22 de marzo de 2020
¿HÉROES O LOCOS?: CÓMO VEN LOS JÓVENES JAPONESES A LOS PILOTOS KAMIKAZES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
El
sobreviviente kamikaze Osamu Yamada con sus colegas, la mayoría de los cuales
murieron estrellándose contra objetivos enemigos en la Segunda Guerra Mundial.
(Foto: Osamu Yamada)
Durante
la Segunda Guerra Mundial, miles de pilotos japoneses se ofrecieron
voluntariamente para ser kamikaze: se suicidaban estrellando sus aviones contra
objetivos enemigos en nombre de su emperador. Más de 70 años después, Mariko Oi
de la BBC preguntó a los jóvenes de Japón qué significan para ellos estos
hombres que alguna vez fueron venerados.
Irracional,
heroico y estúpido: esto fue lo que dijeron tres jóvenes en Tokio cuando les
pregunté sobre sus puntos de vista sobre el kamikaze.
"¿Heroico?",
preguntó Shunpei, sobre la elección de palabra de su hermano menor Sho.
"¿No
me había dado cuenta de que eras tan de derecha?".
Es
difícil verificar las cifras, pero se cree que entre 3000 a 4000 pilotos
japoneses estrellaron sus aviones a propósito contra un objetivo enemigo.
Se
cree que solo el 10% de las misiones tuvieron éxito, pero hundieron unas 50
naves de los aliados.
Los
aviones kamikaze japoneses lograron hundir unas cincuenta naves de los enemigos
en la Segunda Guerra.
Pasaron
décadas desde la guerra, pero las opiniones sobre los pilotos kamikaze siguen
divididas, en parte porque su legado fue utilizado repetidamente como una
herramienta política.
"Durante
los siete años de la ocupación de las fuerzas aliadas en Japón, la reputación
kamikaze fue una de las primeras cosas que se persiguió", explica el
profesor MG Sheftall de la Universidad de Shizuoka, en el centro de Japón.
La
táctica suicida fue retratada como una "locura".
"Pero
cuando los aliados se marcharon en 1952, los nacionalistas de derecha llevaron
a cabo importantes esfuerzos multigeneracionales para recuperar el control del
discurso dominante", dice.
"Incluso
en los años setenta y ochenta, la gran mayoría de los japoneses pensaba que el
kamikaze era algo vergonzoso, un crimen cometido por el Estado contra sus
familiares", agrega.
"Pero
en la década de 1990, los nacionalistas comenzaron a probar el terreno, viendo
si podían salirse con la suya llamando héroes a los pilotos kamikaze. Al no
recibir mucha resistencia, se volvieron más audaces".
¿Pelearías
por tu país?
Una
encuesta sobre varios países realizada en 2015 por Win/Gallup descubrió que el
11% de los japoneses estarían dispuestos para luchar por su país.
Pakistán:
89%
India:
75%
Turquía:
73%
China:
71%
Rusia:
59%
Estados
Unidos: 44%
Reino
Unido: 27%
Japón:
11%
En
la década de 2000, películas como For Those We Love y The Eternal Zero
retrataron a los kamikazes como eso: héroes.
Pero
incluso Sho, el adolescente que dijo que eran heroicos, admitió que sus
opiniones habían sido influenciadas por las películas y aseguró que, si Japón
iba a la guerra mañana, no estaría dispuesto a morir por su país.
"Es
porque no puedo hacerlo", afirmó. "Los encuentro heroicos y
valientes".
En
los últimos años, se estrenaron varias películas para celebrar la valentía de
los pilotos kamikaze.
De
hecho, solo el 11% de los ciudadanos japoneses estarían dispuestos a luchar por
su país, según una encuesta mundial de WIN/Gallup International.
Eso
coloca a Japón al final de la lista de los países encuestados.
El
resultado no es sorprendente dado que las generaciones de posguerra en Japón se
criaron bajo una constitución pacifista que prohibió a la nación tener un
ejército.
"No
quería morir"
¿Pero
es cierto que todos los pilotos kamikaze, que en su mayoría tenían entre 17 y
24 años, estaban completamente convencidos de dar la vida por su país?
Cuando
hablé con dos de ellos (que extrañamente sobrevivieron), ahora en sus 90 años,
la respuesta pareció ser no.
"Yo
diría que entre el 60% y 70% de nosotros estábamos ansiosos por sacrificarnos
por el emperador, pero el resto probablemente cuestionaba la razón de por qué
tenían que hacerlo", me dijo Osamu Yamada, de 94 años, en su casa en
Nagoya, en el centro de Japón.
Antes
de llevar a cabo su misión, la guerra terminó.
"Estaba
soltero en ese momento y no tenía nada que me detuviera, así que tenía un
pensamiento genuino en mente y es que debía entregarme para defender Japón.
Pero aquellos que tenían familia debieron haber pensado de forma muy
diferente".
El
término "kamikaze" se utilizó para describir a quienes llevaron a
cabo ataques suicidas como el 11 de septiembre de 2001, pero en Japón no están
de acuerdo con ese uso.
Keiichi
Kuwahara, de 91 años, fue uno de los que no pudo dejar de pensar en su familia.
Me
contó sobre el momento en que le dijeron que iba a ser parte de la unidad
kamikaze.
"Me
quedé pálido. Solo tenía 17 años. Tenía miedo. No quería morir", dijo.
"Había
perdido a mi padre el año anterior, así que solo éramos mi madre y mi hermana
mayor para mantener a la familia. Les enviaba dinero de mi salario. Y pensé:
¿qué pasará si muero? ¿Cómo va a comer mi familia?".
Entonces,
los motores del avión funcionaron mal y se vio obligado a regresar, se sintió
aliviado.
Pero
en los papeles, Kuwahara figuraba como voluntario. "¿Fui forzado o fui
voluntario? Es una pregunta difícil de responder si no entiendes la esencia del
ejército", dijo.
El
profesor Sheftall cuenta que agrupaban a los pilotos y les pedían que
levantaran la mano si no querían ser voluntarios. En medio de la presión de los
compañeros, casi nadie podía decir rechazar la misión.
Keiichi
Kuwahara tenía 17 años y recuerda haberse "quedado pálido" cuando le
dijeron que formara parte de la unidad kamikaze. (Foto cortesía de Keiichi
Kuwahara)
A
menudo a los kamikaze se los compara con los terroristas de tiempos modernos
que llevan a cabo misiones suicidas, pero Kuwahara dijo que eso es incorrecto.
"Creo
que son completamente diferentes", opina Kuwahara. "Las acciones de kamikaze
se llevaron a cabo solo en tiempos de guerra. Con el llamado Estado Islámico,
los ataques son impredecibles".
Yamada
piensa que la palabra kamikaze, que significa "viento divino" en
japonés, es malinterpretada y se utiliza de manera inapropiada en el resto de
los idiomas sin entender el contexto histórico de lo que Japón estaba
enfrentando en ese momento.
"Me
duele porque el concepto kamikaze fue mi juventud. Era algo inocente. Realmente
era algo puro. Era mucho más sublime. Pero ahora se lo discute como si fuésemos
inducidos", dijo.
Después
de la guerra, Kuwahara, que rechazaba su misión, dijo que se sentía liberado y
que tenía que pensar en cómo reconstruir el país.
Pero
Yamada se tomó un tiempo para adaptarse.
"Estaba
desorientado, me sentí impotente, perdí mi sentido del yo, como si me hubieran
sacado el alma de mi cuerpo", recuerda.
"Como
pilotos kamikaze, estábamos preparados para morir, así que cuando me enteré de
que fuimos derrotados, sentí que el mundo se me vino encima".
Fue
la necesidad de trabajar, conseguir comida y sobrevivir en Japón después de la
guerra lo que lo mantuvo en movimiento.
Y
el mismo hombre por el que había estado dispuesto a morir, el emperador
Hirohito, finalmente al salir de la guerra dio el ejemplo estrechándole la mano
a los estadounidenses.
Los
kamikaze daban la vida por el emperadoor Hirohito en 1942
"El
emperador, su majestad, era el corazón de Japón. Creo que la presencia del
emperador Hirohito ayudó a los japoneses a recuperarse de la guerra",
analiza.
Para
la generación de posguerra de Japón, las experiencias de los antiguos pilotos
kamikaze son inimaginables, incluso para sus propios familiares.
"Pero
cuando pienso en su vida, me doy cuenta que mi vida no es solo mía", me
dijo la nieta de Yamada, Yoshiko Hasegawa.
"Estoy
obligada a vivir por aquellos que podrían haber nacido como hijos y nietos de
los soldados que murieron durante la guerra".
El
nieto de Kuwahara, mientras tanto, no está al tanto de lo que pasó su abuelo
cuando era un piloto de aprendiz de 17 años.
"Pero
este es el Japón pacífico que quería crear", sonríe. Para él, la
ignorancia de su nieto es una prueba de que el país dejó atrás su doloroso
pasado.
Fuente:
https://www.bbc.com