4 de marzo de 2020
LOS PRIMEROS BOMBARDEOS AÉREOS DE LA HISTORIA
La
historia de la aviación y la historia bélica han estado fuertemente unidas
desde hace prácticamente un siglo. Fue el 17 de diciembre de 1903 cuando los
hermanos Wright consiguieron por primera vez completar un vuelo en un avión
pilotado, demostrando que el avión más pesado que el aire diseñado por Samuel
Langley podía tener una utilidad práctica. Pero por aquel entonces, apenas
pensaron que sólo le llevaría ocho años al ser humano en idear una de sus
peores utilidades: el bombardero.
Pero
para tener una visión más global de los bombardeos aéreos, hay que remontarse a
mediados del siglo XIX. En aquel momento, el globo era el único sistema
mecanizado para volar, y en temas bélicos, tan sólo había sido utilizado por
Napoleón para reconocer a las tropas enemigas. Fue el 15 de Julio de 1849
cuando los austriacos cambiaron la historia al aprovechar las corrientes aéreas
para soltar globos no tripulados y cargados con bombas para que cayeran sobre
la ciudad de Venecia.
I:
Avión de la Primera Guerra Mundial
Los
bombardeos aéreos desde globos no tripulados fueron proliferando en la segunda
parte del siglo XIX, hasta el punto de convertirse en uno de los cuatro puntos
clave de la primera convención de paz de la historia. En la convención de paz
de La Haya de 1899 se prohibió terminantemente el lanzamiento de bombas o
explosivos desde globos.
Con
la aparición de los primeros aviones tripulados tras la demostración de los
hermanos Wright, el específico escrito de La Haya se quedaba cojo, aunque en un
principio fueron pocos los que pensaron en la viabilidad de usar las nuevas
aeronaves para lanzar bombas. Aun así, desde el primer momento se utilizaron
para reconocer zonas enemigas como ya había hecho Napoleón varias décadas
antes.
El
piloto italiano Giulio Gavotti fue el primero en barajar la posibilidad de
utilizar estos aviones de reconocimiento para algo más. El 1 de noviembre de
1911, durante la guerra entre Italia y Turquía en el norte de África, Gavotti
tomó cuatro granadas de dos kilos y medio para su vuelo en el avión de
reconocimiento. Al pasar sobre un campamento enemigo, mientras seguía con una
mano en los mandos del avión, con la otra consiguió lanzar dos de las granadas
y hacerlas explotar.
II:
Taube: Avión de Giulio Gavotti
En
aquel primer bombardeo de Gavotti, nadie resultó herido. Aun así, la idea
pareció buena al ejército italiano, y el piloto repitió la hazaña hasta un
total de 9 veces a lo largo de toda la guerra, sin llegar a conseguir causar
ninguna víctima. Los resultados, al no causar los daños esperados, impidieron
que Italia se plantease desarrollar un tipo de avión especializado para ello.
La
hazaña de Gavotti no tardaría en encontrar adeptos a lo largo y ancho de todo
el mundo, siendo especialmente recalcable el bombardeo de Mazatlán durante la
revolución mexicana, ya que tiene el triste honor de ser el primer bombardeo
aéreo de un avión tripulado en causar algún muerto, tras lanzar un aglomerado
de dinamita y metralla cerca del centro de la ciudad.
Fuente:
https://recuerdosdepandora.com