6 de abril de 2020
EL BOMBARDEO DE BOLSAS DE TÉ DURANTE LA II GM PARA MANTENER ALTA LA MORAL DE LOS HOLANDESES
Por
Alfred López
En
1941 la RAF lanzó sobre Holanda cuatro mil toneladas de bolsas de té (imagen
vía Pinterest)
Tras
la invasión alemana y posterior capitulación de los Países Bajos a mediados de
mayo de 1940, Adolf Hitler nombro, a finales de aquel mismo mes,
Reichskommissariat (Comisario del Reich de la Holanda ocupada) a Arthur
Seyß-Inquart, un infame personaje que en 1938 había ocupado durante tan solo
dos días la cancillería federal de Austria y había sido el principal
responsable de que ese país se convirtiera en una provincia súbdita del Tercer
Reich alemán.
A
lo largo de los cinco años en los que Arthur Seyß-Inquart estuvo al frente del
Reichskommissariat neerlandés sometió al país a todo tipo de atropellos y
persecuciones.
Hitler
estaba convencido de que el pueblo holandés sería afín al nacionalsocialismo y
que no encontrarían apenas oposición ciudadana para convertir el país en una
provincia más del Reich. Pero no fue así y el hecho de que surgieran los
movimientos de resistencia contra la ocupación alemana llevó a Führer a exigir
a Seyß-Inquart ser estrictamente duro e inflexible con los opositores y que se
persiguiera, encerrara (y exterminara) a los judíos y gitanos (romaníes y
sinti) holandeses.
Una
de las primeras medidas del comisionado del Reich fue prohibir el color naranja
(emblema nacional desde la creación en el siglo XVI de la Casa de Orange) e
incluso se intervino políticamente en asuntos tan triviales como las
asociaciones culturales o deportivas.
Este
intervencionismo al que se sometió al pueblo holandés provocó que la moral de
la ciudadanía acabara estando por los suelos. Muchos de los servicios básicos
no funcionaban y los productos de primera necesidad escaseaban.
Por
tal motivo, desde el Frente Aliado se quiso ayudar a los ciudadanos
neerlandeses haciéndoles llegar mensajes de ánimo y pensaron que la mejor forma
de hacerlo era haciéndoles llegar un producto que en aquellos momentos los
holandeses no podían encontrar es sus comercios y que, por la propia
idiosincrasia holandesa, estaba en las costumbres de este país: el té.
En
marzo de 1941 desde la Real Fuerza Aérea británica (RAF) se llevó a cabo un
plan perfecto que ayudaría a levantar el ánimo de los holandeses: bombardear el
país con cuatro mil toneladas de bolsas de té de 50 gramos y en las que
parecería el siguiente mensaje impreso: “Mantened alta la moral. Holanda
volverá a levantarse”.
Pero
a pesar de que el lanzamiento de las bolsitas de té podía parecer un acto
simbólico a la mayoría de ciudadanos holandeses les sirvió para aumentar la
confianza de que saldrían de la angustiosa situación en la que se encontraban y
que contaban con el apoyo de los británicos, quienes les ayudarían a echar a
los nazis del país.
En
la Operación Maná se lanzaron miles de toneladas de alimentos y medicamentos
sobre Holanda (imagen vía Wikimedia commons)
Ese
fue uno de los motivos por el que el movimiento de resistencia holandesa volvió
a coger fuerza en su lucha clandestina contra la ocupación alemana.
No
fue la única acción humanitaria que desde la RAF se realizó sobre los Países
Bajos. Entre el 29 de abril y el 5 de mayo de 1945 (cuando la Segunda Guerra
Mundial ya estaba dando sus últimos coletazos en el continente europeo), se
llevó a cabo la conocida como ‘Operación Maná’, en la que durante esos diez
días dejaron caer sobre un gran número de poblaciones holandesas miles de
toneladas de alimentos y medicamentos, esta vez con la colaboración de las
Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos.
Fuente:
https://es-us.noticias.yahoo.com