Ellos
se encontraban solos y perdidos después de volar una misión antisubmarina
extendida en su Douglas TBD Devastator, después de despegar del USS Enterprise
(CV 6), el 14 de enero de 1942. Los tres tripulantes, el Primer Oficial Mayor
Harold Dixon, Gene D. Aldrich Operador de Radio y Anthony J. Pastula,
bombardero.
Un
error del compás no solo los había alejado de su “hogar” el Enterprise, sino
que no tenían idea en qué área del basto Océano Pacífico se encontraban
volando. Mantenían su mirada atenta para percibir una pequeña señal que los
llevara de regreso, pero de pronto sucedió lo inevitable, el combustible se
agotó y Dixon debió amerizar su avión en el mar.
Milagrosamente
ninguno de los tres había resultado herido y siguieron los pasos que habían
seguido decenas de veces en sus entrenamientos. El piloto se posó sobre una de
las alas y recibió el bote salvavidas de sus compañeros, pero el cilindro de
CO2 no funcionó y debieron inflar el bote a pulmón limpio. El avión se sumergió
mucho antes de que ellos terminaran esa tarea.
Ahora
los tres se encontraban en un bote de 1,2 por 2,4 metros, sin comida, agua y
tan solo unas pocas herramientas. En ese momento ninguno de ellos se imaginó
que pasarían los próximos 34 días en ese bote, al vaivén de las olas y bajo un inclemente
Sol.
Este es el bote salvavidas en el cual sobrevivieron los tres tripulantes durante 34 días
Su
alimentación consistió en una que otra ave que se posó sobre el bote y que
disparaban con su arma de dotación, alguna suerte en la pesca y algunos cocos
que flotaban a su suerte. El agua que les permitió sobrevivir provino de
algunas lluvias.
Durante
su octavo día se despertaron rodeados de algunos tiburones, inmediatamente Gene
tomó su cuchillo y acertó en uno de ellos justo en las agallas. Poco a poco
fueron alimentándose del tiburón e inclusive de algunas sardinas que
encontraron en su estómago.
A
partir del día 28 su suerte para hallar alimento cambió y estuvieron sin ningún
alimento hasta que, finalmente, el 19 de febrero de 1942, después de un viaje
de alrededor 1.200 millas y casi 450 millas de distancia del lugar del
accidente los tres hombres llegaron a la costa del Atolón Pukapuka, gracias a
los “amigables” vientos de un huracán que los había azotado por dos días y que
les había arrebatado todas sus posesiones y su esperanza de sobrevivir. Ahí
fueron encontrados acurrucados por Teleuika Iotua, en una cabaña perteneciente
a Lakulaku Tutala.
Aún en el bote se pueden ver las marcas que ellos hicieron para llevar la cuenta de los días
Se ha
escrito una novela sobre su experiencia llamado The Raft por Robert Trumbull y
se filmó una película llamada Against the Sun del 2015.
Fuente:
https://www.lasegundaguerra.com