30 de enero de 2022

AVIADORES ESPAÑOLES DISTINGUIDOS - ANTONIO PÉREZ NÚÑEZ

 





Por Adolfo Roldán Villén

 

Nació: El 12 de diciembre de 1887 en Córdoba

Murió: El 28 de abril de 1957 en Madrid

Ocupación:

Médico militar

Piloto aviador.

 

Era hijo de José Pérez Herrero, agricultor de Villamizar y Santa María del Monte Cea (León), y de Francisca Núñez Paniagua. Para salir del pueblo y elevar su condición social, decidió alistarse en el Ejército.

 

Antonio pasó su infancia y estudió el bachillerato en Toledo, donde su padre estaba destinado. Muy joven, en 1910, se licenció en la Universidad Central (Madrid) con la calificación de sobresaliente. Más tarde, también obtuvo la licenciatura en Farmacia.

 

Quizás, influenciado por el ambiente militar de su familia, Pérez Núñez decidió prepararse para ingresar en la sanidad militar. El 30 de septiembre de 1910, previos los correspondientes ejercicios de oposición, fue nombrado oficial médico alumno de la Academia de Sanidad Militar, donde se incorporó ese mismo día. El 1 de noviembre del mismo año, prestó juramento de fidelidad a las banderas ante la del Regimiento de Infantería de Asturias Nº 31 (Madrid).

 

El 31 de enero de 1911, fue promovido al empleo de médico en el 2º del Cuerpo de Sanidad Militar y es destinado a la 1ª Sección de la 4ª Compañía de la Brigada de Tropas de Sanidad Militar. En febrero de ese mismo año, fue destinado al 2º Batallón del Regimiento de Infantería Alcántara Nº 58, al que se incorporó en Barcelona en el mes de marzo.

 

Con el recrudecimiento de la guerra de Marruecos en 1911, se hizo necesario reforzar las guarniciones africanas de Melilla. La campaña de pacificación iniciada resultó especialmente dura. Por ello se reforzó también la sanidad militar para atender las demandas sanitarias de las operaciones. Por esta razón, Pérez Núñez permaneció escaso tiempo en Barcelona, pues en septiembre de ese mismo año fue comisionado al Hospital Militar de Melilla.

 

El inspector de Sanidad Militar de la Región, nada más incorporase a Melilla, le envió al Hospital de Etapa establecido en la posición de Avanzamiento.

 

Asimismo, le encargó que, sin abandonar su destino, se hiciera cargo, simultáneamente de la asistencia facultativa del Batallón de Cazadores de Segorbe Nº 1.

 

En febrero del año siguiente, marchó a la posición de Atlaten con objeto de hacerse cargo de la Enfermería Militar allí establecida.

 

Cuando la mentalidad militar asume el uso del aeroplano para la guerra, aparece la figura del piloto aviador militar, que al presentar una patología especial justifica la necesidad de contar con profesionales especializados en una nueva rama de la medicina, la aeronáutica. Para lograr mentalidad aérea, se decidió que componentes de Sanidad Militar pudieran realizar el curso de pilotos y que posteriormente efectuasen misiones de combate.

 

Pérez Núñez, llevado por su afición aeronáutica, quiso sentir en su propio organismo los cambios fisiológicos que provocaban la altura y las aceleraciones.

 

Por estas razones solicitó realizar el curso de piloto.

 

Se le concedió y en septiembre recibió la orden de presentarse el 1 de octubre en Guadalajara para asistir a las prácticas previas de Aviación. Antes de incorporarse a Guadalajara, en septiembre contrajo matrimonio con María de los Ángeles Román. La suerte no le acompañó en este primer matrimonio, pues meses después, falleció María de los Ángeles de fiebres pauperales al dar a luz a su primer hijo, José.

 

El 21 de noviembre del mismo año se le declaró apto para aspirante a piloto de Aviación. De regreso a Marruecos marchó a la posición de Talusit para encargarse de la asistencia facultativa de las fuerzas allí destacadas. Por su comportamiento y extraordinarios servicios prestados en los hospitales y en las enfermerías de la zona de Melilla, durante la reciente campaña, se le concedió en diciembre de 1912, la Cruz del Mérito Militar de 1ª Clase con distintivo rojo.

 

En enero de 1913, emprendió la marcha para incorporarse a su destino de plantilla en el Regimiento de Infantería Alcántara Nº 58 de Barcelona. Pocos días permaneció en la Ciudad Condal, ya que el 6 de febrero se dispuso pase en comisión de destino a la Escuela de Aviación Militar en el Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid) para efectuar las prácticas necesarias para la obtención del título de piloto. Se incorpora a la escuela con el nuevo empleo de médico de 1ª de Sanidad Militar al que había sido promovido el 31 de enero. En esta escuela, estudiando y practicando vuelos continúa hasta obtener el 23 de mayo el título de piloto militar de 2ª categoría. Durante el período de instrucción es destinado al Regimiento de Infantería Asia Nº 55 al que no llegó a incorporarse, pues las necesidades de la campaña en Melilla obligaron a que fuera destinado a Eventualidades de Servicio en Melilla, en marzo de 1913. Por Real Orden (R.O. se le concedió el 28 de mayo la Medalla de Melilla por la campaña de 1911-1912).

 

Antes de su incorporación a Marruecos, en Cuatro Vientos tuvo lugar el primer servicio militar de una formación aérea. Así, el 14 de junio de 1913, nueve aviones constituyendo dos escuadrillas se desplazaron desde el aeródromo de Cuatro Vientos hasta Villaluenga, población distante del citado aeródromo 40 kilómetros. El vuelo se realizó a 700 metros de altura y los aviones permanecieron en el aire una hora y media aproximadamente. La formación era comandada por el jefe de la Aeronáutica Española, Coronel Pedro Vives y el piloto Pérez Núñez era el observador del avión pilotado por el teniente Genaro Olivié.



 

Pocos días más tarde, salió una nueva formación que después de realizar el primer vuelo en escuadrilla de la Aviación Militar española sobre Madrid, se dirigió a Aranjuez (Madrid), donde tomó tierra. A las siete de la tarde de ese mismo día emprendieron el viaje de regreso. El monoplano Nieuport, pilotado por Pérez Núñez, en el vuelo de regreso tuvo una parada de motor que obligó al piloto a efectuar un aterrizaje de emergencia en una arboleda teniendo la mala fortuna de chocar con un árbol. Consecuencia del accidente resultó con heridas menos leves de las que tardó varios meses en curarse.

 

En otoño se incorporó a la Escuela de Aviación de Cuatro Vientos, donde quedó realizando los servicios propios de su clase en el aeródromo y realizando vuelos para completar su instrucción de pilotaje. El 20 de noviembre de 1913, obtuvo el título de piloto aviador de 1.ª categoría y curiosamente en ese mismo día realizó un vuelo con el que consiguió dos récords nacionales, el primero sin pasajero elevándose a 3600 metros sobre el nivel del mar y el segundo con pasajero que lo estableció en 2500 metros de altura sobre el nivel del mar.

 

Su capacidad de trabajo hizo posible que no sólo se encargara de la enseñanza de vuelo en los monoplanos Nieuport, sino además hacerse cargo de la Biblioteca y del Servicio de Meteorología del Aeródromo.

 

Y como quería completar su formación aeronáutica, también realizó varias ascensiones libres en globo con el fin de completar las necesarias para la obtención del título de piloto de la especialidad.

 

En el año 1914 su actividad aeronáutica no se detiene y deja constancia de ello realizando un largo vuelo que tuvo especial resonancia en la época, el viaje desde Cuatro Vientos a Zaragoza.

 

En abril de 1914, el Coronel Vives se dirigió a Melilla para estudiar sobre el terreno las posibilidades de la Aviación. En poco tiempo eligió y habilitó un nuevo campo de aviación en las proximidades del frente, próximo a Zeluán (Melilla). El 16 de mayo salió de Madrid una escuadrilla expedicionaria equipada con monoplanos Nieuport mandada por el Capitán Herrera Linares, con destino a Zeluán. Como pilotos iban los Tenientes Valencia, Alonso y Pérez Núñez.

 

En septiembre de este mismo año, se le concedió una nueva Cruz del Mérito Militar de 1ª Clase con distintivo rojo, por los especiales méritos contraídos en el Servicio de Aviación. Con la escuadrilla tomó parte en las operaciones que tuvieron lugar hasta finales de 1914, y sus vuelos de exploración fotográfica hasta Dar-Dius y Monte Mauro, al otro lado del Kert, dando en cuantos hechos participó una prueba del empuje y voluntad de colaboración con se había formado. En los primeros días de 1915, mientras se realizaban obras en el campo de Zeluán, la escuadrilla fue repatriada a la Península y con ella volvió a Cuatro Vientos Pérez Núñez. En el aeródromo madrileño continuó de profesor de Nieuport y se le encargó de la asistencia sanitaria del personal volante del mismo.

 

Pérez Núñez, siempre preocupado por el problema humano del vuelo, se ocupó de la medicina en relación con la aeronáutica y comprobó la importancia que las condiciones físicas y psíquicas del piloto tenían para el vuelo. Por ello, organizó en Cuatro Vientos, el primer centro de España para reconocimientos médicos de aviadores. Dedicó muchas horas a la investigación de la medicina aeronáutica, anotando cuantos cambios se producían en la fisiología y sicología del piloto militar.

 

Los siguientes cinco años, excepto una breve estancia en el Aeródromo de Zeluán, los pasó destinado en el Aeródromo de Cuatro Vientos ejerciendo como profesor de Vuelo y, por su preparación universitaria, se le encargó la dirección de la biblioteca. Esta biblioteca guardaba los fondos adquiridos de temas relacionados con la aeronáutica. Era el único centro especializado que tenía el Servicio de Aviación. En 1916, se le concedió una Cruz de 1ª Clase del Mérito Militar, con distintivo rojo pensionada.

 

Como consecuencia del accidente aéreo que sufrió en Cuatro Vientos en agosto de 1917, en el que resultó herido grave, en diciembre de ese año, se le concedió una nueva Cruz de 1ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo, pensionada. Ascendió a Capitán médico en septiembre de 1918. En 1919, fue destinado al Regimiento de Infantería de la Reina Nº 2.

 

En septiembre de este mismo año, se le designó para vocal de la Comisión de Médicos que, presidida por el General director del Servicio de Aeronáutica, había de estudiar y formular el proyecto del Reglamento de las condiciones físicas y síquicas exigibles al personal aspirantes a piloto y observador de aeroplanos.

 

En 1921 contrajo matrimonio con María Rosa Olea Cortes, con la que tuvo cinco hijos: Emilio, que ingresó en la Guardia Civil; Carlos, que ingresó en Infantería; Antonio, médico y piloto; Julio, funcionario de Correos; José María, funcionario de Correos, y Felisa.

 

En este mismo año pasó destinado al Equipo Quirúrgico Nº 8 (Madrid) hasta su disolución en diciembre, en que se reincorporó a su antiguo destino en la Dirección de Aeronáutica. En 1922, se le destinó de plantilla al Servicio de Aviación como piloto aviador en el Aeródromo de Cuatro Vientos. En este destino, ascendió el 15 de abril de 1923 a comandante médico y se dispuso que continuase en el citado aeródromo.

 

En julio de 1926, se le clasificó en la Escala Especial de Aviación con la categoría de oficial aviador, se le concedió la Medalla de Bronce, denominada Homenaje a Sus Majestades. Destinado como piloto y ejerciendo simultáneamente como médico, continuó en Cuatro Vientos.

 

Para representar a España en el Primer Congreso Internacional de Aviación Sanitaria, que se celebró en París en abril de 1929, fue comisionado para presentar una ponencia el Comandante Pérez Núñez.

 

En la reorganización que tuvo lugar en el Ministerio de la Guerra en enero de 1931, pasó a depender de la Jefatura de los Servicios de Material que le destinó a prestar sus servicios al Laboratorio de Investigación Aeronáutica.

 

Con el advenimiento de la República, causó baja provisionalmente en el Servicio de Aviación, quedando disponible en la Primera Región Militar, hasta que en mayo volvió a ser destinado al Laboratorio de Investigación Aeronáutica. Poco tiempo permaneció en este destino, pues, acogiéndose al Decreto de 25 de abril de 1931, sobre el pase a la reserva a los Generales y el retiro a los jefes y oficiales, se le concedió el 2 de julio de ese mismo año el pase a la situación de retiro y fijó su residencia en Madrid. No obstante, su situación de retirado, formó parte de la delegación española que participó en el II Congreso Internacional de Aviación Sanitaria, celebrado en Madrid en 1933.

 

En la situación de retirado permaneció hasta 1936, que, por estar domiciliado en Madrid, fue movilizado por el Ejército republicano. Durante el conflicto, ejerció como Mayor médico en el Centro de Reclutamiento y Movilización de Madrid.

 

Finalizada la contienda, continuó en situación de retirado en Madrid. Fue depurado y, al no encontrar objeción alguna, continuó su vida en la Capital ejerciendo de médico. En marzo de 1943, se le concedió la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, pensionada con antigüedad de 1939. En febrero de 1944 se le concedió la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, pensionada.

 

El 22 de diciembre de 1947, causó alta en la Escala de Complemento del Cuerpo de Sanidad del Aire, en situación de actividad, pasando destinado al Servicio de Sanidad de la Región Aérea Central. En esta situación permaneció hasta finales de 1949 en que pasó a la situación de licenciado en la Escala de Complemento de Sanidad del Aire y causó alta en el Ejército del Aire en concepto de agregado y continuó ocupando plaza en su anterior destino.

 

En el mismo destino y en la misma situación permaneció hasta abril de 1957 en que ingresó enfermo en el Hospital Central del Aire (Madrid), donde falleció días más tarde. 

 

Fuente: https://www.rah.es