24 de abril de 2020
TRÁGICOS BOMBARDEOS AÉREOS DURANTE LA II GUERRA MUNDIAL - RAID SOBRE BARI
Bari
fue el bombardeo más singular de la guerra en Europa. No sólo por la magnitud
del desastre que supuso para los Aliados, ya que perdieron decenas de navíos en
su puerto, sino por un suceso que recordó a la I Guerra Mundial con la
liberación accidental de gas mostaza que segó cuantiosas vidas y dejó secuelas
gravísimas entre la población italiana hasta 1983.
Preludio
Desde
que los Aliados habían comenzado la invasión de Italia en septiembre de 1944,
el puerto de Bari con 300000 habitantes se convirtió en el principal centro
logístico de suministros en el Mar Adriático. Partiendo de Bari, los víveres,
municiones y en general las tropas marchaban hacia la Línea Gustav más al
norte, donde los alemanes resistían en una cruenta batalla que se estaba
alargando meses.
Como
punto de partida hacia la Línea Gustav, Bari solía estar atestado siempre de
barcos amarrados en sus muelles, normalmente cargueros de tropas y navíos
militares. Sin embargo, los Estados Unidos cometió una gran negligencia al
hacer repostar en el puerto a su carguero SS John Harvey, un barco que contenía
en su interior 100 toneladas de bombas de gas mostaza con fines experimentales.
La autorización de atracar el navío allí se saltaba por completo todas las
normas de seguridad, ya que un material químico de esas características tan
peligrosas tenía prohibida la entrada en puertos no homologados. Bastaría que
un pequeño ataque aéreo dañase al barco para que se desatase una gran tragedia.
Y por si fuera poco el puerto apenas carecía de baterías antiaéreas para
defender su cielo. Aquella cadena de errores conduciría al desastre.
Sin
saber qué arma secreta portaban los americanos en uno de los barcos de Bari, la
Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe), decidió bombardear el puerto con la finalidad
de reducir la cadena de suministros de los Aliados al frente hundiendo sus
barcos de carga. El plan fue autorizado por el Mariscal Wolfrang Von Richthofen
para la tarde de 2 de diciembre de 1943, cuando ese mismo día el piloto Werner
Hahn a bordo de su avión de reconocimiento Messerschmitt Me 210, descubrió que
la seguridad de Bari era prácticamente nula.
Un
total de 105 aviones de bombardeo Junkers Ju 88 despegaron desde la base de
Foggia en la República de Saló la tarde del 2 de diciembre de 1943. Unos
aparatos volaron directos atravesando la Península Italiana y otros paralelos
junto a la costa de Yugoslavia para despistar a los observadores enemigos. Además,
uno de los aviones lanzó papeles de aluminio sobre los radares para confundir a
los operadores. El movimiento previo fue un éxito, pues cuando el centenar de
Junkers Ju 88 aparecieron sobre Bari a las 19:25 horas, todo el puerto estaba
desprevenido.
Bombardear
Bari fue de lo más sencillo. Sin apenas ser molestados por las baterías
antiaéreas, los aviones alemanes apuntaron y soltaron tranquilamente sus bombas
sobre los barcos enemigos. Como si cazaran patos, los navíos aliados fueron
siendo hundidos uno a uno en un apocalipsis de explosiones y de marineros
saltando al agua. Solamente uno de los 105 aviones utilizados fue derribado.
Puerto
italiano de Bari bombardeado por la Luftwaffe con barcos hundiéndose y gas
mostaza siendo liberado a la atmósfera.
Fueron
hundidos un total de 28 navíos que eran los siguientes: doce barcos italianos
cobeligerantes, entre estos el crucero Barletta, el dragaminas Ardito, los dos
patrulleros Porto Pisano y MB 1013, el velero Inaffondabile, además de los
siete mercantes Cassala, Corfú, Frosinone, Goggiam, Genespesca II, Luciano
Orlando y Volodda; cinco barcos canadienses, entre ellos los cuatro mercantes
SS Fort Athabasca, SS Fort Lajoire, SS Lars Kruse y SS Testbank, más el patrullero
HMCS Devon Coast; cinco cargueros estadounidenses, los SS John Bascom, SS John
Harvey, SS John Motley, SS Joseph Wheeler y SS Samuel Tilden; los tres
cargueros noruegos libres SS Bollsta, SS Norlom y SS Lom; los dos cargueros
polacos libres SS Lwów y SS Puck; y el carguero francés libre Aude.
También
resultaron dañados otros 12 barcos en el ataque. Fueron el destructor
neozelandés HMSNZ Zetland, el patrullero italiano cobeligerante Argo; los
cuatro mercantes canadienses SS Bicester, SS Brittany Coast; SS Crista y SS
Vienna; los tres cargueros estadounidenses SS Grace Abbott, SS Lyman Abbot y SS
John Schofield; el mercante soviético Dagö; el mercante holandés libre SS
Odysseus; y el mercante noruego libre SS Vest.
Muchos
barcos fueron enviados a pique y muchas vidas humanas se perdieron en el
bombardeo de Bari, pero lo peor estaba por venir. Uno de los barcos impactados
por las bombas fue el SS John Harvey que contendía los depósitos de gas
mostaza, los cuales fueron abiertos, liberando su mortífera carga al aire. Los
primeros en entrar en contacto con el gas fueron los marineros del navío y
otros de los barcos cercanos, a los que rápidamente empezó a corroérseles la
piel, a tener problemas respiratorios y a morir entre insoportables espasmos de
dolor. La fuga de gas mostaza se extendió a la misma ciudad de Bari a
continuación, causando igual efecto entre su población civil. Fue una
experiencia terrible, pues montones de ciudadanos de Bari se desplomaron como
moscas por las calles y viviendas, mientras fallecían entre fuertes
convulsiones. La tragedia fue horrible, pues a causa del gas mostaza murieron
700 marineros y 1000 civiles.
Resultado
Sin
duda el raid sobre Bari fue un nuevo Pearl Harbor para los Aliados. No sólo por
encajar una derrota catastrófica en número de barcos hundidos, sino por el
elevado número de bajas a costa de no sufrir apenas pérdidas los atacantes.
Los
Aliados perdieron la impresionante cifra de 28 barcos (por tipo 1 crucero, 1
dragaminas, 3 patrulleros, 23 cargueros y 1 velero; por nacionalidad 12
italianos cobeligerantes, 5 estadounidenses, 5 canadienses, 3 noruegos libres,
2 polacos libres y 1 francés libre). Otros 12 navíos resultaron dañados (por
tipo 1 destructor, 1 patrullero y 10 cargueros; por nacionalidad 4 canadienses,
3 estadounidenses, 1 soviético, 1 holandés libre, 1 noruego libre y 1 italiano
cobeligerante). Murieron aproximadamente 2000 personas, de las cuales 1000
fueron militares y otros 1000 civiles.
Alemania
solamente perdió un avión bombardero Junkers Ju 88.
Terminada
la II Guerra Mundial, los efectos del bombardeo a Bari se notaron en las
siguientes generaciones. El gas mostaza liberado en la ciudad permaneció
durante décadas, enfermando por ello muchas personas que irían muriendo con el
paso del tiempo o tendrían secuelas gravísimas. A pesar de todo Washington
ocultó la tragedia, siendo desclasificados los primeros archivos en 1967, fecha
demasiado tardía.
Hasta
1986, es decir, más de cuarenta años después, Bari no fue desinfectada
totalmente del gas mostaza. Ese mismo año los Estados Unidos tuvo que pagar
indemnizaciones a las víctimas por su negligencia.
Fuente:
https://www.eurasia1945.com