14 de marzo de 2020
BOMBARDEOS ESTADOUNIDENSES SOBRE EUROPA DURANTE LA II GUERRA MUNDIAL
Un
Boeing B-17 volando sobre Francia en 1942
A
mediados de 1942 la USAAF, las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados
Unidos, desembarcó en el Reino Unido realizando algunas incursiones sobre el
Canal de la Mancha con la llegada de la Octava Fuerza Aérea compuesta
fundamentalmente por los bombarderos B-17 o "Fortalezas Volantes",
llamadas así por su blindaje y las diez a doce ametralladoras que montaba, lo que
eliminaba los ángulos muertos.
Al
contrario que los británicos cuyas bombas eran de pequeño tamaño, la USAAF
empleaba bombas incendiarias que se lanzaban a gran altura en incursiones sobre
Francia, Alemania y Austria. A comienzos de 1943 Washington y Londres adoptaron
una estrategia común en los ataques sobre Alemania, centrándose en
"bombardeos de precisión" sobre fábricas, bases navales, astilleros,
ferrocarriles, nudos de comunicaciones, canales, aeropuertos, fábricas de
acero, refinerías y centrales eléctricas.
En
la Conferencia de Casablanca se aprobó un plan combinado de operaciones aéreas
entre la RAF y la USAF. A lo largo de la guerra los ataques de mayor
importancia se realizarían en oleadas, interviniendo aviones de ambos países,
los estadounidenses se especializaron en los ataques de precisión a gran altura
durante el día, mientras los británicos destacaron en los ataques nocturnos.
Como
ya se había especificado en más ocasiones los ataques tenían por objetivo la
"destrucción progresiva del sistema militar, industrial y económico
alemán". En marzo de 1943 estaban disponibles 669 bombarderos de la RAF y
303 de la USAAF. Durante 1943 los ataques se efectuaban sin escolta alguna por
lo que los cazas alemanes hacían un significativo número
de blancos, causando muchas bajas a los aliados; no fue hasta 1944 con la
llegada del P-51 Mustang cuando la balanza en esta materia se inclinó a favor
de los Estados Unidos y el Reino Unido. Pronto se comprobó que los bombardeos
de precisión eran poco o nada precisos, calculándose que sólo el 7% de las
bombas caían a 300 metros o menos de su objetivo. En cambio, los ataques con
bombas incendiarias resultaron ser muy eficaces, como en la destrucción de
Hamburgo en junio de 1943 donde dejaron 34000 muertos y 125000 heridos. Los
cada vez más violentos ataques obligaron a Alemania a desviar una
parte importante de sus recursos para combatirlos.
Pila de cadáveres en Dresde tras los ataques aliados de febrero de 1945
En
1944 la USAAF estableció a la XV Fuerza Aérea en Italia con el fin de alcanzar
el sur de Alemania y Austria. En los primeros meses de ese mismo año los
ataques sobre ciudades, industrias y comunicaciones fueron continuos, marcando
un punto de inflexión en la economía alemana. En verano, con el desarrollo de
la Operación Overlord, el desembarco aliado en Normandía, los
ataques se relajaron, pues las fuerzas aéreas se centraron en dar cobertura y
apoyo a las unidades que se internaban en Francia. 1944 terminó con una
indiscutible superioridad aérea aliada sobre Europa. En 1945 los ataques
combinados se centraron en el ataque a las grandes ciudades y la cuenca del
Ruhr, destacando el bombardeo de Dresde, uno de los episodios más polémicos de
la Segunda Guerra Mundial.
Efectividad
Durante
y después de la guerra los bombardeos estratégicos fueron en muchas ocasiones
severamente criticados. Su, en ocasiones, escasa precisión, efectividad o
efectos contraproducentes le hizo ganar un gran número de detractores. Uno de
los principales argumentos era el hecho de que durante la guerra y hasta
principios de 1945, momento en el que Alemania ya estaba prácticamente
derrotada, la producción industrial del país no había hecho sino aumentar.
Antes de la guerra y en sus comienzos la industria alemana sólo trabajaba en un
único turno de 8 horas diarias, al ampliar estos turnos hasta las 24 horas la
producción alemana rápidamente se triplicó. En cambio, los bombardeos si
supusieron un problema en los transportes y la producción
de petróleo, hecho que contribuyó a la caída de Alemania como
llegó a reconocer Albert Speer cuando dijo que los ataques sobre las refinerías
eran el mayor de sus problemas.
Toneladas de bombas lanzadas sobre Alemania
En
los compases finales de la guerra, tanques y aviones no podían siquiera
desplazarse al combate por la falta de combustible, lo que también allanó el
camino a los bombarderos aliados y acortó significativamente la guerra en
Europa. La falta de petróleo también fue un impedimento
para la producción en masa del revolucionario submarino del Tipo XXI, el cual,
en palabras tanto del Almirante alemán Karl Dönitz como del primer ministro
Winston Churchill podría haber alterado el curso de la crucial batalla del
Atlántico. Según las estadísticas manejadas por
los Estados Unidos, los ataques a puertos y astilleros entre diciembre de 1942
y junio de 1943 no eran lo suficientemente pesados como para provocar daños
irreparables. Habría que esperar para esto hasta aproximadamente noviembre de
1944 cuando los principales astilleros como los de Kiel, Hamburgo o Blohm se
detuvieron completamente.
Comparación del estado de la ciudad de Múnich en 1945 y en 1989
Fuente:
https://es.wikipedia.org