20 de noviembre de 2023

ALEX HENSHAW: EL ANÓNIMO PILOTO DE PRUEBAS DE LA II GUERRA MUNDIAL

 

 

 

Por Nathan Cluett

 

A lo largo de la II Guerra Mundial, las historias de héroes anónimos a menudo se pierden en la sombra de los aspectos más amplios del conflicto. Uno de esos héroes es Alex Henshaw, un hombre que surcó los cielos no en batalla, sino en el asiento del piloto de pruebas.

 

Puede que su papel no haya implicado peleas aéreas por territorios en disputa, pero sus contribuciones al esfuerzo bélico británico fueron igualmente fundamentales.

 

Este artículo busca arrojar luz sobre la extraordinaria vida de Henshaw como piloto de pruebas durante la II Guerra Mundial, un capítulo de la historia de la aviación que a menudo se pasa por alto.

 

Antecedentes y la llamada de los cielos

 

Nacido el 7 de noviembre de 1912 en Peterborough, Inglaterra, Alexander Adolphus Dumfries Henshaw demostró afinidad por el vuelo desde una edad temprana. Inspirado por las hazañas de los pilotos de la I Guerra Mundial, persiguió su pasión y aprendió a volar a la edad de 17 años.

 

Antes de convertirse en una figura fundamental como piloto de pruebas durante la II Guerra Mundial, Alex Henshaw fue un piloto de carreras de gran éxito que hizo importantes contribuciones al mundo de la aviación.

 

La pasión de Henshaw por volar era evidente desde su juventud. Después de aprender a volar, compró su primer avión, un De Havilland Gipsy Moth, en 1932. Posteriormente compró un Comper Swift, un avión deportivo monoplaza que le ayudaría a hacerse un nombre en las carreras aéreas.

 

Un ejemplo de la Gipsy Moth que voló Henshaw.

 

Su primer logro significativo en las carreras aéreas se produjo en 1933, cuando terminó quinto en la prestigiosa “King's Cup Race”, un evento nacional de carreras aéreas en el Reino Unido. Durante los años siguientes, Henshaw participaría en múltiples carreras y mítines aéreos, y a menudo terminaba entre los mejores competidores.

 

Sin embargo, fue el avión Percival Mew Gull el que solidificaría su posición en la historia de la aviación. En 1938, Henshaw compró un Mew Gull y con él logró un éxito notable.

 

Ganó la carrera de la Copa del Rey en 1938, estableciendo un nuevo récord al completar el recorrido a una velocidad promedio de más de 236 mph.

 

El logro más significativo de Henshaw se produjo en febrero de 1939, cuando decidió intentar batir el récord de vuelo de larga distancia desde el Reino Unido hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El récord lo había establecido su contemporáneo, Chubbie Miller, en 1936, pero Henshaw estaba decidido a batirlo.

 

Henshaw ganó la carrera aérea de la Copa del Rey en 1938 usando exactamente este Mew Gull. Crédito de la foto: Alan Wilson CC By-SA 2.0.

 

Después de una serie de vuelos de práctica, Henshaw se embarcó en su viaje desde Gravesend, Kent, el 5 de febrero de 1939.

 

A pesar de enfrentar numerosos desafíos, incluidas condiciones climáticas peligrosas y problemas mecánicos, Henshaw logró llegar a Ciudad del Cabo en un tiempo récord de 39 horas y 23 minutos, superando el récord anterior en más de 31 horas.

 

No contento con este logro, Henshaw decidió intentar también el récord del viaje de regreso. Salió de Ciudad del Cabo el 9 de febrero de 1939 y aterrizó de regreso en Gravesend en sólo 39 horas y 36 minutos, estableciendo otro récord.

 

Su tiempo combinado para el viaje de ida y vuelta, 4 días, 10 horas y 6 minutos, se mantuvo invicto hasta la era del jet.

 

El exitoso intento de récord de Henshaw fue noticia en todo el mundo y consolidó su estatus como uno de los principales aviadores de su tiempo. Sus habilidades, determinación y audacia demostradas en su carrera en las carreras aéreas le serían de gran utilidad en su próximo papel como piloto de pruebas durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Transición al piloto de pruebas

 

El estallido de la II Guerra Mundial puso fin a la carrera de Henshaw en las carreras aéreas, pero marcó el comienzo de un nuevo capítulo como piloto de pruebas.

 

En 1940, fue nombrado piloto jefe de pruebas en Castle Bromwich Airplane Factory (CBAF), cerca de Birmingham, la principal planta de fabricación del Supermarine Spitfire, uno de los cazas más emblemáticos de Gran Bretaña.

 

Spitfire Mk IIA P7350: el Spitfire en condiciones de volar más antiguo del mundo construido en Castle Bromwich Factory.


Henshaw era responsable de probar los Spitfire recién salidos de la línea de producción, evaluar su rendimiento e identificar cualquier defecto de fabricación antes de enviarlos a las unidades operativas.

 

Su trabajo minucioso y preciso en esta capacidad fue fundamental para garantizar que estos aviones estuvieran aptos para el servicio y, en última instancia, desempeñaron un papel fundamental en el esfuerzo de guerra.

 

El papel crucial del piloto de pruebas

 

El trabajo de Henshaw estuvo lejos de ser fácil y seguro. Probar aviones significaba llevarlos al límite, lo que a menudo resultaba en situaciones peligrosas. En el transcurso de la guerra, Henshaw probó más de 3.000 Spitfire y Seafire (versión naval del Spitfire), realizando un promedio de 10 salidas cada día.

 

La intensidad de su programa de pruebas fue un testimonio de su dedicación y resistencia.

 

Además, Henshaw también tuvo que participar en “pruebas de dopaje”, un proceso que implicaba aplicar pintura a base de celulosa al avión para endurecer e impermeabilizar las superficies de la tela.

 

Se estima que Henshaw voló alrededor del 10% de todos los Spitfire jamás construidos.

 

El proceso fue peligroso debido a la naturaleza altamente inflamable del material. A pesar de los riesgos, Henshaw, siempre un hombre que predica con el ejemplo, insistió en participar directamente.

 

Legado y vida de posguerra

 

El trabajo de Henshaw contribuyó significativamente a la eficiencia y seguridad de la flota del Spitfire. Sus comentarios fueron invaluables para perfeccionar el proceso de fabricación, lo que condujo a un mejor rendimiento del avión. Sin duda, sus esfuerzos salvaron la vida de muchos pilotos que finalmente volaron estos aviones a la batalla.

 

Después de la guerra, Henshaw volvió a sus intereses comerciales de antes de la guerra.

 

Más tarde escribió unas memorias, "Suspira por un Merlín", que detallan sus experiencias como piloto de pruebas.

 

Suspiro por Merlín es un excelente relato de la época de Henshaw como piloto de pruebas.

 

Sin embargo, sus contribuciones durante la guerra permanecieron relativamente desconocidas hasta años posteriores. En reconocimiento a sus servicios, recibió un MBE en 1943 y, en 2003, el gobierno francés lo nombró Caballero de la Legión de Honor.

 

Alex Henshaw falleció en 2007, pero su legado sigue vivo. Su inquebrantable dedicación a su trabajo como piloto de pruebas jugó un papel crucial en los esfuerzos de Gran Bretaña en la II Guerra Mundial. Mientras recordamos a los héroes de la II Guerra Mundial, recordemos también a los pilotos de pruebas como Alex Henshaw, quienes hicieron posible la victoria con su valentía y dedicación entre bastidores.

 

Fuente: https://planehistoria.com