; y Wilbur Kinball, quien junto con Frank E. Boland compró el biplano del Dr. Greene, y fue participe de la idea de lo que posteriormente convertiría al avión del Dr. Greene en el primer ‘Sin Cola’ de Frank Boland. Boland fue el primer aviador en volar un avión en Venezuela, y Peoli el primero en cruzar el Ávila y transportar correo aéreo.

 

El primer evento del club fue una competencia de cometas, al que asistieron más de cien personas, el 21 de Febrero de 1908. “La convención fue hecha para despertar el entusiasmo entre los chicos interesados en la aeronáutica. Es la intención de la Señorita Todd dar una charla cada sábado al mediodía en su oficina, demostrando los problemas de la Construcción de un Aeroplano”.

 

El Aero Club Junior reunido en la casa de la Señorita Todd

 

Para la Señorita Todd la sala de estar y el taller eran lo mismo a sus ojos, y las paredes de su pequeña residencia estaban cubiertas con juguetes mecánicos de todas las descripciones, dirigibles, carros, relojes, mecanismos, modelos de aeroplanos, cometas, globos, partes y componentes de todo tipo. No había espacio para sillas, pues como pasaba mucho tiempo en el piso haciendo patrones de clavos para conformar las estructuras de alambre de los modelos y probando hélices en los vagones, no había necesidad de las mismas. No descartaba nada, incluso pequeños trozos de alambre y pines de doblado eran amontonados en su caja de cachivaches para uso futuro.

 

En 1909 el Aero Club Junior fue reorganizado bajo la dirección de Edward T. Durant, dado que la Señorita Todd estaba dedicando todo su tiempo a la construcción de un avión full-escala.

 

El Avión de la Señorita Todd

 

La filántropa Olivia Sage, viuda del financista y político Russell Sage, fue una de quienes se interesaron en el trabajo de la Señorita Todd. La Señora Sage se convirtió en la patrona de Lilian y le concedió US$ 7.000 para diseñar y construir un avión.

 

Las partes del avión fueron construidas conforme a los diseños de Todd por los Hermanos Wittemann, quienes también construyeron, por ejemplo, las partes para los primeros Red Devil de Baldwin.

 

Su presencia en los hangares de Mineola y los avances y refinamientos en la construcción de su biplano eran siempre destacados en las revistas Aeronautics, principalmente, y Aircraft.

 

“El Aeroplano de la Señorita Todd está listo”. Aeronautics, Vol 05-06, Oct 1909.

 

La máquina tenía 12 metros de largo, incluyendo las superficies de control. Los planos estaban separados entre sí 2 metros. Las superficies de control de vuelo, consistente en dos timones verticales en la cola, y un canard en la ‘cabeza’, tenían 60 cm de cuerda. Un volante controlaba tanto el elevador como el timón de dirección. Entre las alas, había un 3er plano temporal con la intención de aumentar la superficie alar, y compensar la poca potencia y el alto peso de los motores disponibles, funcionando también como alerones, al estar abisagrados a los postes delanteros, controlados por un arnés a los hombros.

 

Vista lateral del Aeroplano de la Señorita Todd. Ney York Times, 28 de Noviembre de 1909.

 

Una característica distintiva de su aeronave, eran sus alas de doble curvatura. Además de la curvatura del perfil aerodinámico, en vez de un borde frontal recto convencional, las alas eran curvadas grácilmente a lo largo de los bordes de ataque y de fuga, tal como las alas de un ave. Para llegar a esta conclusión la Señorita Todd pasó muchos días en el Museo Metropolitano de Nueva York, estudiando las alas de los pájaros Albatros, que formaban parte de la exhibición. Su consideración era que la doble curvatura de los ‘planos’ permitían incrementar la estabilidad de la máquina.

 

Vista frontal del Aeroplano de la Señorita Todd. Nótese el arqueado de las alas a lo largo de la envergadura.

 

Vista en diagonal del Aeroplano de la Señorita Todd. Nótese que aún mantenía el arreglo de 2 hélices. El Canard no está instalado en el avión. 23 de Septiembre de 1909.

 

Su avión originalmente estuvo equipado con un motor automotriz, de entre 40 a 50 hp, el cual no resultaba adecuado y que fue posteriormente reemplazado con un motor Rinek de 8 cilindros y 60 hp de potencia. La gasolina era llevada en dos cilindros de cobre con capacidad de 10 galones cada uno, lo que le aportaban a la aeronave un rango de 100 millas.

 

Motor Rinek de 8 Cilindros y 60 HP. Motor definitivo usado en el aeroplano de la Señorita Todd. Aeronautics Vol 07-08, Marzo 1911.

 

Completada la construcción del biplano, este pasó por una serie de refinamientos con la asistencia del Señor Hugo C. Gibson como Consultor de Ingeniería. Una refinación en el diseño antes de su vuelo, fue descartar el uso de dos hélices de aluminio comandadas por cadenas desde el motor, con una hélice sencilla de madera de 7 ½ pies x 4 pulg acoplada directamente. Se buscaba con esto ajustar la posición de la línea de empuje para contribuir con la estabilidad del avión.

 

Reseña sobre la colaboración del Hugo C. Gibson en las modificaciones del aeroplano de la Señorita Todd. Aeronautics Vol 05-06 Diciembre 1909.

 

La Señorita Todd alegaba haber dominado uno de los principales problemas que asediaba a los inventores de aeroplanos, el mantenimiento del equilibrio (estabilidad). Había planificado para su máquina un dispositivo completo de equilibrio automático, basado en una patente aprobada por ingenieros y expertos en automatización. Esta característica automática era el punto principal sobre el cual la Señorita Todd alegaba que su aeronave era superior a aquellas que habían sido probadas exitosamente para el momento.

 

Según un artículo del New York Times del 28 de Noviembre de 1909 “La construcción completa de la maquina es un monumento a la destreza femenina. La Señorita Todd ha supervisado el trabajo de los mecánicos. Solamente los mejores materiales han sido usados en su construcción, se ha tenido gran cuidado en su selección. Todo el armazón está construido en abeto seleccionado de veta recta. La parte superior de los planos están recubiertos muselina sin blanquear de la más fina calidad; la parte inferior, las cuales son las verdaderas superficies sustentantes y soportan todo el embate la tensión, están cubiertas con lienzo del ejército de siete onzas, el material más fuerte que puede ser usado para ese propósito.”

 

Artículo del New York Times, 28 de Noviembre de 1909 

 

En vez de tachuelas como en otros aviones, las cubiertas de las alas estaban cosidas con fuertes puntadas, muy al estilo femenino. Los cables que sostienen las eran son cuerda de piano importada de la mejor calidad.

 

La Señorita Todd no creía en el vuelo indiscriminado a través del aire, y aplicó a una licencia al gobierno para volar por todos los Estados Unidos. Aplicó a una licencia local en Richmond Borough, Nueva York, y fue rechazada.

 

También fue casi, si no la primera persona en aplicar para un seguro para un aeroplano, lo cual creó confusión en la aseguradora y aunque se le solicitó una descripción completa del aparato para enviarla a Londres, no hubo certeza de si fue aceptada.

 

Dada la negativa de permitirle volar a la Señorita Todd, la prueba en vuelo de su avión la realiza entre el 7 y 8 de Noviembre de 1910 el joven piloto francés de 24 años Didier Masson, quien habría sido uno de los mecánicos que trabajó en el avión, volando a 6 metros sobre el suelo del campo de aviación de Garden City, de Nueva York (conocido también como Hempstead Plains; y hasta sus últimos días como Campo Roosevelt). Didier voló hasta un extremo lejano del campo, giró, y retornó al punto de partida, donde fue entusiastamente recibido por Todd y la multitud presente. Para la fecha, Lilian Todd contaba con 45 años de edad.

 

La Señorita Todd sentada en su aeroplano junto a Didier Masson (a la izquierda de la Señorita Todd) y otra persona sin identificar.

 

“Primer Aeroplano Construido por una Mujer” (descripción y reporte del primer vuelo). Aeronautics Vol 07-08 Diciembre de 1910.

 

Anuncio publicitario de los motores Rinek destacando el exitoso vuelo del Aeroplano de la Señorita Todd. Aeronautics Vol 07-08 Diciembre de 1910.

 

Fin de su carrera en la aviación

 

Posterior al vuelo de su avión, su carrera en el diseño de aeronaves termina abruptamente, al irse a trabajar con la Señora Sage en Enero de 1911 como su secretaria.

 

Su avión fue el primero que pasó a ser propiedad del Estado de Nueva York, al ser ofrecido como regalo por parte de Todd, pasando a equipar a US Army Signal Corps de ese estado, siendo la primera tropa en ser equipada con un avión.

 

Se desconoce si continuó con sus experimentos. Luego de la muerte de la Señora Sage, se mudó a California en 1920 y falleció el 26 de Septiembre de 1937, en el Hospital Huntington Memorial Hospital de Pasadena.

 

Nunca construyó otro avión, y que se sepa, nunca voló. Más el club de aeromodelismo que inició continuó y duró por muchos años.

 

Sirve este recuento como mi homenaje a tan insigne y poco conocida pionera, y como una invitación a todas mis colegas, actuales y futuras, a continuar con su labor y enfatizar su legado, involucrándose vehementemente en actividades aeronáuticas tales como el aeromodelismo, el concurso SAE Aerodesign, congresos de ingeniería, cursos de piloto, proyectos de aviación experimental, etc; como paso inicial hacia un desarrollo progresivo en la aviación y aeronáutica.

 

Trailer de Miss Todd, de Kristina Yee:

 


 

Alejandro Irausquín

Ing. Aeronáutico, IUPFAN 1991

Miembro de LAAHS

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Vaya mi más sincero agradecimiento a la Señorita Kristina Yee por haber creado tan hermoso homenaje en forma del corto ‘Miss Todd’ y por permitirme tener acceso al mismo en todo su esplendor.

 

Kristina Yee en el set de ‘Miss Todd’.

 

Fuente: https://www.aviacioncivil.com.ve