9 de abril de 2020
CANANEA: PIONERO DE LA AVIACIÓN EN MÉXICO
Por
Gustavo A. Moreno Martínez
El
año de 1910 no terminaba de despuntar cuando ya se pintaba como un año de
grandes cambios en Cananea[1].
Un ambiente caldeado por las elecciones que se llevarían a cabo en el verano de
ese año que predisponía la posibilidad de deshacerse del porfiriato mediante
elecciones o iniciar una guerra para liberarse de tan oprobiosa dictadura como
la que había impuesto Porfirio Díaz y sus representantes en Sonora, el
triunvirato formado por Ramón Corral, Luis E. Torres y Rafael Izabal; quienes
habían hipotecado la soberanía del país en el estado, aunque como consecuencia
de esto Cananea se convertiría, además de un gran productor de cobre, en la
cuna del primer avión armado en México.
Un
día de enero de ese 1910 Cananea se despertó con la noticia de que Danny Lewis,
un americano, jefe del Departamento de Diseño de la Cananea Consolidated Copper
Company (4C), se disponía a fabricar un avión y armarlo en Cananea. Esto inició
como un rumor que sonaba falso, pero pronto la idea de un “bicho aerodinámico”
estuvo en la atmósfera de Cananea con una influencia tan irresistible que
pronto la población tuvo que darse cuenta que era real lo que se pretendía.
Danny
Lewis se encargaría de hacer mejoras al diseño, fabricar las piezas de la
estructura del avión y construirlo, mientras que Doc Maxfield estaba interesado
en unirse al equipo para financiar su construcción. Lewis decía que el montaje
de un biplano no era tan difícil como se suponía, porque decía:
“…….especialmente
cuando cada característica de la piezas ha sido claramente definida en las
revistas técnicas de la actualidad.”
Se
pensaba que podía surgir algún problema por los derechos de patente, sin
embargo, decían que los apasionados locales de los aviones podían volar un
tiempo antes de que el mundo se diera cuenta. Lewis afirmaba estar en posesión
de todos los planos necesarios para la construcción de la aeronave.
Con
esto, Lewis trabajaría durante todo ese año fabricando a mano cada una de las piezas
de la estructura del biplano, con excepción del motor y la hélice que fueron
encargados a una fábrica. Para principios de febrero de 1911 el biplano se
encontraba terminado y habían llegado el motor y la hélice, por lo que se
esperaba que muy pronto empezaría a montar ambas piezas esenciales para
realizar las primeras pruebas de desplazamiento de la aeronave.
El
biplano era muy similar a los más modernos de esa época, con la excepción de
que se le diseñó un nuevo sistema de equilibrio y el plano de dirección sería
operado mediante un volante en lugar de hacerse con los pies, como se hacía con
otros biplanos en uso en ese tiempo, con lo que tendría un par de mejoras que
lo harían más maniobrable que las marcas comerciales.
Después
de algunas pruebas en el suelo durante el mes de marzo, donde funcionó a la
perfección, Dan Lewis decidió a principios de abril que era momento de realizar
pruebas en el aire y cuando lo intentaron se rompieron dos cables y el biplano
fue llevado de regreso al hangar donde estuvo a la espera de que llegara un
cable más fuerte, por el que tuvo que esperar un par de semanas.
Casi
un mes después, Lewis tenía listo de nuevo el aeroplano y, a principios de mayo
volvería a realizar pruebas en el aire, sin embargo, otra vez se rompería un
cable, pero en esta ocasión los daños serían más severos, ya que el cable se
enredó en la hélice y la hizo astillas ya que era de madera, por lo que de
nuevo tuvo que guardar el biplano en el hangar en espera de una nueva hélice.
Desde
que sufrió los desperfectos la aeronave a principios de mayo, no se supo en que
momento el biplano quedó de nuevo en condiciones para realizar pruebas, sin
embargo, para finales agosto a pesar de que se decía que la aeronave había sido
casi perfeccionada, todavía presentaba problemas en el sistema de equilibrio.
Las
nuevas características que Lewis había incorporado al biplano, habrían
requerido poco más de año y medio de paciencia de su parte para llevar su
máquina hasta un punto en el que sea posible volar sin peligro de accidentes,
aunque para entonces todavía se encontraba trabajando en la perfección del
sistema que le permitiera mantener el equilibrio y, se decía, que cuando se
completara este mecanismo, se habría revolucionado la construcción de
aeronaves.
Desafortunadamente
no fue posible encontrar si se terminó o no, el perfeccionamiento de los
mecanismos que permitirían que los biplanos fueran más maniobrables y seguros
y, por lo tanto, desde Cananea Dan Lewis creara una nueva generación de
biplanos.
Dado
que desde principios de 1911 la guerra de la revolución ya había iniciado en el
noreste de Sonora y para el 13 de mayo Cananea ya había caído en manos de Juan
G. Cabral y muchos americanos iniciaron un éxodo de los principales centros
mineros como Cananea y Nacozari, por lo que es probable que Dan Lewis haya
abandonado la ciudad llevándose su biplano para concluirlo en algún lugar de los
Estados Unidos, ya que los medios informativos que cubrían las noticias en
Cananea no lo vuelven a mencionar en los siguientes meses y años, así como
tampoco otras fuentes mencionan esta creación de un gran diseñador empleado de
la 4C.
Es
probable que el hangar donde se armó el biplano se encontraba en o cerca de la
maderería de la 4C que se encontraba en la Calle 8ª Este, entre las avenidas
Sonora y Sinaloa, frente a la estación del ferrocarril, o bien, en la que se
encontraba a un lado del almacén principal de la empresa en El Ronquillo, ya
que en la parte izquierda de la foto se observa claramente la palabra “LUMBER”
en una gran bodega.
Fuente:
https://www.milenio.com
[1] Centro minero más
importante de México