E. Lilian Todd sentada a los mandos de su biplano de 1910.
“No
permitas que nadie te diga "No",
sigue
persiguiendo tus sueños.
Vuela
alto con tu corazón,
Con tu
mente, con tus manos.”
Con
estas liricas finaliza un inspirador corto de 13 minutos llamado ‘Miss Todd’,
creado por la joven cineasta Kristina Yee como un proyecto para el National
Film and Television School en el Reino Unido, que relata, de una manera muy
poética, la historia de quien se considera la primera mujer Ingeniero
Aeronáutico del mundo.
Conocí
la historia de la Señorita Todd de una manera muy particular, pues lo que en
realidad estaba investigando eran temas de aviónica. Entre los enlaces
relacionados se encontraba uno muy reciente sobre los “10 Momentos Históricos
de la Mujer en la Aviación”. Siendo admirador de mujeres como Madame Therese
Peltier, Amelia Earhart, y Florence ‘Pancho’ Barnes por nombrar algunas, al
ingresar al enlace para mi sorpresa la lista estaba liderada por un nombre
desconocido para mí: E. Lillian Todd
E. Lilian Todd
Mayor
aún fue la sorpresa al ver no se trataba de la primera mujer en volar, ni la
primero piloto. Nada de eso: La Señorita Todd tuvo la distinción de ser la
primera mujer en el mundo que construyó un aeroplano de su propio diseño, labor
que inició en 1906 (o incluso antes) y culminó con un vuelo exitoso en
Noviembre de 1910.
Emma
Lilian Todd nació en Washington D.C., E.U.A. en 1865, y fue una inventora
autodidacta que creció con un amor por los aparatos mecánicos, bajo la
influencia de su abuelo, de quien heredó su talento mecánico e inventiva. Se
enseñó a sí misma a escribir a máquina, como modo de ganarse la vida.
De
niña, la Señorita Todd experimentó con cada instrumento y juguete disponible,
desde tijeras a veletas meteorológicas hasta muñecas que caminaban y
telescopios. Aprendió lecciones valiosas sobre equilibrio con estos
experimentos. Cerca de su adolescencia su atención cambió hacia máquinas de
escribir, relojes de Sol y relojes mecánicos. Mientras ocupaba su tiempo de
juego de este modo, adquirió una buena educación, y también leía muchos libros
científicos, los cuales le aportaron el conocimiento general de la invención.
Obtuvo su primera patente con un soporte de originales para máquinas de
escribir, estas últimas de vital interés para ella, pues si una requería ser
desarmada, significaba para ella el placer de armarla de nuevo. Sus amigos le
guardaban todos los relojes y juguetes gastados para sus experimentos, sabiendo
que hasta un trozo de alambre era un tesoro para sus ojos.
Su
primer trabajo fue en una oficina de patentes, luego trabajó para el gobernador
de Pensilvania, regresando luego a Nueva York para seguir trabajando en
patentes y comenzar a estudiar leyes.
Luego,
hacia 1903, sus experimentos incluían juguetes mecánicos y aeronáuticos, entre
ellos muchos modelos de aeronaves que surcaban el aire impulsados por ligas o
un resorte. Luego de presenciar dirigibles en Londres y en una exposición en
St. Louis en 1904, captaron su atención los globos, y pronto, muchos modelos de
dirigibles, provistos de motor, formaron parte de los enseres de su cuarto.
También influyó en ella un bosquejo de un aeroplano en un periódico parisino de
1906. A finales de ese mismo año, la Señorita Todd atrajo la atención nacional
cuando exhibió su primer modelo en el show del Aero Club de América, en Nueva
York el cual atrajo mayor atención que cualquier otro de los 55 modelos
exhibidos.
El Aero
Club Junior de los Estados Unidos
Fue en
aquel cuarto donde a partir de los primeros días de Febrero de 1908 se
sostuvieron regularmente las reuniones del “Aero Club Junior de los Estados
Unidos”, el primer club de aeromodelismo de América, que fue organizado y
conducido por la inventora para los chicos interesados en la aeronáutica, con
el fin de “incrementar el interés en las materias aéreas en el país, y porque
conozco personalmente a varios chicos brillantes que han mostrado una habilidad
remarcable en el diseño de aeroplanos; y segundo, dado el éxito de los
recientes concursos en Francia, … no hay razón que pruebas similares no puedan
hacerse acá”. La nueva organización “sería de carácter nacional, y la meta es
que sus promotores establezcan ramas en tantas ciudades principales a través
del país como sea posible”. Efectivamente, muchos de sus miembros no residían
en Nueva York.
La
Señorita Todd les enseñaba muchas cosas prácticas y útiles que ella había leído
y aprendido en sus años de experimentación. Les instruía y los animaba en cómo
hacer Vagones de Viento más ingeniosos (Wind Wagons, propulsados a hélice.
Existen igualmente los de velas, conocidos también como Sail Wagons),
planeadores, hélices, modelos de aeroplanos, y globos gigantes. La expectativa
era que de entre esa fila de chicos indudablemente surgiesen muchos de los
inventores y aviadores expertos del futuro, como efectivamente sucedió con
Cecil Peoli, del “New York Model Aero
Club”, club surgido tras la inspiración del Aero Club Junior.
Se
formó un comité de asesoría con miembros del Aeroclub de América. Entre ellos
resaltan para mí el Cap. Thomas S. Baldwin, tutor del joven piloto Cecil Peoli;
y Wilbur Kinball, quien junto con Frank E. Boland compró el biplano del Dr.
Greene, y fue participe de la idea de lo que posteriormente convertiría al
avión del Dr. Greene en el primer ‘Sin Cola’ de Frank Boland. Boland fue el
primer aviador en volar un avión en Venezuela, y Peoli el primero en cruzar el Ávila
y transportar correo aéreo.
El
primer evento del club fue una competencia de cometas, al que asistieron más de
cien personas, el 21 de Febrero de 1908. “La convención fue hecha para
despertar el entusiasmo entre los chicos interesados en la aeronáutica. Es la
intención de la Señorita Todd dar una charla cada sábado al mediodía en su
oficina, demostrando los problemas de la Construcción de un Aeroplano”.
Para la
Señorita Todd la sala de estar y el taller eran lo mismo a sus ojos, y las
paredes de su pequeña residencia estaban cubiertas con juguetes mecánicos de
todas las descripciones, dirigibles, carros, relojes, mecanismos, modelos de
aeroplanos, cometas, globos, partes y componentes de todo tipo. No había
espacio para sillas, pues como pasaba mucho tiempo en el piso haciendo patrones
de clavos para conformar las estructuras de alambre de los modelos y probando
hélices en los vagones, no había necesidad de las mismas. No descartaba nada,
incluso pequeños trozos de alambre y pines de doblado eran amontonados en su
caja de cachivaches para uso futuro.
En 1909
el Aero Club Junior fue reorganizado bajo la dirección de Edward T. Durant,
dado que la Señorita Todd estaba dedicando todo su tiempo a la construcción de
un avión full-escala.
El
Avión de la Señorita Todd
La
filántropa Olivia Sage, viuda del financista y político Russell Sage, fue una
de quienes se interesaron en el trabajo de la Señorita Todd. La Señora Sage se
convirtió en la patrona de Lilian y le concedió US$ 7.000 para diseñar y
construir un avión.
Las
partes del avión fueron construidas conforme a los diseños de Todd por los
Hermanos Wittemann, quienes también construyeron, por ejemplo, las partes para
los primeros Red Devil de Baldwin.
Su
presencia en los hangares de Mineola y los avances y refinamientos en la
construcción de su biplano eran siempre destacados en las revistas Aeronautics,
principalmente, y Aircraft.
La
máquina tenía 12 metros de largo, incluyendo las superficies de control. Los
planos estaban separados entre sí 2 metros. Las superficies de control de
vuelo, consistente en dos timones verticales en la cola, y un canard en la
‘cabeza’, tenían 60 cm de cuerda. Un volante controlaba tanto el elevador como
el timón de dirección. Entre las alas, había un 3er plano temporal con la
intención de aumentar la superficie alar, y compensar la poca potencia y el
alto peso de los motores disponibles, funcionando también como alerones, al
estar abisagrados a los postes delanteros, controlados por un arnés a los
hombros.
Una característica distintiva de su aeronave, eran sus alas de doble curvatura. Además de la curvatura del perfil aerodinámico, en vez de un borde frontal recto convencional, las alas eran curvadas grácilmente a lo largo de los bordes de ataque y de fuga, tal como las alas de un ave. Para llegar a esta conclusión la Señorita Todd pasó muchos días en el Museo Metropolitano de Nueva York, estudiando las alas de los pájaros Albatros, que formaban parte de la exhibición. Su consideración era que la doble curvatura de los ‘planos’ permitían incrementar la estabilidad de la máquina.
Su
avión originalmente estuvo equipado con un motor automotriz, de entre 40 a 50
hp, el cual no resultaba adecuado y que fue posteriormente reemplazado con un
motor Rinek de 8 cilindros y 60 hp de potencia. La gasolina era llevada en dos
cilindros de cobre con capacidad de 10 galones cada uno, lo que le aportaban a
la aeronave un rango de 100 millas.
Motor Rinek de 8 Cilindros y 60 HP. Motor definitivo usado en el aeroplano de la Señorita Todd. Aeronautics Vol 07-08, Marzo 1911.
Completada
la construcción del biplano, este pasó por una serie de refinamientos con la
asistencia del Señor Hugo C. Gibson como Consultor de Ingeniería. Una
refinación en el diseño antes de su vuelo, fue descartar el uso de dos hélices
de aluminio comandadas por cadenas desde el motor, con una hélice sencilla de
madera de 7 ½ pies x 4 pulg acoplada directamente. Se buscaba con esto ajustar
la posición de la línea de empuje para contribuir con la estabilidad del avión.
La Señorita
Todd alegaba haber dominado uno de los principales problemas que asediaba a los
inventores de aeroplanos, el mantenimiento del equilibrio (estabilidad). Había
planificado para su máquina un dispositivo completo de equilibrio automático,
basado en una patente aprobada por ingenieros y expertos en automatización.
Esta característica automática era el punto principal sobre el cual la Señorita
Todd alegaba que su aeronave era superior a aquellas que habían sido probadas
exitosamente para el momento.
Según
un artículo del New York Times del 28 de Noviembre de 1909 “La construcción
completa de la maquina es un monumento a la destreza femenina. La Señorita Todd
ha supervisado el trabajo de los mecánicos. Solamente los mejores materiales
han sido usados en su construcción, se ha tenido gran cuidado en su selección.
Todo el armazón está construido en abeto seleccionado de veta recta. La parte
superior de los planos están recubiertos muselina sin blanquear de la más fina
calidad; la parte inferior, las cuales son las verdaderas superficies
sustentantes y soportan todo el embate la tensión, están cubiertas con lienzo
del ejército de siete onzas, el material más fuerte que puede ser usado para
ese propósito.”
En vez
de tachuelas como en otros aviones, las cubiertas de las alas estaban cosidas
con fuertes puntadas, muy al estilo femenino. Los cables que sostienen las eran
son cuerda de piano importada de la mejor calidad.
La Señorita
Todd no creía en el vuelo indiscriminado a través del aire, y aplicó a una
licencia al gobierno para volar por todos los Estados Unidos. Aplicó a una
licencia local en Richmond Borough, Nueva York, y fue rechazada.
También
fue casi, si no la primera persona en aplicar para un seguro para un aeroplano,
lo cual creó confusión en la aseguradora y aunque se le solicitó una
descripción completa del aparato para enviarla a Londres, no hubo certeza de si
fue aceptada.
Dada la
negativa de permitirle volar a la Señorita Todd, la prueba en vuelo de su avión
la realiza entre el 7 y 8 de Noviembre de 1910 el joven piloto francés de 24
años Didier Masson, quien habría sido uno de los mecánicos que trabajó en el
avión, volando a 6 metros sobre el suelo del campo de aviación de Garden City,
de Nueva York (conocido también como Hempstead Plains; y hasta sus últimos días
como Campo Roosevelt). Didier voló hasta un extremo lejano del campo, giró, y
retornó al punto de partida, donde fue entusiastamente recibido por Todd y la
multitud presente. Para la fecha, Lilian Todd contaba con 45 años de edad.
“Primer Aeroplano Construido por una Mujer” (descripción y reporte del primer vuelo). Aeronautics Vol 07-08 Diciembre de 1910.
Fin de
su carrera en la aviación
Posterior
al vuelo de su avión, su carrera en el diseño de aeronaves termina
abruptamente, al irse a trabajar con la Señora Sage en Enero de 1911 como su
secretaria.
Su
avión fue el primero que pasó a ser propiedad del Estado de Nueva York, al ser
ofrecido como regalo por parte de Todd, pasando a equipar a US Army Signal
Corps de ese estado, siendo la primera tropa en ser equipada con un avión.
Se
desconoce si continuó con sus experimentos. Luego de la muerte de la Señora
Sage, se mudó a California en 1920 y falleció el 26 de Septiembre de 1937, en
el Hospital Huntington Memorial Hospital de Pasadena.
Nunca
construyó otro avión, y que se sepa, nunca voló. Más el club de aeromodelismo
que inició continuó y duró por muchos años.
Sirve
este recuento como mi homenaje a tan insigne y poco conocida pionera, y como
una invitación a todas mis colegas, actuales y futuras, a continuar con su
labor y enfatizar su legado, involucrándose vehementemente en actividades
aeronáuticas tales como el aeromodelismo, el concurso SAE Aerodesign, congresos
de ingeniería, cursos de piloto, proyectos de aviación experimental, etc; como
paso inicial hacia un desarrollo progresivo en la aviación y aeronáutica.
Trailer
de Miss Todd, de Kristina Yee:
Alejandro Irausquín
Ing.
Aeronáutico, IUPFAN 1991
Miembro
de LAAHS
www.facebook.com/alejandro.irausquin
alejandro.irausquin@gmail.com
www.twitter.com/airausquin
Vaya mi
más sincero agradecimiento a la Señorita Kristina Yee por haber creado tan
hermoso homenaje en forma del corto ‘Miss Todd’ y por permitirme tener acceso
al mismo en todo su esplendor.
Fuente:
https://www.aviacioncivil.com.ve