14 de marzo de 2020

BOMBARDEOS ESTRATÉGICOS SOVIÉTICOS DURANTE LA II GUERRA MUNDIAL


 
Puesto antiaéreo en Helsinki, Finlandia durante un bombardeo soviético en noviembre de 1942

La primera campaña de bombardeos soviética fue contra los campos petroleros de Rumanía, país aliado de la Alemania nazi, en el verano de 1941, poco después del comienzo de la invasión de la Unión Soviética. En respuesta a una incursión de la Luftwaffe sobre Moscú en la noche del 21 al 22 de julio, la Aviación Naval Soviética lanzó una serie de siete bombardeos en Alemania, principalmente sobre Berlín, entre el 8 de agosto y la noche del 4 de septiembre. Los ataques los realizaban escuadrones de entre cuatro y quince aviones, el 11 de agosto tuvo su bautismo de fuego el nuevo Petliakov Pe-8, desde la isla de Saaremaa, base del Primer Regimiento Aéreo (aunque una de las incursiones la protagonizó la 81ª División Aérea con base en Pushkin). Además de treinta toneladas de bombas, también se lanzaron panfletos con un desafiante discurso de Stalin pronunciado el 3 de julio. Los soviéticos enviaron un total de 549 bombarderos de largo alcance sobre territorio alemán en 1941.

 
Aviones soviéticos sobrevolando posiciones alemanas durante la batalla de Moscú en diciembre de 1941

En marzo de 1942 las fuerzas de bombardeo estratégico de la Unión Soviética se reorganizaron y formaron la Fuerza Aérea de Largo Alcance. Se atacó Berlín en sucesivas incursiones entre el 26 y el 29 de agosto de ese 1942 y de nuevo en la noche del 9 al 10 de septiembre con 212 aviones. Se bombardeó Helsinki por primera vez el 24 de agosto y en las noches del 4 al 5 y del 9 al 10 de septiembre se atacó Budapest. Tres días después, en la noche del 13 de septiembre le tocó el turno a Bucarest. Las ciudades polacas bajo control alemán, como Cracovia y Varsovia, no estuvieron exentas, pero en estos casos los soviéticos se centraron en objetivos militares.

En total en 1942 se realizaron 1114 incursiones sobre territorio alemán. En marzo de 1943 se dio un giro a la estrategia y en medio de los preparativos de la decisiva batalla de Kursk se atacaron los ferrocarriles de la retaguardia del Eje. En abril la Fuerza Aérea de Largo Alcance ya contaba con ocho cuerpos y once divisiones independientes, reuniendo un total de 700 aviones. Desde abril se volvió la vista a objetivos administrativos y militares, centrándose los bombardeos en Prusia Oriental, donde cayeron 700 toneladas de 920 aviones. La bomba soviética más grande de la guerra, un arma de 5000 kilogramos de peso, fue arrojada sobre Königsberg en este periodo.


Vídeo a color del destruido centro de Berlín en julio de 1945

A lo largo de 1943 la URSS trató de dar la impresión de que cooperaba estrechamente con los bombardeos sobre Alemania de los Estados Unidos y el Reino Unido. En febrero de 1944 cambió una vez más su estrategia, esta vez con bombardeos de terror sobre Finlandia y Hungría, con el fin de que estos países se retirasen de la guerra y rompieran su alianza con Alemania. Helsinki fue golpeada con 733 bombardeos en la noche del 6 al 7 de febrero y nuevamente entre el día 15 y el 16 con 367 aviones y los días 25 y 26 con 850. En total se arrojaron sobre ella 2386 toneladas de bombas. Budapest fue bombardeada cuatro veces entre el 13 y el 20 de septiembre con 8000 toneladas de bombas y 1129 aviones. Los soviéticos realizaron 4466 incursiones aéreas en territorio enemigo en 1944. En diciembre, la Fuerza Aérea de Largo Alcance se reorganizó como el 18º ejército del Aire.

 
Sistema de defensa aérea de hormigón en Berlín en abril de 1942

La principal tarea del 18º Ejército del Aire fue apoyar la ofensiva final del Ejército Rojo sobre Alemania, realizando incursiones sobre Berlín, Breslavia, Danzig y Königsberg. En total, 7158 aviones soviéticos dejaron caer 6700 toneladas de bombas sobre el Reich durante la guerra, un modesto 3,1% de las salidas aéreas totales de aviones soviéticos; los bombardeos soviéticos sobre Alemania representaron apenas un 0,5% de los ataques aliados aéreos y un 0,2% de las bombas arrojadas.

Después de la guerra, los historiadores marxistas de la URSS y la RDA afirmaban que la campaña de bombardeos soviética se limitó por los escrúpulos morales de la nación a bombardear zonas civiles. El teórico militar soviético, Vasili Chripin, cuyos postulados influyeron en las directrices sobre bombardeo estratégico de la URSS (1936) y los reglamentos para su administración del 26 de enero de 1940, se desmarcó de los “bombardeos de terror” defendidos como método por los teóricos occidentales.

La Guerra Civil Española convenció a los planificadores soviéticos de que el arma aérea sería más eficaz combinada con fuerzas terrestres. Sin embargo, después de la guerra el Mariscal Vasili Sokolovski diría que “los soviéticos hubieran lanzado con gusto una gran ofensiva aérea si hubieran tenido la capacidad de hacerlo”. En realidad, los soviéticos nunca orientaron sus esfuerzos en producir aviones pesado de largo alcance, por lo que no dispusieron de los medios para embarcarse en una campaña de ese calibre. La naturaleza terrestre del Frente Oriental requirió de una cooperación estrecha entre las fuerzas aéreas y las tropas terrestres, para lo que se precisaban aviones más pequeños.

Fuente: https://es.wikipedia.org