8 de agosto de 2022

HISTORIAS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - EL HUNDIMIENTO DEL ACORAZADO ESPAÑA.

 

 

Introducción

 

El 30 de Abril de 1937 el acorazado España, que formaba parte de la marina sublevada contra el Gobierno de la República, fue hundido a la entrada de la bahía de Santander, en el hundimiento intervinieron los aviones Gourdou de la Aviación Republicana, de forma más o menos decisiva según las fuentes que se elijan, por ello este trabajo intentará arrojar la mayor cantidad de luz posible sobre ese asunto.


Gourdou-Leseurre Gl-32/633 (vla)

 

Gourdou-Leseurre GL-32 / GL-633   (fuente: sbhac)


Asimismo existe hasta nuestros días una cierta confusión sobre los diferentes tipos de aviones Gourdou-Leseurre GL-32 (LGL-32) que actuaron la aviación gubernamental del Norte en los inicios de la guerra, y también sobre esos mismos aparatos que posteriormente combatieron encuadrados en el Grupo 71 de las FARE (Fuerzas Aéreas de la República Española).  

 

El Gourdou-Lesurre GL-32 se trataba de un antiguo modelo de caza de L'Armee de l'Air, que había estado en servicio como caza hasta 1934 y como aparato de escuela hasta 1936. 

 

Entre otras cosas se pretende aclarar que características tenían los modelos de este avión que atacaron al acorazado España bombardeándolo el día 30 de abril de 1937 cuando se produjo su hundimiento. Y al mismo tiempo queremos disentir de parte del artículo que sobre la actuación del piloto Antonio García Borrajo escribió Rafael A. Permuy López en la REHM (Revista Española de Historia Militar).

 

En dicho artículo Permuy López hace un análisis erróneo del papel de los Gourdou en el hundimiento del acorazado España.  Rebatiremos a Permuy López basándonos en sus propias fuentes, ya que opinamos que no supo interpretar correctamente los hechos al cometer el grueso error de duplicar la distancia desde Sondika a la ubicación del España, error que situaba a los Gourdou fuera del escenario en los momentos clave.  Corregidos los tiempos según la distancia correcta, el panorama es absolutamente diferente, ya que se demuestra que los aviones tuvieron tiempo de sobra para estar sobre la vertical del España cumpliendo los horarios conocidos.

 

Aunque lo más seguro es que la causa principal del hundimiento del acorazado fue el choque con una mina, motivado por el movimiento del buque para tratar de eludir el ataque de los aviones (de ahí la importancia de la presencia de dichos aviones a las 7:30 horas), ya que el impacto parece ser que se produjo en la parte de popa. Pero también es casi seguro que simultáneamente o posteriormente al contacto con la mina recibiese algún impacto de los Gourdou como desarrollaremos más adelante, ya que existen demasiados testimonios en la memoria popular de Santander sobre la visualización de las caídas de las bombas como para no tenerlos en cuenta (fuentes orales, información de Antonio Ontañon Toca y otros santanderinos).

 

Los Gourdou y el hundimiento del España

 

Se conoce que por un pedido del Gobierno Vasco cuatro Gourdou-Leseurre LGL-32 fueron sacados de los almacenes de las escuelas de aviación francesas y enviados al Norte en los primeros meses de la guerra, al final del verano del 36 (es muy posible que viniesen algo reformados y llegasen a comienzos de octubre). 

 

La fabricación de este avión se reanudó en ese mismo año 1936 para suministrar un pedido efectuado por la República Española, en el que aunque se mencione un número de 16 unidades, hemos comprobado que en el registro de matrículas F de Aviafrance (vease articulo dedicado a los Gourdou) solo aparecen 14 nuevas matrículas, también está documentada la matrícula de otro aparato llegado en 1937 correspondiente a una fabricación muy anterior a 1936 (concretamente del año 1928 o 1929). 

 

De la nueva fabricación lo más probable es que como mínimo dos aparatos el F-APPX y el F-APPY(números 452 y 453 de fábrica) también fuesen enviados al Norte y formasen escuadrilla con los antiguos llegados anteriormente, ya que del parte de salidas de Sondika hacia la ubicación del España el 30 de abril de 1937 se desprende que había como mínimo seis Gourdou en servicio  (fuente: Articulo de Rafael A. Permuy López en la REHM contestando a García Borrajo). 



 

Por lo que es lógico suponer que descontados los cuatro aparatos antiguos llegados en 1936 había por lo menos dos más de los de la nueva fabricación.

 

Gourdou-Leseurre GL32/633                           

 

Gourdou-Leseurre GL/LGL 32

 

Parece evidente que el destino de la salida era directamente el acorazado España, otro objetivo no tendría sentido cuando dicho acorazado estaba bloqueando la bahía de Santander.  

 

Entre Sondica y la bahía de Santander con un simple mapa de carreteras se puede comprobar que en línea recta hay más o menos unos 80 Km (el principal error en los argumentos de R. A. Permuy López es que eleva esa distancia a 160 Km).  Aceptando que los aviones salidos de Sondica tenían al España como objetivo, y admitiendo como velocidad de crucero los 160 Km/h que estima Permuy para los Gourdou (dato muy conservador, ya que su velocidad máxima rondaba los 250 Km/h), tanto García Borrajo como Valls ya estaban sobre la vertical del España a las 7:30 cuando se produce la primera explosión. (horario según lo escrito en el parte del comandante del destructor Velasco). 

 

Por ello no es de extrañar que el acorazado ante la presencia de los aviones iniciase las lógicas maniobras evasivas, que le llevaron a contactar con una mina de las que habían colocado los buques de su propio bando. García Borrajo me relató hace unos años que volaba sobre la vertical del acorazado y que lo vio maniobrar eludiendo las bombas, y además que el buque iba hacía atrás en el momento en que se produjo la explosión, también recordaba que había un fuerte fuego antiaéreo que hacía muy difícil precisar lo que pasaba en aquel confuso momento (este relato coincide con el posible impacto de la mina en la zona del pantoque de popa). 

 

A García Borrajo se le han reprochado muchos errores e inexactitudes en este relato, pero en su descargo hay que tener en cuenta la edad y el tiempo transcurrido desde los hechos, uno de esos errores es que dijo haber despegado desde La Albericia y volar con Breguet XIX, cuando está bien documentado que realmente salió de Sondika con un Gourdou. (A mí también me dijo que volaba en Breguet el día del ataque al España y que iba acompañado de un observador de nombre Hernández o Fernández de origen asturiano añadiendo que el avión acompañante era un Gourdou). Como se ve este tipo de error es involuntario y gratuito ya que ni pone ni quita nada a la acción de volar sobre el España en aquel importante momento, la cuestión es haber estado allí, lo de menos es sí en Breguet o en Gourdou.




La explicación más sencilla es que un mes antes, el 31 de marzo de 1937, García Borrajo acompañado de un observador había atacado al mismo acorazado España con un Breguet XIX salido de La Albericia, siendo tocado el aparato por la defensa antiaérea del buque, como consecuencia de esta acción García Borrajo resultó herido, aunque no de excesiva gravedad, la conclusión que se saca es que con el paso de tantos años ambas acciones se han mezclado en su memoria, creándole una más que evidente confusión.

 

Bombardeo del España por un Breguet-19 el 31 de Marzo de 1937


Antonio García Borrajo.

 

Asimismo de la monografía del CESEDEN escrita por Juan M. Riesgo Pérez-Dueño “BATALLAS AÉREAS DE LA GUERRA CIVIL”.  Ubicada en http://www.ceseden.es/Monografias/MG%2039.htm, sacamos el siguiente extracto relativo al tema que nos ocupa:

 

“Uno de los mayores éxitos de la Aviación republicana fue el hundimiento del acorazado España intervinieron: 6 Gourdou Leseurre, capaces para hacer bombardeo en picado pese a su velocidad de solo 280 kilómetros/hora pero pudiendo llevar una bomba de 250 kilogramos pilotados por Baquedano, De la Mata, R. Panadero, García Borrajo, Zambudio y Vabss. Según me relató Antonio García Borrajo, les dio tiempo a despegar, bombardear, volver a cargar y bombardear. Aunque alcanzaron al acorazado su blindaje le permitió resistir, pero al navegar muy forzado a toda máquina y en zig-zag, no pudo evitar el campo de minas y una mina al estallar junto a su casco, le hizo ir a pique. El propio Borrajo presenció desde el aire como la tripulación fue salvada por el destructor Velasco que se acercó para ello. Borrajo en ese momento no hizo uso de sus cuatro ametralladoras.”

 

Que evidencia de nuevo las lagunas de la memoria de García Borrajo, ya que los horarios determinan la imposibilidad de más de un solo ataque para cada avión, si tanto García Borrajo como Valls hubiesen ido a La Albericia a repostar, cuando volviese a la vertical del acorazado sería después del ataque de Zambudio y con el buque ya hundido. Claramente lo de la bomba de 250 Kg y adjudicar al Gourdou cuatro ametralladoras es una gran exageración que duplica las posibilidades reales del aparato. Lo de los vuelos sucesivos es un error que está aún residente en la memoria popular de Santander, ya que los testigos pensaban que eran solo dos los aviones que participaban, y tenían la impresión de que salían de La Albericia, creían que observaron tres vuelos consecutivos y que los aparatos volvían al aeródromo a repostar después de cada ataque, pero como se contempla en el documento adjunto no fueron tres ataques de dos únicos aviones, si no que fue un ataque de cinco aviones de los que cuatro llegaron dos a dos con media hora de diferencia entre ambas parejas y otro aparato (el de Zambudio) llegó después en solitario con un intervalo aproximado también de una media hora.

 

Leopoldo Morquillas delante de un caza Nieuport Ni-52

 

La primera pareja de García Borrajo y Valls ya estaba sobre la vertical del España a las 7:30 cuando tuvo el posible contacto con la mina, la segunda pareja formada por Morquillas y Barbero llegó sobre las 8. Cuando el comandante del Velasco cita en el parte de guerra a una única pareja, que según él fue rechazada por el fuego antiaéreo, se refiere casi de seguro a esta.

 

Zambudio llegó en solitario sobre las 8:30 cuando el Velasco ya se había separado del moribundo España, y es de quien dicen los testigos que “metió una bomba por la  chimenea”, luego lo que parece es que la famosa bomba de Zambudio existió y contribuyó a acortar la agonía del buque. Incluimos la información sacada de tres biografías de Zambudio ubicadas en tres diferentes páginas web: 

 

a) “Cuando aparecía algún buque nacionalista en la zona (por ejemplo, el destructor Velasco), los pilotos de los Chato cambiaban su montura por el Gourdou-Leseurre GL-32, capaz de llevar armamento de caída. Con un GL-32, Zambudio bombardeó en picado el acorazado enemigo España, al que alcanzó (según su versión) con una bomba de 100 Kg en la cubierta, acertando en un pañol de municiones, y hundió. (Según otras fuentes, el España chocó contra una mina o fue hundido por un submarino.). Al finalizar la campaña del Norte es ascendido a Teniente (Orden de 19-9-37; Diario Oficial Nº 228)”.

 

b) “El día 30 se hunde el acorazado España, seguramente por el choque contra una mina, aunque fue sobrevolado por aviones republicanos Gourdou-Leseurre GL-32 antes del hundimiento. Miguel Zambudio asegura haberle alcanzado con una bomba de 100 Kg”

 

c) “Cuando se avistaba algún buque enemigo en la costa él y otros pilotos de Chato salían al aire con los Gourdou-Leseurre GL-32, anticuados cazas franceses convertidos en bombarderos ligeros. El acorazado "España", que realizaba la misión de bloquear el tráfico gubernamental y los puertos del Cantábrico, es atacado, por primera vez, por éstos improvisados bombarderos el día 3 de abril de 1937. El día 30 de ese mes en un ataque, en el que participa Zambudio, el acorazado es hundido. Aunque inicialmente esto es atribuido a los aviones atacantes, posteriormente se consideró como causa más probable una mina o torpedo”. 


Miguel Zambudio

 

Cuando llegó Lambás Bernal no tuvo la oportunidad de participar en ninguna acción, el España ya estaba hundido y el Velasco se había ido. En su biografía figura:

 

“Al alba del 1 de mayo de 1.937 formando patrulla con Zambudio y García Borrajo, recibe orden de reconocer al acorazado España que se estaba hundiendo en la bahía de Santander”. Lo que es cierto (excepto en la fecha), aunque llegase tarde para participar en el ataque.

 

Acorazado España.

 

Hidalgo de Cisneros por su parte afirma en sus memorias (“Cambio de Rumbo” 2ªparte, Ediciones Ebro, París) “Voy a decir unas palabras sobre el hundimiento del acorazado “España” frente a Santander.  El “España” era un acorazado anticuado. Los franquistas lo utilizaban para hostilizar nuestro litoral y para interceptar los buques que se dirigían a los puertos republicanos del Norte. Tenía una coraza a prueba de proyectiles de grueso calibre, donde una bomba pequeña no debe dejar ni señal. Por eso mi sorpresa cuando me dan la noticia de que el acorazado había sido hundido por uno de nuestros aviones. Yo conocía los aparatos y las bombas que teníamos en Santander en aquella época, y me parecía casi imposible realizar aquella hazaña.

 

Cuando llegué a Santander y hablé con el piloto y con el observador del avión que lanzó la bomba, pude darme cuenta de que ni ellos mismos se lo creían, aunque no lo confesaban claramente, ya que se sentían halagados por las felicitaciones de toda la ciudad. Me explicaron que cuando el “España” comenzó a cañonear aquella vez la costa, como tenía por costumbre, les mandaron salir con la modesta pretensión de que el barco, al ver aviación, se marchase. 

 

Dieron una pasada, bastante altos, para eludir mejor la artillería antiaérea del buque. Al llegar a la vertical dejaron caer una bomba de 11 kilos. No vieron donde caía, pero inmediatamente sintieron una gran explosión, y el gran acorazado se fue a pique. Hablé con muchas personas que habían presenciado desde la playa el hundimiento. Todas creían que fue la bomba del avión, pues habían visto como caía y, al mismo tiempo, la explosión. 

 

Después de una información muy seria y detallada, sacamos la conclusión de que el “España” había sido hundido, bien por un torpedo” de un barco de guerra ingles que se encontraba a corta distancia y que poco antes había intimidado al acorazado franquista para que dejase en paz a un mercante inglés que debía entrar en Santander, o bien por haber chocado en aquel preciso momento contra una mina, aunque no habíamos visto nunca minas por aquellas aguas”.

 

Indudablemente Hidalgo de Cisneros contribuye aún más a la confusión, ya que si los aparatos atacantes eran Gourdou como demuestra el parte de la salida de Sondica, se trataba de monoplazas por lo no existiría ningún observador con el que hablar (posiblemente hablase con algún otro piloto de los participantes) además si en la acción intervino alguno de los aparatos fabricados últimamente, su capacidad de llevar armamento de caída era mucho mayor de lo que Hidalgo de Cisneros expresaba. Asimismo ignora el hecho de la ubicación en Sondica de los aparatos al referirse siempre a los aviones “de Santander”. 

 

Es posible que se trate de opiniones influidas por prejuicios de origen político. Además otro detalle a considerar es el tipo de bombas empleado, según información sacada de diferentes fuentes los LG-32 republicanos de la nueva fabricación empleaban bombas de 100 Kg, transcribimos de la fuente: (http://www.aire.org/gce/militaria/bombas.htm)

 

“Clase de 100 Kg Los republicanos las lanzaban desde los Fokker VII, los Potez  540 y los Gourdou-Lesseurre 32.

 

Los republicanos emplearon las de 100 Kg contra el acorazado España (Gourdou-Lesseurre 32)y las de 250 Kg contra el Baleares, Barletta y Deutschland (Tupolev SB-2)”. En las existencias de la Aviación Republicana del Norte había bombas de 100 Kg que habían llegado por barco a Gijón, y por lo menos dos de los aparatos de los salidos de Sondika podían portar este tipo de bombas Por otra parte si se tratase de que el ataque al acorazado hubiese sido realizado por posibles Breguet XIX u otros aparatos biplazas salidos de La Albericia, los desconocidos pilotos y observadores hubiesen sido citados en algún sitio, pero siempre en todos los documentos aparecen nombres concordantes con los que salieron de Sondica con los Gourdou. 

 

Dada la agitación de los tiempos y la confusión creada por los servicios de propaganda de ambos bandos, incluyendo las pugnas políticas internas de los republicanos, no es de extrañar con el paso del tiempo este tipo de imprecisiones en la memoria de los participantes. Por eso apreciamos que hemos de dar la máxima importancia a los pocos documentos escritos de la época. 

 

Incluso cabe pensar que dada la importancia propagandística de la acción algunos partes de guerra estén modificados para restar méritos al “enemigo”, como por ejemplo el parte del comandante del Velasco que solo menciona dos de los cinco aparatos que salieron de Sondika con tiempo suficiente para participar. En cuanto a las confusiones en los pilotos son justificables debido a que la fuerte oposición antiaérea de los buques hacia muy difíciles y peligrosos los ataques que se efectuaban con aquellos lentos aparatos y dificultaba extraordinariamente una comprensión general de todo lo que estaba ocurriendo en su entorno.

 

El España choca con una mina al tratar de eludir las bombas

 

Transcribimos el parte “oficial” del comandante del destructor Velasco sobre el hundimiento del España:

 

“A las 6:35 se vieron unos pesqueros entre cabo Ajo y Quejo, disparando un cañonazo para ahuyentarlos; a las 6:30 se vio al “España” al N.; a las 7 se vio un pesquero al que se mandó atracar y cuando estábamos parados recogiendo a la gente se vio un barco que trataba de entrar en Santander. Mandé desatracar al pesquero quedándose cuatro hombres a bordo, que decían “Ellos no volvían a tierra de ninguna manera”. 

 

Se puso régimen de 26 millas y proa al barco que se proyectaba sobre Cabo Mayor, a 5.000 metros de distancia. A las 7:15 se hicieron 6 disparos con el cañón de proa, cesando el fuego al verse el barco parar y rumbo 270. Al llegar a las 7:20 al N. de la ensenada de Galizano a unos 2.700 metros de distancia de tierra, puse régimen de 10 millas y goberné hacia el E. por considerarme próximo al campo minado, se puso por Código internacional al barco mercante diciendo que hiciera rumbo N. En este momento, las 7:30, el “España” que durante la persecución del barco venía al N. nuestro, y se encontraba a una milla, metía a Er. y gobernaba al O. Al terminar de gobernar un marinero dijo “acaba de levantarse una gran columna de agua al lado del “España” y un fogonazo”. 

 

Pensé enseguida que había tocado con una mina y me dirigí hacia él, manteniéndome al E. de él por temor a tocar nosotros también. Aprecié una fuerte escora del “España” a Br. y cuando me dirigí hacia él para acercarme porque ya lo veía parado y muy escorado, llamó por señales ópticas diciéndome que atracáramos. 

 

Como así lo hice, aceptando el riesgo que suponía el maniobrar con mi buque en un campo minado y pensando solamente que en caso de hundirse el “España” su dotación solo tenía el nuestro como salvación, manifestándoselo así a mi Segundo Comandante, a quien dije “el “España” se hunde. 

 

Aquí nos salvamos todos o nos hundimos los dos” y se ordenó preparar la maniobra de atraque; aunque no había mucha mar, si había la suficiente para que los barcos golpearan fuertemente, además el costado del “España” es poco a propósito para el atraque, por los cañones que salen de sus bandas y los salientes de las hélices de este buque, hacía imposible el amadrinarse, así que decidí atracar solamente la amura de Er. a la aleta de Br. del “España”. 

 

Así se hizo sin dificultad alguna, quedando amarrado con una estacha a las 7:45, comenzándose inmediatamente el embarque de la dotación del “España”. Estando en la faena del transbordo del personal, aparecieron dos aviones enemigos que fueron rechazados por la artillería de a bordo y la del “España”. El transbordo al principio fue lento, porque se pensaba que aun podía salvarse el buque, hasta que los progresos de la inundación hicieron ver que era inútil esperar. 

 

La proximidad de tierra, de donde debían de estar presenciando toda la operación, aumentaba lo angustioso de la situación, pues era de temer un ataque fuerte de la aviación enemiga y la presencia de los destructores rojos; así lo hice presente al mando del “España”, haciéndole ver la necesidad de acelerar el embarque, pues todo podía terminar en un desastre mayor que el que presenciábamos. Por otra parte este buque sufría considerablemente con los golpes que la mar nos hacía dar contra el “España”, a pesar de las numerosas defensas de cois que se pusieron, produciéndose numerosas abolladuras y dos desgarramientos en la plancha del costado muy próximas a la flotación. Permanecimos atracados desde las 7:45 hasta las 8:30. ... A las 8,30, embarcado ya el Comandante del “España”, se picó la estacha y se desatracó de él. Se pensó en torpedearlo para acelerar el hundimiento y tuve apuntados los tubos para ello, pero se desistió de ello. En realidad no era necesario, estaba ya próximo a meter la regala de Br. en el agua”. (Fuente: el citado artículo de Permuy López)

 

La falta de alusiones que se hace en este documento a los aviones de García Borrajo y Valls, llegados sobre las 7:30 (hora de la explosión), y a la presencia de Zambudio, previa al hundimiento las 8:30 aproximadamente, es sospechosa, por lo que opinamos que no es casual y está motivada en el intento de restar todo tipo de protagonismo a la Aviación Republicana.

 

Acorazado España, hundiéndose, fotografiado desde el destructor Velasco. 

 

Prueba del confusionismo llegado hasta nuestros días es esta crónica relativamente reciente aparecida en el “Diario Montañés” de Santander:

Sociedad

El acorazado 'España' y sus tres fantasmas

J. F. R./SANTANDER

 

Prueba de la confusión que todavía reina sobre aquellos acontecimientos son las tres teorías que sobrevuelan el hundimiento del acorazado 'España'. El que fuera uno de las tres versiones españolas de la clase “Dreadnought”, el “Alfonso XIII”, rebautizado “España”, servía a mediados de 1937 y junto con el destructor 'Velasco' con funciones de bloqueo ante Santander. 

 

Fue un 30* de abril cuando desde el “Velasco” se hizo la llamada al 'España' para que colaborara en la captura de un buque inglés que intentaba burlar el bloqueo. Acudiendo al punto de encuentro, a cuatro millas de la costa una explosión dañó mortalmente el acorazado, que se escoraba sobre su borda de babor. ¿Qué ocurrió? Primera versión: un submarino republicano -clase C- hizo el acierto de su vida. Segunda versión, la más extendida: se dio de bruces con una mina. La más extendida entre las filas republicanas: Manuel Zambudio, as de la aviación roja, le metió una bomba de 100 kilos en cubierta, justo sobre el pañol de munición. 

 

Poco se conoce a los pilotos republicanos, que hicieron su labor casi siempre en inferioridad y con aparatos de todo tipo. La campaña de Santander fue un ejemplo. A los Polikarpov I-15 los llamaba Chatos por su morro aplastado sobre la carlinga. Cuando aparecía algún buque del bando rebelde, los pilotos cambiaban de montura, dejaban los 'Chatos' a un lado y se ponían a los mandos del “Gourdou-Leseurre”GL-32', que portaba armamento de caída. Con un 'GL-32' Zambudio se atribuyó la hazaña. 

 

La confusión es extensiva a las postrimerías. Unos afirman que el 'Velasco' recogió a los supervivientes y que sólo murieron cuatro tripulantes. Otras fuentes hablan de una catástrofe con cientos de muertos. Lo único cierto es que el enorme pecio, entero o descuartizado por las corrientes y la mar de fondo, yace todavía hoy panza arriba a cuatro millas de Cabo Mayor.

 

(En la crónica pone erróneamente 3 de abril) Se puede concluir con todo el fundamento que los Gourdou de Aviación Republicana participaron activamente en el hundimiento del España y de ellos como mínimo dos de los aparatos eran de los de nueva fabricación capaces de portar bombas de al menos 100 Kg. Sin la presencia de los aviones republicanos es seguro que el acorazado España no habría sido hundido ese día.

 

Fuente: https://docplayer.es