Por Nikita
Petrov
Hosni
Mubarak, que ejerció el cargo de presidente de la República Árabe de Egipto,
durante casi treinta años, vivió en la Riazán soviéticas, donde aprendió el
arte del combate aéreo de los pilotos rusos del Centro de Aplicación de Combate
y Reentrenamiento de la Aviación de Largo Alcance.
El
futuro presidente de Egipto fue comandante de un cazabombardero soviético. Fue
en los años 60 del siglo pasado. Fue una época dorada para las relaciones
amistosas entre la URSS y Egipto. El apogeo de la alianza con el “socialismo
árabe”. Los soviéticos ayudaron a los egipcios a construir fábricas, escuelas,
hospitales y hasta la famosa presa de Asuán.
Miles
de especialistas de habla rusa altamente cualificados prestaron sus servicios
en instalaciones civiles y militares a lo largo de las orillas del Nilo y del
mar Rojo. Gamal Nasser fue condecorado con la Estrella de Héroe de la Unión
Soviética. La futura élite cultural y política de Egipto acudió a estudiar al
país. Entre ellos, Hosni Mubarak.
En
1957, Mubarak fue recalificado como piloto para aviones multimotor para ayudar
a entrenar y graduar a más de 50 futuras tripulaciones de bombarderos Iliushin
Il-28.
Esto
dio lugar a su especialización definitiva: después de ayudar a poner a punto la
Academia de la Fuerza Aérea, en 1959 fue enviado a la base de Kant, en la URSS,
para recibir entrenamiento de conversión a Il-28.
En
1959-1960, Mubarak y los Il-28R de su unidad volaron una serie de salidas
nocturnas de reconocimiento sobre Israel: las últimas salidas de este tipo
realizadas por una fuerza aérea árabe desde entonces. Normalmente, despegaban
de Egipto, sobrevolaban Israel y aterrizaban en Siria; luego regresaban.
Ninguno fue interceptado nunca por los israelíes, pero cuatro de los Il-28R del
Grupo Aéreo 61 se "perdieron" a causa del golpe antiegipcio de Damasco
de septiembre de 1961, cuando Siria se separó de la República Árabe Unida. Así
es como Siria consiguió sus únicos cuatro Il-28.
Un Il-28 egipcio ataca una columna militar israelí en el Sinaí durante la Guerra de los Seis Días.
Mientras
tanto, lo que desde 1958 se denominaba oficialmente Fuerza Aérea de la
República Árabe Unida (UARAF) buscaba un cazabombardero capaz de lanzar 3.000
kg de bombas a una velocidad de 1.000 km/h (es decir, un avión de la clase del
F-4 Phantom o el F-105 Thunderchief). Los soviéticos no tenían ninguno en
servicio: el Tu-16 era el que más se acercaba a esa necesidad y, por ello, en
1961, Moscú ofreció este tipo a Egipto en su lugar. Ya durante el mismo año,
Mubarak regresó a la URSS para realizar un curso de conversión a bombarderos
Tupolev Tu-16,
Como
puede leerse en Málaia Ródina en 1961. Hosni Mubarak estudió durante 4 meses el
pilotaje del TU-16.
Alto,
elegante y pulcro, Mubarak era recordado por los pilotos rusos de Diáguilevo
por su infalible amabilidad. Se comentó del futuro líder egipcio que su
comportamiento era muy positivo. Su sonrisa sincera predisponía a la gente
hacia él. Mubarak se distinguía por su deseo de estudiar el arte del control de
aviones lo más a fondo posible.
Al
futuro presidente le gustaba la cocina rusa. “No exigía cocinar nada especial.
Comía shchi, gachas, kisel, coteletas: lo mismo que se daba a los demás
pilotos. Vestía el uniforme de vuelo soviético, pero sin charreteras”
recordaría su instructor de vuelo Borís Ivánovich Pogozhev.
“Por
encima de todo, a Mubarak le encantaba volar. Pilotaba con sinceridad y pasión
una máquina alada, siendo un piloto nato”.
Entonces
la tripulación de Mubarak aprendió a pilotar los TU-16 para su uso en combate.
TU-16 soviético
“Al mismo
tiempo, parte de la tripulación árabe (especialmente el Sargento Mujtar), como
corresponde a su tradición, rezaba asiduamente. Ya fuera por la ayuda de Alá o
por un buen entrenamiento, pronto aprendieron a bombardear objetivos de forma
competente. Tras completar el curso de formación, Mubarak y su equipo partieron
hacia su patria”.
Como
regalo de despedida, Mubarak regaló a su instructor una caja oriental de piel
de cocodrilo.
En
marzo de 1964, Mubarak ingresó en un curso de Estado Mayor en la Academia
Militar Frunze Frunze, en la URSS. Tras graduarse en abril de 1965, regresó a
Egipto para crear la primera unidad de la UARAF equipada con Tu-16: el Grupo
Aéreo 65.
Antes
de que transcurriera mucho tiempo, los Tu-16 egipcios volaron por primera vez
sobre objetivos en Yemen, pero también en Arabia Saudí. Estas misiones fueron
dirigidas personalmente por Mubarak.
En el
futuro, al aprendiz que estudió en Riazán le esperaba un lugar en la Historia
Grande. Ascendió por la escalera del poder, encontrándose en 1981 en lo más
alto: se convirtió en el 4º presidente de Egipto. Y logró permanecer en el
pesto durante 30 años. En 2011 fue derrocado en una revolución, declarado
culpable y condenado a cadena perpetua el 2 de junio de 2012.
Finalmente,
Mubarak fue puesto en libertad el 24 de marzo de 2017, después de que la
justicia desestimara las acusaciones más graves que pesaban contra él.
Falleció
el 25 de febrero de 2020, a los 91 años.
Fuente:
https://es.rbth.com