Durante toda la Primera Guerra Mundial, la ciudad de París sufrió numerosas incursiones de bombardeo desde el aire, llevadas a cabo por aviones o por zeppelines. Los historiadores cifran en 27 el número de estos raids aéreos, durante los cuales se lanzaron más de 700 bombas. El número de víctimas ascendería, según sus datos, a 266 personas.
Los
ataques dejaron amplia huella en el sentir de los parisinos. Sirva como ejemplo
el bombardeo de un zeppelin que sufrió el pueblo de París en la noche del 29 de
enero de 1916:
"Los
periódicos franceses han publicado un interesantísimo relato del bombardeo
realizado por un zeppelin, pues a última hora se ha descubierto que fue
solamente uno el atacante, y no varios, como se había creído al pronto. El
dirigible alemán dejó caer unas 17 bombas, de las que 14 explotaron, causando
además de 25 muertos y 32 heridos, los destrozos consiguientes en los
edificios".
La
crónica de Mundo Gráfico continuaba describiendo con detalle el funcionamiento
de las bombas y el efecto que producían. Los diarios también recogieron con
detalle las informaciones que llegaban sobre el ataque. La Época señaló que
casi todas las víctimas se encontraban en sus casas.
Casa parisina destruida tras el bombardeo del zeppelin alemán el 29 de enero de 1916.
Con las
luces del día, algunos parisinos se congregaron en los lugares en los que
habían caído las bombas, mientras los periódicos adelantaban informaciones
sobre cómo pudo producirse: al parecer, según apuntó Le Petit Parisien, la
altura a la que se encontraba el aparato alemán y la densa bruma que rodeaba la
capital francesa dificultaron la acción defensiva de los aeroplanos situados en
las cercanías. Por su parte, Le Matin recordó aquella recompensa que propuso
cuando se produjo el primer ataque con zeppelines:
Le Matin recuerda la recompensa de 25.000 francos para aquellos que lograran abatir a un zeppelin.
Además
de las casas destruidas, las bombas cayeron en la vía pública. Quizá la más
llamativa fue una que produjo un gran agujero en el suelo, al caer exactamente
por donde transcurrían los túneles del metro:
Una multitud observa los daños producidos por una bomba lanzada por el zeppelin.
El
impacto de aquel ataque de zeppelin se dejó sentir en el pueblo parisino. En
los siguientes días, Le Journal publicaba consejos prácticos para protegerse en
el caso de que el zeppelin regresara.
Los
preparativos de un gran funeral público se pusieron en marcha. El impacto que
tuvo este ataque se puede medir por el multitudinario acompañamiento de los
parisinos a las comitivas fúnebres.
Comitiva fúnebre de las víctimas del bombardeo del zeppelin.
La
crónica que de este acontecimiento hizo Mundo Gráfico, permite ponderar la
magnitud de éste:
"El
entierro de las víctimas que las trece bombas lanzadas por los “zeppelines”
causaron en París, constituyó una grandiosa é imponente manifestación, más que
de duelo, con sentido muy hondo todos los circunstantes, de exaltado
patriotismo, de protesta contra un atentado, que en su sentir, reflejado por su
prensa, está reñido con todo sentimiento humanitario y contra la nobleza que en
toda contienda debe resaltar por encima de la animosidad. Todo París —y nunca fue
más justo ni más exacto este tópico— se asoció a la manifestación, y el dolor
por las desgracias ocurridas, tanto como las ansias de desquite, templaban
todos los ánimos, dándoles entereza y bríos para proseguir la campaña hasta el
logro definitivo de la victoria".
Sirva
este pequeño ejemplo para ilustrar los más cruentos episodios más allá de las
líneas de los frentes de batalla.
Fuente:
https://historiahoy.com.ar